viernes, 24 de mayo de 2019

EL HOMBRE ES EL ÚNICO ANIMAL QUE TROPIEZA DOS VECES CON LA MISMA PIEDRA



Este año nuevamente habrá elecciones presidenciales, donde se deberá elegir entre dos modelos de País. Uno es el actual – neoliberal o sea un modelo para pocos - el de la coalición de Cambiemos que encabeza Mauricio Macri, quien reafirmo este rumbo de volver a ser elegido, nada más que hará todo más rápido. El otro, de la coalición llamada del campo Popular y Nacional – Frente Patriótico - con Alberto Fernández y Cristina Fernández. Podrá haber una tercera y cuarta fuerza auspiciada por algunos gobernadores “peronistas”, radicales desencantados, socialistas y alguna que otra fuerza de menor relevancia, que no se animan a competir en una gran PASO opositora y en definitiva serán funcionales a las aspiraciones del Neoliberalismo o el poder real.
Lo concreto que hay dos modelos en pugna. EL QUE VOTE A LA COALICIÓN DE GOBIERNO, SEA MACRI O CUALQUIER OTRA OPCIÓN SIMILAR APOYADA POR EL PODER ECONÓMICO, MEDIÁTICO Y EL DEPARTAMENTO DE ESTADO DE LOS EE.UU., DEBERÁ HACERSE CARGO DE LA POBREZA, EL HAMBRE Y LA MISERIA DE UNA PARTE IMPORTANTE DEL PUEBLO. QUE LOS TACHOS DE BASURA SEA CADA VEZ MAS EL COMEDOR DE LOS INDIGENTES.  QUE LOS PORTALES DE LOS BANCOS, CAJEROS AUTOMÁTICOS, CINES O NEGOCIOS SEAN LOS NUEVOS DORMITORIOS Y BAÑOS AL AIRE. DE LA FALTA DE MEDICAMENTOS, SALUD Y SALARIOS MISERABLES PARA LOS JUBILADOS. PAGAR LAS TARIFAS DOLARIZADAS Y COBRAR LOS SALARIOS EN PESOS. LA FALTA DE TRABAJO, CIERRE DE EMPRESAS Y COMERCIOS. DEL TRABAJO PRECARIO. DE LOS SALARIOS POR DEBAJO DE LA INFLACIÓN. PERDIDA DE BENEFICIOS LABORALES. AMPLIACIÓN DE LA EDAD JUBILATORIA. LA ENTREGA DE LOS RECURSOS NATURALES A EMPRESAS EXTRANJERAS. ESTA COALICIÓN PROPONE PROFUNDIZAR EL ACTUAL MODELO RECESIVO, ESPECULADOR Y REPRIMARIZADOR, CON DESTRUCCIÓN DE LAS INDUSTRIAS NACIONALES, ENDEUDAMIENTO EXTERNO NO SOSTENIBLE, DESTRUCCIÓN DE LAS ECONOMÍAS REGIONALES Y PROVINCIALES. EL SACRIFICIO DE LA MAYORÍA DEL PUEBLO PARA BENEFICIAR A UN SECTOR MINORITARIO.
NO EXISTE CONDENA PARA ESTE TIPO DE CALAMIDADES, PERO CADA CIUDADANO QUE OPTE POR ESTA OPCIÓN NO SERA DIGNO DE VIVIR EN UN COMUNIDAD CON ASPIRACIONES DE SER MEJOR, MAS SOLIDARIA Y CON ESPERANZA EN EL FUTURO. LA CONDENA SOCIAL DEBERÁ SER EL CASTIGO. Se dice que la mayoría de la sociedad no vota por ideología. Cada tanto cambia de la cultura solidaria a la cultura individualista. Es posible que, “algunos desprovistos de ideología”, la primera vez los hayan votado creyendo en todas las promesas que hicieron y no cumplieron, la segunda vez que lo hayan votado pensando en darle una nueva oportunidad, pero ya no queda alternativa, si lo vuelven a votar es porque privilegian vivir en un mundo donde impera el consumismo y el egoísmo, la frivolidad, el materialismo, la insolidaridad y la indiferencia, donde los valores éticos del ser humano son constantemente violados día a día y la generosidad y solidaridad priman por sus ausencias.
Debemos destacar que hay un sector de la sociedad incorregible, que todo lo que huela a popular, nacional o peronismo le genera odio, rencor y rechazo. Sin fundamentos sólidos denostan, agravian, ofenden y rebajan a todo lo que provenga de ese sector. Es como revivir constantemente aquello de “Civilización o Barbarie”. Como si los cultos, instruidos y honestos fueran propiedad de este sector social (está probado históricamente que no es así) y que el resto son los ignorantes, la chusma, los fanáticos y la corrupción. Nada más ignorante, soberbio e irrespetuoso que esta apreciación. Grietas, en la historia argentina hubo siempre. Desde nuestros albores como nación y aún antes hubieron ideas contrapuestas y en pugna. Los hechos de mayo de 1810 estuvieron signados por esas ideas contrapuestas. Y esas desavenencias de nuestros próceres provocaron sin  duda la primera grieta de cierta importancia en nuestra historia. Le seguirían otras de mayor importancia y magnitudes ya bastante estudiadas: federales y unitarios, porteños y provincianos, irigoyenistas y antipersonalistas, peronistas y anti -peronistas, kirchneristas y no kirchneristas, y así vamos. Pero recordemos que desde el fusilamiento de Dorrego, la semana trágica (talleres Vasena), los trágicos hechos en la Patagonia, los bombardeos de Plaza de Mayo, los fusilamientos de José León Suarez, las persecuciones, cárceles y exilios, la masacre de Trelew, los 30.000 muertos y desaparecidos de la sangrienta dictadura militar del 1976, siempre los muertos y perseguidos los puso el campo nacional y popular que buscaban un País más justo y digno para todos.
Cuando hay procesos que le permiten a un sector de la sociedad ascender socialmente, estos comienzan a cambiar. Cambios positivos y negativos. A los chicos lo sacan de la escuela pública y la mandan a una privada. A los hijos mayores les solventan los gastos para que estudien una carrera universitaria. Dejan la salud pública o la obra social sindical y se pasan a una pre paga. Primero se van de vacaciones a los hoteles sindicales y luego optan por irse de vacaciones por su cuenta o fuera del País. Se compran su primer auto o lo cambian por uno de menos años. Se compran un departamento más grande o amplían la casa. Cuando se estabilizan socialmente, comienzan los cambios culturales. Todo comienzan sosteniendo que todo lo que lograron lo hicieron por su esfuerzo y sacrifico, que no deja de tener una parte de cierto, pero no reconocen que todo ese esfuerzo y sacrifico que les permitió ascender socialmente, fue fruto de políticas que propiciaron y estimularon ese ascenso. Entonces es cuando comienzan a renegar y desconocer de donde provienen. Comienzan a criticar a los más desprotegidos, a los que necesitan ayuda. Creen que el Estado les está sacando su plata para darle a los vagos de los planes, que el sindicato les cobra y no les da nada (aunque aceptan los beneficios de los acuerdos convencionales), que él mantiene a los empleados públicos, se queja de aquellos que se manifiestan en reclamo de mejores salarios, por trabajo o mejores condiciones laborales. Que los extranjeros – sólo los sudamericanos – vienen a sacarnos el trabajo, aunque también en su permanente contradicción dicen que los argentinos somos vagos. Sobre los extranjeros (sudacas) también dicen, entre sus contradicciones, que llenan los hospitales, que ellos no usan. Olvida que ellos también vienen de los barcos, pero… sus descendientes era europeos, aunque famélicos pero de otra calidad social que nuestros hermanos latinoamericanos. Ni unos ni otros son malos, todos construyeron y construyen este País. No olviden que la alta sociedad criolla, combatió y persiguió a socialistas y anarquistas europeos que traían ideas progresistas.  La culpa siempre la tiene la víctima, nunca el victimario. Todo cambia cuando se privilegia sobre todas las cosas a la propiedad privada a la condición humana. Se olvida con facilidad de donde proviene, que el también en su momento fue beneficiado por políticas públicas, pero ahora como está más cerca de los que están más arriba de su nivel social, comienza a querer parecerse y copiarles lo peor de ellos. Entonces vota un cambio, según ellos: para terminar con el abuso de los sindicatos y sindicalistas, que no permitan más manifestaciones y las repriman, que es más importante transitar que pedir salarios justos, trabajo o directamente poder comer o curarse. Que terminen con los planes, que esa gente vaya a trabajar (aunque no haya trabajo para ellos). Que  haya menos empleados públicos, que en las escuelas los maestros son vagos, que los médicos y enfermeras de los hospitales son – también – vagos. En fin, un rosario de quejas de escaso fundamentos, inoculadas en su mente por los medios de comunicación pertenecientes o dependientes de un sector poderoso de la sociedad, que quiere desunir a los de abajo, para beneficiarse ellos. La famosa pelea de pobres contra pobres, la colonización cultural. Todo esto se termina, cuando los votan y en poco tiempo les hacen nuevamente morder el polvo. Con una batería de medidas, los hacen bajar, como por un palo enjabonado, de nivel social. De pobres a indigentes, de clase media a clase baja o pobres. De clase media alta a clase media - media, aunque estos nunca cambian de pensar, su soberbia nos les permite ver la realidad, viven con carencias pero mostrando bienestar. No tienen empatía por el que sufre o padece. La clase alta son los dueños del poder.
Es por ello que sigo insistiendo en un profundo cambio cultural, de concientización y de formación, porque es la única posibilidad de un cambio de paradigma de País y sociedad.
Mayo de 2019
Daniel Fernández


viernes, 17 de mayo de 2019

Sinceramente: "Los muertos que vos matáis, gozan de buena salud".


Reflexionando sobre lo que dijo Cristina en la presentación de su libro, podemos decir que ha dejado bastante para pensar y analizar, además de lo interesante desde lo político, como siempre. Primero rescatar que ha ocupado - una vez más el centro de la escena - si en algún momento dejo ese centro. Este Gobierno y sus acólitos de la justicia y la prensa, con sus políticas y medidas, siempre la han tenido presente, como decía el general Perón, “No es que nosotros seamos tan buenos, sino que los demás son peores”.
Sobre lo que hablo, quiero rescatar un par de cosas como señales, “Podemos construir algo diferente a todo”, “necesitamos un contrato social entre todos, con metas concretas y verificables”, y rescato especialmente cuando se refirió a Perón cuando hablo por radio, creo, que en todo ello nos está dando una pista, que estaría dispuesta a ser candidata si todos los sectores se comprometen a trabajar por la unidad de los argentinos y a acordar un nuevo contrato social, pero que si algún sector no cumple, como amenazo Perón, en su momento (12 de junio 1974), ella no se presenta o renuncia.
Recordemos a Perón, el de la Unidad Nacional, es aquel que vino a unir a los argentinos, el león herbívoro, el que venía descarnado, sin piel, sin odios ni revanchismos a cumplir el sueño de millones de argentinos. Salvando las distancias, creo que Cristina esta en ese camino y ha generado la esperanza en millones de argentinos. Esta haciendo todo lo necesario para ganar.
Lo que no podemos dejar de desconocer es la persecución del Gobierno, el Poder Judicial y mediático adicto, que no le interesa “la justicia” ni la “verdad”, sino sólo buscan la condena mediática y popular, para evitar que pueda volver a ser presidenta, algo similar a lo que ocurrió con Lula en Brasil, condenado tan sólo por “presunción”, no por pruebas concretas. Hay un sector de la gente que avala estos procedimientos como en las dictaduras y propicia el linchamiento público. Repiten y condenan por lo que les dicen, no quieren que exista el pleno estado de derecho para los “opositores”. Nada más vergonzoso e indecoroso que el reciente apriete a la Corte Suprema y el recular “en ojotas” de esta.
Dado la grave situación en que quedara el País, tanto en lo económico como en lo social, además de una deuda externa impagable y los exorbitantes vencimientos de dicha deuda, que condiciona el futuro y pone en jaque a nuestra soberanía económica y política, se hace necesario un gobierno de unidad y una solida coalición, para poder ir solucionando los graves problemas que heredaran. Un amplio sector de la sociedad reclama a los dirigentes de la oposición unidad (unidad programática), el abandono de la soberbia, de sus egos y ambiciones personales, y trabajar por el bien del pueblo.
Ahora, la sociedad también deberá hacer su sacrificio, calmar su ansiedad y trabajar en pos de esa unidad, lo que no significa que abandonen sus ideologías, sino que deberá deponer – también - su egoísmo, individualismo, rencor, agresividad e intolerancia. Pensar en el bienestar común antes que el personal, dejar de lado las chicanas e insultos al que piensa distinto y debatir principios y proyectos. Dejar de alimentarse del rencor y violencia que nos bombardean a diario los profetas del odio, aquellos que hacen “periodismo de guerra”, los Gómez Fuente de ahora (vamos ganando la guerra y así terminamos), esos que mienten y llenan nuestro corazones de resentimiento y revanchismo para beneficiar solo al sector social más poderoso en detrimento de la mayoría del pueblo. Su lema es "divide y reinarás". 
Lo que está por venir será muy difícil, la alianza neoliberal que hoy nos gobierna (círculo rojo - poder judicial y mediático) arrojaran toneladas de estiércol como nunca se ha visto y se pueda imaginar, trataran de hacer el país ingobernable. Lo correrán por izquierda o por derecha. Es por ello que se necesitara fortaleza en conducción, unidad de concepción, firmeza en la acción y movilización contante.
Resentidos, rencorosos y odiadores los hubo siempre, y los seguirá habiendo, es esa porción de la sociedad, que no precisamente es el rico o de la alta sociedad, sino que está mezclado en la clase media o baja, que denigra, ofende y estigmatiza al otro – quizás - de su misma condición social, por pensar diferente, por ser diferente, por ser inmigrante, al empobrecido o al indigente. 
Este sistema que pone a pobres contra pobres hace que odies a un cartonero, a uno que tiene un plan social o una asignación por hijo, “creyendo” que vive de arriba y votes a un rico, que evade impuestos, para que sea presidente...
El sistema que pone a pobres contra pobres hace que odies a un inmigrante boliviano, peruano, paraguayo o chileno y hace que los culpes de la inseguridad y de la falta de trabajo. Mientras que el mismo sistema, toma medidas económicas para sumar desocupados y hacer caer el poder adquisitivo de los salarios para bajar el costo laboral, cierra empresas y comercios, abre importaciones y dándole trabajo a los de afuera. El sistema que pone a pobres contra pobres, hace que un trabajador reprima a otro trabajador para defender a ricos que evaden, roban y se llevan la plata afuera del País.
Esta es una vieja receta de la derecha, que en cada ciclo se renueva. Los neoliberales buscan instalar la discordia en el seno de los sectores popular, abocándolos más cuestiones de moral y disciplina (orden, autoridad, trabajo, mérito, moralidad, familia) que sobre la necesidad de un trabajo decente y un salario justo que le permita vivir dignamente y escalar socialmente. Mientras el Gobierno de Macri y sus aliados, ofrecen abundantes negocios y rebajas fiscales a los amigos ricos, a los trabajadores, a los humildes y marginados, les ofrecen la vuelta al orden, luchar contra la corrupción, al esfuerzo, paciencia, trabajo precario, un futuro mejor que nunca llega o la revolución de la alegría, en concreto nada que nos pueda hacer vivir mejor. Para ellos es normal manipular al trabajador y las clases medias, unas veces contra los “privilegiados” empleados con convenios colectivos de trabajo, sindicatos y “regímenes especiales”; otras contra los “asistidos” los más relegados; o contra los dos a la vez. Todos los días nos distraen y alimentan esta pelea de pobres contra pobres creadas a tal efecto. Hombres contra mujeres. Feministas contra mujeres tradicionales. Autóctonos contra inmigrantes. Desocupados contra trabajadores. Trabajadores en blanco o convencionales contra trabajadores temporales o precarios. Empleados cualificados contra no cualificados. Heterosexuales contra gais y lesbianas. Creyentes contra ateos o simplemente laicos. El asunto es tenernos ocupados y divididos, para no ocuparnos y no liberarnos de ellos.
Desde la posmodernidad como desde la globalización neoliberal se ha sentenciado a bombo y platillo que el fin de la historia ha cerrado cualquier relato filosófico y político por un mundo mejor. Solo existen impulsos individuales hacia la plena autorrealización personal, insolidaria y ególatra. Un triunfo aplastante de las tesis derechistas.
La guerra de pobres contra pobres es una estrategia capitalista para controlar la justa rebeldía contra las clases dominantes. A pesar de las diferencias, unidos podríamos distinguir entre las mentiras que nos venden a diario y la necesidad de la unión entre trabajadores y “pobres”, para la construcción de una sociedad nueva, justa; de un hombre nuevo, libre; de un mundo sin fronteras, más igualitario y más justo que nos dé a todos la posibilidad de crecer sin importar la raza ni el color. Nada de lo humano nos debería ser ajeno o indiferente. Mucho menos, el sufrimiento y el desarraigo de los más desposeídos.
El desafío de esta etapa es atreverse a denunciar y cambiar esta lógica que nos han impuesto y producir un cambio social y cultural profundo, que nos libre del yugo del neoliberalismo y construir una sociedad libre, justa y soberana.

Mayo de 2019
Daniel Fernández


lunes, 6 de mayo de 2019

A CIEN AÑOS DEL NACIMIENTO DE EVA DUARTE DE PERON


1919 – 7 DE MAYO - 2019 




Hace 100 años que paso a la inmortalidad, es nuestro eterno ejemplo de lucha, de lealtad y de amor. Su nombre, su vida y su trayectoria siguen tan vigentes ahora como entonces en el corazón y en la lucha.

 Evita es el pueblo que sufre, Evita está junto a los pobres, a los olvidados, a los que pugnan por salir adelante cada día. Evita es la que nos guía y nos da fuerza cuando la desesperanza nos gana, cuando la lucha nos es desfavorable, cuando sintamos que ya no tenemos más fuerzas. Convivió con el dolor de su gente, lo compartió y lo enfrentó con toda osadía y la decisión.
Evita, la que vive en el corazón del pueblo argentino, la que es icono mundial por su entrega y solidaridad. Tu nombre y tus principios serán la bandera que nos llevara a la victoria. 



 "Ahora si me preguntasen qué prefiero, mi respuesta no tardaría en salir de mí: me gusta más mi nombre de pueblo. Cuando un pibe me nombra Evita me siento madre de todos los pibes y de todos los débiles y humildes de mi tierra. Cuando un obrero me llama Evita me siento con gusto compañera de todos los hombres.“ 

"Queremos una Argentina pacífica, poderosa y soberana y una masa de trabajadores unida y feliz como ninguna en el mundo. queremos el bienestar de los trabajadores, la dignificación de los humildes y la grandeza de esta patria que Perón nos ha dado y que todos debemos defender como la más justa, la más libre y la más soberana de la Tierra.“
"Lo único que debemos hacer es adquirir plena conciencia del poder que poseemos y no olvidarnos de que nadie puede hacer nada sin el pueblo, que nadie puede hacer tampoco nada que no quiera el pueblo. ¡Sólo basta que los pueblos nos decidamos a ser dueños de nuestros propios destinos! Todo lo demás es cuestión de enfrentar al destino.“


SON MUY PELIGROSOS

    Mientras estos personajes fanfarrones, patéticos y cobardes se disfrazan para jugar a la guerra y a los soldaditos, creen que todo es co...