lunes, 18 de mayo de 2009

FIDELIDAD AL PARTIDO JUSTICIALISTA

Marzo de 1997

Esta pregunta nos la hacemos muy seguido, casi a diario, cuando la realidad nos golpea cruelmente, pero cuando se acercan algunas elecciones este interrogante se hace más profundo. Nos debatimos entre el sentimiento y la razón, entre lo que queremos o lo que debemos.
Para muchos que vivieron los gobiernos de Perón y luego sufrieron las persecuciones, prohibiciones, la clandestinidad, aprendieron a refugiarse en la palabra del General y en la doctrina para defender y mantener vivo ese sentimiento que es el Peronismo, por ello ahora se les hace muy difícil poder desprenderse de la lealtad al Justicialismo, que se cultivo durante años, una lealtad justificada por los hechos; nadie como el General sabía interpretar lo que quería y necesitaba su pueblo. Desaparecido el conductor, se siguió votando a nuestros candidatos con esa misma fidelidad, más allá de la situación y las dudas que íntimamente cada uno tenía.
Con los grandes cambios que fueron aconteciendo en el País y en el mundo, y luego que se recupero la democracia, el ciudadano fue perdiendo lo beneficios laborales y sociales logrados en aquellos gobiernos. Toda la situación social se fue desmejorando, se perdió el sentido solidario reemplazándolo por la indiferencia y el individualismo. El ser humano dejó de ser el centro motor todas las acciones, se fracciono la sociedad en distintos niveles y el mercado, la economía pasaron a ocupar el centro de la escena.
La situación general de la sociedad se fue agravando cada vez más. Sentimos y palpamos que desde el poder se nos falta el respeto y se nos agrede sistemáticamente, desde las cosas importantes hasta las pequeñas y cotidianas. Nadie se hace cargo del retroceso que ha sufrido la Nación. De a poco se fue construyendo esta sociedad insolidaria e hipócrita, donde prima el sálvese quien pueda o darwismo, donde unos pocos privilegiados están al alcance de todo.
Todas estas evidencias, para muchos peronistas honestos y leales, fueron producto de una coyuntura mundial, tratando de desligar al Gobierno de Menem, de todo esta decadencia y desigualdades, lo defienden quizás por inercia de aquella lealtad, tratan de justificar lo injustificable y continúan aceptando las intolerables e incomprensibles desviaciones ideológicas, simplemente porque fueron o son candidatos, legisladores o funcionarios "justicialistas".
A muchos peronistas sentimos vergüenza ajena que el motor de toda esta decadencia ética, moral, social y pérdida de derechos, se haya llevado a cabo, tan profunda y despiadada, en un gobierno justicialista.
Si le pidiéramos a muchos compañeros hacer un análisis de las diferencias doctrinarias que existen entre los gobiernos de Perón y los de Menem, salvando la distancia y el tiempo, no encontrarían similitud, porque ellos conocieron y saben que es el peronismo por sus bondades, por las condiciones de trabajo y de vida que les brindo, lo mamáron con los hechos, en el barrio, en la fábrica, en la almacén, etc, para ellos el peronismo es más que un partido político, es un sentimiento, es una forma de vida, tanto el aspecto individual, como en el social, en lo privado como en lo público, en el orden material como en el espiritual. Por ello el peronismo se lleva en el alma, con él sintió protegido y por primera vez se tuvo un gobierno que los escuchaba e interpretaba sus necesidades y trataba de equilibrar sus interés con los patrones, donde todo se subordinó al bienestar y crecimiento interior del hombre. Estas son algunas de las cosas no reivindicó el gobierno de Menem.
Los millones de marginados, producto de la gran desocupación que este plan económico creo y que hoy el Gobierno de la Alianza, incapaz e inoperante, volvió a llamar a su mayor exponente, aquel que hizo pública la deuda privada en el Gobierno de los militares, el Ministro que privatizo todo en el Gobierno de Menen, el “ salvador” Cavallo.
Esos marginados, ahora reclaman o se conforma con alguna ayuda comunitaria para seguir sobreviviendo, en lugar de exigir un trabajo digno, perdieron esa ambición y empuje que tuvieron sus predecesores, que no se conformaron con lo que tenían, exigieron y consiguieron que se les dignificara su trabajo y su vida.
Hoy solo se resignan a la suerte que les toco y esperan alguna ayuda, limosna, del asistensialismo o clientelismo de algún político vivo en campaña, con el sólo objetivo de conseguir votos y seguir perdurando con todos los beneficios, en lugar de crear soluciones reales, de fondo, estructurales, para que logren alcanzar su crecimiento y concientización por sus propios medios.
Muchos de los que crecieron bajo la protección de las leyes de Perón, fueron parte de una niñez privilegiada, en su mayoría hijos de trabajadores dignificados a los cuales les pudieron dar estudio, salud y un futuro mejor. Tuvieron la oportunidad que nadie antes había otorgado, gracias a ello, nuestro país creció socialmente e intelectualmente. Luego todos padecimos de una forma u otra la represión y el terror de una despiadada y sangrienta dictadura militar, que hizo apartarnos de la participación efectiva y comprometida, relegando posiciones y derechos en favor de aquellos que lograron mantenerse a flote de esa marea desvastadora.
Una vez instalada la democracia, nadie se ocupo de divulgar nuestra doctrina, principalmente a las nuevas generaciones, que no tuvieron la oportunidad de vivirla en toda su extensión y mucho menos, por supuesto, de llevarla a la práctica, dado que crecieron entre políticas de miedo y desinterés social (el no te metas). La conducción del partido propició el ocultismo, desmovilización y la ruptura ideológica.

Durante los 10 años del Gobierno de Menem se desvirtúo más que nunca nuestra ideología, nunca fue un movimiento sectario, pero no es aceptable que se alineen o se sumen a sus filas gente que esta diametralmente opuesta a nuestros pensamientos tradicionales (neoliberales). La política en general y principalmente la económica giro hacia su forma de pensar y ser, abandonando los principios doctrinarios. Llegaron buscando realizar sus negocios particulares al amparo del calor oficial, aparte, ningún otro partido puede ofrecerle una masa electoral tan importante como la del Peronismo, sus partidos, el de sus ideales, siempre tuvieron escaso apoyo popular, lo que demuestra, al aceptarlo, que el peronista vota por lealtad y sentimiento. Estas personas encontraron en este peronismo un refugio en donde crecer y desarrollar libremente sus pensamientos, entre los muchos casos, el de Albamonte, Cavallo, Adelina de Viola, María Julia Alzogaray, etc., etc. y como ellos muchos otros de origen empresario que también se incorporaron a sus filas, encontrando un camino mucho más directo a sus intereses, como es legislar a su favor. Es indudable que los empresarios fueron mucho más audaces e inteligentes, gestaron su propia revolución, encontrando un gobierno, como ningún otro, que les dio un lugar privilegiado en él y apoyó incondicionalmente sus reclamos, en lugar de ser arbitro ecuánime. Como así también se alineo sumisa y obedientemente a los EE.UU. (relaciones carnales) y los intereses monetarios internacionales, caso FMI o Banco Mundial. Algunos empresarios se dedicaron de lleno a la política como medio de vida y crecimiento económico individual, una vez alcanzado un cierto poder o contactos político, hicieron crecer a sus empresas con impunidad y concesiones, desconociendo las leyes vigentes, llega al peronismo por casualidad y no por convicción, burgueses devenidos a populares, que explota sus trabajadores imponiéndoles condiciones inmorales trabajo, cosa que ningún peronista de convicción se atrevería a hacer, tan solo aquel que desprecie a los trabajadores es capaz de hacerlo. No hay que confundirse por los actos o los discursos demagógicos, éstos cambian de actitud según el publico con quien se encuentran, pero no lo dude, en la intimidad menosprecian al obrero, son los cultores de algunas de las actuales diferencias sociales. Intentan mantener al pueblo dócil e inculto, para dominarlo como señores feudales, ellos quieren pensar por nosotros, decidir sobre nuestras vidas, además de considerarnos incapaces de resolver nuestros problemas. Es evidente que nos subestiman, que se consideran una casta superior, por lo tanto se arrogan el derecho de explotarnos.
El peronismo nació y se nutrió de la clase obrera, por algo el General Perón la llamo la Columna Vertebral del Movimiento. Como puede ser que muchos, que dicen ser “Justicialistas” hayan apoyando a un Gobierno y participado de él, cuando aplicaba políticas que agredieron al trabajador y sus intereses nacionales, cosas que el General criticaba sin piedad. Sabemos que las condiciones de trabajo en el mundo se modificaron, pero ello no quiere decir que se deba esclavizar y desproteger al trabajador. Pretendieron convencernos con discursos, que esto es lo mejor para nosotros, que entramos en el primer mundo, que los índices económicos son favorables, se hablaba con euforia del crecimiento, pero en los hechos, el país muestra un perfil con un reducido grupo de "ganadores", y una masa cada vez más grande de la población empobrecida y sin posibilidades de salir de la exclusión económica a la cual fue empujada, se incremento, como nunca, la pobreza, las condiciones de marginación y precariedad general. Se perdió el derecho al trabajo, a la salud, a la educación y a la vivienda entre otras cosas. El trabajador es el más perjudicado por haber nacido pobre, se le pide e impone los mayores sacrificios para sacar al país adelante, sacrificios que los poderosos (políticos, empresarios, economistas, etc.), jamás hacen, por el contrario nos refriegan sus crecientes riquezas siempre de dudosa adquisición. Para ellos seguimos siendo los "negros", "el aluvión zoológico", “grasas”. No hay que ser muy inteligente, ni muy astuto para darse cuenta de las diferencias, solo hay que ver como se comportan cuando no hacen política, como viven desde que alcanzaron un cargo. Como pueden pensar o saber cuales son nuestras necesidades, si nunca las vivieron y ni siquiera se acercan a conocerlas o compartirlas, fuera de algún acto de campaña.
Ahora me pregunto, esto diez años de Gobierno de Menem ¿es peronismo ?; se acepta que el mundo cambio, que la globalización impone condiciones a las cuales debemos adecuar nuestra doctrina, que algunas privatizaciones eran necesarias como también algunas medidas de fondo y coyunturales, pero transformarlo, lisa y llanamente, en un Partido Liberal Popular, es muy distinto. Toda esta apertura se debía haber utilizado como un instrumento en ésta etapa, pero conservando el máximo de autonomía económica, sin acceder indiscriminadamente a las pretensiones y exigencias del poder económico internacional y nacional. Todo este proceso de modernización e incorporación de personajes liberales llevaron a perder nuestra identidad.
Para mi el peronismo es otra cosa, el peronismo es: "fundamentalmente una FORMA INTEGRAL DE VIDA, surge, por lo mismo, la evidencia de que existe una FORMA DE SER peronista.
La Ideología y la Doctrina Peronistas, no son dogmáticas, ni sectarias, ni excluyentes. Por el contrario, sus concepciones son tan amplias como para ser recibidas y aceptadas por todo ser humano, cualquiera fuere su origen y su posición económica-social, su formación política, su nacionalidad o su religión.
Pero aquellos que deseen incorporarse al Movimiento Justicialista, deberán superar sus encasillamientos mentales anteriores, para aprender a enfocar todas las cuestiones humanas dentro del Criterio Peronista que, lejos de constituir un molde rígido, cumple una principal función orientadora, permitiendo la libre expansión de la mente en su natural labor creativa, hoy entorpecida y aún anulada por la prédica y el accionar del imperialismo materialista, llámese capitalista o marxista.
La FORMA DE VIDA PERONISTA, propone la Vuelta a las Fuentes, a la AUTENTICIDAD, a la Verdadera Forma de Ser, a la transformación de las escalas de valores que rigen la vida del Hombre, a la persecución de objetivos elevados, para que la organización de los Pueblos responda, realmente, a las Necesidades, las Aspiraciones y la Voluntad de los seres que lo componen". JUAN DOMINGO PERON.
El Peronismo propone un cambio total en la escala de valores que la sociedad materialista ha impuesto a los hombres. Aspira, por amor a los semejantes, una mayor justicia en todos los órdenes de la vida. La idea peronista indica el camino a seguir para alcanzar el desarrollo interior de nuestro Ser, los objetivos que debemos alcanzar para actuar como Seres Humanos Individualistas en Función Social, los métodos que podemos aplicar para arribar a esos fines y la CONDUCTA que debemos observar en el cumplimiento de nuestra misión. La Conducta es un eje importante en todo esto, porque de nada vale tener grandes sentimientos y expresar magníficas ideas, si no nos comportamos en base a lo que sentimos y pensamos. Tampoco sirve de nada las proclamas grandilocuentes, porque aprendimos ha valorar las actitudes y los hechos que a diario vivimos. La mentira presentada como verdad, es la base de sustentación de una sociedad decadente. Aparte, el General nos enseño, que aún cuando se traté de Autenticas Verdades, las podremos aceptar siempre y cuando, quien las proclame, actúe de acuerdo con su prédica. En coincidencias con la realizaciones, el General Perón marco el camino, primero le dio prioridad al orden social y luego a todos los otros campos. El peronismo atrajo a todos bajo las ideas de un desarrollo nacional en lo político, económico y cultural, basado en la vigencia de la Justicia Social. Por siempre propugno por una forma de vida distinta, más auténtica, más leal, más valiente y más espiritual, rechazando las escalas de valores materiales. Perón nos enseño, "el tiro por elevación". Es decir, pasando por encima de quienes lo rodeaban y seguían sin entenderlo y haciéndonos llegar a nosotros los claros fundamentos de su concepción de todas las cosas, hoy el General no está, pero dejo su legado, la doctrina y los ejemplos, volvamos a recoger los que nos "tiro por elevación".

Lo lamentable que algunos compañeros que ocupan funciones políticas o han sido elegidos en cargos electivos no tienen independencia de criterio, aceptan obedientemente las ordenes de los dirigentes de mayor peso, como si fueran empleados de ellos y no representantes del pueblo, una cosa es la obediencia partidaria y otra muy distinta traicionar la Conducta Peronista. Que trama secreta tiene esta política, que hace que algunos compañeros apoyen la candidatura de personas que no sienten ni tienen tradición e historia peronista, que extraña concepción se tiene de los principios cuando algunos compañeros sindicalistas dan su aval a malos empresarios devenidos a dirigentes. Sabemos que algunos llega a ocupar un cargo por medio de arreglos hechos entre gallos y media noche y no por trayectoria o capacidad, por este tipo de actitudes, muchos compañeros dejaron de participar y es uno de los principales motivo de la falta de movilización y trabajo comunitario, que antes si existía y era todo un ejemplo. El error es de aquellos políticos de raza, honestos con trayectoria limpia, que no le han puesto un freno a tanto desatino, que han aceptado estas desviaciones ideológicas que han comprometido el país. Para la generalidad de la gente todos son iguales, no se puede distinguir entre honestos y corruptos, capaces e incapaces. Muchos temen la participación activa de la gente, por eso, solo se la convoca cuando hay que votar. Lo que no se dan cuenta, que gran parte del desprestigio que hoy tiene la clase dirigente se debe a la falta de participación popular y transparencia de sus actos. El Peronismo, fue siempre revolucionario, y el gobierno de Menem no fue la excepción, nada más que en ésta ocasión realizó una revolución neo liberal, que nada tiene que ver con la Justicia Social, la Independencia Económica, Soberanía Política del peronismo, debemos volver al pensamiento revolucionario y recoger las banderas abandonadas, buscar la verdadera Liberación, rompiendo todos los moldes y esquemas preexistentes, que han distorsionado la función del Hombre sobre la tierra y que ha permitido - gracias a la irresponsabilidad de algunos políticos, economistas, técnicos, sindicalistas, activistas, etc, que sirven a intereses económicos - arribar a un punto tal donde no se considera al ser humano como el centro de todo desarrollo, sino que se considera al desarrollo económico como un fin y no un medio. Debemos luchar por equilibrar los derechos y obligaciones individuales y sociales y por el desarrollo armónico de los valores espirituales y materiales de las comunidades humanas. Esto no es otra cosa que aplicar la Doctrina Peronista.
Entonces, vale la pena seguir fieles a un partido que ya no representa lo que era, que sus hombres no respetan nuestras tradiciones e historia, que entraron como el caballo de Troya para destruirnos desde adentro. No votarlos no significa renunciar a nuestros ideales o nuestros sentimientos, porque en nuestro corazón seguiremos llevando al General Perón, a Evita y sus enseñanzas. Ya no esta el gran conductor para depositar ciegamente nuestra confianza, nosotros somos sus únicos herederos y los custodios de sus legados, por lo tanto debemos premiar o castigar con el voto. Echar a los fariseos que quieren desvirtuar nuestra doctrina e inmovilizar el movimiento apoderándose del partido. Votemos en las internas contra los infiltrados, y en las generales busquemos aquellos que más se aproximen a nuestra necesidades. No dejemos que jueguen con nuestros sentimientos, poniendo la marcha peronista, la foto de Perón y Evita sólo para que los votemos, que no nos compren como los conservadores con comida, que no especulen con nuestras necesidades, mantengamos con dignidad nuestra pobreza, para que nadie nos use, exijamos que nos respeten siempre y nos den iguales oportunidades a todos. Una de nuestra herramienta es el voto, usémosla correctamente. La otra es la participación activa, defendiendo y exigiendo nuestros derechos.

Hector Daniel Fernández

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