jueves, 29 de febrero de 2024

COMUNIDAD ORGANIZADA - Ciudadela

 


“Nuestra comunidad solo puede realizarse en la medida en que se realice cada uno de los ciudadanos que la integran”

Desde hace mucho tiempo, podríamos decir desde 2001, que venimos alertando sobre el cambio en nuestra sociedad y el alejamiento de la política de las necesidades reales del pueblo, con excepción del gobierno de Nestor Kirchner y en menor medida el de Cristina Kirchner. Hace mucho tiempo un dirigente local nos dijo “El tiempo de la política no es el de la gente”, cuánta razón, las urgencia de la gente – alimentación, trabajo, salud, techo, educación – no pueden esperar los tiempos y especulaciones de la política. Desde su comodidad y buen pasar no reaccionaron y ni reaccionan a esas “urgencias”. El único pragmático y que entendió esas urgencias, en su momento, fue Néstor Kirchner. Hoy, el pueblo, estamos pagando muy caro el alejamiento de la realidad de nuestra dirigencia y principalmente del fallido gobierno del soberbio Alberto Fernández.

 A nivel local, en el escrito “Llevar la política al barrio” (2019) decíamos: Existe una disonancia en el entendimiento entre los compromisos y las necesidades de la ciudadanía y el proceso de asignación de bienes públicos y decisiones de impacto colectivo por parte de aquellos que deciden acerca de nuestras vidas. Creemos que la descentralización de las funciones estatales, autogestión, delegación de soberanía a unidades menores o vecinales, descentralización de actividades públicas o modalidades de representación más próximas a los actores sociales, es un paso adelante y superador. Es necesario producir formas de organización de la sociedad mucho más personalizadas y visibles en todos aquellos procesos y decisiones que afectan a la mayoría de los vecinos. En nuestros días, se encuentra generalizada la percepción de que cuando los gobiernos locales deciden lo hacen desde niveles demasiado lejanos y poco visibles para el vecino común, decrece la legitimación o esta se convierte en una aceptación pasiva. La problemática existe entre la cercanía y distancia que mantiene el poder con aquellos a quienes demanda obediencia. Ha cambiado la relación del pueblo con los que dicen ser nuestros representantes y aquel que no entendió el mensaje puede pagarlo muy caro. http://lzrsocialypopular.blogspot.com/2019/06/llevar-la-politica-al-barrio.html

Pues bueno se pagó muy caro, porque desde hace mucho tiempo nuestra dirigencia estuvo más ocupada en imponernos sus ideas y proyectos, en lugar de escuchar las necesidades y cambios que se venían produciendo en el seno de la comunidad. Ahora que estamos siendo agredidos por gobierno mesiánico e inhumano, y la mayoría de nuestros dirigentes no son la voz de sus votantes y de todos aquellos que están siendo sacrificados.

Ya en el 2001 con el Cabildo Abierto del Pueblo de Ciudadela, en su proyecto de descentralización,  propuso los Concejos Vecinales  Zonales: Entre otras cosas se prevé la creación de un Concejo Vecinal zonal, este será el órgano de descentralización más cercano en sí a los vecinos, representando a los mismos y a sus organizaciones sociales, con capacidad de propuesta e iniciativas, así como de control y fiscalización de la gestión comunal, teniendo un importante papel en la elaboración de los planes de obras y servicios, y la fijación de prioridades. También es muy importante en la planificación, elaboración y seguimiento de las obras, la participación de las distintas facultades nacionales y zonales. Una forma de democracia más directa y participativa.

http://cabildociudadela.blogspot.com/2023/04/descentralizacion-municipal.html

En el 2020 (pandemia) expuse a nuestra dirigencia lo siguiente: “Se debe “caminar” en la “medida de las posibilidades” los barrios o usar las nuevas tecnologías para reunirse con las fuerzas vivas de cada zona “para escuchar”. Los concejales deben estar en los barrios, reunirse con los vecinos, como lo hacían en la campaña. Los concejales son representantes de los vecinos principalmente, no de una corriente interna o un partido, deben actuar en unidad. En campaña los aspirantes a cargos recorren los barrios, se reúnen con organizaciones civiles, sociales, comerciales, empresariales, vecinales, etc.  Ahora pasada las elecciones somos nosotros los que tenemos que ir a buscarlos cuando tenemos problemas. Quizás uno sea utópico, pero siempre creí que se militaba por un ideal y no para alcanzar un cargo. Los cargos son tan solo un elemento para lograr mejorar la vida de los demás y no la propia. Creo fervientemente en el travasamiento generacional, no como salida laboral, sino el deseo de no pasar por la vida sin colaborar con una gran causa, con generosidad, participación y por la rebelión del mundo de los postergados.

Esta bueno leer algo de lo que propone “Ciudad Futura” de Rosario: “Porque reducir los privilegios de quienes ejercemos funciones de representación es vital para defender la buena política, para no generar una elite separada de la gente que rápidamente confunde servir al pueblo con servirse de él. Como dijo un querido compañero (Pepe Mugica): «Si te gusta mucho la guita, dedícate a otra cosa». https://ciudadfutura.com.ar/transparencia/

Todo esto, puede o no ser importante, se puede debatir y consensuar, pero “hoy” queda en segundo lugar. Aquellos que nos proponen distintas formas de recuperar el Movimiento, el Partido o lo que quede de él, no es prioritario. Nuestra población está más ocupada en sobrevivir a las inhumanas políticas de este Gobierno, que no puede pensar discusiones orgánicas del Partido o de lo que sea, está sumida en la angustia y la incertidumbre de cosas elementales como trabajo, comer, salud, alquilar, etc., cosas elementales que muchos dirigentes no pasan. Hoy la prioridad sería atender y escuchar a la gente, desplegar todo tipo de ayuda y servicio que se le pueda dar, porque ella está sumida en la desesperación e impotencia. La crisis social cada día se profundiza más y margina mayor cantidad de personas. Es imperativo resolver los problemas vitales de las grandes mayorías populares. La organización – primero - debe llevar respuesta a esas personas y como le cambiamos la vida. Perón nos decía, Primero la Patria, después el Movimiento y luego los hombres. Creo que hoy hay que recuperar al hombre, después el Movimiento para salvar a la Patria. Están destruyendo el Estado y la Patria, hay que prepararse para reconstruirla.

Basta de moderar nuestro discurso, basta querer parecernos a ellos para ver si sacamos algún voto más o dejar de ser feos, malos y sucios, cabecistas negras o descamisados, por el que dirán. Por ello abandonamos nuestras banderas y nuestra esencia. No perdamos de vista que nuestros últimos candidatos fueron Randazo o Scioli, Alberto Fernández y Massa. El Peronismo es revolucionario, transgresor, audaz y provocativo. Es Nacional y Popular. Si ellos son el Cambio o disruptivos, nosotros tenemos que ser “REVOLUCIONARIOS”. Debemos mostrar nuestra rebeldía contra el sistema y recuperar nuestra historia. Imponer nuestra agenda y dejar de ir atrás de la de ellos. Imponer nuestras consignas y comunicarla a nuestra manera, puerta por puerta, fábrica por fábrica, barrio por barrio, calle por calle. Es la hora de organizarnos para confrontar, de la acción y reacción antes que nos gane la resignación. Cada día que pasa son derechos que perdemos y deterioran nuestra calidad de vida. “Si no hay justicia para el pueblo, que no haya paz para el gobierno” Emiliano Zapata

Quizás lo inteligente en este momento es hacer lo que hace demasiado tiempo no se hace, que es construir organización popular, unir a todos los agredidos, llegar a una comprensión profunda de los acontecimientos que nos trajeron hasta aquí, e ir prefigurando un potente programa económico y social que pueda revertir tanta destrucción y empobrecimiento innecesarios.

Para ello, hace un tiempo hemos propuesto crear un “CENTRO CULTURAL” en Ciudadela, donde podamos agrupar y sumar a todos aquellos con un pensamiento Nacional y Popular, y desde ahí comenzar a organizarnos, no solo para ayudar a los sumergidos y afectados, sino para crear conciencia y dar la batalla cultural necesaria e imprescindible, para recuperar nuestra autoestima y nuestro proyecto de País.  

Si aún creemos que se puede construir un mundo mejor, más justo, debemos comenzar a trabajar en nuestro pequeño mundo, nuestra ciudad, nuestra localidad, en nuestro barrio buscando elementos necesarios de participación para revertir este proceso y tener una democracia más participativa y directa. Tenacidad, perseverancia, persistencia, astucia, ideas independientes, iniciativa militante e imaginación creativa.

Les envío un fuerte abrazo a todos los compañeros/as

 Daniel Fernández

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