“Nuestra comunidad solo puede realizarse en la medida en que se realice
cada uno de los ciudadanos que la integran”
Desde hace mucho tiempo,
podríamos decir desde 2001, que venimos alertando sobre el cambio en nuestra
sociedad y el alejamiento de la política de las necesidades reales del pueblo,
con excepción del gobierno de Nestor Kirchner y en menor medida el de Cristina
Kirchner. Hace mucho tiempo un dirigente local nos dijo “El tiempo de la política
no es el de la gente”, cuánta razón, las urgencia de la gente – alimentación,
trabajo, salud, techo, educación – no pueden esperar los tiempos y
especulaciones de la política. Desde su comodidad y buen pasar no reaccionaron y
ni reaccionan a esas “urgencias”. El único pragmático y que entendió esas
urgencias, en su momento, fue Néstor Kirchner. Hoy, el pueblo, estamos pagando
muy caro el alejamiento de la realidad de nuestra dirigencia y principalmente del
fallido gobierno del soberbio Alberto Fernández.
A nivel local, en el escrito “Llevar la
política al barrio” (2019) decíamos: Existe una disonancia en el entendimiento
entre los compromisos y las necesidades de la ciudadanía y el proceso de
asignación de bienes públicos y decisiones de impacto colectivo por parte de
aquellos que deciden acerca de nuestras vidas. Creemos que la descentralización
de las funciones estatales, autogestión, delegación de soberanía a unidades
menores o vecinales, descentralización de actividades públicas o modalidades de
representación más próximas a los actores sociales, es un paso adelante y
superador. Es necesario producir formas de organización de la sociedad mucho
más personalizadas y visibles en todos aquellos procesos y decisiones que
afectan a la mayoría de los vecinos. En nuestros días, se encuentra
generalizada la percepción de que cuando los gobiernos locales deciden lo hacen
desde niveles demasiado lejanos y poco visibles para el vecino común, decrece
la legitimación o esta se convierte en una aceptación pasiva. La problemática
existe entre la cercanía y distancia que mantiene el poder con aquellos a
quienes demanda obediencia. Ha cambiado la relación del pueblo con los que
dicen ser nuestros representantes y aquel que no entendió el mensaje puede
pagarlo muy caro. http://lzrsocialypopular.blogspot.com/2019/06/llevar-la-politica-al-barrio.html
Pues bueno se pagó muy caro,
porque desde hace mucho tiempo nuestra dirigencia estuvo más ocupada en
imponernos sus ideas y proyectos, en lugar de escuchar las necesidades y
cambios que se venían produciendo en el seno de la comunidad. Ahora que estamos
siendo agredidos por gobierno mesiánico e inhumano, y la mayoría de nuestros
dirigentes no son la voz de sus votantes y de todos aquellos que están siendo
sacrificados.
Ya en el 2001 con el Cabildo
Abierto del Pueblo de Ciudadela, en su proyecto de descentralización, propuso los Concejos Vecinales Zonales: Entre otras cosas se prevé la
creación de un Concejo Vecinal zonal, este será el órgano de descentralización
más cercano en sí a los vecinos, representando a los mismos y a sus organizaciones
sociales, con capacidad de propuesta e iniciativas, así como de control y
fiscalización de la gestión comunal, teniendo un importante papel en la
elaboración de los planes de obras y servicios, y la fijación de prioridades.
También es muy importante en la planificación, elaboración y seguimiento de las
obras, la participación de las distintas facultades nacionales y zonales. Una
forma de democracia más directa y participativa.
http://cabildociudadela.blogspot.com/2023/04/descentralizacion-municipal.html
En el 2020 (pandemia) expuse a
nuestra dirigencia lo siguiente: “Se debe “caminar” en la “medida de las
posibilidades” los barrios o usar las nuevas tecnologías para reunirse con las
fuerzas vivas de cada zona “para escuchar”. Los concejales deben estar en los
barrios, reunirse con los vecinos, como lo hacían en la campaña. Los concejales
son representantes de los vecinos principalmente, no de una corriente interna o
un partido, deben actuar en unidad. En campaña los aspirantes a cargos recorren
los barrios, se reúnen con organizaciones civiles, sociales, comerciales,
empresariales, vecinales, etc. Ahora
pasada las elecciones somos nosotros los que tenemos que ir a buscarlos cuando
tenemos problemas. Quizás uno sea utópico, pero siempre creí que se militaba
por un ideal y no para alcanzar un
cargo. Los cargos son tan solo un elemento para lograr mejorar la vida de
los demás y no la propia. Creo fervientemente en el travasamiento generacional,
no como salida laboral, sino el
deseo de no pasar por la vida sin colaborar con una gran causa, con
generosidad, participación y por la rebelión del mundo de los postergados.
Esta bueno leer algo de lo que
propone “Ciudad Futura” de Rosario: “Porque reducir los privilegios de quienes
ejercemos funciones de representación es vital para defender la buena política,
para no generar una elite separada de la gente que rápidamente confunde servir
al pueblo con servirse de él. Como dijo un querido compañero (Pepe Mugica): «Si
te gusta mucho la guita, dedícate a otra cosa». https://ciudadfutura.com.ar/transparencia/
Todo esto, puede o no ser importante,
se puede debatir y consensuar, pero “hoy” queda en segundo lugar. Aquellos que
nos proponen distintas formas de recuperar el Movimiento, el Partido o lo que
quede de él, no es prioritario. Nuestra población está más ocupada en
sobrevivir a las inhumanas políticas de este Gobierno, que no puede pensar
discusiones orgánicas del Partido o de lo que sea, está sumida en la angustia y
la incertidumbre de cosas elementales como trabajo, comer, salud, alquilar,
etc., cosas elementales que muchos dirigentes no pasan. Hoy la prioridad sería atender
y escuchar a la gente, desplegar todo tipo de ayuda y servicio que se le pueda
dar, porque ella está sumida en la desesperación e impotencia. La crisis social
cada día se profundiza más y margina mayor cantidad de personas. Es imperativo resolver
los problemas vitales de las grandes mayorías populares. La organización –
primero - debe llevar respuesta a esas personas y como le cambiamos la vida. Perón
nos decía, Primero la Patria, después el Movimiento y luego los hombres. Creo
que hoy hay que recuperar al hombre, después el Movimiento para salvar a la
Patria. Están destruyendo el Estado y la Patria, hay que prepararse para
reconstruirla.
Basta de moderar nuestro
discurso, basta querer parecernos a ellos para ver si sacamos algún voto más o
dejar de ser feos, malos y sucios, cabecistas negras o descamisados, por el que
dirán. Por ello abandonamos nuestras banderas y nuestra esencia. No perdamos de
vista que nuestros últimos candidatos fueron Randazo o Scioli, Alberto
Fernández y Massa. El Peronismo es revolucionario, transgresor, audaz y
provocativo. Es Nacional y Popular. Si ellos son el Cambio o disruptivos,
nosotros tenemos que ser “REVOLUCIONARIOS”. Debemos mostrar nuestra rebeldía
contra el sistema y recuperar nuestra historia. Imponer nuestra agenda y dejar
de ir atrás de la de ellos. Imponer nuestras consignas y comunicarla a nuestra
manera, puerta por puerta, fábrica por fábrica, barrio por barrio, calle por
calle. Es la hora de organizarnos para confrontar, de la acción y reacción antes
que nos gane la resignación. Cada día que pasa son derechos que perdemos y
deterioran nuestra calidad de vida. “Si no hay justicia para el pueblo, que no
haya paz para el gobierno” Emiliano Zapata
Quizás lo inteligente en este
momento es hacer lo que hace demasiado tiempo no se hace, que es construir
organización popular, unir a todos los agredidos, llegar a una comprensión
profunda de los acontecimientos que nos trajeron hasta aquí, e ir prefigurando
un potente programa económico y social que pueda revertir tanta destrucción y
empobrecimiento innecesarios.
Para ello, hace un tiempo hemos
propuesto crear un “CENTRO CULTURAL” en Ciudadela, donde podamos agrupar y
sumar a todos aquellos con un pensamiento Nacional y Popular, y desde ahí
comenzar a organizarnos, no solo para ayudar a los sumergidos y afectados, sino
para crear conciencia y dar la batalla cultural necesaria e imprescindible,
para recuperar nuestra autoestima y nuestro proyecto de País.
Si aún creemos que se puede
construir un mundo mejor, más justo, debemos comenzar a trabajar en nuestro
pequeño mundo, nuestra ciudad, nuestra localidad, en nuestro barrio buscando
elementos necesarios de participación para revertir este proceso y tener una
democracia más participativa y directa. Tenacidad, perseverancia, persistencia,
astucia, ideas independientes, iniciativa militante e imaginación creativa.
Les envío un fuerte abrazo a todos los compañeros/as
29 de Febrero 2023