Alarmados todos los medios de difusión hicieron mención del récord alcanzado por la desocupación en nuestro país, el segundo en toda América Latina, detrás de Nicaragua."Realmente todo un logro", no sólo tenemos uno de los índice de desocupación más alto, sino una de las ciudades más caras del mundo, esto es la revolución productiva y el salariazo prometido hace más de seis años, esto es como aquello que "con la democracia se come", "se educa", etc. etc.. El Gobierno dice estar preocupado, pero su urgencia no es mucha, lo que contrasta con la necesidad de la gente. Desde que la descubrieron, gracias a las estadísticas y no por lo que en realidad ocurre en la calle, no sólo no tienen apuro en solucionar el problema, sino que no tienen ni idea de producir un cambio de fondo como requieren las circunstancias. También se dijo que la desocupación comenzó a descender y que recién para Octubre las cosas van a estar mejor, pero la realidad dice todo lo contrario, la desocupación entre los jóvenes de 15 a 19 años es del 51,7%, de 19 a 24 del 27 %, de 25 a 29 del 14,4%, de 30 a 39 del 14%, de 40 a 49 del 15,6%, de 50 a 59 del 17%, de 60 a 69 del 16,2%, lo que significa que ya la desocupación está por encima del 19% promedio, además se pronostica que se perderán unos 170.000 puestos de trabajo en lo que resta del año y el índice de desocupación se elevará más allá del 20%. La tasa de desocupación es del 18,6% según el Indec, pero si se agregan los subempleados, los que buscan otros empleos para mejorar y los que quieren trabajar aún más por insuficiencia de ingresos, el número trepa al 54%. En Provincia de Buenos Aires, la desocupación alcanza al 30,9%, lo que significa que cada 3 habitantes, uno no tiene trabajo. Según un estudio del Indec, el 62% de los que quedan sin trabajo no consiguen reinsertarse en la actividad productiva. También revela un fortísimo incremento de los despidos, el que alcanza al 64% y un alto porcentaje de precarización del empleo, según datos de cuando la desocupación llegaba al 14,9%. Los despidos crecieron un 63% en este semestre en relación con el año pasado y las suspensiones un 1.600%. Durante el primer semestre de 1995, los pedidos de trabajo registraron una caída del 40% con relación al mismo período del año pasado y en la actualidad están en un nivel del 50% inferior al de 1994, la demanda laboral registra una caída del 8,5% en agosto pasado respecto del mes anterior. En lo que va del año hubo 790 quiebras decretadas y 374 concursos proveídos; en el último semestre hay 366 nuevos juicios por quiebras, un 26% más que hace un año y 636 nuevos juicios por concursos preventivos; en los tres primeros años de convertibilidad, hubo 2.200 quiebras y este año apunta a terminar con cerca de 800; en los primeros tres años del Plan Cavallo tuvimos 2.060 pedidos de concurso, este año se llegará a casi 1.400, mientras las ventas cayeron un 50%; en las provincias cerraron en lo que va del año 25.000 comercios, lo que significó la destrucción de 120.000 puestos de trabajo; la producción metalúrgica cayó un 30%, la producción en general bajó en el primer semestre un 6% comparada con la de 1994, siendo la industria manufacturera la más afectada. La otra cara del desempleo, es la alta morosidad y evasión previsional, lo que hace que más de 5.000.000 de trabajadores no tengan cobertura jubilatoria y tampoco recibirán las pensiones en caso de fallecimiento o como consecuencia de ello invalidez.
Ello reafirma la idea de que en la Argentina la desocupación es por el cierre de empresas, y no por el avance tecnológico como en el Primer Mundo; con esa excusa el gobierno y sus aliados nos quieren engañar una vez más. Todo esto demuestra que alcanzaron las metas previstas y cumplen con las imposiciones externas.
¿ Usted se puso a pensar que está pasando y cómo llegamos a esto ?. Una de las muletillas del gobierno fue el costo laboral, en ningún momento hicieron mención al elevado costo del dinero, la falta de créditos barato para los pequeños industriales, la continua, asfixiante y poco equitativa presión tributaria, porque ello es necesario para pagar la deuda externa, sin importar el costo social. Para justificar y desviar la atención de la gente, expresa el Ministro Cavallo y repite el señor Presidente que: " el crecimiento explosivo que trajo la convertibilidad, ha llevado a que mucha más gente saliera a buscar trabajo, generándose una demanda difícil de satisfacer", pero lo que no dicen, es que las mujeres y los niños entraron en el mercado laboral porque los sueldos están congelados, los servicios aumentaron así como los productos y la pérdida de los salarios desde el plan de convertibilidad es más del 27%, entonces para poder satisfacer las necesidades básicas, como lo es el de alimentarse, debieron salir a buscar trabajo, abandonando los estudios y el cuidado de su casa, resintiéndose todos los estamentos sociales.
Hace ya un par de años que se viene acentuando la tasa de desocupación y el gobierno no tomó ninguna medida para paliar este flagelo, porque un Gobierno, que se precie de tal y con la experiencia de otros países, al aplicar este sistema hubiera planificado y tomado las previsiones, no sólo sociales sino también educativas, quedando con ello demostrado que el objetivo es lo que acontece. En la actualidad, apenas un 5 por ciento de las 2.200.000 personas sin trabajo cobra el seguro de desempleo, lo que representa solo el 0,20% del PBI. Alemania invierte de su PBI el 3.47% para el empleo, Francia el 2,82%, España el 3.64%, Suecia el 5.99% y Argentina el 0,20%, ... ¿estamos o no en el primer mundo?.
Resulta obvio para el menos precavido que la respuesta oficial a la desocupación no va más allá de la presentación articulada de viejos proyectos y de iniciativas ya en marcha, como son los programas de capacitación para empleados. Por el momento, así es todo.
En definitiva esto estuvo programado; la idea del capital es en un principio hacer incapie en el costo laboral y que para solucionar el problema era necesario flexibilizar el trabajo; con la complicidad o incapacidad de algunos dirigentes sindicales, los Senadores y Diputados fueron avanzando sobre ello, apoyados por los medios de información que se plagaron de analistas e informadores públicos que nos convencían sobre las bondades del programa, jóvenes brillantes, afamados economistas, exitosos industriales, todos nos decían que era lo correcto y lo que estaba mal, así actuaron en el consciente y subconsciente colectivo, produciendo una transformación increíble, una masa amorfa, a tal punto, que unificaron el pensamiento, eliminaron la solidaridad del sentimiento popular y si no pensamos como ellos somos delirantes, locos o antiguos, es decir, ellos o el caos; esa fue la alternativa que nos impusieron, metieron miedo, todo fue sistemático y programado, mostraron que todo lo público no servía y que era deficitario, corrupto y que prestaba malos servicios, pero no propusieron erradicar los males, sino directamente privatizar, pero lo que no debemos olvidar, es que las empresas del Estado estaban manejadas por funcionarios del gobierno, las que ahora privatizadas dan grandes beneficios, lo que quiere decir que los administradores no sólo no cumplieron con su función, sino que perjudicaron al Estado y casi con seguridad incrementaron y estimularon la desidia, el abandono y la corrupción; de esa forma, el público usuario cansado de los pésimos servicios, apoyó la privatización. No escapa a nadie que muchas empresas del Estado estaban sobredimensionadas, sobraban empleados, pero todo esto, más lo que ocurría en ellas, era producto del sistema que crearon y en el cual participaron quienes están en el poder y en la oposición, pero cuando se dejó a cientos de trabajadores en la calle, ese sistema que los creó y los engordó, los abandonó a su suerte. Nuestro pueblo que históricamente defendió ferreamente los intereses del Estado y consideraba sus empresas estratégicas como un valuarte en la defensa de la Soberanía Nacional, claudicó y estos señores con mucho dinero, compraron y torcieron esa voluntad y el pensamiento popular, ahora están cobrando lo que sembraron. Casi todas las opiniones que escuchamos o leemos en los medios de información por lo general tienen una tendencia o defienden un interés, que es el de las propagandas de las grandes empresas que auspician su programa, por lo tanto, con eso solo compran pensamientos.
Una vez privatizado en este primer período casi todo lo que se podía, vemos asombrados que no se le hizo juicio a ningún funcionario por no cumplir con su deber de funcionario público, al contrario, como premio se les otorgaron otros cargos públicos o volvieron a los puestos que ocupaban en las empresas privadas a las cuales nunca dejaron de servir, porque en muchos casos los presidentes o administradores de empresas del Estado pertenecían a compañías multinacionales, por lo que salta a las claras que su único interés era beneficiarlas, desacreditar lo público para ser adquirido al más bajo precio; esa era la consigna, y esta es una realidad que se prefirió ocultar, nadie la defendió públicamente, y los que lo hicieron fueron tratados de corporativistas o retrógrados y muchos otros adjetivos que se pusieron de moda para denostar esta idea que solo perjudicaba a los señores poderosos de adentro y afuera (grupo de los 8 y FMI). Este tipo de ideas fue creciendo por toda América, como en una época fueron los golpes de Estados; los Gobiernos Militares, jamás gobernaron para el bien del pueblo, sino que fueron la cabeza visible de los intereses internos o extranjeros, con el aporte de ministros y funcionarios como Aleman, Martínez de Hoz o el propio Cavallo, con lo que de alguna forma había que cobrar la deuda y como todo se moderniza y evoluciona, ahora encontraron una nueva forma de someternos; los métodos anteriores por medio de la fuerza, eran combatidos, resistidos y señalados por las mayorías como entreguistas y por más que se nos reprimiera violentamente defendíamos nuestros ideales, que eran la defensa del patrimonio físico, social, político y económico del país.
Mientras viviera esta idea en el pueblo, era imposible producir un cambio, así que buscaron de otra forma, - EL DINERO TODO LO PUEDE -, y aquí también lo pudo. Los políticos cambiaron de idea rápidamente, se fueron transformando y adecuaron al libreto escrito el nuevo orden económico con tal de no perder su lugar. El Justicialismo era uno de los más acérrimos defensores del patrimonio y sentimiento nacional por sus raíces en la clase trabajadora, por lo tanto había que debilitarlo y desarticularlo, de esta forma se le podía introducir un nuevo mensaje para lograr que acataran los cambios que se querían imponer. Realmente fue un trabajo psicológico muy profundo, que comenzó con los militares. Luego de algunas idas y vueltas encontraron el Caballo de Troya, logrando desde adentro lo que no se pudo desde afuera; inmovilizarlo, automatizarlo y manejarlo como zombis. De a poco los medios fueron inculcando que ciertas empresas fundamentales no hacen al patrimonios de un país, también fueron desvalorizando todo lo nacional; que lo nuestro es malo, es lo peor, lo bueno es lo de afuera, todo apoyado por un deficitario sistema educativo y formativo, ni siquiera hoy respetamos nuestras insignias o nuestro himno, y sino fíjensen que somos Argentinos y defendemos apasionadamente nuestros sentimientos en un partido de fútbol o de algún otro deporte, ahí sí que vemos banderas, pero en una fecha patria apenas vemos alguna que otra colgada en algún edificio y qué no vengan con el cuento de que en los países avanzados ..., porque en los EE.UU., estas cosas son respetadas y veneradas por sus habitantes, siendo innegable que son muy nacionalistas, pero pareciera que está mal que nosotros lo seamos; si los empresarios Argentinos se comportaran como ellos, seguro que estaríamos mucho mejor.
Dónde estábamos o en que estábamos cuando nos hicieron este profundo lavado de cerebro. La oposición o los medios que se dicen independientes no sacan los pies del plato, critican superficialmente para tener audiencia o captar un segmento de los que no están de acuerdo con todo esto, pero por lo general critican las formas no el fondo de la cuestión, procuran que todos estén dentro del sistema, que sea crítico pero sumiso, obediente, pregonan un cambio para que nada cambie. Ahora al que critica el modelo, al que propone otra opción económico-social, lo critican tanto que lo muestran como un violento, un perimido o nostálgico y es castigado y estos nuevos seudos jueces de esta nueva sociedad (periodistas, políticos, economistas) inducen a la población para que levanten su dedo acusador descalificándolos y marginándolos. Hoy día no se puede ser rebelde, tener idea propia, ética o principios y menos reclamárselo a los que manejan al país, porque proceder de esta manera es estar fuera de contesto, es ser inadaptados.
Es muy descabellado e injusto pensar que toda riqueza que creen los trabajadores en la Argentina, deberá quedar en el país para ser distribuida su renta entre todos los sectores que ayudan a forjarla mediante su esfuerzo. Así tendría que ser para que cada uno tenga el destino económico en sus propias manos y de esa manera directa o indirectamente, ser los forjadores de la grandeza económica de la Nación, estamos seguro que esto beneficiaría a todos los trabajadores, pero sería combatido por los capitales, es más, nos cambiaron tanto que los mismos beneficiarios no estarían de acuerdo, dirían, "ellos ponen el capital, es justo que hagan lo que quieran". Se llegó a tal punto, que se defienden los intereses de unos pocos que perjudica a la gran mayoría del pueblo, o sea que los mismos damnificados, son sus defensores.
Se generaron distintos hechos a los cuales la prensa en general les dio una trascendencia exagerada con el fin de desviar la atención a la periferia y no al centro de las cosas, a lo superficial y no a lo profundo, como lo fueron el caso Daniela, la Aeroisla y las denuncias del Ministro Cavallo, entre acusaciones de mafias y otras menudencias, que no es otro cosa que la lucha de poderes, un poder formando el lobby económico, representado por el Ministro de Economía y el político por el Presidente. Esta es la real lucha, en la cual 34.000.000 de habitantes somos espectadores de nuestra propia destrucción, total el fin es imponer su poder con miras al 99.
Así se manejan las cosas, nos dicen qué debemos pensar, qué ideas tenemos que apoyar, qué debemos aceptar o por qué debemos aprovechar tal o cual cosa; ¡aleluya! el Señor Presidente logró su objetivo, hoy tiene casi 34.000.000 de ROBOTS.
El Estado no puede ser testigo silencioso e inoperante en la angustia que conmueve primero al hombre, luego a su hogar y, finalmente, destruye la comunidad. Debe intervenir rápidamente, eficaz y enérgicamente, si quiere ser decisivo, debe compenetrarse del dolor humano y buscar remedios apropiados para los males de la sociedad, cuyo destino rige. Debe realizar una política de Seguridad Social y encauzarla por vías que vayan directamente a las necesidades propias de la actividad que la previsión ampara.
Es real que sin las conquistas económicas, las conquistas sociales desaparecen rápidamente y no pueden subsistir, y sin las conquistas económicas y sociales las convulsiones políticas se van a ir sucediendo, como lo prueba la historia de todos los tiempos y de todos los países.
El capital, dueño del control remoto, fue dando órdenes sobre la dirección que debía tomar la economía y las leyes que necesitaba; de a poco fue logrando que se aprobaran estas últimas, quitando los dignos derechos laborales que tienen los trabajadores. Estas medidas junto a otras, como ser la de quiebras o accidentes, benefactoras de los industriales y no de las industrias, se encaminaron a generar la situación actual, provocando el desmantelamiento de obras y servicios sociales, logrando que la gente trabaje sin límites de horas por el mismo sueldo, que las vacaciones y/o francos (si los tienen), sean tomados cuando se lo estipulen, como así también que nos encontremos con rebajas de sueldos, con el pago de salarios en bonos como en los "buenos" viejos tiempos, recorte de indemnizaciones por accidentes de trabajo, la imposibilidad de cualquier seguro por desempleo. También se han producido ciclos repetidos de empleo-despidos sin indemnización y el completo desamparo laboral que los empresarios reclaman y que el Gobierno acepta.
De esta manera y al ir cerrando las fuentes de trabajo, aumentó la demanda y de hecho se bajan los sueldos y entonces los que trabajan, aceptan todas las imposiciones que les impongan, estén o no dentro de la ley, porque hay miedo a perder el mismo y pensando que debemos llevar algo a casa, aunque más no sea, por un mísero sueldo, aceptamos la vergonzosa limosna ofrecida.
A partir de 1994 el Gobierno decidió recortar los aportes patronales y la recaudación del sistema cayó dramáticamente. El objetivo de este beneficio patronal era ayudar a generar nuevas fuentes de trabajo. Sin embargo, el actual 18,6% de desempleo parece demostrar que eso no ocurrió, sino todo lo contrario, tampoco se ven que esos descuentos se hayan invertido en las industrias, siendo los únicos perjudicados los trabajadores, porque se debilitó todo el sistema jubilatorio y el de salud; pero ello, insisten en que se sigan rebajando los aportes, hasta eliminarlos, pretendiendo que de su escaso sueldo el obrero termine pagándose íntegramente la jubilación, la Obra Social (si puede) de lo contrario deberá ir a un Hospital estatal que le va a cobrar un servicio que apenas les brindará utilidades por la falta de elementos y recursos, y al no poder sindicalizase, nadie lo defenderá y si lo despiden no le pagarán nada, no cobrarán las asignaciones familiares, cosa que ya está ocurriendo para aquellos trabajadores que cobran más de $ 1.460. Las condiciones de trabajo se transformarán en jornadas de más de 12 horas con una única retribución en alimentos, cuya provisión les genera además deudas, las cuales para saldarla deberán seguir incrementando su actividad. En fin, el patrón solo le pagará un sueldo, lo demás, Dios proveerá. Estas son expresiones sintomáticas del maltrato, siendo Cavallo una de las expresiones más clara del maltratado desde el poder. Aparte el Estado cada vez recorta más los recursos destinados a la función social, dado que no le cierran las cuentas, por lo cual ésta será escasa o nula, así que todo lo que teníamos mal o bien por las conquistas sociales de nuestros padres, se perderán.
Las autoridades de la CGE dejaron refiriéndose a las pequeñas empresas, que con la reducción de los aportes patronales no se van a crear nuevas fuentes de trabajo, pero al menos será posible reducir costos como para sobrevivir, los grandes grupos económicos tienen otros recursos, y sin embargo son los que más han despedido gente. La rebaja de los aportes no tiene compensación presupuestaría, lo que provoca un desfinaciamiento previsional y de las obras sociales, con lo que se está abriendo otro flanco en las necesidades insatisfechas.
Reducir las contribuciones patronales a la Seguridad Social como método para combatir la desocupación no es un invento de Cavallo, dado que en 1979 se lo ocurrió la misma idea a José Martínez de Hoz, y el resultado fue que hubo más desempleo. Lo único que se consigue es destruir las prestaciones sociales, la pulverización del ingreso de los jubilados, etc., la experiencia no parece contar.
Los industriales con la extinción intelectual y práctica de los meses pasados, optaron por el cambio más fácil, reducción generalizada de salarios en todo el país, para evitar cierres, medida que tendría que acompañar el toque final de flexibilización para reducción de costos salariales, sin el compromiso de evitar despidos. De esta manera, los que están sin ocupación seguirán sin tenerla y los que la tienen estarán peor. El país de los dos millones y medio de desocupados sigue siendo ajeno para la UIA.
La idea de reducir los salarios para aumentar la ocupación no sólo es socialmente perversa sino equivocada; una reducción de salarios tendría efectos recesivos y, por consiguiente aumentaría el desempleo. Los salarios no causaron el desempleo, dado que están congelados hace cuatro años, la producción de mercancías y servicios aumentó más de un 30%, lo que indica que la participación del salario en los costos empresariales y en el PBI se redujo, mientras que la productividad en la producción y los servicios aumentó sustancialmente sin traducirse en mejoras salariales.
No conformes con lo logrado, necesitaban abaratar mucho más el costo laboral, no importando su precio, ellos precisan mano de obra barata, si pudieran ser esclavos mejor, (ojo esto no es joda, ellos piensan así).
El sindicalismo no tiene una respuesta adecuada, se debate entre cómplices, quienes acompañan y negocian impunemente las conquistas obtenidas por nada, dado que el trabajador retrocedió en todos sus beneficios y los que están en contra pero no tienen peso, a todos les queda una reflexión ante esta disyuntiva y que tiene que ver con su futuro. Adónde va el sindicalismo, si van a sobrevivir los Sindicatos y cuál será su nuevo rol, serán capaces de seguir existiendo o podrán mantener su masa de afiliados solo con el trabajo sindical y sin la oferta de las Obras Sociales ?. Hoy por hoy deberán poner todo el esfuerzo en mejorar y proteger a los trabajadores en sus condiciones de trabajo, principalmente en horarios, días de descanso, turnos, higiene, seguridad y salud. Luego, deberá hacer todos los esfuerzos y una gran inversión a nivel de sociólogos, economistas y técnicos en la búsqueda de presentar y ser una alternativa económica-social diferente a la cual hoy nos muestran como única salida y lanzarse a confrontar abiertamente para conquistar el terreno perdido. El sindicalismo es el único que lo puede hacer y es su gran desafió, con ello, pueden recobrar el crédito que perdieron entre los trabajadores y la sociedad.
En general los sindicatos perdieron su fuerza o mejor dicho muchos la negociaron, y ahora no pueden reaccionar y si lo quisieran hacer no tienen el respaldo de la gente, ni el poder para hacer frente al capital; cuántos son los trabajadores que están dispuestos a hacer un paro ?. Ellos saben que si los echan, quizás no encuentren nunca más otro trabajo estable. Es más, agradecerían que les hicieran un paro, así echan a todos los efectivos, principalmente a los más antiguos que tienen en las empresas y de esta manera, gracias a las leyes solicitadas por ellos, renovarán el plantel dentro de los nuevos planes para estimular el empleo, con las cuales no pagarán cargas sociales ni indemnizaciones. Estas leyes fueron aprobadas hace un tiempo y dieron como resultado un récord de desempleo, y los empresarios no hicieron nada para ocupar más gente.
Pero la distracción empresaria no ha sido la única. A nadie escapa que un importante sector sindical, expresado en la CGT, justificó hasta hace unos meses el plan económico y sus medidas, sosteniendo que se trataba de un proceso de transformación exitoso y que los verdaderos trabajadores eran los que quedaban en las plantas de las empresas ¿ No ven los dirigentes sindicales las consecuencias de las pérdidas de los puestos de trabajo y que los prescindidos e indemnizados seguían formando parte del mundo laboral, pero en situación más precaria? Paradójicamente ahora se lanzó un paro de actividades en defensa de la fuente de trabajo, pero a nadie escapa que el fin es en apoyo al Sr. Presidente en su lucha por el control del poder con el Ministro Cavallo, a quien se acusa como único culpable de lo que está ocurriendo con los desocupados, y sino basta con haber visto algunos carteles pegados en la calle con la cara del Ministro. Acaso el Presidente, o algún Ministro amigo de éste, salió a criticar o agredir el paro, como lo hicieron en otras ocasiones, es más, en declaraciones Gerardo Martínez, titular de la CGT, dijo "Nosotros no estamos en contra del modelo, sino del modo en que está siendo instrumentado"; cualquier otro comentario está de más.
Escuchamos en los medios que se reportean y se les piden soluciones a economistas, periodistas o empresarios, y todos se expresan sobre las medidas que se deben tomar o que se deben hacer, coincidiendo en que se debe profundizar en que esto es para largo, y es producto del cambio, algo así como cuando hace unos cuantos años atrás nos decían, "estamos mal pero vamos bien".... Mientras tanto se le sigue pidiendo sacrificio al de abajo, al trabajador. Ahora nos preguntamos, cuándo el trabajador dejó de aportar sacrificio ?, cuándo dejó de ser la variable del ajuste ?, cuándo dejó de pagar los platos rotos o las malas administraciones, si estamos pagando la deuda que contrajeron los industriales gracias a la nacionalización de la deuda ?. Todos los sacrificios siempre lo tienen que hacer los trabajadores ?, los recortes son sobre lo que usan o deben recibir los que menos tienen, los hospitales, la educación pública, la seguridad, las condiciones de trabajo, siempre se castiga al mismo sector, pero lo más grave es que parecería que a este pueblo se le dio una gran inyección de anestesia, estamos adormecidos, vemos la infamia, la hipocresía, la corrupción, la traición y no reaccionamos, por el contrario nos acostumbramos a convivir con ella, en otras épocas salíamos a la calle por cosas menores, exigíamos la renuncia de los Ministros y hasta llegaron a caer Gobiernos militares, con represión y todo, pero hoy tenemos miedo, un miedo que puede más que la represión, miedo a la miseria, miedo al hambre. Pero igualmente no se justifica, a nosotros y a nuestros hijos se nos están quitando la posibilidad de la igualdad de oportunidades, debemos exigir y poner de una vez por todas fin a esta barbarie recatada, formal y disfrazada de democracia, detrás del pretexto de la libertad, libertad solo para los que más tienen, ahora nos preguntamos: si era barbarie el saqueo de supermercados en la época de Alfonsín, matar de hambre que es ?.
Ahora los señores industriales que aportaron ? se quejan siempre, pero siempre lograron que el Estado los proteja, cuándo se les dio crédito en la época de Martínez de Hoz, para renovar las industria hicieron todas las trampas posibles para quedarse con la plata y no renovar nada..., perdón, algo renovaron, sus bienes personales y cuando abrieron la importación, como no habían invertido prefirieron cerrar las empresas, así comenzó el cierre masivo de fábricas y las deudas quedaron, como el Estado nunca pensó en confiscarles los bienes personales para pagar las deudas, al señor Cavallo se le ocurrió una magnifica idea, que paguemos entre todos la plata que pidieron y gastaron esos "empresarios"; para ellos no hubo castigo, siguieron haciendo otros negocios, tampoco en esto entran los pequeños y medianos industriales, esos que con esfuerzo tenían un pequeño taller o empresa familiar, sino de esos que dirigen la economía de hoy; para el que no tiene no hay crédito, por lo tanto el chico desaparece y solo queda el grande que maneja a su gusto el mercado.
Los empresarios qué sacrificio aportan, quieren condiciones y salarios que rigen en países como Taiwán, Corea, etc., mano de obra barata y vida miserable, pero nunca se vio, en estos tiempos, que un Empresario de los poderosos, pase hambre. Muchos de éstos, primero fueron contratistas o proveedores del Estado y ahora se quedaron con muy poca o casi nada de las privatizaciones de las empresas de servicio.
Todos dan soluciones, dicen de rebajar los salarios ( una medida encubierta de la inflación, es lo mismo que aumentaran los precios) y eliminar las cargas sociales, entre otras cosas; los trabajadores ante el terror generalizado de perder su puesto de trabajo y el panorama sombrío que todos presentan, si no se toman las medidas propuestas por ellos, están dispuesto a aceptar como solución la libertad de contratación. Todo ello resulta ser una maniobra tremenda, la libertad de contratación es como poner a un lobo a cuidar un rebaño de ovejas, todos sabemos como terminará la historia. Un ejemplo de ello son los motivos de la sobreocupación, en mayo de este año, el porcentaje de la población ocupada que trabaja más de 45 horas a la semana alcanzó un récord del 42%. Son más de 1.700.000 millones de personas que trabajan principalmente en actividades de servicios. Sobrevivientes de las reducciones de personal, se quedan más tiempo en sus trabajos para cuidar su fuente de ingresos y muy pocos cobran extras. La tendencia a la sobreextensión de la jornada tiene poco que ver con el pago de horas extras, en la Argentina forma parte de la estrategia competitiva de las empresas, que no está centrada en la incorporación de tecnología o en el aumento de la productividad por inversión en capacitación, sino en una estrategia defensiva, orientada a la reducción de los costos unitarios de la mano de obra. Hay una tendencia a que haya menos personal y más trabajo, las empresas ejercen una fuerte presión para controlar sus planteles; quieren ser más delgadas y cada vez más remuneran al personal "directivo" en función de los resultados. Este enfoque estrecho podría llevar a especializarse en los procesos productivos de baja calidad y escasa formación de la fuerza del trabajo. La sobreocupación está relacionada con la caída del ingreso de las familias.
Una vez instalada en la opinión pública esta solución, todos estarán convencidos que es la única salida, serán aprobadas las leyes que ellos quieren, luego vendrá la preocupación y el desengaño, pero será muy tarde. De a poco fueron imponiendo un estado de cosas en el cual el pueblo asumió como necesario o como que otra cosa no se puede hacer, con este criterio aprobaron las leyes y así aprobarán las que faltan, sacarán todos los beneficios y el trabajador quedará desprotegido totalmente y a merced del empleador, y no estaremos muy lejos de la esclavitud, esclavitud del siglo XXI, impuesta por este capitalismo.
El capitalismo es una fuerza de aglomeración fría, internacional, sin patria ni corazón. Es en otras palabras, la aglutinación de lo espurio del dinero, que pretende erigirse en instrumento de dominación. El capital es útil y beneficioso cuando eleva su función al rango de cooperador efectivo del progreso económico del país.
Con estas medidas bajará el desempleo a un nivel medio, no excesivo, siempre será mayor la demanda que la oferta para que nadie se sienta seguro en su puesto, lo que permitirá mantener las condiciones laborales creadas y sometida a la gente a que tengan miedo de perder la miseria que tienen, aparte que piensen que es lo mejor que hay. A esto, los "profetas" nos mostrarán como un logro y nos convencerán una vez más que eso era lo que se necesitaba, que es lo mejor, mientras ellos comen, se visten, tendrán salud y educación para sus hijos, y seguirán viviendo como potentados, refregándonos su opulencia indigna en revistas como Caras, Gente, etc, que no dejamos de comprar para asombrarnos con sus riquezas. Hasta en eso no transformaron, en lugar de causarnos indignación y tomar represalias, las compramos para admirarlos. En muchos medios muestran como una degradación lo que hacen ciertos industriales coreanos radicados en nuestro país..., ¿ ésto será la normalidad ?.
El objetivo es poder competir con Malasia, India u otros países asiáticos, con la diferencia que en esos países, social, cultural y económicamente vivían en la total indigencia, morían de hambre y enfermedades, hoy tienen trabajo y un sueldo, con eso solo, viven mejor que antes, pero no sirve como referencia, porque siguen viviendo peor que nosotros, para el que no tiene nada, algo es más que nada, pero no hay que igualar hacia abajo, sino hacia arriba, por qué no nos igualan con Alemania, Japón, Suecia, Noruega etc.. En Europa países como Alemania y la misma Francia con un gobierno conservador, que para hacer mejor el reparto del sacrificio tienen un impuesto a las ganancias mayor del 40%, aumentaron el impuesto a la riqueza y el IVA a los productos suntuarios y rebajaron el impuesto al consumo. En nuestro país no sólo no se hace eso, sino que es tanta la desesperación por recaudar que hace estragos entre los que ganan menos, pero hay 470.000 individuos que deberían pagar el impuesto de las riquezas y sólo lo pagan 70.000, mientras nadie hace nada para cobrarle al resto, porque sería como cobrarse ellos mismos, resultando vergonzoso e indignante con la total impunidad con que actúan.
Pretendemos estar en el primer mundo, pero el Estado no se comporta como tal, siempre pretenden compararnos con los trabajadores de Alemania o Japón, pero nunca comparan sus sueldos con los nuestros o con lo que pueden comprar con lo que ganan, ni las condiciones de trabajo. En otras ocasiones nos comparan con los trabajadores de Taiwan, Malasia o de algún otro país del Oriente, comparan sus sueldos y los costos laborales, pero tampoco mencionan las condiciones infrahumanas en que viven, condiciones que ellos jamás estarían dispuestos a soportar. Son buenos para decirnos lo que debemos hacer, pero que ellos no harían, algo así como lo de "haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago".
Tampoco he visto entre todos estos uno solo que enfoque la solución desde el trabajador, desde ese que trabaja todo el día por un magro salario o alguno que de solución al que hace más de un año que no tiene trabajo y está buscándolo infructuosamente todos los días; al que solo consigue alguna changa que otra; y acaso alguien da solución a la desesperación de los padres que vieron morir de hambre a sus hijos, como ocurriera en Escobar y Moreno ... sí, aquí, en dos localidades del Gran Buenos Aires, a escasos kilómetros de la Capital Federal y no, en un lejano y pobre país de África, pero la solución que dan aquellos que tienen mucho dinero y una sólida posición, es la del exterminio, de la que en nada se diferencia de los campos de concentración nazi, y donde la miseria son los alambrados que rodean los mismos. La muerte por el hambre y la falta de salud, son la limpieza sanitaria, la falta de educación y el embrutecimiento por medio de la droga, los medios de difusión, el alcohol y otros medios de entorpecimiento son también métodos de subyugamiento, y por eso nos preguntamos: dónde están los derechos humanos ?, qué derecho tienen de darnos soluciones desde nuestras miserias, qué sacrificios hacen ellos, qué resignan o de que se privan los Funcionarios Públicos, Ministros, Secretarios, Senadores Diputados, Asesores, Gobernadores, Concejales etc., etc., Tanto los del oficialismo cómo los de la oposición propusieron o presentaron una ley para demorar el cobro de sus sueldos y adicionales para que cobren primero los jubilados, pensionados y trabajadores o directamente rebajarse sus salarios en todo concepto, eliminando los gastos reservados, viáticos, representación, pagando el impuesto a las ganancias o hacerse cargo de los gastos de asesores, de teléfono, vehículos, viajes, etc. No, ellos siguen viviendo en otra Argentina, muy distante del pueblo; ahora en el Senado de la Nación con la nueva modificación de la Constitución y el ingreso de más Senadores, enviaron a remodelarlo, en ello se gastaron nada más que 200.000 mil dólares y los hospitales como la ex Casa Cuna o el Garraham pueden dejar de funcionar por falta de partida, este dinero no solucionará el problema, pero puede ayudar, siendo lo más grave la crisis del sistema ético y moral que existe en el Estado, que si no se corrige pronto irá carcomiendo todas las instituciones de la Nación. Los empresarios tampoco hacen nada para achicar sus ingresos o gastos que tienen asignados en las empresas, y es más sencillo echar empleados de bajas remuneraciones, aplicando los famosos ajustes que a ellos nunca les llega, para terminar siendo más los que dirigen, que los que trabajan.
Producto de la aplicación de esta política que no piensa para nada en el bien común, sino en cumplir las metas impuestas desde afuera, se prioriza la recaudación para pagar la deuda externa sobre todo lo demás. Aparte la deuda externa argentina es como el ave fénix, en infinidad de oportunidades, a lo largo de estos años, se proclamó que estaba superada definitivamente; pero la deuda externa no sólo renace de sus supuestas cenizas sino que ahora está mucho más viva y alterada que en otros momentos.
El Ministro de Economía informó que en el mes de junio, el endeudamiento público sumaba 85.890 millones. En resumen, desde diciembre de 1991 hasta ese mes de junio creció la friolera de 27.000 millones de dólares.
Sin embargo, es sabido que en estos años se privatizaron empresas públicas para cancelar deudas pendientes del país y se suscribió, por otra parte, el Plan Brady, que redujo parte del endeudamiento a cambio del pago puntual de los intereses anuales. Así son las cosas, la deuda se redujo en unos 20.000 millones de dólares, pero la nueva deuda es de casi 70.000 millones. El endeudamiento total representa por cierto uno de los índices más altos de América Latina. Ese mismo promedio se da en términos de deuda pública por habitante; México adeuda 1.350 dólares por persona, el Brasil 850 dólares y la Argentina 2.700 dólares. Además cayó la recaudación producto de los quebrantos y cierres de comercios y pequeñas empresas, lo que nos otorga otro récord de este gobierno, aunque no dudan en aclarar que seguirán persiguiendo a los evasores. El Estado es un socio en las ganancias, pero nunca participa en las pérdidas, no importa que en la calle no haya un peso, que el poder adquisitivo siga con su declinación por tercer mes consecutivo, el Gobierno está muy preocupado porque necesita perseguir a los evasores para aumentar sus recaudación tributaria, lo que va a generar en muchos casos que los empresarios que eran evasores tengan que decidir entre cerrar sus negocios o despedir gente. Van a tener que optar porque no van a poder pagar todos los impuestos y mantener a todos sus empleados. Lamentablemente las cosas van a empeorar más que a mejorar. Ahora se demorarán los pagos de salarios a los jubilados y empleados, para poder cumplir con las imposiciones del F.M.I., el fin es pagar los intereses de la deuda, no la deuda previsional, estirando los pagos mes a mes, seguramente para atrasarlos un mes, quedando ese mes en caja. Para colmo el PAMI no puede pagar la deuda con los prestadores, seguramente porque el dinero de la recaudación previsional se destinó para otros fines, además de las rebajas de los aportes patronales no compensados, no tienen el servicio de salud que les corresponde. La polémica sobre la eficiencia de la atención médica en los hospitales públicos estalló cuando se supo que tres ancianos habían muerto por falta de atención, y uno de ellos por el hecho de tener que esperar 45 minutos en el hospital Durand para que le dieran cama.
El Gobierno una vez más cedió a la tentación de diluir sus responsabilidades, atribuyendo culpas a responsables menores de lo que viene sucediendo en el país en los últimos meses. Sucedió a comienzo de año al atribuir la endeblez y precariedad del sistema financiero y monetario nacional al efecto tequila y a la ondas convulsivas de la crisis económica mexicana.
Los problemas por la desocupación se hacen ostensibles en los jóvenes, a los cuales la frustración de no encontrar trabajo los pone de cara a la adicciones y a los mayores de 40 años, ya que es una edad en la que para el empleador es considerado viejo. Si bien la desocupación genera enfermedad o adicción, la inseguridad de poder perder el trabajo se asocia con esas afecciones, pudiéndose comprobar que aumentaron las cardiopatías en los empleados estresados por el temor que su nombre aparezca en la próxima lista de despidos del sitio donde trabaja. En el desempleo, el gran fantasma es la depresión y la cronificación de ese estado que puede desembocar en el suicidio.
El varón intenta recuperar su lugar, su hombría, a través del camino que le queda abierto, la violencia o salidas fallidas, como el alcohol. Y, hoy por hoy, también la droga, como consumo y como tráfico. Ese tráfico, aunque los que viven en el centro no lo sepan todavía, es una forma de vida, usando desocupados como correos o vendedores de drogas.
Este desfasaje produce inequidades y fricciones que consiste en prácticas reñidas con los más elementales derechos y garantías que las modernas sociedades democráticas condenan a sus ciudadanos.
Los siguientes datos son para tener en cuenta y esperar que la miseria golpee en nuestra puerta, la situación habitacional de la población porteña arroja indicadores que dan cuenta de que el 20 por ciento habita en viviendas precarias o viviendas de calidad aceptable que están sobre hacinadas. Una nena de 5 años se convirtió en una nueva víctima pisoteada por la miseria al morir tras una prolongada falta de alimentación en el hospital de Moreno, Pcia. Bs. As., la niña habitaba junto a su madre y hermana una vivienda extremadamente humilde, la madre apenas les podía darles de comer debido a su condición de desocupada. En la Provincia de Jujuy el índice promedio de mortalidad infantil alcanza al 28 por mil; en Susques cada 10 niños mueren 2, y de cada dos niños vivos, uno es desnutrido.
No sólo es violencia tirar piedras, romper vidrios, prender fuego cubiertas, también es violencia y barbarie matar de hambre a criaturas, violencia es el aumento de la mortalidad infantil, violencia es la muerte de ancianos por falta de atención médica, violencia es que no te puedan atender en un hospital o no poder comprar remedios, violencia es no conseguir un trabajo digno, violencia es la indiferencia, violencia es apoyar el plan económico, violencia es el silencio para no perder un puesto. Casi nadie puede sentirse libre de culpa, algunos en mayor o menor grado, según la función que desempeñen, principalmente aquellos que integran de una forma u otra parte este gobierno, ninguno de ellos puede justificarse ante esta cruel realidad con, y..."otras cosa no se puede hacer" o "yo solo no puedo cambiar las cosas", seguro que ninguno de ellos cuando llegan a su casa no tienen que darle de comer a su familia. Estén más alto o más bajo, en la capital o provincia, son cómplices silenciosos de esta injusticia.
El alto índice de desocupación que tiene el país, es la nueva epidemia de carácter catastrófico que está afectando la salud de los argentinos, la persona que perdió su trabajo comienza a sufrir deterioros en su salud como consecuencia del impacto, verificándose efectos sobre la salud mental del desocupado y su familia. Estiman los profesionales que esta situación traen aparejado problemas de, depresión, asma bronquial, enfermedades cardiovasculares, úlcera gastroduodenal, cirrosis y hasta la posibilidad de desarrollar cánceres, problemas nutricionales, adicciones, accidentes, envenenamientos, violencia, crisis de diversos tipos, dolencias todas éstas capaces de provocar la muerte, siendo tan sólo algunas de las manifestaciones psicofísicas que afectan al 70 por ciento de los desocupados. En esta epidemia del empleo una de cada 2.000 personas que hoy está desocupado podría morir no sólo por esas afecciones, sino también por accidentes y suicidios. Esta situación traerá aparejado a mediano y largo plazo un exceso de enfermedades y un exceso de mortalidad atribuida a este flagelo. Se calcula que en los próximos seis años se producirán 22 mil muertes como consecuencia de la desocupación, 20 mil fallecimiento lo serán por problemas cardiovasculares, 900 por suicidios, 650 por asesinatos y 500 por enfermedades producidas por el exceso de alcohol. Esta situación se agrava dado que el desocupado y su familia quedan sin cobertura asistencial, y entonces, los problemas más comunes son las enfermedades cardiovasculares, los suicidios y muertes vinculadas a la violencia y al exceso de consumo de alcohol; hoy el 25% de desocupados activos consume alcohol o drogas. El ocio trae malos ámbitos, hoy vemos que crecieron alarmantemente, la drogadicción, el alcoholismo, la violencia; se mata por un par de zapatillas, por una campera o por 5 pesos, se roban y se venden bebes, y la prostitución de menores está en pleno auge. Sería más lógico que los colegios prepararan a todos los jóvenes para aprovechar el ocio no deseado que a tantos les espera.
Los jóvenes desempleados de hoy van a ser los hombres adultos enfermos de mañana, por lo que los comportamientos no saludables de los jóvenes se darán en accidentes, violencia, lo mismo que sucede con las esposas de los desocupados, que sufren depresiones, insomnios, y de igual forma ocurre con los chicos, incrementándose la deserción escolar y los problemas de aprendizaje.
El récord histórico de desempleo está dejando secuelas también en niños y adolescentes, el problema no es que no consiguen empleo o son despedidos, sino que esa situación que están viviendo sus padres afecta su conducta escolar. En los alumnos de quinto año surge indefectiblemente la pregunta de para qué seguir estudiando, si total no van a conseguir trabajo.
El desempleo, la caída salarial, la angustia colectiva, la presión a que se ven sometidos tanto empleados como desocupados, se tradujo en los últimos meses en un aumento en la criminalidad culposa (no intencional) y los suicidios por problemas económicos, desalojos y falta de trabajo.
En nuestros tiempos, en que el modelo de sociedad monetaria y competitiva se impone casi planetariamente, donde el dinero ocupa la cúspide de las aspiraciones individuales, no resulta extraño que la cultura quede relegada a un nivel inferior en la escala de valores colectivamente aceptada. Frente a la actual desvalorización de la cultura, hubo, en contraposición, etapas históricas donde cultura y poder se identificaban en un accionar común. El verdadero poder cultural reside, en esencia, en la expansión del conocimiento y el protagonismo cultural. El secreto es, que el poder cultural resida en la gente, sin discriminaciones ni exclusiones, porque en una democracia auténtica y participativa todos igualan sus posibilidades de protagonismo. Y en la medida que los valores fundamentales respondan mucho más a la esencia de lo humano que el materialismo aplastante, las democracias aliadas con la cultura, se constituirán en fuerzas decisivas para que la trascendencia gane la batalla cotidiana contra la mediocridad y la desvalorización espiritual.
Héctor D. Fernández
Ello reafirma la idea de que en la Argentina la desocupación es por el cierre de empresas, y no por el avance tecnológico como en el Primer Mundo; con esa excusa el gobierno y sus aliados nos quieren engañar una vez más. Todo esto demuestra que alcanzaron las metas previstas y cumplen con las imposiciones externas.
¿ Usted se puso a pensar que está pasando y cómo llegamos a esto ?. Una de las muletillas del gobierno fue el costo laboral, en ningún momento hicieron mención al elevado costo del dinero, la falta de créditos barato para los pequeños industriales, la continua, asfixiante y poco equitativa presión tributaria, porque ello es necesario para pagar la deuda externa, sin importar el costo social. Para justificar y desviar la atención de la gente, expresa el Ministro Cavallo y repite el señor Presidente que: " el crecimiento explosivo que trajo la convertibilidad, ha llevado a que mucha más gente saliera a buscar trabajo, generándose una demanda difícil de satisfacer", pero lo que no dicen, es que las mujeres y los niños entraron en el mercado laboral porque los sueldos están congelados, los servicios aumentaron así como los productos y la pérdida de los salarios desde el plan de convertibilidad es más del 27%, entonces para poder satisfacer las necesidades básicas, como lo es el de alimentarse, debieron salir a buscar trabajo, abandonando los estudios y el cuidado de su casa, resintiéndose todos los estamentos sociales.
Hace ya un par de años que se viene acentuando la tasa de desocupación y el gobierno no tomó ninguna medida para paliar este flagelo, porque un Gobierno, que se precie de tal y con la experiencia de otros países, al aplicar este sistema hubiera planificado y tomado las previsiones, no sólo sociales sino también educativas, quedando con ello demostrado que el objetivo es lo que acontece. En la actualidad, apenas un 5 por ciento de las 2.200.000 personas sin trabajo cobra el seguro de desempleo, lo que representa solo el 0,20% del PBI. Alemania invierte de su PBI el 3.47% para el empleo, Francia el 2,82%, España el 3.64%, Suecia el 5.99% y Argentina el 0,20%, ... ¿estamos o no en el primer mundo?.
Resulta obvio para el menos precavido que la respuesta oficial a la desocupación no va más allá de la presentación articulada de viejos proyectos y de iniciativas ya en marcha, como son los programas de capacitación para empleados. Por el momento, así es todo.
En definitiva esto estuvo programado; la idea del capital es en un principio hacer incapie en el costo laboral y que para solucionar el problema era necesario flexibilizar el trabajo; con la complicidad o incapacidad de algunos dirigentes sindicales, los Senadores y Diputados fueron avanzando sobre ello, apoyados por los medios de información que se plagaron de analistas e informadores públicos que nos convencían sobre las bondades del programa, jóvenes brillantes, afamados economistas, exitosos industriales, todos nos decían que era lo correcto y lo que estaba mal, así actuaron en el consciente y subconsciente colectivo, produciendo una transformación increíble, una masa amorfa, a tal punto, que unificaron el pensamiento, eliminaron la solidaridad del sentimiento popular y si no pensamos como ellos somos delirantes, locos o antiguos, es decir, ellos o el caos; esa fue la alternativa que nos impusieron, metieron miedo, todo fue sistemático y programado, mostraron que todo lo público no servía y que era deficitario, corrupto y que prestaba malos servicios, pero no propusieron erradicar los males, sino directamente privatizar, pero lo que no debemos olvidar, es que las empresas del Estado estaban manejadas por funcionarios del gobierno, las que ahora privatizadas dan grandes beneficios, lo que quiere decir que los administradores no sólo no cumplieron con su función, sino que perjudicaron al Estado y casi con seguridad incrementaron y estimularon la desidia, el abandono y la corrupción; de esa forma, el público usuario cansado de los pésimos servicios, apoyó la privatización. No escapa a nadie que muchas empresas del Estado estaban sobredimensionadas, sobraban empleados, pero todo esto, más lo que ocurría en ellas, era producto del sistema que crearon y en el cual participaron quienes están en el poder y en la oposición, pero cuando se dejó a cientos de trabajadores en la calle, ese sistema que los creó y los engordó, los abandonó a su suerte. Nuestro pueblo que históricamente defendió ferreamente los intereses del Estado y consideraba sus empresas estratégicas como un valuarte en la defensa de la Soberanía Nacional, claudicó y estos señores con mucho dinero, compraron y torcieron esa voluntad y el pensamiento popular, ahora están cobrando lo que sembraron. Casi todas las opiniones que escuchamos o leemos en los medios de información por lo general tienen una tendencia o defienden un interés, que es el de las propagandas de las grandes empresas que auspician su programa, por lo tanto, con eso solo compran pensamientos.
Una vez privatizado en este primer período casi todo lo que se podía, vemos asombrados que no se le hizo juicio a ningún funcionario por no cumplir con su deber de funcionario público, al contrario, como premio se les otorgaron otros cargos públicos o volvieron a los puestos que ocupaban en las empresas privadas a las cuales nunca dejaron de servir, porque en muchos casos los presidentes o administradores de empresas del Estado pertenecían a compañías multinacionales, por lo que salta a las claras que su único interés era beneficiarlas, desacreditar lo público para ser adquirido al más bajo precio; esa era la consigna, y esta es una realidad que se prefirió ocultar, nadie la defendió públicamente, y los que lo hicieron fueron tratados de corporativistas o retrógrados y muchos otros adjetivos que se pusieron de moda para denostar esta idea que solo perjudicaba a los señores poderosos de adentro y afuera (grupo de los 8 y FMI). Este tipo de ideas fue creciendo por toda América, como en una época fueron los golpes de Estados; los Gobiernos Militares, jamás gobernaron para el bien del pueblo, sino que fueron la cabeza visible de los intereses internos o extranjeros, con el aporte de ministros y funcionarios como Aleman, Martínez de Hoz o el propio Cavallo, con lo que de alguna forma había que cobrar la deuda y como todo se moderniza y evoluciona, ahora encontraron una nueva forma de someternos; los métodos anteriores por medio de la fuerza, eran combatidos, resistidos y señalados por las mayorías como entreguistas y por más que se nos reprimiera violentamente defendíamos nuestros ideales, que eran la defensa del patrimonio físico, social, político y económico del país.
Mientras viviera esta idea en el pueblo, era imposible producir un cambio, así que buscaron de otra forma, - EL DINERO TODO LO PUEDE -, y aquí también lo pudo. Los políticos cambiaron de idea rápidamente, se fueron transformando y adecuaron al libreto escrito el nuevo orden económico con tal de no perder su lugar. El Justicialismo era uno de los más acérrimos defensores del patrimonio y sentimiento nacional por sus raíces en la clase trabajadora, por lo tanto había que debilitarlo y desarticularlo, de esta forma se le podía introducir un nuevo mensaje para lograr que acataran los cambios que se querían imponer. Realmente fue un trabajo psicológico muy profundo, que comenzó con los militares. Luego de algunas idas y vueltas encontraron el Caballo de Troya, logrando desde adentro lo que no se pudo desde afuera; inmovilizarlo, automatizarlo y manejarlo como zombis. De a poco los medios fueron inculcando que ciertas empresas fundamentales no hacen al patrimonios de un país, también fueron desvalorizando todo lo nacional; que lo nuestro es malo, es lo peor, lo bueno es lo de afuera, todo apoyado por un deficitario sistema educativo y formativo, ni siquiera hoy respetamos nuestras insignias o nuestro himno, y sino fíjensen que somos Argentinos y defendemos apasionadamente nuestros sentimientos en un partido de fútbol o de algún otro deporte, ahí sí que vemos banderas, pero en una fecha patria apenas vemos alguna que otra colgada en algún edificio y qué no vengan con el cuento de que en los países avanzados ..., porque en los EE.UU., estas cosas son respetadas y veneradas por sus habitantes, siendo innegable que son muy nacionalistas, pero pareciera que está mal que nosotros lo seamos; si los empresarios Argentinos se comportaran como ellos, seguro que estaríamos mucho mejor.
Dónde estábamos o en que estábamos cuando nos hicieron este profundo lavado de cerebro. La oposición o los medios que se dicen independientes no sacan los pies del plato, critican superficialmente para tener audiencia o captar un segmento de los que no están de acuerdo con todo esto, pero por lo general critican las formas no el fondo de la cuestión, procuran que todos estén dentro del sistema, que sea crítico pero sumiso, obediente, pregonan un cambio para que nada cambie. Ahora al que critica el modelo, al que propone otra opción económico-social, lo critican tanto que lo muestran como un violento, un perimido o nostálgico y es castigado y estos nuevos seudos jueces de esta nueva sociedad (periodistas, políticos, economistas) inducen a la población para que levanten su dedo acusador descalificándolos y marginándolos. Hoy día no se puede ser rebelde, tener idea propia, ética o principios y menos reclamárselo a los que manejan al país, porque proceder de esta manera es estar fuera de contesto, es ser inadaptados.
Es muy descabellado e injusto pensar que toda riqueza que creen los trabajadores en la Argentina, deberá quedar en el país para ser distribuida su renta entre todos los sectores que ayudan a forjarla mediante su esfuerzo. Así tendría que ser para que cada uno tenga el destino económico en sus propias manos y de esa manera directa o indirectamente, ser los forjadores de la grandeza económica de la Nación, estamos seguro que esto beneficiaría a todos los trabajadores, pero sería combatido por los capitales, es más, nos cambiaron tanto que los mismos beneficiarios no estarían de acuerdo, dirían, "ellos ponen el capital, es justo que hagan lo que quieran". Se llegó a tal punto, que se defienden los intereses de unos pocos que perjudica a la gran mayoría del pueblo, o sea que los mismos damnificados, son sus defensores.
Se generaron distintos hechos a los cuales la prensa en general les dio una trascendencia exagerada con el fin de desviar la atención a la periferia y no al centro de las cosas, a lo superficial y no a lo profundo, como lo fueron el caso Daniela, la Aeroisla y las denuncias del Ministro Cavallo, entre acusaciones de mafias y otras menudencias, que no es otro cosa que la lucha de poderes, un poder formando el lobby económico, representado por el Ministro de Economía y el político por el Presidente. Esta es la real lucha, en la cual 34.000.000 de habitantes somos espectadores de nuestra propia destrucción, total el fin es imponer su poder con miras al 99.
Así se manejan las cosas, nos dicen qué debemos pensar, qué ideas tenemos que apoyar, qué debemos aceptar o por qué debemos aprovechar tal o cual cosa; ¡aleluya! el Señor Presidente logró su objetivo, hoy tiene casi 34.000.000 de ROBOTS.
El Estado no puede ser testigo silencioso e inoperante en la angustia que conmueve primero al hombre, luego a su hogar y, finalmente, destruye la comunidad. Debe intervenir rápidamente, eficaz y enérgicamente, si quiere ser decisivo, debe compenetrarse del dolor humano y buscar remedios apropiados para los males de la sociedad, cuyo destino rige. Debe realizar una política de Seguridad Social y encauzarla por vías que vayan directamente a las necesidades propias de la actividad que la previsión ampara.
Es real que sin las conquistas económicas, las conquistas sociales desaparecen rápidamente y no pueden subsistir, y sin las conquistas económicas y sociales las convulsiones políticas se van a ir sucediendo, como lo prueba la historia de todos los tiempos y de todos los países.
El capital, dueño del control remoto, fue dando órdenes sobre la dirección que debía tomar la economía y las leyes que necesitaba; de a poco fue logrando que se aprobaran estas últimas, quitando los dignos derechos laborales que tienen los trabajadores. Estas medidas junto a otras, como ser la de quiebras o accidentes, benefactoras de los industriales y no de las industrias, se encaminaron a generar la situación actual, provocando el desmantelamiento de obras y servicios sociales, logrando que la gente trabaje sin límites de horas por el mismo sueldo, que las vacaciones y/o francos (si los tienen), sean tomados cuando se lo estipulen, como así también que nos encontremos con rebajas de sueldos, con el pago de salarios en bonos como en los "buenos" viejos tiempos, recorte de indemnizaciones por accidentes de trabajo, la imposibilidad de cualquier seguro por desempleo. También se han producido ciclos repetidos de empleo-despidos sin indemnización y el completo desamparo laboral que los empresarios reclaman y que el Gobierno acepta.
De esta manera y al ir cerrando las fuentes de trabajo, aumentó la demanda y de hecho se bajan los sueldos y entonces los que trabajan, aceptan todas las imposiciones que les impongan, estén o no dentro de la ley, porque hay miedo a perder el mismo y pensando que debemos llevar algo a casa, aunque más no sea, por un mísero sueldo, aceptamos la vergonzosa limosna ofrecida.
A partir de 1994 el Gobierno decidió recortar los aportes patronales y la recaudación del sistema cayó dramáticamente. El objetivo de este beneficio patronal era ayudar a generar nuevas fuentes de trabajo. Sin embargo, el actual 18,6% de desempleo parece demostrar que eso no ocurrió, sino todo lo contrario, tampoco se ven que esos descuentos se hayan invertido en las industrias, siendo los únicos perjudicados los trabajadores, porque se debilitó todo el sistema jubilatorio y el de salud; pero ello, insisten en que se sigan rebajando los aportes, hasta eliminarlos, pretendiendo que de su escaso sueldo el obrero termine pagándose íntegramente la jubilación, la Obra Social (si puede) de lo contrario deberá ir a un Hospital estatal que le va a cobrar un servicio que apenas les brindará utilidades por la falta de elementos y recursos, y al no poder sindicalizase, nadie lo defenderá y si lo despiden no le pagarán nada, no cobrarán las asignaciones familiares, cosa que ya está ocurriendo para aquellos trabajadores que cobran más de $ 1.460. Las condiciones de trabajo se transformarán en jornadas de más de 12 horas con una única retribución en alimentos, cuya provisión les genera además deudas, las cuales para saldarla deberán seguir incrementando su actividad. En fin, el patrón solo le pagará un sueldo, lo demás, Dios proveerá. Estas son expresiones sintomáticas del maltrato, siendo Cavallo una de las expresiones más clara del maltratado desde el poder. Aparte el Estado cada vez recorta más los recursos destinados a la función social, dado que no le cierran las cuentas, por lo cual ésta será escasa o nula, así que todo lo que teníamos mal o bien por las conquistas sociales de nuestros padres, se perderán.
Las autoridades de la CGE dejaron refiriéndose a las pequeñas empresas, que con la reducción de los aportes patronales no se van a crear nuevas fuentes de trabajo, pero al menos será posible reducir costos como para sobrevivir, los grandes grupos económicos tienen otros recursos, y sin embargo son los que más han despedido gente. La rebaja de los aportes no tiene compensación presupuestaría, lo que provoca un desfinaciamiento previsional y de las obras sociales, con lo que se está abriendo otro flanco en las necesidades insatisfechas.
Reducir las contribuciones patronales a la Seguridad Social como método para combatir la desocupación no es un invento de Cavallo, dado que en 1979 se lo ocurrió la misma idea a José Martínez de Hoz, y el resultado fue que hubo más desempleo. Lo único que se consigue es destruir las prestaciones sociales, la pulverización del ingreso de los jubilados, etc., la experiencia no parece contar.
Los industriales con la extinción intelectual y práctica de los meses pasados, optaron por el cambio más fácil, reducción generalizada de salarios en todo el país, para evitar cierres, medida que tendría que acompañar el toque final de flexibilización para reducción de costos salariales, sin el compromiso de evitar despidos. De esta manera, los que están sin ocupación seguirán sin tenerla y los que la tienen estarán peor. El país de los dos millones y medio de desocupados sigue siendo ajeno para la UIA.
La idea de reducir los salarios para aumentar la ocupación no sólo es socialmente perversa sino equivocada; una reducción de salarios tendría efectos recesivos y, por consiguiente aumentaría el desempleo. Los salarios no causaron el desempleo, dado que están congelados hace cuatro años, la producción de mercancías y servicios aumentó más de un 30%, lo que indica que la participación del salario en los costos empresariales y en el PBI se redujo, mientras que la productividad en la producción y los servicios aumentó sustancialmente sin traducirse en mejoras salariales.
No conformes con lo logrado, necesitaban abaratar mucho más el costo laboral, no importando su precio, ellos precisan mano de obra barata, si pudieran ser esclavos mejor, (ojo esto no es joda, ellos piensan así).
El sindicalismo no tiene una respuesta adecuada, se debate entre cómplices, quienes acompañan y negocian impunemente las conquistas obtenidas por nada, dado que el trabajador retrocedió en todos sus beneficios y los que están en contra pero no tienen peso, a todos les queda una reflexión ante esta disyuntiva y que tiene que ver con su futuro. Adónde va el sindicalismo, si van a sobrevivir los Sindicatos y cuál será su nuevo rol, serán capaces de seguir existiendo o podrán mantener su masa de afiliados solo con el trabajo sindical y sin la oferta de las Obras Sociales ?. Hoy por hoy deberán poner todo el esfuerzo en mejorar y proteger a los trabajadores en sus condiciones de trabajo, principalmente en horarios, días de descanso, turnos, higiene, seguridad y salud. Luego, deberá hacer todos los esfuerzos y una gran inversión a nivel de sociólogos, economistas y técnicos en la búsqueda de presentar y ser una alternativa económica-social diferente a la cual hoy nos muestran como única salida y lanzarse a confrontar abiertamente para conquistar el terreno perdido. El sindicalismo es el único que lo puede hacer y es su gran desafió, con ello, pueden recobrar el crédito que perdieron entre los trabajadores y la sociedad.
En general los sindicatos perdieron su fuerza o mejor dicho muchos la negociaron, y ahora no pueden reaccionar y si lo quisieran hacer no tienen el respaldo de la gente, ni el poder para hacer frente al capital; cuántos son los trabajadores que están dispuestos a hacer un paro ?. Ellos saben que si los echan, quizás no encuentren nunca más otro trabajo estable. Es más, agradecerían que les hicieran un paro, así echan a todos los efectivos, principalmente a los más antiguos que tienen en las empresas y de esta manera, gracias a las leyes solicitadas por ellos, renovarán el plantel dentro de los nuevos planes para estimular el empleo, con las cuales no pagarán cargas sociales ni indemnizaciones. Estas leyes fueron aprobadas hace un tiempo y dieron como resultado un récord de desempleo, y los empresarios no hicieron nada para ocupar más gente.
Pero la distracción empresaria no ha sido la única. A nadie escapa que un importante sector sindical, expresado en la CGT, justificó hasta hace unos meses el plan económico y sus medidas, sosteniendo que se trataba de un proceso de transformación exitoso y que los verdaderos trabajadores eran los que quedaban en las plantas de las empresas ¿ No ven los dirigentes sindicales las consecuencias de las pérdidas de los puestos de trabajo y que los prescindidos e indemnizados seguían formando parte del mundo laboral, pero en situación más precaria? Paradójicamente ahora se lanzó un paro de actividades en defensa de la fuente de trabajo, pero a nadie escapa que el fin es en apoyo al Sr. Presidente en su lucha por el control del poder con el Ministro Cavallo, a quien se acusa como único culpable de lo que está ocurriendo con los desocupados, y sino basta con haber visto algunos carteles pegados en la calle con la cara del Ministro. Acaso el Presidente, o algún Ministro amigo de éste, salió a criticar o agredir el paro, como lo hicieron en otras ocasiones, es más, en declaraciones Gerardo Martínez, titular de la CGT, dijo "Nosotros no estamos en contra del modelo, sino del modo en que está siendo instrumentado"; cualquier otro comentario está de más.
Escuchamos en los medios que se reportean y se les piden soluciones a economistas, periodistas o empresarios, y todos se expresan sobre las medidas que se deben tomar o que se deben hacer, coincidiendo en que se debe profundizar en que esto es para largo, y es producto del cambio, algo así como cuando hace unos cuantos años atrás nos decían, "estamos mal pero vamos bien".... Mientras tanto se le sigue pidiendo sacrificio al de abajo, al trabajador. Ahora nos preguntamos, cuándo el trabajador dejó de aportar sacrificio ?, cuándo dejó de ser la variable del ajuste ?, cuándo dejó de pagar los platos rotos o las malas administraciones, si estamos pagando la deuda que contrajeron los industriales gracias a la nacionalización de la deuda ?. Todos los sacrificios siempre lo tienen que hacer los trabajadores ?, los recortes son sobre lo que usan o deben recibir los que menos tienen, los hospitales, la educación pública, la seguridad, las condiciones de trabajo, siempre se castiga al mismo sector, pero lo más grave es que parecería que a este pueblo se le dio una gran inyección de anestesia, estamos adormecidos, vemos la infamia, la hipocresía, la corrupción, la traición y no reaccionamos, por el contrario nos acostumbramos a convivir con ella, en otras épocas salíamos a la calle por cosas menores, exigíamos la renuncia de los Ministros y hasta llegaron a caer Gobiernos militares, con represión y todo, pero hoy tenemos miedo, un miedo que puede más que la represión, miedo a la miseria, miedo al hambre. Pero igualmente no se justifica, a nosotros y a nuestros hijos se nos están quitando la posibilidad de la igualdad de oportunidades, debemos exigir y poner de una vez por todas fin a esta barbarie recatada, formal y disfrazada de democracia, detrás del pretexto de la libertad, libertad solo para los que más tienen, ahora nos preguntamos: si era barbarie el saqueo de supermercados en la época de Alfonsín, matar de hambre que es ?.
Ahora los señores industriales que aportaron ? se quejan siempre, pero siempre lograron que el Estado los proteja, cuándo se les dio crédito en la época de Martínez de Hoz, para renovar las industria hicieron todas las trampas posibles para quedarse con la plata y no renovar nada..., perdón, algo renovaron, sus bienes personales y cuando abrieron la importación, como no habían invertido prefirieron cerrar las empresas, así comenzó el cierre masivo de fábricas y las deudas quedaron, como el Estado nunca pensó en confiscarles los bienes personales para pagar las deudas, al señor Cavallo se le ocurrió una magnifica idea, que paguemos entre todos la plata que pidieron y gastaron esos "empresarios"; para ellos no hubo castigo, siguieron haciendo otros negocios, tampoco en esto entran los pequeños y medianos industriales, esos que con esfuerzo tenían un pequeño taller o empresa familiar, sino de esos que dirigen la economía de hoy; para el que no tiene no hay crédito, por lo tanto el chico desaparece y solo queda el grande que maneja a su gusto el mercado.
Los empresarios qué sacrificio aportan, quieren condiciones y salarios que rigen en países como Taiwán, Corea, etc., mano de obra barata y vida miserable, pero nunca se vio, en estos tiempos, que un Empresario de los poderosos, pase hambre. Muchos de éstos, primero fueron contratistas o proveedores del Estado y ahora se quedaron con muy poca o casi nada de las privatizaciones de las empresas de servicio.
Todos dan soluciones, dicen de rebajar los salarios ( una medida encubierta de la inflación, es lo mismo que aumentaran los precios) y eliminar las cargas sociales, entre otras cosas; los trabajadores ante el terror generalizado de perder su puesto de trabajo y el panorama sombrío que todos presentan, si no se toman las medidas propuestas por ellos, están dispuesto a aceptar como solución la libertad de contratación. Todo ello resulta ser una maniobra tremenda, la libertad de contratación es como poner a un lobo a cuidar un rebaño de ovejas, todos sabemos como terminará la historia. Un ejemplo de ello son los motivos de la sobreocupación, en mayo de este año, el porcentaje de la población ocupada que trabaja más de 45 horas a la semana alcanzó un récord del 42%. Son más de 1.700.000 millones de personas que trabajan principalmente en actividades de servicios. Sobrevivientes de las reducciones de personal, se quedan más tiempo en sus trabajos para cuidar su fuente de ingresos y muy pocos cobran extras. La tendencia a la sobreextensión de la jornada tiene poco que ver con el pago de horas extras, en la Argentina forma parte de la estrategia competitiva de las empresas, que no está centrada en la incorporación de tecnología o en el aumento de la productividad por inversión en capacitación, sino en una estrategia defensiva, orientada a la reducción de los costos unitarios de la mano de obra. Hay una tendencia a que haya menos personal y más trabajo, las empresas ejercen una fuerte presión para controlar sus planteles; quieren ser más delgadas y cada vez más remuneran al personal "directivo" en función de los resultados. Este enfoque estrecho podría llevar a especializarse en los procesos productivos de baja calidad y escasa formación de la fuerza del trabajo. La sobreocupación está relacionada con la caída del ingreso de las familias.
Una vez instalada en la opinión pública esta solución, todos estarán convencidos que es la única salida, serán aprobadas las leyes que ellos quieren, luego vendrá la preocupación y el desengaño, pero será muy tarde. De a poco fueron imponiendo un estado de cosas en el cual el pueblo asumió como necesario o como que otra cosa no se puede hacer, con este criterio aprobaron las leyes y así aprobarán las que faltan, sacarán todos los beneficios y el trabajador quedará desprotegido totalmente y a merced del empleador, y no estaremos muy lejos de la esclavitud, esclavitud del siglo XXI, impuesta por este capitalismo.
El capitalismo es una fuerza de aglomeración fría, internacional, sin patria ni corazón. Es en otras palabras, la aglutinación de lo espurio del dinero, que pretende erigirse en instrumento de dominación. El capital es útil y beneficioso cuando eleva su función al rango de cooperador efectivo del progreso económico del país.
Con estas medidas bajará el desempleo a un nivel medio, no excesivo, siempre será mayor la demanda que la oferta para que nadie se sienta seguro en su puesto, lo que permitirá mantener las condiciones laborales creadas y sometida a la gente a que tengan miedo de perder la miseria que tienen, aparte que piensen que es lo mejor que hay. A esto, los "profetas" nos mostrarán como un logro y nos convencerán una vez más que eso era lo que se necesitaba, que es lo mejor, mientras ellos comen, se visten, tendrán salud y educación para sus hijos, y seguirán viviendo como potentados, refregándonos su opulencia indigna en revistas como Caras, Gente, etc, que no dejamos de comprar para asombrarnos con sus riquezas. Hasta en eso no transformaron, en lugar de causarnos indignación y tomar represalias, las compramos para admirarlos. En muchos medios muestran como una degradación lo que hacen ciertos industriales coreanos radicados en nuestro país..., ¿ ésto será la normalidad ?.
El objetivo es poder competir con Malasia, India u otros países asiáticos, con la diferencia que en esos países, social, cultural y económicamente vivían en la total indigencia, morían de hambre y enfermedades, hoy tienen trabajo y un sueldo, con eso solo, viven mejor que antes, pero no sirve como referencia, porque siguen viviendo peor que nosotros, para el que no tiene nada, algo es más que nada, pero no hay que igualar hacia abajo, sino hacia arriba, por qué no nos igualan con Alemania, Japón, Suecia, Noruega etc.. En Europa países como Alemania y la misma Francia con un gobierno conservador, que para hacer mejor el reparto del sacrificio tienen un impuesto a las ganancias mayor del 40%, aumentaron el impuesto a la riqueza y el IVA a los productos suntuarios y rebajaron el impuesto al consumo. En nuestro país no sólo no se hace eso, sino que es tanta la desesperación por recaudar que hace estragos entre los que ganan menos, pero hay 470.000 individuos que deberían pagar el impuesto de las riquezas y sólo lo pagan 70.000, mientras nadie hace nada para cobrarle al resto, porque sería como cobrarse ellos mismos, resultando vergonzoso e indignante con la total impunidad con que actúan.
Pretendemos estar en el primer mundo, pero el Estado no se comporta como tal, siempre pretenden compararnos con los trabajadores de Alemania o Japón, pero nunca comparan sus sueldos con los nuestros o con lo que pueden comprar con lo que ganan, ni las condiciones de trabajo. En otras ocasiones nos comparan con los trabajadores de Taiwan, Malasia o de algún otro país del Oriente, comparan sus sueldos y los costos laborales, pero tampoco mencionan las condiciones infrahumanas en que viven, condiciones que ellos jamás estarían dispuestos a soportar. Son buenos para decirnos lo que debemos hacer, pero que ellos no harían, algo así como lo de "haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago".
Tampoco he visto entre todos estos uno solo que enfoque la solución desde el trabajador, desde ese que trabaja todo el día por un magro salario o alguno que de solución al que hace más de un año que no tiene trabajo y está buscándolo infructuosamente todos los días; al que solo consigue alguna changa que otra; y acaso alguien da solución a la desesperación de los padres que vieron morir de hambre a sus hijos, como ocurriera en Escobar y Moreno ... sí, aquí, en dos localidades del Gran Buenos Aires, a escasos kilómetros de la Capital Federal y no, en un lejano y pobre país de África, pero la solución que dan aquellos que tienen mucho dinero y una sólida posición, es la del exterminio, de la que en nada se diferencia de los campos de concentración nazi, y donde la miseria son los alambrados que rodean los mismos. La muerte por el hambre y la falta de salud, son la limpieza sanitaria, la falta de educación y el embrutecimiento por medio de la droga, los medios de difusión, el alcohol y otros medios de entorpecimiento son también métodos de subyugamiento, y por eso nos preguntamos: dónde están los derechos humanos ?, qué derecho tienen de darnos soluciones desde nuestras miserias, qué sacrificios hacen ellos, qué resignan o de que se privan los Funcionarios Públicos, Ministros, Secretarios, Senadores Diputados, Asesores, Gobernadores, Concejales etc., etc., Tanto los del oficialismo cómo los de la oposición propusieron o presentaron una ley para demorar el cobro de sus sueldos y adicionales para que cobren primero los jubilados, pensionados y trabajadores o directamente rebajarse sus salarios en todo concepto, eliminando los gastos reservados, viáticos, representación, pagando el impuesto a las ganancias o hacerse cargo de los gastos de asesores, de teléfono, vehículos, viajes, etc. No, ellos siguen viviendo en otra Argentina, muy distante del pueblo; ahora en el Senado de la Nación con la nueva modificación de la Constitución y el ingreso de más Senadores, enviaron a remodelarlo, en ello se gastaron nada más que 200.000 mil dólares y los hospitales como la ex Casa Cuna o el Garraham pueden dejar de funcionar por falta de partida, este dinero no solucionará el problema, pero puede ayudar, siendo lo más grave la crisis del sistema ético y moral que existe en el Estado, que si no se corrige pronto irá carcomiendo todas las instituciones de la Nación. Los empresarios tampoco hacen nada para achicar sus ingresos o gastos que tienen asignados en las empresas, y es más sencillo echar empleados de bajas remuneraciones, aplicando los famosos ajustes que a ellos nunca les llega, para terminar siendo más los que dirigen, que los que trabajan.
Producto de la aplicación de esta política que no piensa para nada en el bien común, sino en cumplir las metas impuestas desde afuera, se prioriza la recaudación para pagar la deuda externa sobre todo lo demás. Aparte la deuda externa argentina es como el ave fénix, en infinidad de oportunidades, a lo largo de estos años, se proclamó que estaba superada definitivamente; pero la deuda externa no sólo renace de sus supuestas cenizas sino que ahora está mucho más viva y alterada que en otros momentos.
El Ministro de Economía informó que en el mes de junio, el endeudamiento público sumaba 85.890 millones. En resumen, desde diciembre de 1991 hasta ese mes de junio creció la friolera de 27.000 millones de dólares.
Sin embargo, es sabido que en estos años se privatizaron empresas públicas para cancelar deudas pendientes del país y se suscribió, por otra parte, el Plan Brady, que redujo parte del endeudamiento a cambio del pago puntual de los intereses anuales. Así son las cosas, la deuda se redujo en unos 20.000 millones de dólares, pero la nueva deuda es de casi 70.000 millones. El endeudamiento total representa por cierto uno de los índices más altos de América Latina. Ese mismo promedio se da en términos de deuda pública por habitante; México adeuda 1.350 dólares por persona, el Brasil 850 dólares y la Argentina 2.700 dólares. Además cayó la recaudación producto de los quebrantos y cierres de comercios y pequeñas empresas, lo que nos otorga otro récord de este gobierno, aunque no dudan en aclarar que seguirán persiguiendo a los evasores. El Estado es un socio en las ganancias, pero nunca participa en las pérdidas, no importa que en la calle no haya un peso, que el poder adquisitivo siga con su declinación por tercer mes consecutivo, el Gobierno está muy preocupado porque necesita perseguir a los evasores para aumentar sus recaudación tributaria, lo que va a generar en muchos casos que los empresarios que eran evasores tengan que decidir entre cerrar sus negocios o despedir gente. Van a tener que optar porque no van a poder pagar todos los impuestos y mantener a todos sus empleados. Lamentablemente las cosas van a empeorar más que a mejorar. Ahora se demorarán los pagos de salarios a los jubilados y empleados, para poder cumplir con las imposiciones del F.M.I., el fin es pagar los intereses de la deuda, no la deuda previsional, estirando los pagos mes a mes, seguramente para atrasarlos un mes, quedando ese mes en caja. Para colmo el PAMI no puede pagar la deuda con los prestadores, seguramente porque el dinero de la recaudación previsional se destinó para otros fines, además de las rebajas de los aportes patronales no compensados, no tienen el servicio de salud que les corresponde. La polémica sobre la eficiencia de la atención médica en los hospitales públicos estalló cuando se supo que tres ancianos habían muerto por falta de atención, y uno de ellos por el hecho de tener que esperar 45 minutos en el hospital Durand para que le dieran cama.
El Gobierno una vez más cedió a la tentación de diluir sus responsabilidades, atribuyendo culpas a responsables menores de lo que viene sucediendo en el país en los últimos meses. Sucedió a comienzo de año al atribuir la endeblez y precariedad del sistema financiero y monetario nacional al efecto tequila y a la ondas convulsivas de la crisis económica mexicana.
Los problemas por la desocupación se hacen ostensibles en los jóvenes, a los cuales la frustración de no encontrar trabajo los pone de cara a la adicciones y a los mayores de 40 años, ya que es una edad en la que para el empleador es considerado viejo. Si bien la desocupación genera enfermedad o adicción, la inseguridad de poder perder el trabajo se asocia con esas afecciones, pudiéndose comprobar que aumentaron las cardiopatías en los empleados estresados por el temor que su nombre aparezca en la próxima lista de despidos del sitio donde trabaja. En el desempleo, el gran fantasma es la depresión y la cronificación de ese estado que puede desembocar en el suicidio.
El varón intenta recuperar su lugar, su hombría, a través del camino que le queda abierto, la violencia o salidas fallidas, como el alcohol. Y, hoy por hoy, también la droga, como consumo y como tráfico. Ese tráfico, aunque los que viven en el centro no lo sepan todavía, es una forma de vida, usando desocupados como correos o vendedores de drogas.
Este desfasaje produce inequidades y fricciones que consiste en prácticas reñidas con los más elementales derechos y garantías que las modernas sociedades democráticas condenan a sus ciudadanos.
Los siguientes datos son para tener en cuenta y esperar que la miseria golpee en nuestra puerta, la situación habitacional de la población porteña arroja indicadores que dan cuenta de que el 20 por ciento habita en viviendas precarias o viviendas de calidad aceptable que están sobre hacinadas. Una nena de 5 años se convirtió en una nueva víctima pisoteada por la miseria al morir tras una prolongada falta de alimentación en el hospital de Moreno, Pcia. Bs. As., la niña habitaba junto a su madre y hermana una vivienda extremadamente humilde, la madre apenas les podía darles de comer debido a su condición de desocupada. En la Provincia de Jujuy el índice promedio de mortalidad infantil alcanza al 28 por mil; en Susques cada 10 niños mueren 2, y de cada dos niños vivos, uno es desnutrido.
No sólo es violencia tirar piedras, romper vidrios, prender fuego cubiertas, también es violencia y barbarie matar de hambre a criaturas, violencia es el aumento de la mortalidad infantil, violencia es la muerte de ancianos por falta de atención médica, violencia es que no te puedan atender en un hospital o no poder comprar remedios, violencia es no conseguir un trabajo digno, violencia es la indiferencia, violencia es apoyar el plan económico, violencia es el silencio para no perder un puesto. Casi nadie puede sentirse libre de culpa, algunos en mayor o menor grado, según la función que desempeñen, principalmente aquellos que integran de una forma u otra parte este gobierno, ninguno de ellos puede justificarse ante esta cruel realidad con, y..."otras cosa no se puede hacer" o "yo solo no puedo cambiar las cosas", seguro que ninguno de ellos cuando llegan a su casa no tienen que darle de comer a su familia. Estén más alto o más bajo, en la capital o provincia, son cómplices silenciosos de esta injusticia.
El alto índice de desocupación que tiene el país, es la nueva epidemia de carácter catastrófico que está afectando la salud de los argentinos, la persona que perdió su trabajo comienza a sufrir deterioros en su salud como consecuencia del impacto, verificándose efectos sobre la salud mental del desocupado y su familia. Estiman los profesionales que esta situación traen aparejado problemas de, depresión, asma bronquial, enfermedades cardiovasculares, úlcera gastroduodenal, cirrosis y hasta la posibilidad de desarrollar cánceres, problemas nutricionales, adicciones, accidentes, envenenamientos, violencia, crisis de diversos tipos, dolencias todas éstas capaces de provocar la muerte, siendo tan sólo algunas de las manifestaciones psicofísicas que afectan al 70 por ciento de los desocupados. En esta epidemia del empleo una de cada 2.000 personas que hoy está desocupado podría morir no sólo por esas afecciones, sino también por accidentes y suicidios. Esta situación traerá aparejado a mediano y largo plazo un exceso de enfermedades y un exceso de mortalidad atribuida a este flagelo. Se calcula que en los próximos seis años se producirán 22 mil muertes como consecuencia de la desocupación, 20 mil fallecimiento lo serán por problemas cardiovasculares, 900 por suicidios, 650 por asesinatos y 500 por enfermedades producidas por el exceso de alcohol. Esta situación se agrava dado que el desocupado y su familia quedan sin cobertura asistencial, y entonces, los problemas más comunes son las enfermedades cardiovasculares, los suicidios y muertes vinculadas a la violencia y al exceso de consumo de alcohol; hoy el 25% de desocupados activos consume alcohol o drogas. El ocio trae malos ámbitos, hoy vemos que crecieron alarmantemente, la drogadicción, el alcoholismo, la violencia; se mata por un par de zapatillas, por una campera o por 5 pesos, se roban y se venden bebes, y la prostitución de menores está en pleno auge. Sería más lógico que los colegios prepararan a todos los jóvenes para aprovechar el ocio no deseado que a tantos les espera.
Los jóvenes desempleados de hoy van a ser los hombres adultos enfermos de mañana, por lo que los comportamientos no saludables de los jóvenes se darán en accidentes, violencia, lo mismo que sucede con las esposas de los desocupados, que sufren depresiones, insomnios, y de igual forma ocurre con los chicos, incrementándose la deserción escolar y los problemas de aprendizaje.
El récord histórico de desempleo está dejando secuelas también en niños y adolescentes, el problema no es que no consiguen empleo o son despedidos, sino que esa situación que están viviendo sus padres afecta su conducta escolar. En los alumnos de quinto año surge indefectiblemente la pregunta de para qué seguir estudiando, si total no van a conseguir trabajo.
El desempleo, la caída salarial, la angustia colectiva, la presión a que se ven sometidos tanto empleados como desocupados, se tradujo en los últimos meses en un aumento en la criminalidad culposa (no intencional) y los suicidios por problemas económicos, desalojos y falta de trabajo.
En nuestros tiempos, en que el modelo de sociedad monetaria y competitiva se impone casi planetariamente, donde el dinero ocupa la cúspide de las aspiraciones individuales, no resulta extraño que la cultura quede relegada a un nivel inferior en la escala de valores colectivamente aceptada. Frente a la actual desvalorización de la cultura, hubo, en contraposición, etapas históricas donde cultura y poder se identificaban en un accionar común. El verdadero poder cultural reside, en esencia, en la expansión del conocimiento y el protagonismo cultural. El secreto es, que el poder cultural resida en la gente, sin discriminaciones ni exclusiones, porque en una democracia auténtica y participativa todos igualan sus posibilidades de protagonismo. Y en la medida que los valores fundamentales respondan mucho más a la esencia de lo humano que el materialismo aplastante, las democracias aliadas con la cultura, se constituirán en fuerzas decisivas para que la trascendencia gane la batalla cotidiana contra la mediocridad y la desvalorización espiritual.
Héctor D. Fernández
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