lunes, 18 de mayo de 2009

AUMENTOS

Febrero de 1998

En estos días conocimos el aumento del transporte de colectivo y trenes, como así también del peaje. También es noticia las licitaciones de los Aeropuertos y los nuevos D.N.I..
Cada tanto el Gobierno nos sacude con alguna noticia inesperada, especulando con la pasividad e indiferencia de la mayoría gente.
El aumento del transporte público es algo muy criticado por el usuario, pero inalcanzable a la indiferencia del gobierno.
Tomemos el caso de los colectivos, medio que utiliza la mayoría de los trabajadores, por lo general los que menos ingresos reciben. Son muchos los obreros, por su condición humilde, que viven alejado de sus trabajos. Ellos, en tiempos mejores, lograron comprarse un terreno y con esfuerzo levantaron su casa. Pero por ganar poco, debieron hacerlo en zonas alejadas de los centros industriales. Esto ocasiona que en muchos casos deban tomar más de un medio de transporte o pagar los boletos más caros.
Esta raza de empresarios del autotransporte, es uno de los más nefastos para el país. Este gobierno “transformador”, que no tuvo compasión en dejar cientos de miles de trabajadores en calle con las privatizaciones, de mantener la tasa de desocupación más alta de la historia, de no inmutarse ante el quebranto cientos de pequeñas empresas y comercios por su presión fiscal y ambición recaudadora, con el solo propósito transformar el estado y hacerlo, según dicen moderno o insertarnos en el 1er. Mundo. Sale, una vez más, descaradamente a solucionarle el problema a estos empresarios y trasladándoselo el problema a los usuarios.
Como decíamos, estos seudos empresarios, son insaciables ante un gobierno permisivo con los empresarios en general, quienes quieren todos los beneficios a su favor. Nos solo le aumentaron el boleto y bajo el gasoil, sino pretenden que les den un subsidio. Para ellos no existe la inversión de riesgo. Sus ganancias tienen que tener seguro del Estado. Uno de los argumentos del aumento responde, como nos tienen acostumbrados, a una lógica desconcertante, compensar a las líneas por el menor número de pasajeros. Acaso la economía no creció, entonces supuestamente hay mayor cantidad de personas que viajan para ir a trabajar ? La realidad es que hay mucha gente que no tiene trabajo y el resto se volcó a otros medios de transporte, porque prestan un mejor servicio. Cosa que por su propia incapacidad y vicios, no pueden competir.
Ahora, con el mismo concepto, los trabajadores tendríamos derechos a pedir un subsidio al Estado, porque no nos alcanza el sueldo para comer, vestirnos, educarnos, etc., para que podamos vivir decentemente y seguro que sería mucho más justo, porque trabajamos o queremos trabajar.
No es la primera vez que les otorgan aumentos, los últimos fueron para incorporar tecnología, o para que funcionaran toda la noche. Pero, los que viven en la provincia, saben muy bien, que en algunos barrios es más difícil tomar un colectivo en la noche que encontrar un billete de 100 pesos. La única mejora incorporada ha sido la máquina expendedora de boletos. Aparte la primera sección de los boletos prácticamente no existe y los que tienen recorrido que no entran en la capital los boletos son más caros.
Tampoco dicen que las deudas de las empresas de corta y larga distancia por accidentes de tránsito suman 700 millones de dólares. Además adeudan 500 millones de impuestos y cargas sociales. Esto también se lo tenemos que pagar los usuarios. Mientras la inflación y los salarios están congelados, entre 1996 y lo que va del 98, el boleto aumentó 20%, contra la inflación menor del 1%.
Los ferrocarriles también aumentan, otro de los servicio que toma mayoritariamente el trabajador. Desde que se privatizaron, quienes viajamos todos los días, podemos ver que aumento la afluencia de usuarios en este medio. EL principal motivo de ello es, su precio, rapidez y a diferencia de cuando eran Estatales, cumplen medianamente los horarios. Por lo demás no hubo grandes cambios, se han preocupado más por recaudar o sea control de boleto que mejorar otras cosas. En 1986 al Estado le costaba mantener los ferrocarriles 240 millones de pesos. Este Gobierno, decidió no seguir manteniendo tremenda pérdida y fuente de corrupción, vagos y ñoquis. Hoy, privatizados, el Estado subsidia a los privados con 340 millones. Con 100 millones menos el Estado mantenía 34.000 kilómetros de vías y más empleados, hoy sólo se usan 5.900 (los más rentables). Ahora queda claro quien se queda con la plata. Tendrá que ver algo eso de que la mayor concentración de las riquezas esta en manos de los que más tienen?.
El ferrocarril no sólo perdió su función social, que era llegar a pueblos remotos, sino que con la eliminación de estos ramales, por no rentables, algunos pueblos se convirtieron en fantasmas, pueblos de viejos, produciendose el éxodo de sus pobladores hacia las grandes ciudades, en busca de mejores oportunidades. Esto significó un grave perjuicio demográfico. Cuando era Estatal, se criticaba a los ferrocarriles como deficientes e improductivos, ponderando el servicio de autotransporte, como emprendimiento privado, que no producía déficit. Todo esto fue rodeado de una gran campaña de publicidad, desmereciendo el servicio ferroviario y no a sus administradores, que fueron los verdaderos culpables. En esto jugaron un papel muy importantes los empresarios de las líneas de colectivos. La mayoría de los servicios ferroviarios levantados, fueron reemplazados por el servicio de colectivos. Resultando a la postre, más caros y lentos. Tampoco podemos olvidar que en la privatización han participado empresas de transporte automotor.
Uno de los motivos del aumento otorgado a los ferrocarriles, es que van a reducir el subsidio en unos 50 millones. La crisis asiática le llego al trabajador, como siempre, el que debe paga los desbarajustes de los poderosos. Como el país deberá refinanciar este año a mayor costo su deuda externa, porque los prestamistas le recargarán más que de costumbre la tasa de interés, el Gobierno necesita cortar algunos subsidios.
Es evidente, como los empresarios, funcionarios, políticos, etc., no viajan en estos medios, no les preocupa el aumento. Es más, han pensado que si los trabajadores son los que los usan, que lo paguen. Por qué ellos se tienen que hacer cargo indirectamente del pago de parte de las subvenciones que salen del pago de impuestos. Por lo tanto, recortaron el subsidio y lo trasladaron al valor de los boletos, pagándolo los usuarios. Cómo termina esta historia ? como siempre, paga el que menos tiene. Lo que se llama una justa redistribución de las ganancias. Para ellos ganancias. Para nosotros el pago de las deudas.
Lo mismo ocurre con los peajes, otorgaron un aumento del 10%, que en definitiva es bastante más, sin que nadie se los prohiba. Siempre encuentran una argumentación técnica, legal y antojadiza, para perjudicar al usuario. El aumento será trasladado a todos los productos que transiten esas rutas, por medio de camiones y que será recargado en el costo final de los productos, lo que traerá aparejado un serio impacto en las alicaídas economías regionales y en el presupuesto de la gente. Quién pagará ? el trabajador.
Queda alguna duda que este Gobierno sólo beneficia y hace lo que el sector empresario y el capital quiere.
Desde la visita de Clinton a Brasil y Argentina, ocurrieron extrañas coincidencias. La presión vedada para integrar el ALCA, dejando de lado el MERCOSUR. Argentina y Brasil tienen una política liberal muy similar, como casi la mayoría de los países que se encuentran aliados o en la órbita de los EE.UU., la única diferencia es la mayor o menor dependencia con el FMI, y Brasil, de los dos países es el que mantiene una mayor independencia. Al poco tiempo de esa visita, comenzaron extraños movimientos. La crisis de Asia, con serías repercusiones en los mercados de Argentina y principalmente del Brasil. Entonces se vislumbro una mayor insistencia del FMI, para que Brasil aplique sus recetas de ajuste.
Ahora se ve un creciente interés de EE.UU. y el FMI, en superar el problema de los países asiáticos y que estos adopten las medidas y acepten el monitoreo que ellos proponen, a cambio del préstamo de dinero para superar la crisis. Lo extraño, para quien no entiende, es como pudo ocurrir esto, cuando son los países alabados y apoyados por los EE.UU y el FMI, ejemplos de capitalismo. Todo parece como digitado desde algún lado, vaya a saber con que fin. Seguramente que cuando firmen los acuerdos propuestos, todo volverá a la calma, dejando secuelas en los países que ellos quieren. Acaso cuantos han sido los funcionarios, políticos, economistas, periodistas, etc., lo pusieron como ejemplo, hasta el mismísimo presidente lo hizo.
Aquí, están ocurriendo, además, otras situaciones llamativas. Una de ellas es la privatización de los aeropuertos. Todo comenzó con una gran campaña de inseguridad y necesidad de modernización de la estructura. Recordemos que lo mismo ocurrió con Aerolíneas Argentinas y Austral, decían que con la privatización iba a mejorar la seguridad y el servicio, desde entonces y con mayor frecuencia, los problemas y los accidentes aéreos se multiplicaron. El mismo tipo de campaña publicitaria de menosprecio y menoscabo sucedió en su momento con todos los servicios que quisieron privatizar, ferrocarriles, teléfonos, gas, agua, electricidad, etc. En general mejoraron, pero los usuarios estamos pagando excesivamente muchas de esas mejoras, que no se condicen con el ajuste de los salarios, ni con los precios internacionales.
Una vez más por un decreto de “necesidad y urgencia” se llama a licitación y se privatiza. Algo parecido ocurre con la renovación de los DNI.
El tema de los DNI, es un gran negocio, de 1.000 millones de dólares. El Estado delegara en manos privadas y extranjeras el manejo y acopio de información personal de los ciudadanos, principalmente con importantes servicios de inteligencia. Además en este país existen documentos como, Cédula de Identidad, Libreta de Enrolamiento, Registro de Conductor, Pasaporte, CUIL, etc. Tendríamos que evaluar los riesgos que se corren con el manejo de esta información, solo recordemos que paso con la última dictadura militar. En algunos países del primer mundo, estos documentos no existen.
Ahora lo llamativo, es que en todas estas licitaciones participan empresas norteamericanas. Incluso están representantadas por ex embajadores de los EE.UU. Presionan descaradamente y amenazan con no otorgar la visas a nuestros ciudadanos si no se concreta el proyecto y aseguran que ellos son los que dan la máxima seguridad. A estas declaraciones, nos aproximan más a una colonia que a un país libre y soberano. Además estas manifestaciones fueron avaladas por el secretario de Comercio y el asesor de Asuntos Latinoamericanos de EE.UU. con sendas cartas enviadas al Sr. Presidente. De igual forma actuó la embajada de ese país en el tema de los aeropuertos, enviándole una carta al Jefe de Gabinete Jorge Rodríguez, en similares términos. Uno de los Grupos tienen el respaldo del Consejero Presidencial y amigo de Bill Clinton y otro por otro ex embajador, Terence Todman.
Es evidente que aquí existen presiones en favor de una empresa u otra, pero también un innegable acatamiento y subordinación a la voluntad de los intereses de los EE.UU. Que lejano quedo eso de Económicamente Libre y Políticamente Soberana.


Hector Daniel Fernández

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