El Sr. Presiente, el Jefe de
Gobierno y el Gobernador de Buenos Aires, el último viernes 17 cedieron la
responsabilidad a los ciudadanos de cuidarnos en esta pandemia del Covid 19
cuando estamos en el llamado pico. No está mal si hay una sociedad
concientizada y respetuosa.
Veo que se va detrás de lo que hace
la “gente”. Se libera porque casi nadie respeto el ultimo aislamiento social,
preventivo y obligatorio (Ciudadela).
Acepto que ya se hace muy difícil
soportar tanto tiempo de encierro (lo padezco), además de los problemas
económicos de la mayoría de la población. Pero permítanme NO CREER EN LA RESPONSABILIDAD
INDIVIDUAL. Porque a pesar que muchos se esfuerzan en ser solidarios y ayudar a
muchas personas vulnerables, han convertido una sociedad individualista, egoísta
e indiferente que solo piensa en ellos y no les importa el otro. Se venera lo
superficial demostrando la decadencia del alma. Existe una pobreza espiritual
de una sociedad que minimiza la muerte de sus ancianos, motorizada por algunos
medios que comunicación y políticos.
Estos días, con el permiso de
salidas escalonada, he visto a cantidad de personas amontonadas en parques
violando las normas impuestas, saliendo sin resguardo, sin cumplir los
protocolos u otros haciendo fiestas y escasamente personal controlando y
haciendo cumplir las normas. Está bien que los jóvenes son los que menos
riesgos corren, pero ellos pueden contagiar a sus padres, abuelos, tíos,
vecinos con mayores riesgos y llevarlos a la muerte.
Bien o mal, esta sociedad ha sido
construida por esos ancianos que descartan subliminalmente, esos que hoy se han
convertido en un número que miramos con cierto estupor y desde la distancia,
sintiéndonos falsamente seguros de que no nos va a tocar a nosotros. Hay muchos
de esos ancianos los que lucharon por muchas de las libertades que hoy disfrutan
y reclaman.
Tampoco es cuestión de tener miedo, si cuidado
y respeto al virus. Lo que si reclamo a las autoridades hacer respetar las normas,
cumplirlas y hacerlas cumplir.
Muchos profetizan que luego de la
pandemia nada será igual, que la sociedad mejorara. Para mí, el rico volverá a
su riqueza, el pobre a su pobreza, el miserable a su miserabilidad, el
especulador a especular y la mayoría honesta y solidaria seguirá luchando por
un mundo mejor. Nada se lograra si no hay un cambio cultural.
¿Triunfara una vez más el
individualismo y el egoísmo sobre la vida y la condición humana?.
Daniel Fernández
Julio 2020