martes, 31 de marzo de 2020

SOLO LE PIDO A DIOS


Sólo le pido a dios
Que el dolor no me sea indiferente,
Que la reseca muerte no me encuentre
Vacío y solo sin haber hecho lo suficiente.
Ante esta pandemia globalizada del Covid19, muchos optimistas o esperanzados opinan que nuestra sociedad no volverá a ser la misma después del coronavirus, que volverá a ser mejor.
Nada puede corromper más la idea de un cambio, que la opinión de que estamos en el camino de lograr una sociedad más justa y solidaria. Poco nos favorecerá creer que el mundo marcha necesariamente a un mundo mejor, que aprenderemos de esta crisis. Esta creencia nos relaja en la lucha por obtener ese objetivo.
Hay cantidad de opiniones de pensadores, comunicadores, analistas e incluso del Papa Francisco, que expresan que el cambio es incontenible, que marchamos a la resolución de las injusticas, la derrota del individualismo y del capitalismo salvaje. El triunfo de un Estado presente, solidario y eficiente. Piensan que el cambio está en marcha, lo único que pueden hacer los defensores del capitalismo es retrasar su llegada. Lo mismo pensábamos en los 70 y terminamos con 30.000 muertos desaparecidos, con una dictadura atroz, con EE.UU siendo el gendarme del mundo, con Menem, De la Rúa. El fin de las ideologías. El mundo giro bruscamente a la derecha más cruel e inhumana. Cuando algún progresismo, reformista y redistribuidor aparece en el mundo, el “poder verdadero” el del capital, se encarga de ellos por distintas vías, guerras, golpes de estado, golpes parlamentarios, noticias falsas, justicia injusta, el arsenal es tan variado y poderoso como sus ejércitos. Aquí no llevamos más de 15 días de cuarentena y la miserabilidad se pone en evidencia. Los poderosos empresarios del establishment, los monopolios de la comunicación y un sector de la oposición arrastran a cierta población, llena de odio y rencor, para que afloren las miserias humanas en lugar de valores éticos y morales, con precias falsas para que prime el mercado sobre la vida, que la muerte de los mayores sea “daños colaterales”, que no haya unidad, que la “grieta” se profundice. La única unidad que ellos admiten es con los que piensan igual, para los demás el exterminio, como lo hicieron los militares en el 76, por el bien de su Patria.
Si la historia nos muestra algo, es que nada necesariamente se cumplirá.
Desde que el triunfo del Capitalismo en la guerra fría, este se ha hecho más salvaje. El capitalismo se sucede, una y otra vez, así mismo.
Tuvimos dos guerras mundiales, arrojaron bombas atómicas, pandemias como la Influenza, gripe “asiática”, VIH, gripe porcina, gripe aviar, gripe A, SRAS, Ébola, MERS y a que llegamos, a este mundo injusto, donde pocos tienen mucho y muchos tienen cada vez menos.
Nada cambia si no cambia el hombre y nuestro trabajo es cambiar al hombre. Un hombre que abandone el individualismo, el odio, el rencor, la violencia, la discriminación, el racismo, el materialismo, la ambición desmedida, la explotación y estimular valores como la solidaridad, el bien común, el respeto por el otro, la libertad, el amor al hombre, a la humanidad, combatir la miseria y la injusticia. Cuidar nuestro medio ambiente, cuidar nuestra casa, la tierra.
Daniel Fernández
Marzo 2020

Solo Le Pido a Dios
León Gieco
Sólo le pido a dios
Que el dolor no me sea indiferente,
Que la reseca muerte no me encuentre
Vacio y solo sin haber hecho lo suficiente.

Sólo le pido a dios
Que lo injusto no me sea indiferente,
Que no me abofeteen la otra mejilla
Después que una garra me arañó esta suerte.

Sólo le pido a dios
Que la guerra no me sea indiferente,
Es un monstruo grande y pisa fuerte
Toda la pobre inocencia de la gente.
Es un monstruo grande y pisa fuerte
Toda la pobre inocencia de la gente.

Sólo le pido a dios
Que el engaño no me sea indiferente
Si un traidor puede más que unos cuantos,
Que esos cuantos no lo olviden fácilmente.

Sólo le pido a dios
Que el futuro no me sea indiferente,
Desahuciado está el que tiene que marchar
A vivir una cultura diferente.

Sólo le pido a dios
Que la guerra no me sea indiferente,
Es un monstruo grande y pisa fuerte
Toda la pobre inocencia de la gente.
Es un monstruo grande y pisa fuerte
Toda la pobre inocencia de la gente.




lunes, 30 de marzo de 2020

SOCIEDAD - LOS VIEJOS SON DESCARTABLES????


Cuánto va a durar lo de "privilegiar la salud" sobre la economía? Cuánto va a durar que los "grandes empresarios" y sus "medios de comunicación" comiencen a presionar para privilegiar la economía y hagan que los mayores sean "daños colaterales". Al prolongarse  la cuarentena, muchos comenzaran a reclamar que termine y que muera el que tenga que morir, como ya han expresado algunos. No serán únicamente los empresarios del establishment (como Paolo Roca), se sumara nuestra burguesía y clase media, que son los que tienen mayor espalda para sobrellevar esto. Privilegiaran las libertades individuales y la economía a la vida. Presionan y especulan políticamente. No son solidarios ni tienen empatía, son los que se quieren salvar ellos nada más. Por el contrario, para ellos esta pandemia viene a sanear la economía, mueren los viejos, los que no producen y son un gasto, muy al estilo de Hitler. Sólo reclamaran que el Estado haga algo, cuando mueran sus seres queridos, como ocurre en España o Italia Y será tarde. De esos sectores salen los miserables que especulan con los precios, esconden mercadería o despiden trabajadores, son los que siempre quieren sacar ventajas sobre la necesidad del pueblo, para ellos el castigo debe ser inflexible y social. No se le puede pedir mucho al pobre, al marginado, el que esta hacinado en los asentamientos o en viviendas precarias, el que come de su changa, esos del 40 % de pobres que dejaron y un poco más de trabajadores informales. Solo un Estado presente los puede asistir, porque no tienen posibilidades de hacer aislamiento. El Gobierno no tiene mucha espalda “económica” para soportar lo que se viene, hace lo que puede, con errores y aciertos, asesorado por los mejores expertos. Esto es algo nuevo, hacen lo mejor posible después del País que nos dejaron. Será un año muy malo y costará mucho recuperarse. Muchos profetizan que luego de la pandemia nada será igual, que la sociedad mejorara. Para mí, el rico volverá a su riqueza, el pobre a su pobreza, el miserable a su miserabilidad, el especulador a especular y la mayoría honesta y solidaria seguirá luchando por un mundo mejor. Triunfara una vez más el individualismo y el egoísmo sobre la vida y la condición humana?.

Marzo 2020
Daniel Fernández

CASUALIDAD O CAUSALIDAD


El Coronavirus es un virus netamente Capitalista. Parecido a lo que hicieron los nazis con el AktionT4 para limpieza étnica. Este virus es mayormente letal con los grupos etarios mayores de 60 años, los viejos: tus padres, tíos, abuelo, amigos o vecinos o sea, "seres humanos". Ataca a los mayores y enfermos, aquellos que ya no producen y para los neoliberales son un gasto. Algunos piensan que esta pandemia sirve para sanear las economías, sobre todo aquellos que privilegian la economía o el dinero por encima de la vida humana, de los que defienden el marcado al ser humano. Casualidad o causalidad. Boris Johnson, Donald Trump, Bolsonaro en principio optaron por la economía, al igual que la recomendación hizo Mauricio Macri. Los dos primeros tuvieron que retractarse ante la presión popular y tomar medidas sanitarias. Para muestra sirve un botón, Christine Lagarde, "los ancianos viven demasiado y eso es un riesgo para la economía global, tenemos que hacer algo, y YA". Covid19 será la respuesta.-

"En tiempos de pánico parece que todo vale con tal de exorcizar el miedo. Uno de los mantras que algunos gobiernos (desalmados) y medios de comunicación (desinformados) han repetido bajo diferentes fórmulas – algunas a nivel subliminal – para intentar calmar a la población cuando el virus aún no estaba muy difundido es: ¡no os preocupéis, este coronavirus solo mata a los ancianos!"
"Pero ese “solo” duele en el alma. Duele a quienes tienen ancianos a su lado y a quienes les queda un mínimo de sensibilidad. Porque la grandeza de una sociedad se mide por la manera en que trata a sus mayores. Y una sociedad que convierte a sus ancianos en piezas prescindibles ha perdido todos sus puntos cardinales."

Marzo 2020
Daniel Fernández

lunes, 16 de marzo de 2020

CORONAVIRUS – LA ESTUPIDEZ MATA


Podrá la estupidez humana y el egoísmo más que la solidaridad y el bien común?
Nuestra sociedad estará a la altura de las circunstancias?
La proyección del virus no se previó en ningún lugar del mundo. La naturaleza no respeta gobiernos ni negocia desde la frontera. Se trata de una emergencia de salud pública que afecta a todos los ciudadanos, sociedades y economías.
Ante esta pandemia, es el momento de verificar que nivel de responsabilidad y compromiso tiene nuestra sociedad. Es el momento de comprender que las libertades individuales no pueden estar por encima del bienestar del conjunto de la sociedad.
Sabemos de las miserias humanas, de aquellos que piensan en la salvación individual, en la despreocupación por la suerte del otro, en el egoísmo como motor. Estos podrán más que la solidaridad y la empatía con aquellos más vulnerables?.
El no cuidarse, en no cumplir la “cuarentena” como indican los especialistas, no respetar los protocolos y las disposiciones establecidas es poner en peligro a los demás. La irresponsabilidad de algunos puede matar. Aquel que pudo contagiarse porque viene del exterior o porque estuvo en contacto con alguno que viajo y no guarda la correspondiente aislación, puede contagiar a una persona de riesgo con problemas preexistentes y llevarlos a la muerte. Es un asesino en potencia. Hay algo más importante que la vida.
Muchos dicen que en tiempos de turbación son una oportunidad para incentivar la imaginación y de grandes cambios, pero que esa oportunidad no sea para los especuladores que lucran con las necesidades de la gente y sus debilidades, a ellos hay que caerles con todo el peso de la ley.
Las medidas son necesarias no solo para protegernos a cada uno de nosotros, sino especialmente para proteger a los vulnerables y a los que nos curan, para que los centros de salud no se saturen ni enfermen en masa los trabajadores de la salud y puedan curarnos a todos.
La solidaridad es la clave del éxito. Cuidémonos entre todos. Juntos le haremos frente a esta nueva emergencia. Yo lo haré por mi familia, por mis amigos, por mis vecinos y por el otro. Todos recibiremos seguro la misma solidaridad de vuelta: la vuestra.
Daniel Fernández
Marzo 2020

lunes, 2 de marzo de 2020

SIN ESPACIO PARA QUEBRARSE


Siempre he dicho que suelo recurrir con frecuencia a personas que escriben y dicen lo que uno piensa con mayor claridad y calidad, es el caso de Eduardo Aliverti, aquí copio una parte de su editorial del 24 de febrero, que me pareció muy acertada y les recomiendo leer. Gracias 

Sin espacio para quebrarse
Los pasos del Gobierno, hasta acá, están en línea con lo prometido en campaña.
Eso significa haber amortiguado por abajo el oprobio del hambre entre los sectores del fondo del pozo, siempre con reparos sobre el olvido de comunidades indígenas.
Frente a las clases medias, hay moratorias impositivas para pymes, el despunte de algunas líneas de crédito y, nada menor, congelamiento de tarifas en los servicios públicos que el Presidente ratificó como asegurado hasta ver (lo dijo en palabras apenas más elegantes) cuánto se chorearon las empresas lloronas.
Hay además el “privilegio” para los jubilados de la mínima, tras la polémica medida de aumentarles menos a los de las escalas inmediatamente superiores. El paquete debería verse en conjunto, pero es muy difícil. Consabidos errores comunicacionales produjeron no haber atenuado, en parte, un malhumor que todas maneras es permanente, y comprensible, entre esa franja de la población.
Otras medidas y gestos, efectivos y simbólicos, eran impensables hasta diciembre último.
El retorno del programa Remediar. Algún límite contra las tasas usurarias en la financiación de las tarjetas de crédito. La propuesta de que se revise el régimen jubilatorio de los jueces. Y, no de interés masivo, el trabajo silencioso para cortar de cuajo la relación íntima entre tribunales federales y servicios de inteligencia.
Es un conjunto que va en dirección reparadora y sigue, y no es escaso. Sin embargo, es entendible que en la calle todavía no se ven, no se sienten, efectos reactivadores. Dudosa la legitimidad de reclamarlos cuando no van ni tres meses de gobierno, con una herencia devastadora, aunque -ya para ser cansadores con el designio- es cuestión de que tarde o temprano se dificultarán las medias tintas.
La paciencia frente a que todavía no se tocaron grandes intereses económicos (hablamos de cómo ampliar realmente la torta distributiva, no de infantilismos extremistas) tiene la frontera de que el Gobierno corra riesgos de agotar crédito.
Es lo que el economista Ricardo Aronskind previene como el peligro de lo que fue el decurso alfonsinista en la transición de los ‘80. Un gobierno honesto, de perfil socialdemócrata, que termina sometido por el golpe de los mercados locales e internacionales; por la campaña incansable en su contra de los emporios de comunicación asociados a los intereses del capital financiero; por una sociedad olvidadiza, de memoria cada vez más corta. Y continúan no tantos etcéteras que debieran registrarse de inmediato.
Nada indicaría, desde el optimismo de la voluntad, que eso vuelva a suceder.
No cabe en la cabeza, y mucho menos con Cristina de por medio, que vaya a haber traición a las expectativas centrales del grueso que votó al Frente de Todos.
Pero no es solamente por aquello de las buenas intenciones.
Es porque cualquier salida que no acabe mejorándole la vida y las ilusiones a una mayoría popular, básica, implica suicidio político.
Macri y los suyos podían permitírselo, porque jamás tuvieron el objetivo de repartir mejor.
Este Gobierno no.
No tiene espacio para quebrarse. Ni él ni las minorías socialmente intensas a las que deberá recurrir si se ve cercado.


SON MUY PELIGROSOS

    Mientras estos personajes fanfarrones, patéticos y cobardes se disfrazan para jugar a la guerra y a los soldaditos, creen que todo es co...