No hace mucho escribí en mi blog
un artículo referido a las próximas elecciones y la mezquindad de algunos políticos
de la llamada “oposición”, del campo popular o progresistas, http://lzrsocialypopular.blogspot.com/2017/08/la-mezquindad-de-los-politicos-puede.html.
En él me atrevo hacer un análisis,
desde mi posición de simple ciudadano que le interesa la política y de ex
militante político y delegado gremial.
Un sector importante de la población
reclama la unidad, la mayoría de los dirigentes hablan de unidad pero nadie
concreta nada, ni programáticamente, ni electoralmente. El gobierno ya tiene
sus candidatos, su estructura y se sabe cuál es su política, además de contar
con la prensa hegemónica, el poder económico y de un sector de la justicia que actúa
en favor de ellos, como ocurrió en Brasil con Lula – Moro, aquí Cristina -
Bonadio. La oposición no tiene aún un programa preciso para decirle a la ciudadanía
como se sale de esta situación, como crearles certidumbre, esperanza concreta,
que se va hacer en temas concretos que hoy preocupan: tarifas, trabajo,
reactivación de la industria nacional, deuda externa. No hay candidatos consolidados, ni plan A, B o C
para contrarrestar las acciones conjuntas del poder que se vendrán.
El Gobierno ya ha comenzado la
campaña para las próximas elecciones generales, en la oposición siguen los
cabildeos de los distintos dirigentes políticos, sociales y gremiales, que hablan
y proclaman la necesidad de la unidad para derrotar a este régimen, pero que en
definitiva no concretan nada. Esta actitud
me lleva hacerme la pregunta del título: A
la oposición: realmente le interesa ganar las elecciones en el 2019? La
realidad me hace sospechar que
algunos dirigentes podrían estar pensando en no querer la unidad. Porque su
estrategia es que sea reelegido Mauricio Macri, especulando que el país va
explotar en un año y no quieren que les explote a ellos, como le ocurrió a la Alianza.
Si les explota a la continuidad de este gobierno, suponen, que la derecha no tendrá
mucho margen por un largo periodo para volver. Algo similar a lo que ocurrió
con los militares, después de su última maldita experiencia desde 1976 – 1983. Por
sus aberraciones la ciudadanía en general ya no admitiría (por ahora) un golpe
militar. Pero no hay que olvidar que los militares estaban apoyados e
incentivados por los grupos políticos, económicos y periodísticos que hoy nos
gobiernan, han sabido mutar. Un ejemplo claro de lo disperso que se está en la
oposición es: que hay cientos de reclamos de todo tipo, gremiales y sociales a
diario, empresas tomadas, acampes, marchas, manifestaciones, corte de calles
pero ninguno confluye en uno grande y contundente, cada uno va por su lado. No
hay unidad de acción. Los gremios se están desangrando en la perdida de
afiliados y puestos de trabajo, pero no se suman a un reclamo general y
continuo. Una CGT ausente. Pequeñas y medianas empresas y comercios cierran a
diario por los costos de los servicios, por la recesión y las importaciones, pero
a la calle no salen. Incluso con los ruidazos contra los tarifazos que se hace
los viernes, las organizaciones políticas, sociales o gremiales con poder de
movilización no adhieren, sino serían mucho más contundentes de lo que son.
Contradicciones: las CTA y Corriente Federal (gremios de la CGT) hacen una
marcha de las antorchas contra el tarifazo los jueves, ahora porque no juntar a
todos los viernes?. Porque las organizaciones
sociales no participan? No resulta extraño todo esto??? Si no se juntan para un
reclamo que está asfixiando a la población, a la industria, al comercio, a las
instituciones, etc.. Como se van a unir para una elección cuando hay mucho más
intereses personales en juego.
El oficialismo cuenta con un
núcleo duro que lo apoya, que no dejan de ser aquellos (gorilas) que siempre
existieron: los comandos civiles, los que incentivaron los bombardeos Plaza de
Mayo, los que perpetraron los fusilamientos, persecuciones y proscripciones,
los que ultrajaron y desaparecieron los restos de Evita, los que hicieron
desaparecer a miles de personas. Pero a ese núcleo duro de los PROFETAS DEL
ODIO (A. Jauretche) se les suma una legión de ciudadanos comunes autómatas que
son manipulados para que odien al peronismo, a lo popular, al pobre, al extranjero (pobre y Latinoamericano),
al ascenso social de las clases más bajas, al diferente, los han transformaron
en racistas y cipayos. Son esos que enceguecidos y resentidos por el odio todavía creen que
la debacle económica es por culpa del anterior gobierno y no por acción y
inacción de este gobierno que va a cumplir 4 años, que en endeudamiento atroz
que pagaran generaciones está bien, que las exorbitantes facturas que nos
llegan todos los meses de los servicios es porque hay empleados de la Cámpora en
las empresas facturando de mas o que el cierre de empresas es porque no son
competitivas. Que los inmigrantes nos quitan el trabajo. Todos los males son por los últimos 70 años. Que se robaron un
PBI, pero la plata no aparece. Bóvedas y retroescavadoras. Como estas sandeces hay
que escuchar por cientos todos los días que repiten a diario como un coro de
loros.
Este Gobierno procura la
reelección a los efectos de consolidar la dependencia económica y política del
País, terminar de colonizar culturalmente a la población, apoderarse de las
riquezas que aún no están en sus manos, seguir trasfiriendo riquezas de los que
menos tiene a los que más tienen, irán por el fondo de garantía de
sustentabilidad de los jubilados, por la reforma laboral, por una nueva reforma
previsional, en definitiva, convertir al País en una colonia de los capitales
financieros y Estados Unidos (Capitalismo), como son la mayoría de los países de
centro América y hoy, de América Latina en general. Ante la nefasta política económica, harán campañas
con temas como la seguridad, corrupción del anterior gobierno (la de ellos la seguirán
tapando), volverán con la luz en el segundo trimestre, con que estamos
saliendo, pretenderán mantener el dólar estable (atrasado) con el dinero que
les enviara el FMI que venderán a los especuladores y que evitaran – si ganan –
que estalle en el 2020 con más endeudamiento y ajuste. En definitiva será la
eterna esperanza de un mundo mejor que nunca alcanzaremos. Seremos una copia de
lo que ocurre en Grecia.
Al FMI se le debe 50.000 millones de dólares -además de las
Lelic - es una suma que no se puede cancelar como lo hizo Néstor Kirchner, que
pagó aproximadamente 9.800 millones de dólares. Esto quiere decir que la
dependencia y las exigencias a la cual nos han sometido serán prolongadas y pesada.
Nos dejaran al borde del default.
Las encuestas ya están dando que
un sector -ya mayoritario- no quiere a este Gobierno y es el que reclama la
unidad y un cambio. Ahora me hago otra
pregunta: Se puede hacer un cambio profundo si no hay una crisis social,
económica y de credibilidad, como la del 2001. La sociedad acompañara sin
crisis? Es capaz de encolumnarse detrás de un candidato?. De ganar un
candidato de la oposición, seguramente - la gente – le exigirán más cambios de
los que les puedan dar, más rápido y profundos, le tendrán mucha menos paciencia
que a este Gobierno y recibirán el bombardeo constante e incesante de
políticos, del poder económico y judicial, y de los medios de comunicación afines
al actual Gobierno. Lo que nos espera es un futuro sobrio el que se ha gestando
en estos últimos años, además cualquiera que gane deberá consensuar con los
demás sectores las medidas que se tomen, porque de esta situación maliciosa y
complicada en que dejara el País “Cambiemos” no se sale solo con un partido
político. Pero: los egos y la mezquindad de los políticos permitirán poner a la patria
y el pueblo antes que sus apetitos personales? Personalmente lo dudo mucho, la
mayoría de los dirigentes no dan el “piné” para semejante tarea y sacrificio.
Cristina Fernández de Kirchner
es la política mejor posicionada, según las últimas encuestas, incluso rompió el
techo que decían que tenía a pesar de la furibunda campaña de desprestigio y persecución.
Pero, con los votos de ella sola no alcanza para ganar, pero sin ella no se
gana. La única contra es que tiene más imagen negativa que positiva y una de
los trabajo más grande que se deberá enfrentar, para salir de la actual
situación, es la unión de los argentinos de buena fe. Si va a una gran “paso”
es la que gana sin ninguna duda, es por ello que muchos de los “institucionalistas”
o los facilitadores de la “gobernabilidad”, no la quieren.
Estos candidatos que pululan por
ahí que se dicen progresista, desprendimientos de radicales o neo peronistas, son
tan solo políticos de cabotaje, no saben ni tienen el conocimiento y la estructura
cómo para abordar la situación que dejara el actual gobierno y el contexto
internacional adverso que deberán enfrentar.
La Izquierda "revolucionaria",
idealista, que critica a todos por igual, la que se quiere mostrar como impoluta
y piensa en voz baja “cuanto peor mejor”, terminan siendo como los que proponen
gobernabilidad funcionales al poder actual.
Los socialistas; que deberían
sumarse a un frente popular, andan por ahí buscando aliados y candidatos que no
aportaran nada a la patria.
Si no se podrece un cambio cuanto
antes, la Argentina se meterá en unas aguas pantanosas de las cuales no podrá salir
durante varias generaciones. Es hora de deponer egos y mezquindades de todos
los argentinos de buena Fe con el único objetivo de salvar a la patria y un futuro
mejor para todos.
Daniel Fernández
Enero 2019