martes, 26 de mayo de 2009

SI EL PUEBLO ES BUENO, EL GOBIERNO NO PUEDE SER MALO

Mayo de 2009

Los políticos son el espejo de nuestra sociedad, como el País es un espejo de los partidos políticos. Si pretendemos mejores políticos o mejores partidos, deberíamos ir pensado también, en cambiar nosotros. Es muy sencillo echarle la culpa a los demás sin asumir nuestras propias responsabilidades.
En Junio se llevarán a cabo elecciones legislativas, como en todas las últimas campañas electorales, estas son puramente marketineras. Cada candidato pone en juego todo tipo de artilugios, lícitos o no, para descalificar a sus contrincantes y no asumir ninguna postura ideológica u ofrecer alguna propuesta que lo pueda condicionar. No hay propuestas ni debate de ideas. Esto no es novedad, como tampoco es novedad que la oposición vea mal aquello que se hizo o propone el que está gobernando, pero no son capaces de jugarse en decir que haría o que modificaría. Cuanto menos posibilidades tenga de alcanzar un cargo, más utópicas , radicales o incumplibles serán sus propuestas. Por lo general todo es vago o difuso. Como dice el refrán: de muestra sirve un botón: Carlos Menem, luego de ser electo y haber hecho todo lo contrario a lo propuesto dijo: “Si decía lo que iba a hacer, nadie me hubiera votado”.
Lo más llamativo es que la oposición critica las medidas o el manejo que hace del poder el gobierno, pero llegada la oportunidad de estar en ese lugar, hacen exactamente lo mismo al que critican. Lógicamente que en defensa del sector a quien representan y con las justificaciones del caso. Este es el viejo juego de la política: hipócrita. Mostrarse como no son.
El que gana las elecciones y obtiene la mayoría, hace uso discrecional del poder. En caso de ganar y no obtener la mayoría, éste debe negociar con otras fuerzas, lo que lo muestra más “dialoguista”o “conciliador” porque no le queda otra que reconoce su debilidad. Este es el juego de la política.
Sin llegar a ser tremendista o apocalíptico, en estas elecciones se juega mucho más de lo que es habitual en elecciones legislativas, más que nada por la postura de ciertos sectores, por lo general encubiertamente reaccionarios. Llama la atención el “odio” que algunos manifiestan en sus declaraciones y las actitudes golpistas que otros asumen.
Intentan instaurar – junto a ciertos medios – una soñada idea de un “golpe” institucional, que no es sólo un invento de alguna mente oficialista. Hay hechos y dichos concretos. La violencia ejercida y la reivindicación encendida a la última dictadura militar que hicieron algunos “productores” en Laguna Paiva cuado atacaron al Diputado Rossi, además a una serie de acontecimientos “desestabilizadores” y que pretendieron instalar una suerte de inseguridad institucional en el País. Fue desagradable la justificación que hizo la FAA ante este hecho de violencia y sobre la toma de un banco por parte de los ruralistas, pero no fueron los únicos actos de subversión: “ahora vamos a ir por los legisladores”, “no vamos a aflojar, vamos por todo” (De Angelis). "Hay un solo camino: ganar o ganar, no hay lugar para otra cosa", “desgastar al gobierno donde se pueda” (Buzzi). El reportaje de Mariano Grondona a Hugo Biolcati presidente de la Sociedad Rural, donde dicen que el gobierno de perder las elecciones legislativas no va a terminar su mandato. Ya no es la mera expresión del antagonismo ideológico, sino rencor y odio, que no me cabe ninguna duda, de haber sido otrora, estarían golpeando las puertas de los cuarteles y ofreciendo patrióticamente sus servicios. Lo grave es que cierto sectores lo vivirían con algarabía y otros serían peligrosamente indiferentes (por algo será?). Como esa época – supuestamente - quedo atrás, ahora especulan con golpes institucionales-económicos, el más reciente del 2001, donde algunos dirigentes “peronistas” - que se dicen retirados - tienen bastante experiencia en el tema. No hay un castigo social para estos personajes, se reciclan y su palabra se sigue escuchando como si aún tuvieran autoridad moral y ética. Lo que pareciera demostrar – aún - la debilidad institucional del sistema.
Está probado que aquellas organizaciones políticas que se oponen a lo más representativo de la clase obrera y los humildes (el peronismo), siempre hayan fracasado en el uso de las facultades que le ha otorgado el pueblo por medio del voto. Ya sea por elecciones democráticas 1983 – 1991 y que no llegaron a feliz termino o aquellas inconstitucionales con el peronismo proscrito.
Sin querer hacer una comparación de valor, el odio que hoy demuestran algunos sectores de la sociedad tiene cierta similitud con aquellos que enfrentaron, bombardearon y derrocaron a Perón en 1955. Sectores oligárquicos, burgueses y medios, la prensa, la iglesia, la sociedad rural y un amplio arco político que abarco de la derecha a la izquierda. Se acusaba al gobierno de déspota, autoritario, de no dialogar, falta de libertad de prensa, etc. Algo similar a lo que ocurre hoy, aunque sobre los medios de comunicación, el 80% son oposición. También hay similitud en la forma despectiva de trataba a los obreros y pobres, antes “cabecitas negras” o “alubión zoológico”, hoy son negros de mierda o villeros.
Ayer molestaba el ascenso social de las clases más desposeídas y olvidadas. Molestaba la mayor participación en la riqueza de los humildes, que tuvieran acceso a la educación, salud, vivienda, trabajo digno y la fortaleza de los gremios. Durante estos últimos años que se pudieron recuperar algunas reivindicaciones laborales y sociales perdidas en los 90. Hoy ante la crisis mundial, nuevamente pretenden hacérsela pagar a los obreros, aplicando medidas recesivas y anti obreras.
Muchos de la clase media y alta que reniegan del peronismo, lo miran con desprecio y lo discriminan por estar formados por obreros, pobres y marginados (negros), (aunque hay muchos intelectuales sobresalientes), pretenden desconocer que fue Perón quien permitió que los hijos de los trabajadores tuviera acceso a una universidad gratuita y pudiera transformarse en profesionales.

LA CLASE MEDIA, NO VA AL PARAÍSO
Pero no solo asombra la actitud de ciertos profesionales, sino también de muchos empleados-oficinistas (clase media - baja) hacia los simples obreros. Como si ser empleado en una oficina los elevara de categoría y les diera cierto “estatus” social. Tanto a profesionales o empleados, la política de este País les otorgo posibilidades que a otros se la negó. Nos quebraron la unidad solidaria que existía, “trabajadores éramos todos”, donde cada uno cumplía su rol en una comunidad organizada. Se perdió la visión de que los obreros fueron los más castigados, desprotegidos y perjudicados por aquellas políticas destinadas a favorecer la acumulación de riquezas en manos de unos pocos: privatizaciones, endeudamiento, especulación financiera, desindustrialización, importación irrestricta, un país solo de servicios. El País del uno a uno, viajes a Europa, Miami o déme dos. Los trabajadores pagaron los vicios y las suculentas ganancias de unos pocos, que exploto en el 2001, con 21,5% de desocupados, igual a 3 millones de seres humanos. Parecería que nadie se detiene a pensar que paso con los pobres y marginados, por qué llegaron a esa triste situación, que ha provocado su “expulsión del circuito social”, por qué hoy son mal visto. Ningún ser humano desea vivir en la pobreza o marginalidad, sino que les negaron todas las posibilidades de progreso cultural, laboral y social, solo se los marginó y trato de esconder. Nada más que han crecido tanto que ya no se puede ocultar y sólo se atina a escaparles o usar, en lugar de darle una solución definitiva, “integrarlos”. Agradezcamos su pasividad y resignación para asumir este destino injusto que le han impuesto algunos sectores económicos-sociales y dirigentes políticos, gremiales y empresariales, porque si reaccionaran por justicia, muchos la pasarían muy mal.

CUANDO LA “CORBATA” ESCLAVIZA
La clase media, por lo general, tienen ese prurito de ver como villano al obrero y victima al empresario. Generalizan calificando “a los obreros” de vagos, mal intencionados, abusadores, prepotentes, que arruinan las herramientas o máquinas para no trabajar o por revancha.
Ahora lo más sorprendente es que no tienen conciencia de clase, porque no dejan de ser trabajadores, trabajan bajo dependencia o cuenta propistas y cuando su patrón los deja en la calle o no les pagan el trabajo, se sienten desprotegidos y abusados. Si asumirían su verdadero rol, estarían más cerca de los obreros y de sus reclamos.
Pocos se ponen en la piel de un obrero, ser obrero no es fácil, largas horas de viaje hacinados, extensas jornadas laborales, sueldos magros y condiciones desfavorables. Ahora si vivís en un asentamiento, villa o complejo, difícil que puedas ser obrero, porque no cualquiera te da trabajo.
Tratemos de entender quién ha instalado esta división obreros – empleados en la sociedad y quienes son los beneficiados.

LOS RICOS “QUIEBRAN”, LO POBRES SE MUEREN
Ningún obrero, por más mal comportamiento que tenga, logra quebrar a una empresa para clasificarlo como “el villano”, en cambio – históricamente - son muchos los empresarios que quiebran, funden o vacían – malintencionadamente - sus empresas perjudicando a cientos de trabajadores. Sin profundizar demasiado en la historia, recordemos las matanzas en la patagonia o los hechos de la semana trágica derivados del conflicto en la fábrica Vasena, tan sólo como para nombrar un par de hechos deplorables. Recodemos los subsidios de la promoción industrial dispuesta por los militares, créditos a tasas bajas impagos al BANADE, estatización de los pasivos contraídos en el exterior realizado por Cavallo y que todos los argentinos estamos pagando. Tampoco debemos olvidar que en la última dictadura militar – algunos empresarios - informaban sobre aquellos obreros o delegados rebeldes, para que estos los escarmentaran o “chuparan “. Y sin ir a hechos tan repudiables, cuántos son los empresarios que se quedan, se quedaron, especulan o especularon con los aportes de la seguridad social, sindical o obra social de los trabajadores. Cuantos son los empresarios que han tenido suculentas ganancias y no invirtieron ni un peso en sus empresas, remitieron esas ganancias a paraísos fiscales o incrementando obscenamente su patrimonio personal. Cuantos empresarios no cumplen con las mínimas normas de seguridad e higiene poniendo en riesgo la vida de los trabajadores o contaminan irresponsablemente el medio ambiente. Cuantos se beneficiaron con las leyes de flexibilización laboral, haciendo trabajar extensas jornadas laborales sin reconocimiento de horas extras, ni beneficios convencionales, todo por la necesidad de trabajar. Aún el trabajo en negro sigue siendo elevado, como así también la explotación infantil. Se niegan a ceder una mayor participación en las ganancias a sus trabajadores. Cuando un empresario cierra su empresa puede seguir viviendo de la renta, el obrero no tiene resto. Un mal o deshonesto empresario pude hacer mucho más daño que un mal obrero. Convengamos que históricamente las víctimas fueron los obreros y no los empresarios, por lo tanto no se justifica esta descalificación. La idea es que cada uno cumpla con su rol con honestidad y eficiencia, sin querer sacarse ventaja uno u otro según de que lado este la fuerza.
Se esta exacerbando las divisiones, recreando viejas fobias y antagonismos que se creían superados. Nos han introducido en la lucha de pobres contra pobres. “blancos contra negros”. Los que tienen algo (clase media – media baja) obreros, empleados, cuentapropistas, profesionales, etc., que por suerte y esfuerzo pueden tener algún patrimonio, miran con desconfianza a los pobres, carenciados y marginados, como si estos quisieran arrebatarles sus pertenencias.
Los pobres, carenciado y marginados ven con recelo a los que tienen algo, porque creen que estos le están quitando la posibilidad de una vida digna. Sin darse cuenta unos y otros, que hay muchos que comprenden las necesidades de unos y comprenden los bienes bien habidos que otros tienen. Lo que es obligación de los que más tienen, es comprender la desesperación y necesidades de los que menos tienen, y sobre todas las cosas, la falta de oportunidades que se les negó por años. Hay que luchar para igualar para arriba e integrar y no marginar o desplazar.
Esta es la insidia que nos han metido los que si tienen el poder económico, los que no quieren repartir algo de sus millonarias ganancias y quienes tienen el deber de distribuir la riqueza con justicia.

SIN EL PERONISMO, NO SE PUEDE GOBERNAR
Mientras los pobres nos miramos con desconfianza, los poderosos económicamente no se preocupan, es más, disfrutan porque sus bienes están asegurados. No les importa la mortalidad infantil, la desnutrición, la miseria, las enfermedades de la pobreza, para ellos eso son solo estadísticas.
La historia lo ha marcado, el peronismo es quien ante la debacle de otros partidos o los mismísimo militares, fue el que ha tomado las riendas del País y lo ha conducido. Nadie ha podido gobernar sin el peronismo, por ende sin su columna vertebral, el sindicalismo. El peronismo no es de por si , un partido que se pueda decir “políticamente correcto”, como le gustaría a establisment o a la mayoría de los sectores conservadores. Excepto los 10 años de Menem, pero eso no fue peronismo sino puro neo-liberalismo digitado desde el norte. El caballo de Troya dentro del peronismo. L0 que no pudieron los militares y la oposición – entrega y vaciamiento - lo logro Menem. Aún hoy debemos soportar a sus seguidores como De Narváez, Sola, Reutemann, Scioli, Barrionuevo y Cia. Hoy muchos de estos personajes son manejados desde las sombras por un Duhalde impresentable. En que se puede sentir representado o identificado un obrero o un “militante peronista” con un millonario, un terrateniente sojero, un ex F1 terrateniente sojero o un ex corredor de motonáutica (obediente oficialista), sin pasado y militancia peronista.
Radicales, Coalición Cívica, algunos socialistas e izquierda, (ex alianza), paradójicamente conforman casi la misma alianza que motorizo y apoyo el golpe que derroco al gobierno democrático del Presidente Juan D. Perón. Tienen el mismo rumbo, se oponen a todo, pero no proponen nada superador, sólo tienen para mostrar los fracasos anteriores. Pero algo si está claro, que trataran por todos los medios obstruir cualquier intento de profundizar este modelo, que apenas llega a ser reformista.
Nadie puede dudar de su anti peronismo, lo tratan de disimular pero es evidente su intolerancia a lo popular y sobre todas las cosas a no poder dominar a esa masa de pueblo que sigue fiel a una idea con la que se siente identificada y que hace a nuestra idiosincrasia. Lo sienten, lo viven, se hace carne esa discriminación, el desprecio y menoscabo a su condición de pobres y obreros, para ello son “esos negros”. Brote del viejo gorilismo racial.
De perder – el oficialismo - la mayoría en las cámaras en manos de este cúmulo de fuerzas anti obreras que compiten, procuraran y seguramente intentaran hacer retroceder las conquistas laborales y sociales restituidas. Es evidente su desprecio por las organizaciones sindicales peronistas, deploran a sus dirigentes sindicales y siempre estuvieron más cerca de los poderosos intereses económicos. El 80% de la oposición ya ha dado muestra al tomar posición – cuando fueron parte del gobierno o en el parlamento – sobre que intereses defienden, que no son precisamente el de los trabajadores. No debemos olvidar que desde Menem y la Alianza no existieron aumentos ni paritarias para los trabajadores. Más de 10 años en que la flexibilización de las tareas y la rebaja de los salarios fueron la constante.
Igualmente todas estas alianzas son efímeras, circunstanciales y electorales, lo que marca su debilidad y de ninguna manera les permitiría gobernar.
Sólo algunos sectores peronistas (no pro menemistas o duhaldistas), de izquierda y sociales van por la profundización del modelo, pero como siempre divididos por sus celos ideológicos y actitudes individuales.
Si alguna alternativa fuerte y masiva, propusiera profundizar el modelo: Pleno empleo, salarios dignos, vivienda digna para todos, acceso a la educación y salud gratuita e igual para todos. Los Ferrocarriles como un bien social y de crecimiento de los pueblos del interior. Los servicios esenciales en manos del Estado. Mejorar el reparto de la riqueza, bajar los años de jubilación. Mayor control a las multinacionales cerealeras, mineras y petroleras. Recrear la Junta Nacional de Granos, Carnes e YPF, restringir la venta de tierras a extranjeros en zonas estratégicas. Reforma agraria. La tierra en mano de mucha más gente, bajaría la pobreza y la indigencia. Resumiendo Justicia Social, Independencia Económica y Soberanía Política. Esas no son ideas extremas, delirantes o inalcanzables, esto se llama Revolución PERONISTA, no estaríamos hablando de que peligra el modelo. Pero si desesperaría a todos los sectores de derecha que hoy acaparan el espectro eleccionario y que por mucho menos quieren defenestrar a este gobierno.
Acaso la Revolución Justicialista o la Comunidad Organizada del General Perón, hoy han pasaron a ser una utopía o idealismo?
Algo que se suele dar: todo proceso de cambio que permite el asenso de las clases más bajas y medias, estas se vuelven conservadoras, trabando la profundización del cambio. Toda mejora es inversamente opuesta a los cambios.

¿CUÁNDO LOS “MEDIOS” SERÁN “ENTEROS”?
Los medios de comunicación - en todo este proceso – merecen un párrafo a parte, en general o los de más llegada a la gente, dado que están jugando un papel importantísimo en contra del gobierno, sectores gremiales y populares. Los “medios de comunicación” son empresas de comunicación que pertenecen a grupos económicos y es evidente que están haciendo campaña.
Si nuestro objetivo es estar informado, es preciso saber quien nos informa, que sector social o interés representa.
Es más que evidente, que el más importante multimedio se siente afectado ideológicamente ante la posibilidad de perder su millonario e influyente poder, por la nueva ley de radiodifusión, que permitirá que exista libertad de prensa. Aunque no es el único interés afectado, pero si el más poderoso. Por lo tanto ha puesto todos sus medios para hacer campaña en contra del gobierno y hacer “lobby” a favor de la oposición.
Desde la monopolización de los medios de comunicación social, verdaderos formadores de opinión, trasmiten sus “verdades” desde su propia óptica, que no es otra que la de sus intereses de grupo económico.
Cuando nuestras familias o nosotros mismos leemos un diario, vemos un programa de TV o escuchamos un programa de radio, creemos que nos estamos informando, cuando en realidad lo que estamos consumiendo es la versión interesada de grupos económicos que dicen sólo lo que a ellos les conviene, mientras esconden las verdades más importantes.
Es decir que debemos saber “leer, escuchar o ver” lo que ellos jamás no dirán, porque no les conviene que el pueblo esté debidamente informado.
Se ha puesto muy de moda, que periodistas a los cuales se le han creado el aura de “serios y objetivos” nos digan que y como debemos pensar. Nuestra vida se ha hecho tan veloz, que ya no nos detenemos ni un minuto a pensar que nos están diciendo o nos quieren decir, que intenciones tienen o porque quiere que pensemos como ellos, consumimos lo que nos dicen como si fuera la única verdad. Además, cuanto más breve mejor. Cuando la realidad tendría que ser que tan sólo nos den la información y cada uno saque sus propias opiniones de los hechos. Cuando nos dicen que nos están “informando” , en realidad nos están “formando” una opinión favorable a sus propios intereses.
Grupos empresariales asociados, controlan estos medios para evitar que el común de la gente pueda decidir por si misma el rumbo de sus vidas. Han reemplazado las dictaduras por un medio más sutil de dominación y “embrutecimiento” masivo.

LO QUE MATA ES LA INGENUIDAD
Soy critico de este gobierno, tampoco soy defensor de la mayoría de los encumbrados o renombrados dirigentes gremiales, pero mal que mal, pueden ser el resguardo de los logros alcanzados y avanzar hacia la tan ansiada Justicia Social.
Considero que en el modelo actual hay muchas falencias, que se quedaron a medio camino con los cambios necesarios, la distribución de la riqueza es magra y lenta, no se produjeron los cambios en la política tal como prometieron, siguen aliados a la vieja política, pero como “trabajador” no veo la solución en escapar hacia la derecha o volver a probar políticas neoliberales o empresariales, que ya hemos padecido. Si creo que debemos exigir, actuar y participar para profundizar los cambios e ir hacia un Estado de mayor igualdad, dignidad, justicia social, independencia económica y honestidad, que sólo el PERONISMO verdadero y fuerzas nacionales pueden darnos, sin todos estos equilibristas o saltimbanquis de la política, que su única ideología es satisfacer sus apetitos personales.
Las fuerzas políticas de derecha, que hoy le están discutiendo el poder al gobierno, siempre criticaron o trataron de ponerle límites al movimiento obrero, porque no lo pueden dominar, por lo tanto intentan dividirlo y debilitarlo, para así cumplir con los designios de quienes representan, lo que más tienen y quieren un país, dominado, pobre, ignorante y endeudado.
En definitiva, hoy por hoy este gobierno, con todas sus falencias y errores, podríamos decir que es la opción Peronista. Aunque hay otra opción nacional y popular, Pino Solanas, aunque mucho más idealista.
Se puede estar en contra, no opinar de igual forma, pero lo que se ha generalizado es el odio, la intolerancia, la critica constante, por más que haya cosas que se puedan hacer bien.
Estas últimas elecciones además están marcadas por alianzas ocasionales y sin basamento ideológico, se ha hecho vulgar el cambiar de partido o no cumplir con el mandato por conveniencias o por un mejor puesto en la lista, poner a la mujer, hija o cualquier pariente o como las candidaturas falsas, porque no asumirán. No existen políticos nuevos, ni nueva política, solo se reciclan. La política se farandulizo y todo se hace según el marketing y el asesor de imagen. Nada es verdad, todo es ficción. Esto suma al desprestigio de la política y aleja al ciudadano común de aquello que le debe importar como la vida misa, porque en la política esta en juego su futuro y de sus hijos. No es poca cosa.
Para reflexionar: A pesar de que este Gobierno tiene rasgos peronistas, uno no le dará más crédito por el riesgo que representan los que hoy son oposición que por mérito propio?
Si hay tanto rechazo y aprensión por las medidas moderadas redistributivas tomadas por este gobierno, que pasara si pretende profundizarlas? Es un Gobierno condicionado? Hacen lo que pueden?
Si el oficialismo gana, todos estos destituyentes o golpistas que pululan por los medios y en algunas calles y rutas, aceptaran el veredicto de las urnas o buscaran algún otro tipo de revancha?
No defiendo a los políticos, sino a la política y a la democracia, si queremos vivir dentro de ella. La peor crisis no es la económica, sino la de nuestra sociedad, intolerante e individualista, así este País seguirá sumergido. Sólo se salvaran los de siempre, los que acumulan riqueza expandiendo la pobreza.
Héctor Daniel Fernández

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