viernes, 30 de abril de 2021

1 DE MAYO - DÍA DEL TRABAJADOR

 

Con motivo de celebrase el 1° de mayo, les hago llegar mi saludo cordial y caluroso a cada uno de ustedes, que desde sus puestos de trabajo aportan con su esfuerzo diario a la construcción de un País mejor y a su vez redunde en frutos concretos que nos permita crecer más como personas.

Recordemos aquellos trabajadores que se comprometieron, lucharon y dieron su vida para el logro de las conquistas laborales que hoy tenemos.

En esta pandemia que venimos sobrellevando, también un reconocimiento explícito y sincero a los médicos, que luchan denodadamente para salvar vidas.

Hoy a pesar del tiempo, las luchas y las pérdidas humanas, se sigue tolerando el accionar anti sindical de las empresas, que no permiten la afiliación de los trabajadores a sus sindicatos. Además persisten viejas prácticas como son el trabajo en negro, trabajo infantil, salarios miserables, jornadas extensas, sitios de trabajos insalubres e inseguros, entre otras cosas. Grandes empresas que utilizan a los pobres como brazos baratos para productos baratos. 

El poder económico está más concentrado que nunca, pero los países y las personas compiten en lo que pueden: a ver quién ofrece más a cambio de menos, a ver quién trabaja el doble a cambio de la mitad. A la vera del camino están quedando los restos de las conquistas arrancadas por siglos de luchas obreras.

La libertad del dinero exige trabajadores oprimidos y sumisos. El miedo al desempleo, sirve a los empleadores para reducir sus costos de mano de obra y multiplicar la productividad.

Nos queda entonces la obligación de reflexionar –aunque más no sea brevemente- sobre lo que representa este 1° de Mayo para los trabajadores argentinos: Habitando una tierra que muestra un notorio crecimiento económico, pero no es aún capaz de distribuir esa renta entre sus habitantes de manera justa; que sigue pariendo pequeñas élites de privilegiados mientras que para ello deja en la más absoluta exclusión del campo laboral a millones de compatriotas. Estamos hablando de una Argentina que cada día abre más la brecha que separa a los ricos de los pobres; hablamos de un país que pareciera no tener tiempo ni siquiera para mirar de reojo a los indigentes; estamos diciendo en definitiva, que habitamos un país rico, pero demasiado injusto.

Los trabajadores argentinos, sabemos que no podemos dejar de luchar, en cada reivindicación justa y en la unidad encontraremos el sendero que nos conduzcan a la defensa y conquista de nuestros derechos, que luchamos por una distribución justa de las riquezas para vivir dignamente y con salarios justos. Luchamos por un País más justo.  

En ese convencimiento pues: ¡Feliz Día del Trabajo!

 

Daniel Fernández

Mayo 2021

miércoles, 21 de abril de 2021

UN NUEVO INTENTO DE DESESTABILIZACIÓN Y ATENTADO A LA DEMOCRACIA

 Hay una oposición, algunos comunicadores y “opinologos” que estimulan la desobediencia, el incumplimiento de las medidas de prevención, como en su momento atacaron las vacunas e inventaron efectos irreales. Atentan contra la salud publica en plena pandemia. No hay una pelea por la presencialidad de las clases, 10 días más o menos no cambian las cosas. Las potencias del mundo, con fuerte sistema de salud, hacen eso de cerrar y abrir según los contagios. Esto solo genera incertidumbre, confusión y división entre padres. Lo que buscan es generar un caos sanitario para usarlo políticamente, con total desprecio a la vida. Luego criticaran las medidas sanitarias, la saturación del sistema de salud y los muertos. La oposición sabe mucho de usar a los muertos, de hacer necro-política, llegaron a la ciudad con Cromañon y a la Nación con Nisman, y ahora usarán los muertos por esta pandemia.

Existe un nuevo intento de políticos de la oposición, medios de comunicación, sectores económicos y judiciales, que pretenden – nuevamente - desestabilizar al gobierno en plena pandemia y mostrar un desgobierno. Está claro la actitud del “amigo Horacio” desobedeciendo la justicia federal y sólo acatando los fallos que lo favorecen. Es una puesta en escena para mostrarse como un duro ante su electorado como Macri y Bulrrich y que está lanzando su precandidatura. Macri, Bulrrich, Alonso y otros dirigentes de Cambiemos llaman a la desobediencia a una medida de salud pública en pandemia de un Gobierno elegido democráticamente. Estos nunca expresaron misma actitud en gobiernos militares. Los empresarios no dejan de aumentar los precios, generan desabastecimiento y rechazan todas las medidas de control desafiando el poder del gobierno, imponiendo las condiciones, y creando hastío, preocupación y cansancio en el pueblo por una inflación que no controla. Los medios de comunicación de mayor alcance, amplifican las voces opositoras, les dan permanentemente letra, alientan la desobediencia y contribuyen a la desestabilización, en defensa de sus propios intereses, como parte del poder real. La “justicia” PRO actúa según las ordenes que emanan de sus políticos y poderosos empresarios.  

Ahora el Gobierno, en todos los aspectos, debe imponer su autoridad que emana de los votos de las últimas elecciones y no cometer nuevos errores. El “amigo Horacio”, no era tan amigo o elegir mejor a los amigos, fue un error estratégico o “ingenuidad”. No se pude tener un millón de amigos. La oposición se muestra intolerante, virulenta, autoritaria, desestabilizadora y no admite negociación si no se hace lo que ellos quieren. Esto es producto de no haber denunciado públicamente y contundentemente el desastre político, económico, social y estructural que dejo el gobierno de Macri. Por ello, escuchar hoy a la oposición, parece que nunca hubieran gobernado. Con los empresarios se insiste en negociar, y ellos una y otra vez le contestan aumentando los precios y generando desabastecimiento. No podemos seguir el camino de Juan Carlos Pugliese (les hable con el corazón y me contestaron con el bolsillo).

Es hora que todas las organizaciones que conforman la coalición de gobierno, CGT, movimientos sociales, organizaciones políticas, partidos, etc., se expresen y demuestren, sin dobleces, el apoyo al gobierno, más allá de las divergencias. Hoy no hay lugar para tibios. Podrían convocarse todos los dirigentes que integran la coalición electoral a Plaza de Mayo, con el distanciamiento social, para demostrar que el gobierno tiene su poder ante estos intentos de desestabilización y debilitamiento de su autoridad.

Daniel Fernández

Abril 2021

martes, 13 de abril de 2021

SEGUNDA OLA EN UNA SOCIEDAD DECADENTE

 


Cuando una sociedad está en decadencia sus miembros exhiben comportamientos que reflejan la perdida de los valores, la falta de ética y la falta de respeto por la vida humana. 

El año pasado me atreví escribir varias notas sobre el comportamiento de individuos y sociedad ante la pandemia mundial del Corona Virus. Desgraciadamente cuando muchos vaticinaban que íbamos a salir mejores, modestamente lo puse en duda, por entonces decía: “Muchos profetizan que luego de la pandemia nada será igual, que la sociedad mejorara. Para mí, el rico volverá a su riqueza, el pobre a su pobreza, el miserable a su miserabilidad, el especulador a especular y la mayoría honesta y solidaria seguirá luchando por un mundo mejor. Triunfara una vez más el individualismo y el egoísmo sobre la vida y la condición humana”.

Cuando nos propusieron RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL, no creí en la responsabilidad individual. Por entonces opinaba: “Acepto que ya se hace muy difícil soportar tanto tiempo de encierro (lo padezco), además de los problemas económicos de la mayoría de la población. Pero permítanme NO CREER EN LA RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL. Porque a pesar que muchos se esfuerzan en ser solidarios y ayudar a muchas personas vulnerables, han convertido una sociedad individualista, egoísta e indiferente que solo piensa en ellos y no les importa el otro. Se venera lo superficial demostrando la decadencia del alma. Existe una pobreza espiritual de una sociedad que minimiza la muerte de sus ancianos, motorizada por algunos medios que comunicación y políticos. “

Luego de un largo año y de una pandemia que viene haciendo estragos mundialmente, ahora – a nosotros – nos toca vivir la llamada “segunda ola” que hemos visto y aún están padeciendo otros continentes con países muchos más ricos y con sistemas de salud más eficientes que el nuestro. No existe remedio que nos cure de este virus. Hay escases de vacunas y vemos una despiadada lucha por apoderase de las insuficientes vacunas, los países poderosos acaparan más de sus necesidades, privando a los países más pobres de la posibilidad de la vacuna y salvar vidas. Nuestro continente y principalmente los países vecinos, son un mar de infectados y muertos.

Es evidente que hay una sociedad decadente, egoísta e individualista. Se ha llegado a la triste realidad de que se naturaliza la muerte. Se llega a decir que “se muera el que se tiene que morir”. Incluso he escuchado por radio en un reportaje a una persona decir: “la muerte tiene mala prensa”. Hay muchas personas en nuestra sociedad y principalmente en las grandes ciudades que no les importa nada más que ellos, no padecen por los enfermos propios ni ajenos, no sufren por los muertos propios ni ajenos. No existe empatía con los médicos exhaustos por salvar vidas ni son escuchados en sus reclamos de cuidados a la ciudadanía. Todo les es indiferente. El dinero es su motor y su único objetivo, y no estoy hablando de aquel que se ve forzado a salir a conseguir un mango para un plato de comida porque la está pasando muy mal, sino aquel está en una mejor posición y especula con los precios, que quiere ganar más y más, aquel que tiene un negocio y no cumple con los protocolos, si pueden entrar solo 10 personas al negocio mete 30. De los que tienen pago un viaje al exterior y reniega porque le ponen trabas. Se habla de la irresponsabilidad de los adolescentes y jóvenes, pero eso también es un grave problema cultural, como van a ser solidarios si en la casa o en el medio que se mueven no lo son. Hay una rebeldía estúpida y criminal. Estos rebeldes sin causa, por lo general no ponen en juego su pellejo sino que están poniendo en riesgo la vida de los otros, de los mayores, de los ancianos.

Es evidente que existe mucho egoísmo y falta de solidaridad en un sector social, sólo piensa en sus intereses y beneficio. Se impone el individualismo sobre el bien común. La mayoría se cuida, pero esa minoría intensa está haciendo mucho daño.

Para colmo hay una parte de la oposición, algunos comunicadores y “opinologos” que estimulan la desobediencia, el incumplimiento de las medidas de prevención, como en su momento atacaron las vacunas e inventaron efectos irreales. Lo que buscan es generar un caos sanitario para usarlo políticamente, con total desprecio a la vida. Luego criticaran las medidas sanitarias, la saturación del sistema de salud y los muertos. La oposición sabe mucho de usar a los muertos, llegaron a la ciudad con Cromañon y a la Nación con Nisman, y ahora usarán los muertos por esta pandemia.

Además hay personas que en lugar de escuchar a los expertos en la materia de infectologia, les cree a periodistas, opinologos y médicos de escasa reputación que buscan notoriedad.

Nada cambia si no cambia el hombre y nuestro trabajo es cambiar al hombre. Un hombre que abandone el individualismo, el odio, el rencor, la violencia, la discriminación, el racismo, el materialismo, la ambición desmedida, la explotación y estimular valores como la solidaridad, el bien común, el respeto por el otro, la libertad, el amor al hombre, a la humanidad, combatir la miseria y la injusticia. Cuidar nuestro medio ambiente, cuidar nuestra casa, la tierra.

Daniel Fernández

Abril 2021

SON MUY PELIGROSOS

    Mientras estos personajes fanfarrones, patéticos y cobardes se disfrazan para jugar a la guerra y a los soldaditos, creen que todo es co...