martes, 12 de marzo de 2024

Milei y “la solución final al problema de los jubilados”






Los jerarcas nazis Reinhard Heydrich y Otto Adolf Eichmann, entre otros, llevaron a cabo la "solución final al problema judío”, con actos inhumanos y horrendos, se les arrebató toda dignidad, fueron aislados en condiciones miserables para mantenerlos controlados y segregados. Los alemanes nazis primero implementaron las políticas que llevaron a la inanición y a las enfermedades, posteriormente asesinaron a los judíos por medio de la a actos aleatorios de terrorismo, fusilamientos masivos y a la muerte por gaseo.

Javier Milei y su gobierno, tienen un problema, “los jubilados” y buscan una “solución final”. Milei sostuvo que se debe recortar el “gasto” del estado en jubilaciones y pensiones”. Por lo tanto para ellos los jubilados son un gasto y por ello la licuación de las jubilaciones explica el 44,5% del superávit fiscal de enero. Los jubilados nunca estuvieron bien, por las medidas tomadas por este gobierno, han sumido a los jubilados en una profunda angustia, incertidumbre y estrés por la pérdida de su calidad de vida, lo que representara en no mucho tiempo la mortandad prematura de muchos de ellos. No es emparentar el horror del Holocausto, pero hay un punto de conexión, en la deshumanización, crueldad, ensañamiento y el arrebato de la dignidad. 

Está visto, por su comportamiento, que el Presidente es una persona dogmática, mesiánica y fundamentalista. Está signado por una dura historia familiar marcada por el bullying y los malos tratos de su padre. Quizás por ello su escasa humanidad y sensibilidad. Todo está a la vista. Tanto él, como muchos que se manejan en el mundo de los números, la economía y los negocios, la prioridad no son las personas, si no que les cierren sus cuentas a como dé lugar. El fin justifica los medios. Para ellos siempre hay una excusa valedera. No les importa que miles de trabajadores se queden sin trabajo, que familias no tengan para comer, no puedan tener un techo donde cobijarse, que los enfermos no puedan curarse u obtener los remedios necesarios para seguir viviendo, que los jubilados no puedan alimentarse dignamente, comprar lo remedios necesarios o tener un servicio de salud digno. No les importa sacrificar a los más pobres, desprotegidos y débiles para cumplir “su teoría” y alagar su ego.

La devaluación provocó tal disparada de precios que la pobreza ya alcanzó el 57% sólo en enero último, según proyecciones del Observatorio Social de la Universidad Católica. La depreciación de la moneda y la escalada sin freno de los precios de productos de la canasta básica hicieron trizas la capacidad de compra.

Hablan y piden sacrifico, que ellos nunca hacen.

Los jubilados, en lugar de ser reconocidos y premiados por sus años de trabajo y sacrifico, una vez más, son tomados como una variable más de los ajustes del gobierno para cerrar el déficit. Pero no dejaron de beneficiar a los que más tienen y tomar medidas que beneficia a la economía concentrada. Seguramente estos funcionarios, tendrán su futuro resuelto, como el de sus hijos y nietos, pero millones de jubilados, que aportaron durante años con la esperanza de alcanzar una vejez tranquila y decorosa, en compensación por todo el esfuerzo puesto en el crecimiento del País, no lo vislumbran, conviven con la incertidumbre y la angustia que les quita años de vida. Los jubilados, no son los que deciden las políticas, no votan leyes ni pueden establecer el valor justo de sus jubilaciones, estan a merced de la "casta", que no viven, precisamente, de una jubilación. 

Ahora pretenden determinar quienes hicieron todos sus aportes y lo que pagaron una moratoria, pero no dicen nada de los empresario sinvergüenza que se quedaron indebidamente con sus aportes o los hicieron trabajar en negro, perjudicando los ingresos para pagar las jubilaciones. Además estimulan el trabajo informal, sin aportes y sin futuro. Ahora vuelven a la carga con la flexibilización laboral, que sólo significa mayor precariedad y menos aportes para los jubilaciones, en lugar de controlar y exigir el trabajo registrado. También proponen volver a la estafa que fueron las AFJP. Que poca memoria. Los jubilados siempre han sido perjudicados de una u otra forma, unas veces menos y otras veces más, pero siempre les han esquilmado su jubilación y les dieron un servicio de salud deficiente, los hacen sentirse parias, como si debieran mendigar una jubilación justa que les permita vivir sus últimos días con dignidad y sin sobresaltos.

Pero como pedirle al Presidente que respete a los ancianos, si es un resentido de sus padres, como se puede conmover con las necesidades de los chicos, si él no les importa. Un niño se desmaya a su lado y ni se conmueve, es más, hace un chiste de mal gusto. Que le puede importar de las penurias de las familias, si él no las pasa ni la tiene. Además tienen una Ministra como Diana Mondino que dijo sobre los créditos a los jubilados "Es absurdo porque todos por definición todos nos vamos a morir, y si sos un jubilado arriba de no sé cuántos años es casi seguro que te vas a morir. ¿Entonces para qué estás haciendo este tipo de cosas?". Adolfo Hitler hubiera estado feliz de tenerla en su gabinete.

Una vez más, los jubilados y pensionados han sido el grupo más afectado por esta reducción del gasto público en los dos primeros meses del año, contribuyendo con el 43 por ciento del total, equivalente a 1.682.000 millones de pesos. Además el Presidente, una vez más sin ningún rigor estadístico, había apuntado contra los adultos mayores y justificó los recortes, cuando los calificó como "el segmento etario que menos pobres tiene en Argentina”, todo un cretino.

Además pretenden liquidar el Fondo de Garantía de Sustentabilidad y la destrucción del Sistema Previsional Argentino.

Este Gobierno desprecia a las personas mayores. Son los judíos y enfermos del régimen nazi.

Pero que se puede esperar de un Presidente que evidentemente es inestable emocionalmente, resentido social y que se cree el iluminado por las fuerzas del cielo. Pero los vicios y las virtudes inherentes a los gobernantes de turno tienen origen o reflejan la sociedad a la cuál pertenecen. Por más que muchos evitan ver semejanzas entre ellos y sus gobernantes. Nos guste o no nuestros gobiernos se parecen a nosotros o a la gran masa. Un gobierno es tan desquiciado como lo sea su sociedad.

Daniel Fernández

Marzo 2024

 

 


SON MUY PELIGROSOS

    Mientras estos personajes fanfarrones, patéticos y cobardes se disfrazan para jugar a la guerra y a los soldaditos, creen que todo es co...