jueves, 11 de septiembre de 2014

FUTURA LEY DE ABASTECIMIENTO

Ante la posibilidad de aprobarse la nueva Ley de Abastecimiento, empresarios (G-6 - AEA), bancos privados y poderosos sectores campestres (SRA), se oponen a su aprobación, supuestamente temen ser controlados y viniendo de ellos, no está mal, defienden la regulación del “mercado y la libre empresa” como lo han hecho siempre, sin importar más interés que el propio.
También es cierto que jamás pensaron en un País para todos, cuando hubo crecimiento obtuvieron importantes ganancias que jamás invirtieron en el País, nunca apostaron al crecimiento y fortalecimiento industrial, sino que sus ganancias las llevaron o las invirtieron fuera del País. En época de crecimiento pagan salarios normales, producen todo lo que pueden con la misma capacidad instalada, sin invertir un peso de más en las empresas, si el mercado exige más prefieren importar antes que crecer, pero cuando la actividad económica se reciente algo por algún acontecimiento externo o interno, lo primero que hacen es reducir el personal, flexibilizar las tareas laborales, aumentar los pecios o crear desabastecimiento, los productores suelen tiran parte de su producción (hortalizas y frutas) para que no baje el precio en el mercado y de última quebrar la empresa para pagar lo menos posible. Recordemos que los banqueros se han quedado con nuestros ahorros y Ministros de Economía pertenecientes al pensamiento neoliberal y defensores del mercado, como Domingo Cavallo, beneficio a los empresarios estatizando la deuda de los privados, que terminamos pagando todos los argentinos. Puede haber empresas ciertamente deficitarias, pero jamás hay empresarios empobrecidos.
Ellos nunca pierden, al contrario siempre ganan, son incapaces de hacer un sacrificio por el País, sino que lo desangran, son vampiros, con la promisión industrial instalaron galpones en algunas provincias que les ofrecían beneficios impositivos, pero lo único que hacían era mover la mercadería y no instalar la fábrica. 
Tanto con Martínez de Hoz cuando fue Ministro de Economía del golpe militar de 1976 y en el gobierno de Menem, se abrieron las importaciones, hubo exención de los derechos de importación sobre los insumos importados, exención sobre los derechos de importación de bienes de capital importado y el dólar estaba muy beneficioso para comprar tecnología y maquinarias para renovar la industria y hacerla más competitiva, los empresarios prefirieron importar, dejaron de producir y entrar en la timba financiera.    
En los 90 muchas empresas debieron cerrar y tanto el sector industrial como el agro pasaron muy malos momentos, la zonas industriales eran un cementerio de fábricas y había ejércitos de desocupados, los campos se vendían por monedas y cuando se da protección a las industria nacional, se regula la importación, ellos sólo piensan en la especulación.
Los defensores del mercado, han generado grandes conflictos en épocas que se le dio relevancia a la industria nacional, caso de desabastecimiento con los gobiernos de Juan Domingo Perón. Caos económico y financiero a Raúl R. Alfonsín y ahora a este Gobierno. Anteriormente se aliaron a los militares para producir golpes de estado y prestaron a sus mejores “economistas” para que aplicaran sus planes económicos “Krieger Vasena, Martínez de Hoz, Alemán, Danigno Pastore, Cavallo, Roque Fernández, Manchinea, López Murphy y los chicago boys y la lista sigue hoy día. Jamás acompañaron la prosperidad de los trabajadores, cada vez que se aplicaron algunas medidas que beneficiaban a los trabajadores e incluso a ellos aunque con controles, fueron en contra de esos gobiernos y procuraron desestabilizarlos con los militares primero y luego con acciones económicas financieras.
Hay que convencerse que a estos “empresarios” no les interesa invertir en el país, tampoco les intereso que vengan inversiones de afuera, son un grupo reducido de poderosos que quieren mantener su posición dominante y así tener el mercado cautivo y regularlo a su voluntad, de esta forma pueden ejercer su poder sobre los políticos y hacer que apliquen políticas que sólo beneficien a sus intereses, de lo contrario boicotean cualquier proyecto y generan desestabilidad económica y corridas bancarias. Quieren que el pueblo sea un rebaño de corderos y utilizan a los medios de comunicación hegemónicos, porque también son parte de esta estratégica y de estos grupos empresarios, para arriarlos hacia su corral. Los medios no informan objetivamente, sino por lo general tratan de manipular la información o imponer agenda para influir en la conciencia de aquellas personas que no tienen un pensamiento propio o crítico sobre los medios de comunicación. Nada bueno pude venir de ellos.
Nuestro país ocupa el cuarto lugar dentro de América Latina en cuanto a la cantidad de habitantes que más dinero poseen sin declarar fronteras afuera. Se estima que cerca de cuarenta mil argentinos con cuentas bancarias y sociedades de diverso tipo buscan un nuevo paraíso fiscal donde poder transferir unos doscientos mil millones de dólares, que es la cifra, se estima, es el dinero no declarado que tienen estos individuos en los bancos suizos, país que acaba de levantar el secreto bancario. Una cifra equivalente al 50% del PBI anual de la Argentina (o algo parecido). Seguramente no son los trabajadores los que sacan el dinero del País.
Considero que nuestros industriales, a diferencia de otros (un ejemplo más cercano Brasil), son lo más penoso que nos pasó en el País y para colmo tienen la desfachatez de aconsejar que es mejor para el País, aunque eso mejor nunca involucro a los trabajadores.
Ahora lo más lamentable es que la gran mayoría de los políticos opositores están a favor de estos sectores y los tratan de proteger, esto demuestra que es tan poderoso el lobby que hacen, que algunos les tienen miedo, otros son cómplices de ellos o decididamente son parte de ese sector.
Sobre esto debemos reflexionar los trabajadores - consumidores, porque está claro que estos políticos llagado el caso no van a defender los intereses de los trabajadores – consumidores, por el contrario como fue histórico, lo van a perjudicar. Un político que pretenda defender los intereses de la “gente” no puede ponerse decididamente del lado de estos empresarios, banqueros u oligarcas campestre.
Hay un hecho que deja a las claras el poder que tienen y la obediencia de algunos políticos, recientemente les exigieron a las fuerzas políticas se manifiesten sobre la postura que van asumir ante la Ley de Abastecimiento y les reclamaron a los legisladores que se abstengan de votarla. Obedientemente la mayoría de los políticos de la oposición la rechazaron y utilizaron los mismos argumentos de este sector, que no van a venir inversiones, que el proyecto viola la propiedad privada, que va en contra de la libre empresa, además de conspirar contra la generación de empleo, o sea meten miedo a la gente, demostrando que no tienen una agenda propia, siempre son furgón de cola. Históricamente está demostrado que nunca vinieron grandes inversiones productivas y que nunca hubo pleno empleo registrado, o sea que sus argumentos son infundados, nunca hicieron nada positivo para cambiar la historia. El derecho del trabajador a un salario digno y condiciones laborales favorables, cosas que cada vez que pudieron lo desconocieron, ellos defienden la flexibilización laboral, salarios bajos, personal no registrado y desocupación para tener mano de obra barata, esto ya lo vivimos muchos años. Ellos pueden aumentar los precios indiscriminadamente. Aumentan los productos más allá de la incidencia de los salarios en los costos, aumentan porque el dólar negro aumenta aunque sus productos no tengan componentes importados, aumentan porque llueve, aumentan porque hay sequía, aumentan porque puede haber inflación que ellos mismos crean y sino aumentan por las dudas. También suelen desabastecer o especular, pero eso sí, que nadie los controle, el trabajador debe ser siempre la variable de todo ajuste y pagar los desatinos de empresarios y políticos. El error del gobierno fue no haber promovido cambios sustanciales en la matriz productiva y haber terminado con las estructuras oligopólicas de las cadenas de valor.  
Es lógico que los sectores políticos de derecha estén de acuerdo con ellos porque los representan políticamente, pero otros que se dicen progresistas es inadmisible y esto no quiere decir que estén de acuerdo en un todo con el proyecto del gobierno. No pueden caer tan bajo de usar el mismo argumento de los empresarios, hagan un proyecto propio y traten de consensuar para aprobar una ley que les ponga límites a los que se “sienten” los dueños del País. Desgraciadamente hoy es muy difícil que se puedan poner de acuerdo porque todos están de campaña y el asunto es oponerse, no importa si está bien o mal, si beneficia a la gente o no, si el proyecto es oficial, está todo mal, se llegó a una división tan fuerte que los intereses particulares - partidistas están por encima de los intereses del país.
Lo positivo que muchas organizaciones de defensa del consumidor la defendieron, como así también organizaciones gremiales, esperemos que sean todas las organizaciones de los trabajadores defiendan una ley así y que no entren en mezquindades políticas. Seguramente que la ley puede ser perfectible o mejorarse, pero indudablemente es necesaria y no como sostienen desde el PRO, que si ganan las elecciones la van a derogar.
En muchos países del mundo y los más avanzados existen leyes de este tipo, y cada uno la adecua a los empresarios que tiene.  

Héctor Daniel Fernández
Septiembre 2014 

 

 

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