Junio de 2004
En este momento en que se habla si hay o no complot o desestabilización, hay dos noticias que no se le dio la trascendencia que realmente tienen y que nos puede dar una idea por donde puede pasar la discusión.
Estas dos noticias - que son importantes - no tuvieron la importancia y la difusión necesaria. Una fue las elecciones que ganara Sonia Gandhi en la India. En estas elecciones, el pueblo le dio la espalda al partido que privatizó unas 240 empresas del sector publico, además de la aplicación de otras medidas económicas liberales y que dio por llamar “desinversión”, que no es otra cosa que el retiro estatal de la economía, algo similar de lo que vivimos nosotros. A estos “poderosos intereses” no les gustó el proyecto económico que traía la candidata electa, así que “los mercados” hicieron sentir su peso, derrumbando la bolsa y generaron un estado de alarma y caos general. Es así que Sonia Gandhi resulto víctima de este capitalismo salvaje, que ya no usa a los militares para que hagan su trabajo, sino que evitando intermediarios, la derrocaron antes que asumiera, debiendo entregar el gobierno a un representante aprobado por “el mercado”. Según estudios del Banco Mundial dice que el 40% de los pobres del planeta, están en la India. Ahora la pregunta es - quién gobierna????? – hasta donde se puede cumplir la voluntad del pueblo????? Toda una falacia. Ahora; no es novedad que el ahora “mercado” o empresas multinacionales y nacionales voltean un gobierno.
Otra noticia que paso desapercibida, y que pone en evidencia que muchos “medios” no son independientes sino que responden al “mercado”. Ante la crisis energética, el Gobierno creyó encontrar un principio de alivio u ahorro al problema que se le venía, así que busco que Yacyretá generara mayor electricidad. La idea era elevar la cota un metro, o sea que pasaría de 76 a 77 metros sobre el nivel del mar. Esto generaría unos 250 MW, que sería la mitad de la energía que se calcula que se le comprara al Brasil. Pero aquí esta lo que nadie aclaro o difundió, para hacer una cosa así debemos pedir “permiso” al Banco Mundial, quien es el que dio los créditos. El crédito tiene condiciones muy estrictas y no permiten que la cota supere los 76 metros. El gobierno pretendió negociar con el Banco Mundial estas condiciones, pero los burócratas no aceptaron. Ahora nos volvemos a preguntar, ¿Quien manda en este País? ¿En manos de quien estamos?.
Volviendo a la discusión generada desde el Gobierno sobre complot o desestabilización; sería útil difundir públicamente, para que empresas trabajan, a que intereses responden o a quien asesoran, periodistas, economistas y candidatos. Para saber quien es quien en todo esto.
Es evidente que aquellos que responden a intereses empresarios jamás actuaran a favor de los trabajadores o sus intereses. “Jamás” cambiaran el sistema de distribución o participación de los trabajadores en las ganancias de las empresas. De los años 45 al 55 esa participación rondaba el 48% de la rentabilidad total del empleador, además reinvertían una parte importante de las ganancias en el País. En el año 83 paso a ser el 30% y en la actualidad es del 17%.
Algún trabajador, (tomemos conciencia que trabajadores somos todos, con distintas responsabilidades y no solo los obreros. Ser trabajador es un honor que nos debe dignificar y no avergonzar, aunque muchos profesionales se excluyen), puede pensar – en su buena fe - que los empresarios o multi nacionales pueden aceptar cambiar esta situación de inequidad???
Podemos admitir que piensen en ganar y que ese sea su objetivo, pero no dejan de ser parte de este País y por lo tanto responsables de lo que en él suceda.
Desde el golpe militar del 76 y cada vez con mayor asiduidad, las riquezas generadas por las empresas, dejaron de reinvertirse en el País y son giradas a los Países de origen, cuando las empresas son extranjeras o se fueron depositadas en paraísos fiscales, cuando las mismas son Argentinas.
Por lo tanto, empresarios, economistas, candidatos y periodistas que integran o representan este sector, jamás opinaran o actuaran en favor de los intereses de la clase trabajadora, sino de sus propios intereses, podrán llenarnos de pensadas y locuaces teorías, como el famoso derrame de la teoría liberal, pero nunca pensaran en nosotros. Ocurre que nunca ese derrame llega a los trabajadores o pobres, porque ellos no permiten que se derrame nada.
El aumento de precios de los productos alimenticios y otros de primera necesidad atentan contra la población y generan un clima de incertidumbre y malestar. No olvidemos que en pleno desastre económico y la devaluación todos pusieron los precios a un dólar de $ 4,00 y hasta $ 5,00, hoy no llega a $ 3,00.- Luego cuando aumentaron las exportaciones, volvieron aumentar los precios al mercado internacional, por qué iba a dejar de ganar en el mercado interno si podían exportar. Luego vienen los aumentos estaciónales, etc., etc., pero nunca se rebajan los precios y nunca llegan los aumentos para los trabajadores. Ninguna empresa dejo de ganar pese a todo el debacle económico, y muchas de servicios que reclaman aumento han ganado muy importantes sumas, pero sobre todas las cosas; ninguna dejo de ganar.
Durante la década del 90 se pensó un País pequeño, sin industria y donde las actividades más importantes eran los servicios y las importaciones, por ende sin trabajo.
A la clase trabajadora estas cosas nos deben hacer pensar. Quién gobierna en definitiva y quien nos defiende de estos poderosos. Simplemente repetiría una frase muy recordada; tan sólo el pueblo salvara al pueblo. Debemos dejar de comprar espejitos de colores. Las organizaciones sociales, los partidos políticos, los gremios y la sociedad en si, debería estar movilizada y en la calle, para que estos sectores no nos sigan perjudicando y la distribución de la riqueza sea aquella que permita vivir a todos los ciudadanos de este País con dignidad.
Para ello necesitamos dirigentes probos, patriotas y valientes, y un pueblo conscientizado y políticamente activo.
Daniel Fernández
Estas dos noticias - que son importantes - no tuvieron la importancia y la difusión necesaria. Una fue las elecciones que ganara Sonia Gandhi en la India. En estas elecciones, el pueblo le dio la espalda al partido que privatizó unas 240 empresas del sector publico, además de la aplicación de otras medidas económicas liberales y que dio por llamar “desinversión”, que no es otra cosa que el retiro estatal de la economía, algo similar de lo que vivimos nosotros. A estos “poderosos intereses” no les gustó el proyecto económico que traía la candidata electa, así que “los mercados” hicieron sentir su peso, derrumbando la bolsa y generaron un estado de alarma y caos general. Es así que Sonia Gandhi resulto víctima de este capitalismo salvaje, que ya no usa a los militares para que hagan su trabajo, sino que evitando intermediarios, la derrocaron antes que asumiera, debiendo entregar el gobierno a un representante aprobado por “el mercado”. Según estudios del Banco Mundial dice que el 40% de los pobres del planeta, están en la India. Ahora la pregunta es - quién gobierna????? – hasta donde se puede cumplir la voluntad del pueblo????? Toda una falacia. Ahora; no es novedad que el ahora “mercado” o empresas multinacionales y nacionales voltean un gobierno.
Otra noticia que paso desapercibida, y que pone en evidencia que muchos “medios” no son independientes sino que responden al “mercado”. Ante la crisis energética, el Gobierno creyó encontrar un principio de alivio u ahorro al problema que se le venía, así que busco que Yacyretá generara mayor electricidad. La idea era elevar la cota un metro, o sea que pasaría de 76 a 77 metros sobre el nivel del mar. Esto generaría unos 250 MW, que sería la mitad de la energía que se calcula que se le comprara al Brasil. Pero aquí esta lo que nadie aclaro o difundió, para hacer una cosa así debemos pedir “permiso” al Banco Mundial, quien es el que dio los créditos. El crédito tiene condiciones muy estrictas y no permiten que la cota supere los 76 metros. El gobierno pretendió negociar con el Banco Mundial estas condiciones, pero los burócratas no aceptaron. Ahora nos volvemos a preguntar, ¿Quien manda en este País? ¿En manos de quien estamos?.
Volviendo a la discusión generada desde el Gobierno sobre complot o desestabilización; sería útil difundir públicamente, para que empresas trabajan, a que intereses responden o a quien asesoran, periodistas, economistas y candidatos. Para saber quien es quien en todo esto.
Es evidente que aquellos que responden a intereses empresarios jamás actuaran a favor de los trabajadores o sus intereses. “Jamás” cambiaran el sistema de distribución o participación de los trabajadores en las ganancias de las empresas. De los años 45 al 55 esa participación rondaba el 48% de la rentabilidad total del empleador, además reinvertían una parte importante de las ganancias en el País. En el año 83 paso a ser el 30% y en la actualidad es del 17%.
Algún trabajador, (tomemos conciencia que trabajadores somos todos, con distintas responsabilidades y no solo los obreros. Ser trabajador es un honor que nos debe dignificar y no avergonzar, aunque muchos profesionales se excluyen), puede pensar – en su buena fe - que los empresarios o multi nacionales pueden aceptar cambiar esta situación de inequidad???
Podemos admitir que piensen en ganar y que ese sea su objetivo, pero no dejan de ser parte de este País y por lo tanto responsables de lo que en él suceda.
Desde el golpe militar del 76 y cada vez con mayor asiduidad, las riquezas generadas por las empresas, dejaron de reinvertirse en el País y son giradas a los Países de origen, cuando las empresas son extranjeras o se fueron depositadas en paraísos fiscales, cuando las mismas son Argentinas.
Por lo tanto, empresarios, economistas, candidatos y periodistas que integran o representan este sector, jamás opinaran o actuaran en favor de los intereses de la clase trabajadora, sino de sus propios intereses, podrán llenarnos de pensadas y locuaces teorías, como el famoso derrame de la teoría liberal, pero nunca pensaran en nosotros. Ocurre que nunca ese derrame llega a los trabajadores o pobres, porque ellos no permiten que se derrame nada.
El aumento de precios de los productos alimenticios y otros de primera necesidad atentan contra la población y generan un clima de incertidumbre y malestar. No olvidemos que en pleno desastre económico y la devaluación todos pusieron los precios a un dólar de $ 4,00 y hasta $ 5,00, hoy no llega a $ 3,00.- Luego cuando aumentaron las exportaciones, volvieron aumentar los precios al mercado internacional, por qué iba a dejar de ganar en el mercado interno si podían exportar. Luego vienen los aumentos estaciónales, etc., etc., pero nunca se rebajan los precios y nunca llegan los aumentos para los trabajadores. Ninguna empresa dejo de ganar pese a todo el debacle económico, y muchas de servicios que reclaman aumento han ganado muy importantes sumas, pero sobre todas las cosas; ninguna dejo de ganar.
Durante la década del 90 se pensó un País pequeño, sin industria y donde las actividades más importantes eran los servicios y las importaciones, por ende sin trabajo.
A la clase trabajadora estas cosas nos deben hacer pensar. Quién gobierna en definitiva y quien nos defiende de estos poderosos. Simplemente repetiría una frase muy recordada; tan sólo el pueblo salvara al pueblo. Debemos dejar de comprar espejitos de colores. Las organizaciones sociales, los partidos políticos, los gremios y la sociedad en si, debería estar movilizada y en la calle, para que estos sectores no nos sigan perjudicando y la distribución de la riqueza sea aquella que permita vivir a todos los ciudadanos de este País con dignidad.
Para ello necesitamos dirigentes probos, patriotas y valientes, y un pueblo conscientizado y políticamente activo.
Daniel Fernández
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