viernes, 7 de octubre de 2011

17 de Octubre - Día de la Lealtad



El 17 de Octubre de 1945 se despertó la gran masa oprimida, silenciosa y silenciada del pueblo, las columnas de obreros se movilizaron espontáneamente con un único objetivo: Rescatar al líder de los trabajadores argentinos, Juan Domingo Perón. Esa épica jornada quedo grabada con carácter de imborrable en el espíritu del pueblo, el 17 de octubre; fecha que ya pertenece a la memoria del pueblo y se encuentra fuertemente arraigada en los trabajadores como el hito que marcó el fin de la explotación y el inicio de las reivindicaciones. Comienza en ese día el afán de un pueblo por verificar sus propios y ambiciosos anhelos de seguir adelante, llevando como estandarte de lucha los principios rectores de nuestro Lider, el General Perón, a quien las fuerzas regresivas pretendieron acallar. Obligado a renunciar por la oligarquía y preso en la isla Martín García el pueblo se organizo y salio a las calles. Las columnas obreras empezaron a poblar la ciudad, el rumor del pueblo fue creciendo y agigantándose. Grupos compactos de trabajadores fueron atravesando los puentes que unen Avellaneda con Buenos Aires y se dirigían hacia el centro de la ciudad. Venían de las usinas de Puerto Nuevo, de los talleres de Chacarita y de Villa Crespo, de las manufacturas de San Martín y Vicente López, de las fundiciones y acerias del riachuelo, de las hilanderías de Barracas. Los trabajadores de la carne dirigidos por Cipriano Reyes avanzaron sobre la ciudad. Brotaban de los pantanos de Gerli y Avellaneda o descendían de las Lomas de Zamora. El sector céntrico de la ciudad era irreconocible. Buenos Aires era ocupada por centenares de miles de trabajadores. Las manifestaciones obreras confluían en la Plaza de Mayo Esa gigantesca concentración obrera inauguraba el 17 de Octubre, era la unión entre el pueblo trabajador y su líder, Perón, era el subsuelo de la Patria sublevado, era el cimiento básico de la Nación que asomaba y que inscribía un nuevo capitulo en la historia Argentina. Es de destacar la evolución extraordinariamente favorable que se produjo de ahí en adelante en la masa trabajadora, enmarcada en esa gesta emancipadora. A pesar de que muchos que vinieron después de Perón quisieron volver a oprimir y explotar a la clase trabajadora, pretendiendo anular las conquista alcanzadas, no pudieron domar el brioso espíritu que creo nuestro Líder con su doctrina y que hoy agradecemos y honramos su memoria, cumpliendo con su mandato. Héctor D. Fernández Octubre 2011



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