Cabecera: Parera |
Sentado: Pedro Navia |
Este humilde trabajo de recopilación, es en
homenaje a todos los compañeros que han mantenido vivo el sentimiento por Perón,
por sus principios y su doctrina. Además fueron difusores de todos aquellos
derechos y conquistas que nos otorgó. Muchos de ellos ya no están con nosotros,
pero siguen vivos en nuestro recuerdo y en cada militante.
Algunos de los más grandes: Pedro Navia, el
“Gordo” Parera, Elvio, Antonio Miguez, Garabano, Cal, Volga, Ruiz, Fernández
Manuel y Juan Manuel Fernández.
Algunos de los más jóvenes estaban Juan Carlos
Speranza, Juan Carlos
Padín, Carlos Rajcovich, Adriana, Violeta, Perla, José Luis (fito) Muñoz, María
González, el cordobés, González, Marcos Gentille y Daniel Fernández.
RECORDEMOS
El
Peronismo venía proscripto desde el golpe de estado del 16 de septiembre de
1955 (Leonardi, Aramburu), La extrema derecha, las Fuerzas Armadas y el
catolicismo intransigente, aliados inconfundibles, junto a sectores medios y
opositores políticos, creyeron que el problema que representó el peronismo
había concluido. Sin embargo, muerto el perro la rabia no había terminado, pues
aun en la proscripción y sin posibilidad de presentarse en las elecciones
presidenciales (1958 – 1962 derrocado Frondizi; 1963 – 1966 derrocado Illia), el
peronismo siguió aglutinando a la mayor parte del sector obrero de la sociedad,
el recuerdo de aquellos días felices, seguía vigente. Sin embargo, el “falso
dilema” peronismo-antiperonismo no fue entre partidos políticos sino entre
sectores sociales, suponían que con la supresión del peronismo se liquida la
voz de las fuerzas de los trabajadores y demás sectores populares. Desde 1966
fueron presidentes de facto Ongania, Levingston y Lanuse.
Perón ya
había intentado regresar a la Argentina el 2 de diciembre de 1964 pero, el
viaje desde Madrid del vuelo 991 de Iberia con destino a Buenos Aires no pudo
pasar de Brasil. A las 9.45 hizo escala en Río de Janeiro y el gobierno militar
brasileño presidido por Humberto Castelo Branco, a pedido del gobierno
argentino que encabezaba Arturo Humberto Ilia, lo mandó de regreso a España. La
nave fue rodeada con 37 militares armados, que le impidieron a Perón y a su
comitiva seguir viaje rumbo a Buenos Aires.
Pero a
pesar del silencio impuesto por la Revolución Argentina, el 11 de noviembre de
1970 Ricardo Balbín y Enrique Vanoli de la Unión Cívica Radical del Pueblo,
Jorge Daniel Paladino y Benito Llambí del Partido Justicialista, Horacio Thedy
del Partido Demócrata Progresista, Jorge Selser del Partido Socialista, Leopoldo
Bravo del Partido Bloquista, Vicente Solano Lima del Partido Conservador
Popular y el independiente aramburista Manuel Rawson Paz, presentaron en
sociedad a “La Hora del Pueblo”, un espacio de discusión pluralista que emitió
un crítico documento sobre el gobierno, al cual le exigían el levantamiento de
la prohibición de los partidos políticos y un pronto llamado a elecciones.
Lanusse
evaluó que el principio de solución a los múltiples conflictos pasaba por
terminar con la proscripción del peronismo y decretar una apertura política que
permitiera una transición hacia la democracia. En este contexto nombró en el
ministerio del Interior a Arturo Mor Roig (de reconocida militancia radical),
propuso un Gran Acuerdo Nacional (GAN) entre los argentinos y anunció la convocatoria
a elecciones nacionales “sin proscripciones” para el 11 de marzo de 1973. En realidad, el GAN representaba el intento
de encontrar la mejor salida para las FF.AA. y la secreta y ambiciosa
expectativa de convertirse en el candidato acordado por las principales fuerzas
políticas.
El 7 de
julio de 1972 Lanusse, en la habitual cena anual de las FF.AA., anunció que no
habría de allí en más ninguna proscripción sobre ciudadano argentino alguno que
quisiera ser candidato a presidente y que solamente le cabía una condición para
la eventual candidatura: estar presente en el país antes del próximo 25 de
agosto, poniéndole fecha al regreso de Perón, a lo cual Perón respondió que no
aceptaba imposiciones y que el volvía cuando quería. Envalentonado Lanuse y ante
tanta insistencia el 27 de julio de 1972 Lanusse pronunció la frase que faltaba
para concretar el regreso del General: "No me corran más a mí, ni voy a
admitir que corran más a ningún argentino diciendo que Perón no viene porque no
puede. Permitiré que digan porque no quiere, pero en mi fuero íntimo diré
porque no le da el cuero para venir...".
Algunos
meses después Lanusse tuvo el primer aviso concreto: "A pesar de mis años,
un mandato interior de mi conciencia me impulsa a tomar la decisión de volver,
con la mejor buena voluntad, sin rencores que en mí no han sido habituales y
con la firme decisión de servir, si ello es posible", escribió Perón en
una solicitada publicada el 7 de noviembre de ese año. El 12 de noviembre el
Movimiento Nacional Peronista le comunicó por nota a Lanusse que "han
logrado concretar todas las medidas para su regreso a la Patria el próximo 17
de noviembre". Perón se embarcó desde Madrid hacia Roma el 14 de noviembre
y lo propio hacía desde Buenos Aires la delegación integrada por 153 dirigentes
políticos, artistas, sindicalistas, periodistas, deportistas y representantes
de la iglesia. Antes de salir desde Roma, Perón envió otro mensaje al pueblo
peronista: "Como en los viejos tiempos, quiero pedir a todos los
compañeros de antes y de ahora, que dando el mejor ejemplo de cordura y madurez
política, nos mantengamos todos dentro del mayor orden y tranquilidad. Mi
misión es de paz y no de guerra". A las 20.21 de un jueves el DC-8
"Giuseppe Verdi" de Alitalia partió desde Fiumiccino con las figuras
más relevantes de la época: el padre Carlos Mujica, los dirigentes gremiales
Casildo Herrera, Rogelio Coria y Lorenzo Miguel, el mítico cantante de "La
Marcha Peronista" Hugo del Carril, el futbolista José Sanfilippo, la
escritora Marta Lynch, la actriz Chunchuna Villafañe, Juan Carlos Gene, el
historiador José María Rosas, José María Castiñeira de Dios, Guido Di Tella,
Jorge Taiana, Rodolfo Ortega Peña, Eduardo Duhalde, Vicente Solano Lima y la
cantante Marilina Ross, entre otros. Aterrado con la posibilidad de tener su
propio 17 de octubre en la autopista Ricchieri, Lanusse ordenó rodear desde el
16 el perímetro del Aeropuerto Pistarini para evitar la llegada de los
militantes. Ese avión proveniente de Roma aterrizó con el General Juan Domingo
Perón a bordo a las 11.08 del viernes 17 de noviembre con millones de
argentinos expectantes delante del televisor y 1500 periodistas acreditados de
todo el mundo. A las 11.20, Perón apareció en la escalerilla del avión junto a
María Estela Martínez; a su encuentro salieron el secretario general del
Movimiento Juan Manuel Abal Medina y el líder de la CGT José Ignacio Rucci. Afuera
Buenos Aires estaba militarizada por orden del General Lanusse. Treinta y cinco
mil soldados del ejército, apoyados por la policía, cercaron el aeropuerto e
hicieron imposible la llegada de los militantes, pero no pudieron impedir una
de las mayores movilizaciones de la historia política argentina.
El 24 de
enero de 1972, la Dictadura Militar reconoce la personería del Partido
Justicialista, incluyendo una clausula, en la cual los candidatos a Presidente
deberían residir en el País a partir del 25 de agosto de 1972, pretendiendo
condicionar la vuelta de Perón. También establece la condición de una segunda
vuelta (ballotage) si no sacan más del
50% de los votos.
En Marzo
de 1972 crean FRECILINA – Frente Cívico de Liberación Nacional, Perón propuso
como denominación de la alianza de clases.
Mi recuerdo es que me acerco a la Unidad
Básica, inducido por mi padre, mi tío y primo (Pedro Fernández, Manuel
Fernández y Juan Manuel Fernández), quienes participaban en ella. Por aquel
entonces , por medio de un amigo me había acercado a una reunión con el colorado
Abelardo Ramos, además unos conocidos del PC que se solían juntar en la Galería
de Ciudadela, Aníbal y Echeverry traían material para leer, que me resultaba
denso. Fue entonces cuando me di cuenta que
el peronismo era lo mío. Por entonces trabajaba en la Junta Nacional de Granos,
en el elevador N° 1 de Puerto nuevo, donde junto a muchos compañeros nos
estábamos agrupando para pelear por el Sindicato.
En la
Unidad Básica las cabezas de la conducción más visibles eran Pedro Navia y el
“Gordo” Parera, los “muchachos” grandes, junto a Elvio, Antonio Miguez,
Garabano, Cal, Volga, Ruiz, Fernández Manuel y Juan Manuel Fernández y muchos
otros que con el tiempo transcurrido me cuesta recordar, casi todos eran del
Club Unión Argentina, y entre los más jóvenes estaban Juan Carlos Speranza, José
Luis (fito) Muñoz, Violeta, Perla, María González, el cordobés, González,
también había otro muchacho que el padre tenía una carnicería en
Chacabuco y Gaona (hoy parrilla La Nely), Marcos Gentille, era el que siempre
donaba la riestra de chorizos para algún festejo u actos, también había otras
chicas y muchachos del barrio que ahora, lamentablemente no puedo recordar y no
tengo forma de recabar la información. Una, porque los más grande han fallecido
y muchos jóvenes se han ido de Ciudadela, como así también mucho material hubo
que hacer desaparecer cuando la sangrienta y genocida dictadura militar se
instala en el gobierno el 24 de marzo de 1976 con Videla a la cabeza.
Ruiz y Volga |
Sabes, cierro los ojos y escucho la voz y la risa de Pedro, esa voz ronca de tanto faso y tanto tinto. Y se me apareció el Gordo Parera, siempre agitado y transpirando por su gordura insostenible y su corazón que no era de enfermo sino de buena persona, no la cabía en el pecho. Tacita, con su sonrisa eterna bajo su enmarañado pelo blanco. “Carlos Alberto Rajcovich.”
Los
compañeros más grandes que fundaron la Unidad Básica que recuerdo, era algo
heterogéneo, los unía su peronismo y amor por Perón y Evita. Eran peronistas de
la resistencia, podríamos decir que eran peronistas tradicionales ante una
nueva oleada de jóvenes proponiendo la “Patria Socialista”. Alguno, incluso, habían
tenido un cierto contacto con Alianza Libertadora Nacionalista, con contactos
con Sindicatos y viejos políticos. Sus objetivos y de la Unidad Básica, siempre
fueron muy claros, estamos aquí por Perón, por la vuelta de Perón y para ganar
las elecciones, aquí no nos afiliamos a ninguna líneas o sector, el que quiera
activar en alguna de ellas está libre de hacerlo. A pesar de sus raíces, eran
abiertos a los cambios de la época y nos otorgaban absoluta libertad para
realizar tareas y acciones, aunque siempre con su consentimiento. Ellos
entendían que el movimiento era un todo en el que todas las partes, cumplen una
función necesaria, son iguales, valen lo mismo, ninguna puede ser privilegiada
por sobre otra.
Una de
las historias que nos contaban los más grandes, era que “gordo” Parera, que
tenía una fundición detrás de los cuarteles de Ciudadela, en los tiempos de
proscripción, era el lugar de reuniones y asado. Entrada la madrugada, hacían
resonar la marcha peronista y los gritos de “Viva Perón Carajo”, donde todo el
barrio escuchaba. Al parecer, los militares que hacían la ronda en el cuartel, hacían
la denuncia y todos terminaban la reunión en la comisaria. Como ya los
conocían, al otro día cada uno volvía a sus actividades.
El
momento que vivía el País era único, los jóvenes buscaban de una forma u otra
participar y ser partícipe de ese momento. Había un fervor revolucionario de
toda una generación de jóvenes, un fervor que encontraba su cohesión en torno
al peronismo y el líder prohibido. El descontento se había transformado en revolucionario
y lo que se ambicionaba era una sociedad más justa, esto era lo que importaba.
El mundo vivía un momento particular, la Revolución Cubana, la independencia de
Argelia, el Mayo Francés, el Che en Bolivia, la guerra en Vietnam, era época de
Liberación o Dependencia. Nosotros, lo jóvenes, nos sentíamos protagonistas,
sentíamos que debíamos ser parte de la historia y hasta que la estábamos
haciendo. La plenitud estaba ahí. Había que ser parte de ella. Dentro de ese
clima histórico, bajo el entusiasmo y hasta el deseo de no pasar por la vida
sin colaborar con una gran causa, que era, en esos momentos, “para nosotros” la
revolución peronista, la de todo lo que esa palabra encerraba, valentía,
generosidad, participación y creación de la historia, vivencia de cambio de los
tiempos, caída de mundo debió viejo, surgimiento luminoso de lo nuevo, la
opción por los pobres, la rebelión del tercer mundo, el mundo de los
postergados, la humillación de los poderosos, en medio de este clima nos
acercamos y nos fuimos formando y haciendo en la Unidad Básica. Era la
liberación del hombre. No era fácil sentir que si no estabas ahí no estabas en
ningún lado. Estabas ahí o pasabas a ser parte del mundo de los mediocres, de
los cobardes. Sentíamos que nos veníamos a poner al servicio de una gran causa.
Aquí no había planes individuales o intereses personales. Nuestra militancia
era territorial, se trabajaba en el barrio, los militantes hablábamos con los
vecinos, conocidos o desconocidos, nos movíamos en el barrio. Algunos nos
aceptaban otros no. Los diálogos eran francos, les explicábamos la coyuntura,
nuestro proyecto, lo que estaba en juego, la necesidad de la participación de
todos para recuperar una democracia popular. La unidad básica era el ámbito de
discusión y formación política, se hablaba del presente y el futuro, se hablaba
y se ponía en valor a nuestros caudillos, se elaboraban proyectos y que a
decirle a la gente. Se hablaba de los países imperialistas y de los países
dominados. Se hacía un trabajo de superficie, territorial, más que nada porque
no se disponía de los medios de comunicación. A la casa de las familias el
régimen entraba con la televisión, en cambio el pueblo, con el militante, llegaba
puerta por puerta, casa por casa, barrió por barrio, esto era la misión y
estaba bien pensado. La militancia territorial era poder. Los militantes
barriales eran los verdaderos militantes de base. La realidad es que hubo
ciento de miles de militantes que ofrecieron lo mejor de sí, que llegaron a ser
en la militancia mejores personas.
En los comienzo nos reuníamos los más jóvenes del barrio y dábamos
nuestros primeros pasos como militantes. Un día Pedro Navia nos avisa que hay
un grupo de jóvenes estudiantes universitarios y que trabajaban en ELMA
(Empresa Líneas Marítimas Argentinas), se iban a sumar a la unidad básica. Es
cuando se suman Juan Carlos Padín, Carlos Rajcovich, Adriana y otros compañeros
de ELMA. La unión con ellos fue una experiencia riquísima y de crecimiento, por
el intercambio de vivencias y experiencias que elevo al grupo y lo motorizo a
realizar distintas actividades y planteos que hasta ese momento no nos hacíamos.
Se puede decir que esta experiencia se dio mucho por aquellos años en todos
lados.
Todos aportaban algo para armar la Unidad Básica, fotos de
Perón y Evita, carteles y banderas. Aprovechando
que mi madre era modista, le hice confeccionar dos banderas argentinas y les
puse de cañas tacuaras (como un símbolo de las montoneras). Juan Carlos
Padín trajo una bandera de las montoneras: Azul y Blanca con una estrella
federal de 8 puntas en el centro.
La bandera montonera, que aportó Juan Carlos Padín, la azul
y blanca con la estrella federal roja en el centro, nos fue secuestrada por la
policía. Posteriormente (con la asunción de Cámpora) y después de mucho
explicar que no era una bandera de los MONTONEROS, sino de las MONTONERAS de
nuestros caudillos, la devolvieron.
Esa bandera se le entrego a Gregorio “Goyo” Peralta –
conocido de los muchachos - en una cena que se realizó en el Club Unión
Argentina, para que la llevara a Madrid para dársela a Perón. A su vuelta de
España, nos trajo una foto de Perón con Goyo, ambos sosteniendo la bandera. De
esa foto se hicieron varias copias y se repartieron entre muchos compañeros,
pero lamentablemente esa foto desapareció, dado que con el golpe militar del 76
y la violenta y sangrienta represión emprendida por los militares, por temor, algunos
la destruyeron o se escondieron tan bien que se perdieron. También creo que
hubo una esquela de Perón “como era su costumbre” agradeciendo el regalo, pero
eso quedo en poder de los muchachos.
“Aquella
bandera; que te recuerdo que el ejército mandó a secuestrar por la policía y
tuvimos que ir a la taquería porque nos querían a nosotros y recuerdo con que
ceremonia nos la devolvieron cuando Cámpora ganó las elecciones. Decime Juan. A
vos o a Daniel no les quedó la foto de nuestra bandera (la que hizo Ángela) y
que Goyo Peralta llevo a Madrid ????? y que aparecía Perón, Goyo y no recuerdo
quien más ???? Yo recuerdo, con una tristeza enorme, que cuando Ernesto
desapareció la quemé. Si la tienen no podrían hacerme una copia con la
tecnología que hay hoy ??????. Como quisiera tenerla, en mayor tamaño,
enmarcarla y colgarla en la Cofradía, en casa, en ese lugarcito de la planta
alta.”
Y
la noche que cayó al Club el Coronel Smith y su custodia.(Nos sentamos a la
mesa con Pedro juntos frente al milico demente de Smith. En un momento se saca
de la cintura el arma en su funda y la pone en el piso y Pedro me dice: "Negro,
le vamos a afanar la pistola" y estira la pierna por debajo de la mesa y
empieza a tratar de pisar el fierro para arrastrarlo para nuestro lado cuando
sin darse cuenta le pega una patada al milico en el tobillo y ahí terminó el
intento de afano). “Carlos Alberto Rajcovich.”
Por esos
entonces se repetía muchos entre los compañeros la frase de Perón “LA VIOLENCIA
DE ARRIBA ENGENDRA LA VIOLENCIA DE ABAJO”. Ya habían proliferado muchas
tendencias y agrupaciones que tenían una sector visibles y otro clandestino
(organizaciones armadas o como decía Perón formaciones especiales). Hay un
incipiente inicio de todo esto en una publicación que es Cristianismo y
Revolución. FAP: Fuerzas Armadas Peronistas, FAR: Fuerzas Armadas
Revolucionarias. JP: Juventud Peronista. JTP: Juventud de Trabajadores
peronistas. Montoneros. AP17: Agrupación Peronista de Base 17 de Octubre.
Guardia de Hierro, C. de O.: Comando de Organización. JPL: Juventud Peronista
Lealtad. MRP. JAEN. FAL: Fuerzas Armadas de Liberación.
PRT-ERP
(trotskistas). ERP 22 de agosto. PC: Partido Comunista. FJC. PO: Poder Obrero. PCR:
Partido Comunista Revolucionario. NI: Nueva Izquierda, entre otros.
Por
entonces nos vinieron a visitar e invitar a varias reuniones compañeros del
Comando de Organizaciones de Brito Lima, que tenían su sede en Ramos Mejía en
la calle Ardoino, Frente a las vías del ferrocarril Sarmiento, cerca de la
barrera de Av. De Mayo. Un par de ellos era vecinos de Ciudadela, que vivían cerca
de la unidad básica y cada vez que podían se acercaban para convencernos para
que nos integremos a ellos. Luego vinieron compañeros de JTP de Santos Lugares
con el mismo objetivo. El que fue a ambas reuniones con otros compañeros fue
Juan Carlos Speranza. La realidad es que vinieron asombrados por el nivel de
organización y la ostentación de armas que tenían ambas organizaciones.
Uno de los hechos más destacados fue la confección de un
afiche, que luego tratamos de consensuar con la Unidad Básica de Rubén Darío Novoa
(farmacéutico), que estaba en 9 de Julio y hoy Santa Juana de Arco, quien luego
iría como candidato a 1° Concejal, pero no hubo acuerdo en hacerlo juntos. El
afiche que pegamos por Ciudadela decía:
“Compañeras y compañeros vecinos de Ciudadela,
la Unidad Básica doctor Prof. Ramón Carrillo, compenetrado en los momentos
trascendentes que estamos viviendo en el País y convencidos que la participación
popular es el único reaseguro en el cumplimiento de nuestra revolución en paz.
Como únicos herederos del General Perón tenemos
la obligación moral de concretar en realidad sus aspiraciones de hacer una
Argentina UNIDA; LIBRE; JUSTA y SOBERANA. Por lo tanto la Juventud Peronista de
la Unidad Básica Ramón Carrillo recogerá las necesidades de los habitantes de
la zona, evaluará su urgencia y estudiará las medidas necesarias para su
satisfacción, elevando sus conclusiones a las autoridades competentes. Además
vigilará el uso que se haga de esos estudios y su cumplimiento.
A todos los compañeros de Ciudadela,
individualmente o a través de sus unidades básicas los invitamos a trabajar en
la coordinación de operaciones en común para fortalecer la unidad del
movimiento y custodiar la conducta, patrimonio y lealtad al General Perón que
deberán tener todos los actos de gobierno.
Ciudadela 1972.-
Unidad Básica Dr. Ramón Carrillo, Gaona y 9 de
Julio
Por
aquellos días salíamos a hacer pintadas: “Luche y Vuelve” la consigna para el
acto de Nueva Chicago (28 de julio), al que la JP había convocado para recordar
el aniversario de la muerte de Evita y asistió el delegado de Perón, Héctor
Cámpora, quién descalifico el GAN.
En agosto
del 72 se comentaba que en Ciudadela, en un bar de General Paz y Rivadavia fue
detectado por la policía un camión robado que era para una operación de la FAR.
Hubo un tiroteo, un militante logro escapar y otro cayó preso.
Luego por
esos días (15 de agosto) nos enteramos que veinticinco presos políticos de
diversas organizaciones políticas se fugaron del penal de máxima seguridad de
Rawson y recorrieron 21 kilómetros hasta llegar al Viejo Aeropuerto de Trelew.
El objetivo era llegar hacia Chile, gobernado por Salvador Allende. Solo seis
lograron tomar el vuelo hacia el país limítrofe. El resto del grupo no llegó a
abordar el avión y se entregó a las autoridades militares, bajo la condición de
que los retornaran al penal y que se garantizara la seguridad de los presos. En
lugar de llevarlos a Rawson, los trasladaron a la Base Aeronaval “Almirante
Zar”, dependiente de la Armada y en la madrugada del 22 de agosto, la guardia
los obligó a salir de sus celdas y fueron asesinados. La noticia nos impactó e indignó.
Septiembre
de 1972, la noticia del secuestro y muerte de atletas israelíes por un comando
palestina Septiembre Negro en los Juegos Olímpicos de Munich.
17 de noviembre REGRESO DE PERON, el día soñado, ansiado. 35.000 efectivos con armamento
pesado, 20.000 bloqueando el acceso al aeropuerto y 10.000 patrullando la
ciudad de Buenos Aires. La CGT lanzo un paro general. Lanuse declaro feriado
nacional. El operativo movilizó La militancia se organizó desde el 16 a la
noche. Se vivía un clima de mucha incertidumbre. El centro de la escena estaba
en la Autopista Richieri, en el camino a Ezeiza. Era un día lluvioso,
complicado, donde las Fuerzas Armadas habían hecho un dispositivo de cierre del
Aeropuerto, por lo que desde muchos kilómetros antes no se podía acceder. Además,
había que atravesar el río Matanza, por ejemplo, con un día lluvioso, con mucho
viento, y la gente fue igual, a pesar del riesgo de vida que suponía tener
enfrente a los militares armados hasta los dientes. Fue un acto de entrega, de
obstinación, de compromiso absoluto, algo que se expresó claramente aquel día.
Muchos compañeros salieron de Ciudadela con ese fin. Intentaron llegar por la
Richieri y por campo traviesa pero las fue imposible llegar al Aeropuerto.
Era una
alegría estar militando por algo que uno quería, la alegría de saber que pelear
por Perón y por Evita en nuestro país era pelear por la patria, por esa cosa
linda, algo volátil quizás, que era nuestra historia. Militábamos y peleábamos
por los desposeídos, por los que tenían hambre, por los pibes que andaban
descalzos, por todos los derechos que se habían perdido. Militar y luchar no se
hacía por obligación o en busca de un cargo, se hacía con plena convicción y
placer, ser útil al otro.
Fuimos varios y varias veces para ver al General en Gaspar Campos – Vicente López, era hacer el “aguante”. Pasamos horas esperando que saliera el General Perón a saludar. Gaspar Campos era el centro de las actividades políticas del País. Muchos compañeros pasaron noches haciendo la guardia, había que cuidar al General. Por la mañana, los militantes cantaban, desde la calle: “Buenos días General/ su custodia personal” y luego: La Casa Rosada/ cambio de dirección/ está en Vicente López/ por orden de Perón. El 21 de noviembre Perón se reúne con Ricardo Balbin, se dice que tuvo que entrar por casas linderas e inclusos le hicieron saltar una cerca. El 1 de diciembre se reúne con Arturo Frondizi. (https://www.youtube.com/watch?v=6B4IgZpj8vY) (https://www.youtube.com/watch?v=iq9DJQfo7nM ), https://www.educ.ar/recursos/112095/gaspar-campos
Estuvimos expectante por la reunión que llevó
el General en la confitería NINO. Fue un impactante hecho político, inédito
hasta ese momento. Los personajes más relevantes de la política argentina desde
1955 sentadas en un rectángulo presidido por Perón y a su lado las figuras más
representativas del peronismo en sus diferentes versiones. Finalmente, el
frente imaginado por Perón no fue posible. La UCR, junto con otras
agrupaciones, declinó el convite y decidió competir por las suyas en la
elecciones de 1973.
En
noviembre 1972 sale un nuevo diario MAYORIA, peronista. En enero de 1973 Perón
le da un largo reportaje y luego de tratar variados tema de actualidad,
finaliza diciendo: “EL GOBIERNO SE TOMA A TRAVES DE LAS ELECCIONES. EL PODER
HAY QUE TOMARLO EN EL PRIMER MES DE GOBIERNO”.
La
constitución del FREJULI tuvo lugar el 5 de diciembre y poco después se
aprobaron sus documentos legales y programáticos. Recordemos que el FREJULI,
además del Partido Justicialista lo crearon otros partidos como el Movimiento
de Integración y Desarrollo (MID), liderado por el expresidente Arturo
Frondizi, el Partido Conservador Popular, liderado por Vicente Solano Lima, el
Partido Popular Cristiano (PPC) de José Antonio Allende -una de las dos
facciones del Partido Demócrata Cristiano-, el Partido Socialista para la
Liberación Nacional de Simón Lázara, un sector del Encuentro Nacional de los
Argentinos representado por Jesús Porto, el Movimiento Nacional Yrigoyenista
que orientaba Alberto Asseff, el Movimiento de la Revolución Nacional del
Marcelo Sánchez Sorondo y el Movimiento de Acción Nacional de Mario Amadeo y
Basilio Serrano.
El 14 de diciembre de 1972, el General Perón deja
Buenos Aires para una gira Latinoamericana,
empezando por visitar a Stroessner en Asunción del Paraguay. Luego fue a Lima –
Perú y se entrevistó con el Gral Velazco Alvarado, luego fue a Guayaquil,
Bogota, Caracas y, finalmente a, Madrid. Había dicho que no volvería hasta los
tramos finales de la campaña electoral. Esa noche, antes de partir, convoca a
Juan Manuel Abal Medina (Secretario General del Movimiento Justicialista) a
Gaspar Campos y le da instrucciones precisas: el candidato sería Héctor
Campora. Pero tenía que informarlo al Congreso del Partido Justicialista, que
se iba a desarrollar en el Hotel Crillon de Santa Fe y Esmeralda, el día 15 de
diciembre, una vez que él hubiera partido. Cada sector tenía sus candidatos, un
sector del sindicalismo proponía a Antonio Cafiero y sectores políticos a Jorge
Taiana. Cuando Abal Medina lo anuncia, se dice que algunos quedaron heridos y
sorprendidos. Luego la mayoría, como no podía ser de otra forma fue aceptado.
La discusión se trasladó al nombre del vice, que definitivamente apoyaron a
Vicente Solano Lima, un viejo conservador popular.
Una vez
conformada las listas en Tres de Febrero, el candidato a intendente era Roberto Manuel Heredia. Aparentemente las Fuerzas
Armadas los buscaban por tener relaciones con la organización armada Montonero.
En aquellos épocas era muy común este tipo de acusaciones como para sacar del
medio a candidatos. Los compañeros pusieron la Unidad Básica para que diera una
conferencia de prensa e hiciera su descargo públicamente.
Campaña Campora - Solano Lima
En
diciembre, una vez que se supo la designación de la candidatura de Héctor J.
Campora a Presidente y Vicente Solano Lima a Vice, se comenzó a activar todo
para la campaña.
La
juventud instalo, si el padre es Perón, Campora es el Tío, así quedo.
Por la
tarde nos reuníamos en la Unidad Básica para preparar el engrudo y los
carteles, que nos daban los gremios y el partido. Por la noche, más vale tarde,
salíamos hacer las pegatinas y pintadas, siempre acompañados de algunos más
grandes que hacían la vigilancia por si había militantes de otros partidos
pegando carteles. Era muy común tapar los carteles de la oposición y de vez en
cuando se armaba alguna gresca, por eso tratábamos de salir tarde para evitar
que no tapen nuestros carteles o pintadas. Las consignas más habituales eran
“Campora al gobierno, Perón al poder”, “Patria Si, Colonia No”, “Dependencia o
Liberación”. También, el partido, entregaban unas gacetillas “Organizarse para
Votar” “Votar para Organizarse”, manual de operaciones para la propaganda
electoral. La actividad era frenética y el entusiasmo desbordante. Siendo altas
horas de la noche nos reuníamos frente a la Unidad Básica, donde había un bar
chiquito, sobre Gaona, estimo donde hoy está una casa de lotería o óptica,
donde nos juntábamos a tomar café a "filosofar" luego de una larga
noche. En ese bar también paraban gente de una fábrica de jamones y embutidos,
que quedaba a media cuadra de la Unidad Básica, por 9 de Julio, y andaban con
bastante plata. Una de esas noches, dos muchachos entraron a robar, y un habitué
del bar, que era policía, empezó a los tiros y los ladrones respondieron
mientras escapaban. Fue una noche infernal, recuerdo que con Juan Carlos
Speranza y otros, lo primero que atinamos fue tirarnos al suelo y dar vuelta la
mesa. Luego llegó la policía y todo el circo, sin que pasara nada.
Siempre
nos organizábamos para ir a los distintos actos de campaña. También en Enero,
para reyes, se juntaron juguetes y se cortó la Av. Gaona y se hizo una gran
fiesta para los chicos del barrio. Para los grandes, como no podía faltar,
había choripán. Lo que no faltaba, todos los días, la marcha peronista.
Algunos
compañeros se anotaron para ser fiscales, para muchos sería su primera vez, al
igual para muchos jóvenes, fue la primera vez que votaban. También se preparó choripán
para asistir a los compañeros fiscales.
Los resultados fueron: Héctor
José Cámpora – PJ - Frente Justicialista de Liberación – Votos 5 899 642 -
49.53 %. Ricardo Balbín – UCR – Votos 2 535 581 - 21.29 %. Francisco Manrique –
PF - Alianza Popular Federalista – Votos 1 775 767 - 14.91 %. Oscar Alende – PI
- Alianza Popular Revolucionaria – Votos 885 274 - 7.43 %. Ezequiel Martínez – Independiente -
Alianza Republicana Federal – Votos 347 262 - 2.92 %. Julio Chamizo – Nueva
Fuerza – Votos 235 188 - 1.97 %. También
ganan en la Provincia de Buenos Aires, Oscar Bidegain – Victorio Calabro. En
Chaco triunfa Deolindo Bittel, en Salta Miguel Ragone, en la Rioja Carlos S.
Menem, en Córdoba Ricardo Obregon Cano, en Mendoza Martínez Baca, entre otros. Llegaron a felicitarnos Aníbal y Echeverry
militantes de PC a felicitarnos, con los cuales habíamos tenido algunas
discusiones políticas.
Al reconocer Ricardo Balbín el
triunfo de Frente Justicialista de Liberación y la amplia ventaja, no se da la
segunda vuelta, que habían especulado los militares.
El 25 de mayo es la asunción de Campora – Solano Lima. Desde días anteriores que comenzamos a preparar todo para ir a Plazo de Mayo. Por todo el barrio había compañeros dando vueltas, pintando paredes, pegando carteles. La marcha peronista a resonaba todas las tardes. Ciudadela esperaba en plena acción. El entusiasmo era desbordante. La Unidad Básica puso un micro para llevar a todos a Plaza de Mayo, incluso había un par de muchachos que iban grabando con una filmadora el viaje y haciendo reportajes, quería hacer un documental de ese día. Luego no supimos más nada de ellos. Las calles eran una fiesta, columnas marchaban por todas las calles en dirección a la plaza. La Avenida de Mayo estaba repleta de carteles y banderas. Cuando entramos caminando, a la altura del congreso había fila de soldados formados hasta la Plaza, cosa que excitaba y enervaba mucho, al pasar frente a ellos, resonaba el “5x1, no va a quedar ninguno”, “Asesinos, Asesinos”, incluso se les clavaba panfletos en las bayonetas, los escupían, puteban, empujaban y algunos retrocedían. Otra de las consignas que se escuchaba en las columnas de la juventud, era “Dame una mano,/ dame la otra,/ dame un gorila,/ que lo hacemos pelota!, “Yo te daré,/ te daré patria hermosa,/ te daré una cosa,/ una cosa que empieza con pé,/ ¡Perón!. La plaza estaba colmada, hacía mucho que el pueblo no podía dar rienda suelta a su alegría. Por un momento se escuchaban griterío y se veían corridas, por la zona del bajo. Los comentarios que llegaban eran que había enfrentamientos con las fuerzas que estaban detrás de la Casa Rosada, incluso que había heridos. En un momento se vio a muchacho, subido a una de las ventas de la casa de gobierno agitando una bandera argentina ensangrentada, lo que hizo exaltar más los ánimos y muchos corrieron hacia el bajo. Pasaba constantemente los helicópteros por la plaza, resonaban los insultos y algunos temores, pensando lo peor, recordando el bombardeo del 16 de junio 1955. Todos esperábamos que llegara Campora del Congreso, que estaba previsto que lo hiciera en auto, pero llegó en helicóptero por la multitud. Luego de toda la fiesta la desconcentración se hizo pasada la tarde, era como que nadie se quería ir, que la fiesta siguiera. Por la noche nos enteramos que una multitud de militantes se hizo presente frente a la cárcel de Caseros reclamando la libertad de los presos políticos, que se hizo efectiva por la firma de un indulto del Presidente Cámpora.
José León Suarez:
Recuerdo que el día 7 de junio
1973, habían festejado el día del periodista en la plazoleta donde está el
monumento a Mariano Moreno (25 de mayo y Gaona) habían dejado algunas ofrendas
florales. El 9 de junio, un compañero levanto una de esas coronas que aún
estaba aceptable y la cargo en el micro para dejarla donde ese iba a homenajear
a los fusilados.
Llegamos y era un mundo de gente,
mucha juventud movilizada como era habitual (Juventud Peronista). Dejamos
nuestra ofrenda y nos acomodamos con nuestra gente en la vereda de enfrente del
palco. Llego el gobernador y gran emoción. En algún momento surgieron gritos de
“Rucci, traidor a vos te va a pasar ….”, sospecho que no había pasado mucho
tiempo cuando empezamos a escuchar tiros. Vimos perseguirse a tiros por la
calle, iban y venían literalmente. Luego dijeron que fue un enfrentamiento de
facciones antagónicas, Montoneros y sectores de derecha y sindicales (Juventud
Sindical perteneciente al vicegobernador Víctorio Calabro de la UOM). Lo
primero que atinamos fue a cubrir a nuestra gente detrás de los autos. Una vez
que paso la balacera, fuimos juntando a nuestra gente y preocupados que ninguno
fuera herido. Algunos salían de debajo de los autos donde se habían escondido.
Fue un momento de gran angustia. Fueron risas,
llanto y asombro, pero era el clima que se vivía. Una vez que nos
juntamos todos, nos volvimos al colectivo con una amarga sensación.
(https://www.youtube.com/watch?v=82uNopY6wTY )
Regreso de Perón – Ezeiza: El
definitivo regreso del General Perón a la Argentina el 20 de junio de 1973 dio
origen a un acontecimiento que por su magnitud, trascendencia, resultado y
derivaciones posteriores, lo proyecta como uno de los hechos más significativos
de "la década del 70".
En la
Unidad Básica, todos estábamos expectantes al retorno de Perón. Previo a su
llegada se iba organizando todo para ir a recibirlo. Para la fiesta. El día anterior al retorno
partimos para Ezeiza, todo era algarabía y felicidad, íbamos a recibir a Perón.
Se llevó de todo para pasar la noche y al otro día. Parrilla, bebidas, panes y
la infaltable riestra de chorizos. Acampamos en las proximidades del palco,
pero no muy cerca. El palco oficial estaba sobre el puente entre el cruce de Autopista Gral. Riccheri y la Ruta
Provincial 205.
Mi recuerdo es que yo no pude salir con ellos,
así que cuando regrese de mi trabajo, tome una mochila, pose algunas cosas para
comer y abrigo y me fui en colectivo, el mismo me dejo en General Paz y
Riccheri y de ahí comencé a caminar. Era una infinidad de caravanas fueron
arribando a partir del atardecer. Todo era una fiesta popular, a lo largo de la
Autopista todo era alegría, los bombos, redoblantes, banderas, carteles y los canticos que se repetían y
hacían eco en cada grupo. Atardecía y ya, por la cantidad de gente, me
imaginaba que iba ser imposible encontrarme con mis compañeros de la Unidad
Básica. Así que me arrime a uno de los cientos de fogones que había para pasar
la noche charlando con compañeros hasta entonces desconocidos, era todo
fraternidad y compañerismo, se compartía con el otro lo que cada uno tenía. A
la mañana del 20, con el fuego del fogón casi consumido, fui a la búsqueda de
mis compañeros, sin mayores esperanzas por la cantidad de gente, eran
verdaderos “ríos humanos”. El transitar de gente era incesante. A pesar de
haber asistido a muchas marchas, esta era impresionante, había compañeros de
todo el País que confluían ahí, con el único objetivo de recibir a Perón, la
esperanza de “casi” todo un pueblo. A medida que avanzaba, miraba de un lado a
otro de la Autopista a ver si divisaba a los compañeros, en un momento los veo
acampando y mi alegría se multiplico, los abrazos y festejos fueron
interminables.
Era una
jornada única, irrepetible, los más grandes marchaban por “los días más felices”,
pero todos caminábamos por el retorno de esos días, que ahora volverían con el
retorno de Perón.
Estaban a
cierta distancia del palco, varios compañeros me comentan que por la noche se
había escuchado muchos disparos. Pasamos las horas esperando la llegada del
avión. Por momentos algunos compañeros se acercaban al palco, pero se hacía
casi imposible, dado que era una masa humana compacta en las inmediaciones del
mismo.
Según
pudimos saber posteriormente, hubo más de tres millones de personas, la mayor concentración
humana que se había visto hasta entonces en toda la historia argentina, querían
participar de la fiesta.
Desde el
improvisado campamento que teníamos en una zona arbolada, a la vera de la
Ricchieri, varios, de a ratos, nos íbamos acercando al escenario para vivir el
clima. En un momento llegan unos compañeros que nos dicen que había tiroteo y
que se veía caer gente herida. Fue un momento de alarma. Todos nos quedamos
expectantes. Pasado el mediodía comenzaron a vivirse momentos tensos y luego, a
la tarde temprano comenzaron a ocurrir sucesivas estampidas de gente corriendo
que se venía para donde estábamos nosotros acampando y lo único que atinábamos
era protegernos detrás de los árboles para que no nos atropellaran. Esto ocurrió
en varias oportunidades. Todo era un descontrol, no entendíamos que estaba
pasando.
A eso de
las 16 se recibe una comunicación que detalla que el avión presidencial estaba
sobrevolando Ezeiza, pero que no se sabía si iba a aterrizar ahí por los grandes
disturbios que había, y en Morón. Los festejos comenzaron a empañarse por las
balaceras y las corridas. Por hechos ocurridos nos enteramos que el avión tuvo
que dirigirse finalmente a Morón y no bajó en Ezeiza como estaba previsto. El
presidente Cámpora dio un mensaje a todo el País, que el General Perón pisaba
nuevamente suelo de su patria y estaba perfectamente bien y que al día
siguiente el General Perón se dirigirá al País a las 21hs.
Todo fue
una gran desilusión, la fiesta no pudo ser. El regreso fue una larga caminata,
a pesar de que por momentos cantábamos y gritábamos consignas, todo era de una
gran tristeza y desconsiento, porque a pesar de haber visto y vivido todo lo
que pasaba, no lo entendíamos. La sentíamos como una derrota y no daba bronca
suponer la felicidad que debían sentir los gorilas y militares, por este hecho
desgraciado. Entrada la noche llegamos, después de la larga caminata cargando
las mochilas llenas de bronca y amargura, a la estación de Morón, para tomarnos
el tren de regreso a Ciudadela. En un quiosco, en Morón, vimos en televisión,
parte de los hechos y cuando Perón bajaba con la comitiva que lo acompañaba,
posteriormente las palabras de Cámpora. Nos quedamos uno momentos más y para
nuestra sorpresa, Perón dirigió un breve mensaje; donde señalo su complacencia
por el retorno definitivo al país y expreso su sentimiento de pesar por las
circunstancias que impidieron su contacto directo con el pueblo, y reitero lo
que dijo el presidente Cámpora que al día siguiente se iba a dirigir a todos
los argentinos.
https://www.educ.ar/recursos/112163/ezeiza
El 21,
nos juntamos para discutir lo que había pasado y escuchar el discurso del
General que hizo por cadena nacional. https://www.youtube.com/watch?v=i8PXWD36FDI.
Varios compañeros asistimos a la Marcha de las antorchas, un 26 de julio
en conmemoración del fallecimiento de EVITA, en el Parque Saavedra. Una
particularidad de esas marchas era que muchos usaban el poncho salteño de
Martín Miguel de Güemes, Rojo y Negro.
Padre Múgica. (Carlos
Francisco Sergio Mugica Echagüe)
Entre los más jóvenes resolvimos
realizar un festival con fines benéficos, la idea era traer al Padre Carlos
Múgica y juntar ropa y alimentos no
perecederos y entregárselos a él para ayudar a la gente del barrio
Comunicaciones - la “Villa 31” donde tenía su capilla. Se habló con los
muchachos más grandes, quienes estuvieron de acuerdo, arreglaron todo para que
se hiciera en el Club Unión Argentina.
Lo primero que teníamos que
conseguir era que al Padre Múgica. Así que combinamos con Juan Carlos Speranza
para que pasara por mi trabajo (Puerto Nuevo, Unidad I de la Junta Nacional de
Granos) frente a la “Villa”. Era habitual, los que trabajábamos ahí (JNG), ir
de vez en cuando a comprar comida. Nos juntamos y entramos por las callecitas angostas en busca de la capilla Cristo Obrero, donde ejercía
su máxima actividad pastoral entre los que llamo “mis hermanos villeros”. Estaba
cerrada, estuvimos hablando con gente del lugar y nos dijeron que el padre iba
a estar por ahí un día determinado. Les explicamos nuestras intenciones y para
que lo queríamos ver. Confirmamos que íbamos a volver.
En el día
que nos dijeron que iba a estar, fueron Juan Carlos Padín y Juan Carlos
Speranza, quienes hicieron todas las gestiones para que viniera. El Padre
Múgica confirmo su presencia.
La
organización del festival fue frenética, preparar el salón principal con el
escenario, las mesas y la propaganda. Además conseguimos que se proyectar la
película de Juan Shoereder “Una mujer, un pueblo” (de 1970 – estreno 1974).
El salón
estaba lleno de familias, vecinos y compañeros, la excitación y la expectativa
era mucha. Nos quedamos en la puerta esperando la llegada del Padre Múgica.
Cuando lo vimos bajar de su “Renoleta” bastante desvencijada por cierto.
Ingresamos por una de las puertas del costado del Club, había un pasillo que
nos llevaba al fondo, donde estaba el bufet, aparte del salón de actos. Ahí
había una mesa especial donde estaban los muchachos más grandes y algunos de
nosotros. Nos turnábamos de un lado a otro para atender todo lo del festival,
pero estar con el padre Múgica, para nosotros era único, tenía un carisma
increíble. En el festival, Juan Carlos Padín hizo un sentido homenaje a Evita,
sus palabras conmovieron. Luego Carlos Mujica subió al escenario y se dirigió a
todo los presentes, dando un discurso encendido (llamas). Todos los presentes
quedaron impactados, un momento imborrable e inolvidable. Hay imágenes que no
se pueden olvidar, Carlitos Mujica sentado en la mesa rodeado por todos
nosotros comiendo empanadas y tomando vino, luego revisando las cajas con ropa
que se había juntado para ver si estaba esa ropa limpia y sin roturas. Por
último, agradeciendo por todo y cargando todo en la Renoleta y partiendo. Quedo
grabado todo en el corazón.
https://www.youtube.com/watch?v=BK8rjihJvMY&t=6s
El tiempo impiadoso me ha robado nombres de la
memoria y algunos hechos que se desdibujan, como cuando fuimos a copar una
noche una clase, en un colegio religioso (del profesorado el Elizalde) y que nos
tuvimos que ir entre el alumnado porque los curas algo se olieron al vernos ahí
sentados y llamaron a la policía. Juan Carlos Padín.
Te
acordas cuando íbamos a buscar a la imprenta del gordo “MELE o LEME” (era ese
el apellido ????) en la calle Moreno, creo, las cajas con miles de papelitos
chicos impresos que se volanteaban (mariposas). Un día fui a buscar una caja
enorme para llevar a Ciudadela y la llevé a casa en Cangallo. No me puedo
olvidar que al entrar al ascensor se me desfondó y cayeron dentro y fuera del
ascensor y era imposible juntarlas. Inolvidable, porque Don Francisco, el
Portero del edificio que era un gran tipo, era un gorila feroz y no puedo hasta
hoy olvidar su cara cuando me ayudaba a poner en la caja esos millones (así
parecían) de volantitos. Carlos A.
Rajcovich.
La
presidencia de Cámpora resultó un complicado intento de ejercicio de la
autoridad pública, con el agravante de que la estructura del Estado fue terreno
de disputa por el control de recursos y niveles de decisión entre las
organizaciones de izquierda, los sindicalistas y los cuadros partidarios del
peronismo.
Desde la
asunción de Cámpora, hubo significativos hechos que marcaron cierto desorden
institucional, la libertad de los presos políticos antes que el Congreso
aprobase la ley de amnistía, la ola de ocupaciones de edificios públicos y
particulares en todo el país y, en parte, los hechos de Ezeiza fueron las
variadas expresiones de una exacerbación de los espíritus que ganó las calles y
no pudo o no supo ser contenida por el Gobierno. Todos estos hecho, los conflictos internos,
más aquella consigna “Cámpora al gobierno, Perón al poder”, provocan la
renuncia de Cámpora y Solano Lima el 13 de julio de 1973. Apartándose de la
línea sucesoria al presidente provisional del Senado, Agustín Díaz Bialet, en
una súbita misión oficial al extranjero, la investidura recayó en Raúl Lastiri,
presidente de la Cámara de Diputados.
El 26 de
julio, el Congreso Metropolitano del Partido Justicialista se apresura a lanzar
la fórmula Perón-Perón. Se comentaba que Perón se había manifestado en contra
de que su conyugue lo secundara. Se mostró inclinado a creer que aún existían
posibilidades de que Ricardo Balbín aceptara acompañarlo. Cosa que no pudo ser.
El 4 de agosto se aclamo la formula, la
señora María Estela Martínez de Perón pidió tiempo para consultar con su
marido. El 18 de agosto el Congreso partidario, que había pasado a un cuarto
intermedio, se reunión con la presencia de Perón en el teatro Cervantes, quedo
confirmada. Se dice; que no había sido la formula querida por Perón ya que
había sido impuesta (Rucci y sindicalistas) y, considerando su precaria salud,
sólo podría proporcionar algún rédito político al círculo íntimo de López Rega.
En su extenso discurso de aceptación de la candidatura, el líder justicialista
leyó el informe médico sobre su estado de salud firmado por los profesionales (Cossio
y Taiana) que lo asistían. Este informe señalaba que la futura actividad del viejo conductor debía contemplar y
ajustarse a la situación física vinculada a su edad y a su afección crónica.
Campaña Perón - Perón.
La
campaña para las elecciones no difirió mucho de la de Cámpora- Solano Lima, el frenesí
y el trabajo era el mismo. Todo volvía a repetirse. Sólo que ahora Perón el que
encabezaba la formula.
Muchos
pensamos que nuestro General, con su salud tan desgastada, se lo había empujado
a la muerte.
Una noche de pintada en la estación de
Ciudadela, que cuando llegamos ya había sido totalmente copada por los
Montoneros y que casi nos cagan a tiros. Carlos
A. Rajcovich.
Concurrimos a los distintos actos de campaña. Estuvimos en la Plaza de San Martín, fuimos al Acto de Atlanta, organizado por Juventud Peronista 22 de agosto 1973.
(https://www.youtube.com/watch?v=K4rk731dLvM)
También asistimos al acto que
realizó la CGT y acompaño la Juventud Peronista el 31 de agosto, fue un
interminable desfile de compañeros, se calcula que duro casi 8 horas, primero
desfilaron todos los gremios y cerró la marcha, la juventud. Perón a pesar de
su precaria salud se mantuvo en pie saludando a todos los compañeros que
fervorosamente lo victorianos.
Nuevamente fue anotarse para ser fiscales, preparar todo para el 23 de septiembre y los infaltables choripán para los compañeros que fiscalizaban y luego para los festejos.
Abelardo Ramos con el Frente de
Izquierda Popular, llevo la boleta de Perón-Perón, su opción era votar a Perón
desde la izquierda.
El 23 de septiembre de 1973 el
Justicialismo llevó a Perón a su tercera presidencia.
Juan Domingo Perón-María Estela
Martínez de Perón - Frente Justicialista de Liberación 6.469.525 - 54,38 / Frente
de Izquierda Popular - 889.727 - 7,48 - Total Perón – Perón 7.359.252 - 61,86
Ricardo Balbín - Fernando de la
Rúa - Unión Cívica Radical - 2.905.719 - 24,42
Francisco Manrique - Rafael
Martínez Raymonda - Alianza Popular Federalista - 1.450.996 - 12,20
Juan Carlos Coral - José
Francisco Páez - Partido Socialista de los Trabajadores - 181.474 - 1,53.
Entrada la noche, se comenzaron a
conocer los resultados de las elecciones, la Av. Gaona y la unidad básica se llenó
de compañeros y vecinos. Todo era algarabía y felicidad. La marcha no dejaba de
resonar una y otra vez. Algunos luego fueron para el barrio de Palermo, Oro y Santa
Fe, donde estaba el local partidario y centro de campaña.
El 12 de Octubre de 1973, Perón asume su tercera presidencia. La plaza desbordaba de gente y entusiasmo. Era todo una fiesta.
Asunción de Perón (https://www.youtube.com/watch?v=J04WAMUhR3U
)
Conmoción por el asesinato de
Rucci: El 25 de septiembre de 1973, nos enteramos que un "supuesto" comando
montonero había matado a José Ignacio Rucci, líder de la CGT y hombre de
confianza de Perón dentro del sindicalismo. En su momento nadie se adjudico el atentado. Realmente fue un momento confuso y
de mucha preocupación por lo que vendría. Recordamos los canticos de “Rucci
Traidor, a vos te va a pasar lo mismo que a Vandor”. Fue un golpe muy duro para
Perón. Marcó la ruptura de Juan Domingo Perón con el ala izquierda del
peronismo, y fue el inicio de una escalada de violencia que ensombreció a su
gobierno y a su partido.
https://www.educ.ar/recursos/112157/la-muerte-de-rucci
Vuelta de Obligado 20 de noviembre de 1973: Para conmemorar esta gesta de los patriotas, donde el general Lucio Norberto Mansilla al mando de las fuerzas nacionales de la Confederación Argentina, le hicieron frente a la escuadra anglo-francesa, que pretendía avanzar por el Río Paraná. Gran Bretaña y Francia querían establecer relaciones comerciales directas con esas provincias sin pasar por Buenos Aires ni reconocer la autoridad de Juan Manuel de Rosas. Para recordar esta fecha se organiza un viaje a la vuelta de obligado, San Pedro, Provincia de Buenos Aires. La idea era pasar la víspera y hacer la vigilia para del 20 de noviembre. Es así que el 19 de noviembre por la tarde partimos con colectivo alquilado con todos los pertrechos para pasar la noche, lechón incluido. Una vez instalados a la vera del Río Paraná, donde se había llevado la heroica batalla, se hizo un fogón, se aso el lechón, entre guitarreada, canto, vino y alegría se esperó el amanecer. Al salir los primeros rayos del sol, se levantaron las banderas y se cantó el himno nacional, para luego pegar la vuelta. Juan Carlos Speranza.
El 1° de mayo de 1974: El 1° de mayo de 1974, Como era costumbre, nos preparamos desde el día anterior para ir a la plaza. Nos movilizamos en micro, que nos dejó cerca Once. Desde ahí caminamos hasta la plaza. Era una multitud de trabajadores, había algarabía y entusiasmo para celebrar el Día del Trabajador. La pica entre la izquierda y el sindicalismo se vivía. Los canticos “Perón, Evita la patria Socialista”, se contra ponía con el “Ni yanquis ni marxistas PERONISTAS”. Las columnas de Montoneros y la Juventud Peronista, se ubicaron a la izquierda frente a la Catedral (Rivadavia) y los gremios a la derecha (Hipólito Yrigoyen), y nosotros estábamos en el centro de la plaza, casi al final sobre la calle Bolivar. La izquierda entonaba cantos de crítica, “que pasa, que pasa general, que está lleno de gorilas, el gobierno popular”. El discurso de repudio de Juan Domingo Perón (Imberbes) desde la Casa Rosada motivó la retirada de Montoneros. La compleja relación entre Perón y la juventud de su movimiento se rompió entonces definitivamente. El mayor líder y conductor del pueblo argentino enfrentó en duros términos a esos “irreverentes imberbes” que gritaban y silbaban y que después, sin mediar orden alguna, abandonaron la Plaza sellando su destino. Creyeron que le vaciaban la Plaza a Perón; y sin embargo, estaban vaciando su propia construcción política con el pueblo peronista que los cobijó todos esos años. Eso sí, nadie los echó de la Plaza; tampoco Perón. La conducción política de la Jotapé, ofendidos y tristes por los insultos del balcón de la Casa Rosada, emprendieron la retirada sin aceptar contraorden orgánica ni bajada de líneas que atemperen ese enojo colectivo. Cantaban los pibes y las pibas: “Aserrín, aserrán es el pueblo el que se va” mientras llovían sobre sus cuerpos los gruesos palos de madera dura que les tiraban los que se quedaban al grito de “Ni yankys ni marxistas, peronistas”. Todo mal en esa tarde de fractura del campo popular. “Conformes, conformes, conformes General, conformes los gorilas, el pueblo va a luchar”, se marchaban cantando sin reflexionar, todavía, que ese pueblo con el que se identificaban, era el mismo pueblo de Perón.
Se había roto la Plaza, comenzaron
a tambalear los sueños de construir la patria justa, libre y soberana que
veníamos acunando. La Plaza rota era el Frente roto, el Movimiento roto, el
pueblo roto, el proyecto nacional y popular roto. La juventud quiso demostrar
de manera insolente sus razones, sin medir ni sentir el costo de las heridas
que el choque fratricida empezaría a provocar. Los dolores vinieron después,
cuando ya era demasiado tarde.
Para entonces ya había sucedido
la masacre de Ezeiza y la muerte de José Ignacio Rucci. Ya había sucedido la
rotura primera. Ya había sucedido la muerte de muchos militantes y el ataque a
tiros y bombazos a nuestras Unidades Básicas. Seguía sucediendo López Rega,
Villar y Margaride y la triste triple A. Ese día ninguna de las partes supo
conducir al conjunto.
(https://www.youtube.com/watch?v=6A2uyqTlKzw
)
https://www.educ.ar/recursos/112158/peron-los-montoneros-y-la-plaza
Muerte de Perón :
https://www.educ.ar/recursos/112159/los-funerales-de-peron