Mientras el actual gobierno trata
de llegar a un acuerdo con el FMI por la deuda contraída por el anterior
gobierno, además con dos pandemias a cuesta (la amarilla y Covid 19), no
podemos dejar de reconocer que los salarios en dólares son los más bajos en 15
años, que los hogares bajo la línea de pobreza llegan al 31,2%, que la
población bajo la línea de pobreza es del 40,6%. La jubilación mínima, en
diciembre, rondara los $ 29.000.- menos de mil pesos por día, el kilo de asado
llegó a más de $ 1.000.- y el pan se iría $132 en estos días. Un gobierno
peronista no puede permitirse estos índices, porque más que números son
personas.
Ante esta realidad y el aumento
constante de los alimentos y medicamentos, algunos se detienen de discutir la
última medida del BCRA, de no financiar los viajes al exterior. Lo más
asombroso es que muchos de los que se quejan por esta medida, son los mismos
que se quejan que la plata no les alcanza para vivir, en qué quedamos, hay algo
que no me cierra.
Mientras hay una gran mayoría que
está preocupada porque lo que ganan no le alcanza para llegar a fin de mes, hay
una minoría que se preocupa porque no le financian su viaje al exterior. Eso
sí, el sector más privilegiado por siempre, va a seguir viajando.
La medida del BCRA de no financiar
los viajes al exterior, no deja de ser antipática, además perjudica a mucha
gente que viaja por negocios o hacer ventas de productos fabricados en el País,
o los que hacen cursos en el exterior o van a visitar a parientes, pero hay una
realidad insoslayable, Argentina no emite dólares y las reservas liquidas son
escasas, porque? Porque el anterior gobierno no dejó reservas y además, contrajo
una deuda monumental que debemos pagar todos. Los que habitamos este País
deberíamos pagar 1.000 dólares cada uno.
Ahora ninguno de coalición de
Cambiemos, ni Mauricio Macri, ni su Dream Team y menos el que jugaba en la
Champions League se hacen cargo de nada. Para graficarlo más claro, se aplica
ese dicho, soez, pero real: “Se hacen los boludos como perro que lo están
culiando”.
El ex Ministro de Economía Nicolás
Dujovne, que acordó con el FMI dijo: “En 2018 cuando se nos cerraron los
mercados fuimos al Fondo que es el prestamista de última instancia para los
países. Evitar un default era muy importante" También reconocía que
"la administración anterior (K) nos dejó una bendición: un nivel de deuda
bajísimo, de los más bajos del mundo". Y su jefe político, el ex
presidente Mauricio Macri dijo que uso ese préstamo fenomenal para "pagar
a los bancos comerciales que se querían ir porque temían que vuelva el
kirchnerismo".
En concreto, Mauricio Macri
recibió un País desendeudado. Se endeudo con privados y cuando no le prestaron
más plata, recurrió al FMI que le dio el prestano más grande jamás dado a un
País y fuera de todo reglamento interno, y esa plata no se usó en obras, sino
para la fuga de capitales por más de u$s86.000 millones durante sus cuatro años
de Gobierno. Fueron al FMI para evitar una crisis financiera con un estallido
social como en el 2001. Recordemos que muchos de los hacedores de la crisis del
2001 son los de Cambiemos (Patricia Bullrich, Ricardo López Murphy, Federico
Sturzenegger, Larreta, Domingo Cavallo, etc). Pero la Argentina quedo peor con
el Acuerdo con el FMI que si Macri hubiera renegociado la deuda con los
acreedores privados, asumiendo la responsabilidad del fracaso que había
experimentado. Finalmente la Argentina logró un préstamo del FMI por u$s57 mil
millones -12.5 veces su cuota-en tiempo récord, con apoyo político del
presidente Trump. Las intenciones del FMI eran, restaurar la confianza perdida
por Cambiemos para que vuelva a ganar las elecciones y ayudar a comprar y
retirar dólares baratos a los acreedores. En cuatro años desmantelaron la
sociedad, asfixiaron la democracia y desataron un nivel de corrupción jamás
visto tanto en volumen como velocidad.
La firma del acurdo con el FMI es
el mayor “cepo” puesto al País, la idea fue condicionar económicamente y
políticamente desde afuera y desde adentro al País. Las políticas que “la
derecha” no pudo terminar de aplicar y que Macri, anunciaba de hacerlas más
rápido de ser reelecto, ahora las exigirá el FMI. Doujovne: “El Fondo quiere sólo reaseguros
políticos, que el país vaya en una dirección compatible con un programa sólido”.
El poder económico, financiero,
judicial y mediático socio indiscutible de Cambiemos, actúan coordinadamente
generando desestabilización a un Gobierno posibilista y con cierta falta de
audacia. A la derecha los une el interés, y a los peronistas, progresistas e
izquierda los separa la ideología. La oposición soñaba si los resultados de las
paso se daban en las generales, hacerse cargo en poco tiempo del Gobierno.
Recordemos que María Eugenia Vidal había reclamado la presidencia de la Cámara
de Diputados (línea sucesoria) y Macri hablo de una “transición ordenada”, el
golpe de mercado y político estaba cerca, el resultado final sólo lo “demoro
por ahora”, lo que no quiere decir que no lo seguirán intentando.
El Gobierno intenta negociar con
los poderosos honestamente y francamente, mientras estos solo velan por sus
intereses particulares y personales. Recordemos una vez más a Juan Carlos
Pugliese – Ministro de Economía de Raúl Alfonsín: “Les hable con el corazón y
me contestaron con el bolsillo”. Bueno, ante este recurrente hecho, es hora de
no ponerse la mano en el corazón, sino en el bolsillo de ellos. Aquellos que creen
que manoteando todo lo que puedan con mucha angurria vamos a tener un modelo de
sociedad viable, están equivocados. Si se pretende un País más justo y una
redistribución de la riqueza equitativa, hay que afectar intereses, no se puede
tener un millón de amigos. No puede ser que un País que produce alimentos haya
gente que no pueda comer. Es hora de tomar el toro por las astas, ellos vienen
por todo o se cambia ahora o en el 2023 seremos una colonia donde solo unos
pocos vivirán muy bien y el resto miraremos desde afuera “como a esas cosas que
nunca se alcanzan..., La ñata contra el vidrio”. Hay que garantizar la
soberanía alimentaria del pueblo, se debe cambiar el sistema de
comercialización monopólica de los alimentos y hay regular el mercado
exportador. El retroceso con Vicentin ha sido la perdida de una gran
oportunidad. Se debe investigar a fondo y hacer público quienes son los que se
beneficiaron con la fuga de divisas.
El endeudamiento con el FMI
significa perder la soberanía política y la independencia económica. Desde el
Gobierno dicen que se va hacer con el FMI “el mejor acuerdo posible”, quiere
decir que debemos aceptar algunas imposiciones (ajustes), ahora ese “ajuste” a
quien van a afectar?, a los ricos y poderosos que se llenaron y fugaron toda la
plata, o los de abajo que siempre estamos pagamos los beneficios de esos ricos
y poderosos. Solo recordemos, para indignarnos un poco más, lo que ocurrió aquí
con total “impunidad y naturalidad” lo de los Panamá y Paradise Papers, con un gobiernos
espantosos en que la Argentina ocupó el puesto 70 en PBI, sin embargo alcanzó el
3er. lugar de riqueza oculta de las elites globales. Solo después de Rusia y el
Reino Unido.
Las políticas del FMI y los cipayos
de Argentina ya las conocemos, ellos piden: Tener una oficina en el BCRA para
monitorear nuestras políticas, reducir el déficit fiscal (ajuste), quitar
subsidios a los servicios (pagar valor dólar), despidos libres y
flexibilización laboral, reducir el empleo público, terminar con el sistema solidario
jubilatorio (crear nuevas AFJP), suba de la edad de jubilación, racionalización
del gasto social, reducción de transferencias a provincias, municipios y
empresas públicas. Reducción de la asistencia del BCRA al fisco. Mantener el
perfil de País agro exportador (exportar materias primas y pagarlas en el
mercado interno al valor de exportación). Mayor importación para competir con
los mercados nacionales, eliminación de barreras al comercio y la inversión
extranjera. Nada nuevo, desde Martínez de Hoz para aquí siempre lo mismo.
Por todo lo detallado, por la “correlación
de fuerzas” que “condiciona” al gobierno, por ir por lo que se puede, por demasiada
prudencia o cierta la falta de audacia que no le falto a Néstor Kirchner, por
tratar de negociar esperando la buena voluntad de los que hacen una virtud de
su avaricia y solo piensan en aprovechar la oportunidad para aumentar sus
ganancias, es que hoy, como digo al principio, la caída de los salarios en
dólares, los hogares y la población bajo la línea de pobreza. La jubilación
mínima, el valor del kilo de asado y el pan, ah y no te financian los pasajes
al exterior. De este Gobierno depende que el cambio de esta realidad se haga
palpable y llegue al pueblo, así conseguirá el apoyo de la mayoría de la
población, de lo contrario seguiremos retrocediendo.
Estamos transitando una forma
perversa de vida política, tironeada por intereses económicos, condicionada por
el FMI, una ciudadanía vulnerable a la opinión de medios de comunicación
dependientes del poder económico y financiero interno y foráneo, los poderes
anti republicanos que operan sobre la justicia y un nuevo entusiasmo por
personajes peligrosos sin escrúpulos ni espíritu democrático. No hay límites,
así nos fue y nos puede ir, si esto no cambia, si el gobierno no logra o no
quiere romper con el “cepo” que nos dejaron, la situación se ira deteriorando y
dentro de un tiempo no muy lejano viviremos años nefastos.
Diciembre 2021
Daniel Fernández