lunes, 18 de mayo de 2009

PERONISMO

Junio de 2001

Quizás algunos compañeros se preguntaran porque uno hace una critica sobre los últimos gobiernos de Menem o justicialismo y no sobre el actual gobierno. Ocurre que aquellos que tenemos memoria sabemos que pueden dar los Radicales y sus aliados, además ahora unidos a los neoliberales, profundizando un modelo de entrega, que se viene cumpliendo desde Martínez de Hoz, que sólo se sostiene con represión y miseria. A ellos sabíamos como ponerles frenos a sus aspiraciones sectarias, oligárquicas – burguesas y de dependencia a los poderes mundiales, pero ocurre ahora que muchos dirigentes justicialistas, que no se diferencian de ellos, coquetean con el creador del Monstruo y Ministro de este Gobierno Domingo F. Cavallo - lo único que falta que ahora sea – salvador, popular y justicialista -. Pero como Peronista, quiero hacer hincapié y una crítica al que debería haber sido nuestro gobierno popular y nacional, pero que, para mi, traicionó y defraudó los postulados de nuestra doctrina, los sentimientos y los principios del peronismo, sumiendo al país y una gran masa del pueblo en la peor de las decadencias y miserias nunca antes vividas y mucho menos bajo un gobierno Justicialista.
Lamento y respeto el sentimiento de aquellos militantes peronistas, que dentro de su honestidad ideológica, aún creen en Menem y viven esta momento como una injusticia y persecución política, aunque nada tiene que ver con la que vivió anteriormente el Peronismo.
Muchos de los que han representado o respaldado al Gobierno de Menem, ya sea funcionarios, legisladores, gobernadores, intendentes, concejales, militantes, etc., cuando se referían a la situación del país y su gestión, hablaban de globalización, modernidad, adecuación al primer mundo e infinidad de adjetivos como para justificar su traición a los preceptos básicos de la doctrina justicialista. Cuando se les criticaba por ello, recurrían a catalogarnos de nostálgicos. Pero hoy, cuando el tiempo ha transcurrido, vemos que han dejado a la sociedad sumida en una total decadencia social, moral, cultural y ética sin precedente.
Ya casi no sorprende que estos viejos y nuevos dirigentes hayan olvidado o desconozcan los fundamentos de la doctrina ni profesen la liturgia del peronismo, porque ya forman parte de los que combatíamos, "el capital", cada día se parecen más a representantes de un partido burgués – neo-liberal, perdieron su identidad y tienen miedo de que se los confundan con aquellos a quiénes rescato e integro socialmente el movimiento, los pobres, sudorosos y engrasados trabajadores, ahora se sienten más identificados y cerca de los que nos calificaron de aluvión zoológico, que de ser los representantes de los descamisados o grasitas.
El peronismo rescato al hombre y lo dignifico, dotándolo de leyes para que el poder del capital no se abusara de ellos, le posibilito el acceso a la salud, a la educación, a la vivienda propia, al trabajo, a la igualdad de oportunidades, en fin, a una vida digna, lo hizo crecer espiritualmente y en una conciencia solidaria. Por años los trabajadores y militantes peronistas lucharon y entregaron su sangre para defender estos postulados. Pero durante el Gobierno de Menem, se fueron perdiendo y entregando con la complicidad de muchos dirigentes.
Históricamente el Peronismo fue la fuerza que defendió y privilegio al ser humano, dado que es una doctrina eminentemente cristiana y humanista, cosa que se abandono. Debemos volver a la fuente, para que la pobreza, la marginación, el desamparo, la falta de futuro y esperanza, las penurias y el avasallamiento de los ciudadanos no sea tema únicamente de las campañas electorales para ganar votos y luego no se cumplan. Señalemos y no aceptemos a los fariseos, si ellos se sienten identificados con las ideas conservadoras, burguesas o capitalistas que cambien de partido, pero que no cambien la doctrina y nuestra esencia, una cosa es transformarla y otra muy distinta es deformarla.
Es real que el mundo actual ha cambiado, tanto en lo político, como en lo social y económico. Es indudable que el sistema liberal – burgués está manejado el mundo con sus empresas, con sus máquinas, produciendo una evolución que no llega a todos por igual. Pero no se puede ignorar que este sistema se está llevando a cabo sobre las espaldas y el sacrificio del pueblo trabajador. Todo evoluciono rápidamente, pero lo que no ha cambiado son los valores, simplemente, algunos pícaros, los han desfigurado o puesto en desuso para poder someter a su voluntad al pueblo. Se trabajo psicológicamente en todos los sectores, en una campaña de convencimiento, se compro conciencias proclives a la inmoralidad, se presionó social, económica y humanamente a entidades y personas con el objetivo de imponer y preservar este sistema.
Ante los cambios operados en el mundo, al cual casi ningún país puede evitar de hacerlos, porque el capital y las leyes del mercado así lo están imponiendo desde la caída del Muro, y lo vemos aplicar en los países más equidistantes y más, en aquellos que se encuentran bajo la órbita del capitalismo (relaciones carnales). Pero convengamos que hay ideas impuestas, también se puede discrepar o no en los beneficios de la globalización, en lo que se debe hacer hincapié es en la forma en que se entro. Realmente revolucionario y digno para los peronsitas, hubiera sido si a pesar de las imposiciones ineludibles, hubiéramos hecho valer nuestros principios de independencia económica, soberanía política y justicia social. Recuperar los principios que le han dado la felicidad, el bienestar y crecimiento al pueblo en general y no a minorías, esto no es quedarse en el tiempo o ser nostálgico.
El Estado “justicialista” privatizo todo sus empresas, las que daban ganancias, las de compromiso sociales y las que daban pérdidas, dejando cautivos a los usuarios y desocupados a miles de trabajadores que no pudieron insertarse nuevamente en el mercado laboral, a los cuales debieron asistir con subsidios o planes casi miserables y que fomentaron el clientelismo político, aún más miserable. Creyeron que con las privatizaciones se iban ha desprender de los problemas que ellas ocasionaban, principalmente por la mala administración y falta de control del propio Estado. Ahora quedó demostrado que los únicos beneficiados, fueron las empresas privatizadas, recibieron beneficios impositivos, ganan fortunas, no reinvierten en forma proporcional a las ganancias, se les concede aumentos cuando los salarios se rebajan y hay deflación y casi ninguna brinda un servicio acorde a lo que cobran y para colmo nadie las controla. El Gobierno busco con las privatizaciones achicar el Estado, disminuir el déficit fiscal y obtener recursos para pagar la deuda externa, metas que no cumplió. Esto demuestra que un Estado reducido, tampoco significa necesariamente un Estado eficiente. El Estado, no pude desprenderse de su responsabilidad social como lo hizo. Se desprotegió la industria nacional, abriendo los mercados a productos de manos de obra casi esclavas. Un país rico por donde se lo mire, con abúndate alimento para proveer al mundo pero con una fracción importe del pueblo que muere a diario de hambre y revuelve los tachos de basura para poder comer.
Los gobernantes con el afán de insertarnos en la globalización, en la modernidad, en el “primer mundo”, nos hicieron perder la identidad nacional.
No se le puede hablar, como lo han hecho, de economía, globalización o que primero hay que hacer los cambios económicos para luego ver los sociales a quien hace tiempo perdido el trabajo y la esperanza, al marginado, al que no consigue un trabajo digno, el que no tiene una vivienda digna, el que pasa hambre, el que no puede darle educación a sus hijos, el que no tiene una cobertura de salud adecuada para su familia, el que siempre es relegado, el que siempre pierde, el que siempre se le pide y aporta sacrificio y no puede vivir los beneficios. Es muy fácil opinar y defender este sistema con el estomago y el bolsillo lleno, con un sueldo importante, como mínimo una casa, un auto moderno, sus hijos asistiendo a un colegio privado, con una cobertura de salud en una pre- paga, o sea, una vida digna, sin mayores sobresaltos y con un futuro asegurado. Con la suerte de no estar del lado de los perdedores. Pongámonos en la piel de los que sufren, que no son pocos. Pongámonos en la piel de los miles de chicos de la calle y de su futuro, entonces veremos realmente cuales son las prioridades y cuanto estamos dispuestos a esperar si nosotros y nuestra familia formara parte de los perdedores.
Ahora nos debemos preguntarnos, este justicialismo de hoy, que dejo de enseñar y trasmitir a los jóvenes la doctrina, las 20 verdades, los principios y sus fundamentos o el que alentó el clientelismo, la compra de voluntades por una bolsa de comida o unos degradantes planes trabajar para sobrevivir en el límite de la pobreza, en lugar de generar trabajo digno. Que desmovilizo al pueblo, fomento el individualismo y cambio los valores a defender: Derecho por limosna, justicia por injusticia, educación por festivales, niñez feliz por mortalidad infantil, solidaridad por individualismo, trabajo digno por trabajo esclavizaste, seguridad por inseguridad, salud por abandono, honestidad por corrupción, jubilación decorosa a penosa jubilación, juventud con futuro, convicción y amor al país por droga, alcohol, desesperanza y éxodo, todo esto tiene algo que ver con el Justicialismo de Perón y Evita ?.
Esto se revierte si cambiamos el enfoque del problema, pongamos la economía y la tecnología al servicio del hombre, busquemos el equilibrio entre lo material y espiritual, rompamos con actitudes puramente individualistas. Evitemos el consumismo despiadado, enriquezcamos el espíritu y crezcamos culturalmente fortaleciendo el concepto de solidaridad e igualdad.
El peronismo es: "fundamentalmente una FORMA INTEGRAL DE VIDA, surge, por lo mismo, la evidencia de que existe una FORMA DE SER peronista.
La Ideología y la Doctrina Peronistas, no son dogmáticas, ni sectarias, ni excluyentes. Por el contrario, sus concepciones son tan amplias como para ser recibidas y aceptadas por todo ser humano, cualquiera fuere su origen y su posición económica-social, su formación política, su nacionalidad o su religión.
Pero aquellos que deseen incorporarse al Movimiento Justicialista, deberán superar sus encasillamientos mentales anteriores, para aprender a enfocar todas las cuestiones humanas dentro del Criterio Peronista que, lejos de constituir un molde rígido, cumple una principal función orientadora, permitiendo la libre expansión de la mente en su natural labor creativa, hoy entorpecida y aún anulada por la prédica y el accionar del imperialismo materialista, llámese capitalista o marxista.
La FORMA DE VIDA PERONISTA, propone la Vuelta a las Fuentes, a la AUTENTICIDAD, a la Verdadera Forma de Ser, a la transformación de las escalas de valores que rigen la vida del Hombre, a la persecución de objetivos elevados, para que la organización de los Pueblos responda, realmente, a las Necesidades, las Aspiraciones y la Voluntad de los seres que lo componen". JUAN DOMINGO PERON.
El Peronismo propone un cambio total en la escala de valores que la sociedad materialista ha impuesto a los hombres. Aspira, por amor a los semejantes, una mayor justicia en todos los órdenes de la vida. La idea peronista indica el camino a seguir para alcanzar el desarrollo interior de nuestro Ser, los objetivos que debemos alcanzar para actuar como Seres Humanos Individualistas en Función Social, los métodos que podemos aplicar para arribar a esos fines y la CONDUCTA que debemos observar en el cumplimiento de nuestra misión. La Conducta es un eje importante en todo esto, porque de nada vale tener grandes sentimientos y expresar magníficas ideas, si no nos comportamos en base a lo que sentimos y pensamos. Tampoco sirve de nada las proclamas grandilocuentes, porque aprendimos ha valorar las actitudes y los hechos que a diario vivimos. La mentira presentada como verdad, es la base de sustentación de una sociedad decadente. Aparte, el General nos enseño, que aún cuando se traté de Autenticas Verdades, las podremos aceptar siempre y cuando, quien las proclame, actúe de acuerdo con su prédica. En coincidencias con la realizaciones, el General Perón marco el camino, primero le dio prioridad al orden social y luego a todos los otros campos. El peronismo atrajo a todos bajo las ideas de un desarrollo nacional en lo político, económico y cultural, basado en la vigencia de la Justicia Social. Por siempre propugno por una forma de vida distinta, más auténtica, más leal, más valiente y más espiritual, rechazando las escalas de valores materiales. Perón nos enseño, "el tiro por elevación". Es decir, pasando por encima de quienes lo rodeaban y seguían sin entenderlo y haciéndonos llegar a nosotros los claros fundamentos de su concepción de todas las cosas, hoy el General no está, pero dejo su legado, la doctrina y los ejemplos, volvamos a recoger los que nos "tiro por elevación".
Lo lamentable que algunos compañeros que ocuparon o ocupan funciones políticas o han sido elegidos en cargos electivos no asumieron la independencia de criterio necesaria, ni respetaron los principios de nuestra doctrina, aceptan obedientemente las ordenes de los dirigentes de mayor peso tan sólo para salvaguardar su puesto, como si fueran empleados de ellos y no representantes del pueblo, una cosa es la obediencia partidaria y otra muy distinta traicionar la Conducta Peronista. Defendieron intereses personales ante que los de la Nación. Que trama secreta tiene esta política, que hace que algunos compañeros apoyen la candidatura de personas que no sienten ni tienen tradición e historia peronista, que extraña concepción se tiene de los principios cuando algunos compañeros sindicalistas dan su aval a malos empresarios devenidos a dirigentes. Sabemos que algunos llegan a ocupar un cargo por medio de arreglos hechos entre gallos y media noche y no por trayectoria o capacidad, por este tipo de actitudes, muchos compañeros dejaron de participar y es uno de los principales motivo de la falta de movilización y trabajo comunitario desinteresado, que antes si existía y era todo un ejemplo. El error es de aquellos políticos de raza, honestos con trayectoria limpia, que no le han puesto un freno a tanto desatino, que han aceptado estas desviaciones ideológicas que comprometieron el país. Para la generalidad de la gente todos son iguales, no se puede distinguir entre honestos y corruptos, capaces e incapaces. Muchos temen la participación activa de la gente, por eso, solo se la convoca cuando hay que votar. Lo que no se dan cuenta, que gran parte del desprestigio que hoy tiene la clase dirigente se debe a la falta de participación popular y transparencia de sus actos.
Entonces, vale la pena seguir fieles a un partido que ya no representa lo que era, que sus hombres no respetan nuestras tradiciones e historia, que entraron como el caballo de Troya para destruirnos desde adentro. No votarlos no significa renunciar a nuestros ideales o nuestros sentimientos, porque en nuestro corazón seguiremos llevando al General Perón, a Evita y sus enseñanzas. Ya no esta el gran conductor para depositar ciegamente nuestra confianza, nosotros somos sus únicos herederos y los custodios de sus legados, por lo tanto debemos premiar o castigar con el voto. Echar a los fariseos que quieren desvirtuar nuestra doctrina e inmovilizar el movimiento apoderándose del partido. No dejemos que jueguen con nuestros sentimientos, poniendo la marcha peronista, la foto de Perón y Evita sólo en las campañas, que no nos compren como los conservadores con comida, que no especulen con nuestras necesidades, mantengamos con dignidad nuestra pobreza, para que nadie nos use, exijamos que nos respeten siempre y nos den iguales oportunidades a todos. Una de nuestra herramienta es el voto, usémosla correctamente. La otra es la participación activa, defendiendo y exigiendo nuestros derechos.
Recuperemos la Justicia Social, la Independencia Económica, Soberanía Política del peronismo, debemos volver al pensamiento revolucionario y recoger las banderas abandonadas, buscar la verdadera Liberación, rompiendo todos los moldes y esquemas preexistentes, que han distorsionado la función del Hombre sobre la tierra y que ha permitido - gracias a la irresponsabilidad de algunos políticos, economistas, técnicos, sindicalistas, activistas, etc, que sirven sólo a intereses económicos - arribar a un punto tal donde no se considera al ser humano como el centro de todo desarrollo, sino que se considera al desarrollo económico como un fin y no un medio. Debemos luchar por equilibrar los derechos y obligaciones individuales y sociales y por el desarrollo armónico de los valores espirituales y materiales de las comunidades humanas. Esto no es otra cosa que aplicar la Doctrina Peronista.
“ Cada ciudadano argentino tenía lo suficiente para vivir con dignidad y con felicidad, porque sólo un pueblo en la dignidad y felicidad puede ser prospero para labrar la grandeza de los países”. Juan Domingo Perón

Héctor Daniel Fernández
Ciudadela

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