lunes, 21 de febrero de 2011

COLECTORAS - REFLEXIONES Y DUDAS SOBRE LA LISTA DE SABATELLA

Daniel Fernández: Últimamente se ha producido mucho revuelo entre los intendentes y Scioli, por la lista de Sabbatella.
Ante todo no podemos olvidar, guste o no, en las últimas elecciones en la Provincia de Buenos Aires De Narváez le ganó a Kirchner, por poco pero le ganó.
En esas elecciones, es mi deducción por lo que hable con funcionarios de Tres de Febrero, muchos intendentes apoyaron públicamente a Kirchner pero interiormente o sus conducciones trabajaron para De Narváez o alguna otra alternativa duhaldistas, porque en el fondo siguen teniendo afinidad con Duhalde y su metodología de gobierno. De no ser así, porque muchos intendentes sacaron más votos que Kirchner?.
Sabbatella también le saco votos a Kirchner. Arrastro muchos votos de un sector de la sociedad que no quiere más a los intendentes que hace años están atornillados a sus sillones y no producen ningún cambio positivo o de participación ciudadana en sus comunas. Parecen señores feudales.
También no hay que descartar que, detrás de esos longevos intendentes, hay otros que comparten su espacio político que esperan su oportunidad y ya se están cansando de que no den un paso al costado.
Posiblemente ni estos intendentes ni Scioli sean los mejores candidatos que podría tener el Gobierno, aunque el Gobernador esta bien visto por lo que se llama el sector independiente y a pesar de todo – hasta ahora - ha sido leal. Como peronista a mi no me conforma ideológicamente, no lo vote ni lo votaría.
Mucha juventud y no tan jóvenes, están con las políticas del Gobierno pero no comulgan o están hartos de muchos intendentes del Conurbano, como así también no comparten nada de la gestión de Scioli, esperan un cambio y Sabbatella le da la posibilidad de expresar su descontento. Saben que no llegara a ser gobernador, pero será un voto castigo.
Ahora, ese voto castigo, puede hacer perder la intendencia a mas de uno e incluso la Gobernación. Si se pierde la gobernación de Buenos Aires en que gana Cristina Kirchner si gana las elecciones?. Porque es indudable que va a tener una Cámara de Diputados y Senadores con mayor oposición.
Sabbatella y sus representantes electos, serán leales con las políticas del Gobierno o terminará junto a Pino Solanas?.
Sabbattella, es hombre identificado con el PC e integrante del llamado campo progresista, esta cuestión ideológica será tenido en cuenta a la hora de emitir el voto?. En el 2009, lo votaran los que no reparan tanto en esta cuestión ideológica partidista y si en la gestión?.
Sumara solo los votos no peronistas? De ser así no tendrían porque alarmarse Scioli o los intendentes.
Además no podemos olvidar que es un partido independiente y su gran triunfo – en Morón - se baso en el corte de boletas, por lo tanto si le “prohíben” llevar en su boleta C.F.K. como presidente, puede proponer el corte de boleta y tener un resultado similar.
Sigo pensando que va a ser una opción para peronistas – no ortodoxos si aún existen - y no peronistas, desencantados por la gestión de Scioli y los intendentes, por ello está latente el peligro de perder la provincia.
Los intendentes tendrán el voto de sus adherentes y del clientelismo de siempre. Pero quién garantiza que los intendentes no hagan lo mismo que en las últimas elecciones, vayan con Cristina Kirchner pero por debajo alienten el corte de boletas. Creo que muchos intendentes están más cerca, ideológicamente y metodológicamente con el llamado peronismo disidente (Duhalde- Barrionuevo – Camaño) que con este gobierno.
En fin un tema complicado, por lo menos desde mi punto de vista, por un lado quiero que se produzcan cambios a nivel intendencias y gobernación, pero que ello no afecte la continuidad del modelo.


Juan Carlos Padín: No Daniel, no lo tengo claro y sobre todo si me hago las preguntas que te hacés vos, algunas de las cuales me hacen pensar mucho.
Desde otro ángulo lo he pensado o lo estoy madurando, y yo creo que el tema de las colectoras es una expresión exterior de un problema serio al interior del partido y su relación con el movimiento.
Si hubiera alguna cohesión y cierta uniformidad de miras y metodologías en el partido justicialista, ni se hablaría de colectoras. En todo caso habría tendencias internas que dirimirían matices y se unirían al final. Eso no es así. El partido tiene componentes de fondo que son contradictorios, y si bien eso suele decirse que es la característica principal y tal vez más rica del peronismo, en el partido no es donde pueden esgrimirse como un valor sino como una enorme dificultad. Esto es porque el partido es un instrumento, y muchos confunden aquella heterogeneidad - que es la virtud aglutinante o por lo menos la llama que mantiene vigente al peronismo como movimiento – como si fuera un bien virtuoso del partido. Y eso es confundir lo accesorio con lo principal. Hoy en día y si estratégicamente esta etapa peronista – el kirchnerismo – es parte de hilo histórico y garantía de su continuidad, el partido justicialista debería ser uno más de los estamentos que integren o aporten a esa continuidad de la discusión y establecimiento duradero de valores populares, nacionales, revolucionarios, antiimperialistas, latinoamericanistas, antioligárquicos, fundamentalmente emancipadores y de restitución del despojo a las clases populares, es decir de justicia social y de reconocimiento a la lucha histórica por mantener esos valores y a los impulsores de esa lucha por su reconquista. Y digo uno más porque está visto que nunca el partido estuvo a la altura de las luchas del movimiento. Con la sola enumeración de aquellos valores (siempre que se coincida con ello) uno puede darse cuenta qué pobre aporte pueden hacer algunos estamentos partidarios y mucho menos algunos importantes dirigentes del partido. El Movimiento Nacional, hoy no tiene en el partido justicialista a su factor aglutinante, y no se si en algún momento de su historia lo tuvo en forma decisiva. Siempre un líder conduciendo con carisma y genio, como el Viejo, o con capacidad, coraje y mucha imaginación como NK y CFK, han hecho bolsa la cara ajada y burocrática de los dirigentes. A Perón llegaron siempre de atrás y con los K hacen piruetas hasta que entienden algo de lo que pasa y del papel que les toca.
Visto así, la continuidad de este proyecto sólo es posible con la famosa transversalidad, o, diciéndolo más claro con la confluencia activa de los que tiene coincidencias mínimas, pero fundamentales, con el proyecto. No es otra cosa que la política históricamente frentista del peronismo pero llevada con continuidad, entrega y militancia, para exceder el marco partidario y eleccionario, cuestión que los partidos por sí solos no garantizan.
Discutir sobre elecciones y listas, y trasladar esa discusión a si hay necesidad estratégica de asegurar el proyecto nacional (que gane Cristina y habrá que ver con qué compañias ), aún en detrimento de los intereses menores de algunos caciques, o mayores de algún gobernador, o todo lo contrario: asegurar estos intereses aunque se le reste magnitud al posible triunfo de la Conductora del Proyecto, es revelar que el problema no está en las elecciones.
Como ves, con mi razonamiento no llego a ningún puerto seguro y no voy mas allá de lo ya dicho hace 40 años por Cooke. Llevado a la mesa de todos los días, este plato es que habrá que confiar en la sabiduría del pueblo, y que castigue a quien le toque, y que se equivoque con quien tenga que equivocarse, siempre que no sea con la Conductora (aquí, como sugiero más arriba, hay otro problema; quienes acompañan realmente y son aptos para este proyecto, pero es otra historia). Yo si estuviera en la provincia de Buenos Aires, no votaría a Scioli, y en Formosa no votaría a Insfran, y en San Juan no votaría a Gioja, por ejemplo. Con alguna ventaja de razonamiento que estamos acostumbrados a hacer también sabemos que a veces hay que aceptar esas compañías para que triunfe lo principal, el Proyecto (tragarse sapos, bah); ahora, eso es válido si el triunfo no lo pone en peligro con los que se van a atribuir el éxito, si son tipos como Scioli, Insfran o Gioja. Y al final de todo, está la lección de siempre, construir poder popular no es alentar candidaturas sino discutir la consolidación de la ideología y sus herramientas de realización: y para eso necesitamos con quien discutir, no tipos que te aprieten (dirigentes sindicales), con quien pensar, no tipos que reaccionen como simios (ej. la mano dura), con quien encontrar ideas superadoras (no retroceder dándole seguridades al agro y no a una pyme industrial), y así podemos seguir. Estas cuestiones, muchas de estas cuestiones no están en la agenda de los dirigentes del partido y por eso la terea futura es hacer posible esa confluencia histórica que mantenga vivo al peronismo como tal, y que no lo extinga o ponga al borde de la extinción como cuando perdimos el rumbo en manos de la burocracia partidaria y sindical armada o durante el vaciamiento menemista, que contó con esos mismo aliados ahora más civilizados.
Seguramente la seguiremos, porque dista de quedar todo lo claro que se necesitaría. Y bueno, somos incorregibles.

LOS MEDIOS EN TIEMPOS ELECTORALES

1) De medio a protagonista
Ya hemos hablado en no pocas oportunidades acerca de la influencia indudable que suelen ejercer los medios de comunicación en la vida cotidiana de cualquier sociedad, y de la herramienta que representa estos medios a la hora de decidir una toma de posición frente a cualquier situación que nos plantea la realidad, tanto en nuestras vidas individuales como comunitarias.
Pero cuando de tiempos electorales se trata, los ciudadanos en general y los trabajadores en particular, debemos tener mucho cuidado, si no queremos caer en las garras de discursos “perfectamente libretados” que – tanto del oficialismo, como desde distintos sectores de la oposición – intentan vender a cualquier candidato, cual si fuera un jabón bueno...
En realidad quieren que el potencial votante se transforme de ciudadano en consumidor, y finalmente le de lo mismo cambiar de jabón como hacerlo de potencial presidente de la Nación.
En medio de todo esta lamentable historia estamos todos nosotros: los trabajadores; los intelectuales; los profesionales; las amas de casa; los desocupados...los, los, los.
Será bueno que lo tengamos en cuenta, pues de lo contrario, nos convertiremos en presas fáciles de “medios” que se convierten en instrumentos funcionales y distorsivos de la realidad.

2) La presión de los poderosos.
Sería ocioso remarcar nuevamente que los tenedores del poder – tanto económico como político – o bien son dueños de los medios de comunicación social, o tienen el poder necesario como para “condicionar” la voz de los denominados “medios independientes”; sencillamente porque ni aquí, ni en ningún lugar del planeta existen esos medios que, con más o menos altura profesional, pueden hoy prescindir del dinero proveniente de la pauta publicitaria que los condiciona, pero les permite vivir con holgura. De la dignidad y la profesión periodística ya hablaremos en otro momento...
¿ Es posible oponerse a estos poderes que se transforman en monopolios?, difícilmente, y no por casualidad, sencillamente porque no se avizora la intencionalidad corporativa de expresar la verdad de cara al pueblo, aunque quienes lo hagan se leven $ 50.000.- por mes menos a sus bolsillos.
Detrás de las grandes mentiras, siempre parecen grandes ganancias económicas que – a costa de mentirnos a todos – provocan el enriquecimiento de unos cuantos cipayos sin escrúpulos ni reparos algunos.

3) Votar no es sinónimo de comprar
En definitiva, solo se trata de autovalorizarnos y comprender acabadamente que nuestro voto no es uno más, puede convertirse en todos los votos argentinos...
No tenemos derecho a convertirnos en marionetas humanas, manejadas por los medios de comunicación. Es menester asumir nuestro rol de protagonistas, dentro de una democracia que nos tiene como principales hacedores, pero no suele tener en cuenta a la hora de tomar las grandes decisiones, de esas que nos involucran a todos.
Los medios no están permitiendo el libre albedrío, y se atreven a pensar por todos nosotros: ¡No le regalemos a los medios oligopólicos, hasta el derecho a equivocarnos...!


Lic. Fabián Patiño

martes, 15 de febrero de 2011

LOS CONDENADOS DE LA TIERRA

INMIGRANTES y POBREZA

A continuación publicare un artículo de Jorge Rachid “Los condenados de la tierra”, aborda el tema de los inmigrantes, una postura reflexiva e interesante, que en muchos puntos comparto, pero antes quiero exponer mi punto de vista. Admito tener algunos prejuicios sobre este tema, aunque quizás reflexionando iría contra mis principios. Como Peronista rechazo desde el vamos la xenofobia, la discriminación y el individualismo. Jamás debemos olvidar cuando nuestros compatriotas llegaban del interior a trabajar a esta Ciudad y se movilizaban en defensa de los intereses o para agradecer al General por las conquistas, desde ciertos sectores “altos y medios” se los discriminaba y tildaba de aluvión zoológico. La pobreza y la marginación es un problema de toda la sociedad y no de los que viven esa situación.
Como desconocer que gran parte de nuestros antepasados son inmigrantes que llegaron de distintas partes del mundo en busca de una oportunidad, que vivían hacinados en conventillos y casas de chapas, además de ser explotados. Como olvidar la semana trágica o la masacre de la patagonia, donde cientos de inmigrantes y criollos perdieron sus vidas por reclamar condiciones más dignas de trabajo. A pesar del tiempo transcurrido y los avances sociales logrados, estas condiciones de explotación y servidumbre aún perduran y especialmente aplicadas por algunos sectores poderosos. Como no recordar los “niños” de las familias bien y terratenientes que conformaban la “Liga Patriótica”, grupo de choque que se dedicaba perseguir, matar y expulsar a extranjeros y criollos que reclamaban conquista laborales y sociales. Un Ku Klux Klan nacional.
El rechazo de cierto sector de la sociedad es principalmente para con los inmigrantes de los países limítrofes y se extiende a los argentinos del interior que vienen a la Capital y gran Buenos Aires en busca de una oportunidad para vivir mejor. En los años 90, con la política neoliberal en Argentina y toda América, expulso a miles de trabajadores de las industrias y del campo, quienes buscaron refugio en las grandes ciudades. El cambio producido a partir del 2003 y el crecimiento industrial hizo que muchos habitantes de países vecinos migraran a la Argentina. Por más que vivan en la pobreza o en asentamientos, lo que les ofrece este País nada tiene que ver con lo que tienen en el suyo.
Esta xenofobia también se ve en Europa con los latinos (argentinos, uruguayos, colombianos, peruanos, etc), africanos y gitanos. Europa olvida con facilidad cuando primero saquearon las riquezas de los pueblos que “conquistaron”, luego con las guerras sus habitantes huyeron de la muerte y el hambre a nuestros continente. Si se distribuyera mejor las riquezas y el crecimiento y no se explotara a los pueblos en beneficios de unos pocos, no estaríamos hablando de inmigración.
Algunos pretenden hacernos creer que los inmigrantes son delincuentes o que nos vienen a sacar el trabajo, pero la realidad es que no se ve o lee que haya inmigrantes detenidos por delincuentes. Por el contrario – por lo general – vienen hacer los trabajos que los “argentinos” no quieren hacer o son explotados en talleres de costuras o en las cosechas.
No se puede resolver el problemas cerrando las fronteras o con represión, ni con el pensamiento simplista de decir pobres hubo siempre y ocultarlos. Hay una realidad que es el problema habitacional y la pobreza, a los cuales se debería buscar una solución integral y en el que todos los sectores deberían participar, principalmente los que más tienen. El problema habitacional no es solo un problema para los que menos tienen, sino para otros sectores medios, que también se les hace muy difícil poder ser propietarios de una vivienda. A pesar de que este gobierno es uno de los que más viviendas construyo, el problema sigue siendo serio.
El otro inconveniente que encuentro, es ciertas costumbres y hábitos con los cuales uno se diferencia y le es complicado acostumbrarse, puede entender o comprender la situación, saber que no conocen otra forma de vida, pero es indudable que es difícil compartir esas condiciones de vida. También es complejo vivir junto a una villa o asentamiento, por más comprensión que exista. En ella conviven mucha gente honesta y de trabajo, junto al alcoholismo, prostitución, criminalidad y toxicomanía. El que vive fuera de ella, por muchos motivos y prejuicios le cuesta adaptarse o entender la situación y algunos que viven adentro perciben esa diferencia como una confrontación social y genera un cierto resentimiento por parte de aquellos que han sido marginados o se han caído de toda escala social, incluso en ocasiones se hace complicado la convivencia entre ellos, mucho más con aquellos que están por fuera.
Políticas integrales de inclusión. La transformación de villas y asentamientos en barrios cambiaria totalmente la situación y debería ser una política en la que todos deberían concordar. La otra transformación es educación y trabajo digno, fundamentalmente que cada uno pueda tener un futuro.
Héctor Daniel Fernández
Febrero 2011

“LOS CONDENADOS DE LA TIERRA”
Un artículo de Jorge Rachid
“Donde existe una necesidad nace un derecho”
EVA PERON

El título refiere al libro de Franz Fannon, argelino, médico, siquiatra que describió con precisión las conductas sociales y la expresión de la violencia de los pueblos colonizados. Allí analizó las conductas de los sectores desplazados en ese proceso, aquellos que no aceptaron las leyes de los colonizadores, creando sus propios mecanismos de subsistencia, estando fuera de la lógica de integración social que pretendía el poder, elaborando esos sectores, sus propias pautas de conductas, ajenos al funcionamiento del sistema dominante. Los denominó Fannon con la categoría marxista de Lumpenes, refiriendo aquellos sectores que por debajo socialmente del proletariado en el planteo de Marx, generalmente marginales y desplazados, dedicaban sus actividades generalmente hacia lo ilícito, incluso ejerciendo violencia horizontal entre pares, la primer etapa de la violencia del marginado.

En este sentido del análisis, para tratar de entender en nuestro país los acontecimientos de sectores sociales que buscan visibilizarse, podemos acudir al manejo del poder del panóptico de Michael Foucault en su libro “Vigilar y Castigar”, que tiende al análisis certero de las formas de opresión del poder político por sobre la población en todas sus variantes. Sin dudas quienes visualizan al poder desde la óptica de su propia realidad marginal, del desplazamiento social y desde la humillación, es decir desde el lugar del “otro” tendrán una imagen similar a la planteada en ambos casos, apareciendo en el imaginario como el puño férreo del monstruo bíblico del Leviatan, descripto por Thomas Hobbes, describiendo al Estado.

Imaginemos por un momento a aquellos sectores sociales, integrados con trabajo estable y proyecto de vida hasta que entró a sangre y fuego el sistema neoliberal como verdadera fuerza de ocupación,, siendo expulsados en forma violenta por la lógica economicista neoliberal del 76 y luego del 90 que entre otras cosas planteaba que “achicar el Estado es agrandar la Nación”, mientras millones de compatriotas eran arrojados a las banquinas de la historia, invisibilizados por una sociedad que aplaudía la convertibilidad y el viaje al exterior, mientras destrozaba familias enteras y endeudaba al país en un pensamiento mágico de modernidad supuestamente sin costo ni sacrificios, de golpe con una decisión política aplaudida por los factores de poder y elogiada por el mundo “civilizado”, mientras condenaba a las mayorías populares argentinas a la pauperización absoluta y el empobrecimiento.

Esa ruptura cultural, de la cultura del trabajo a la cultura de subsistencia, dejó un legado a las nuevas generaciones, cuyo destino lejos de aspirar a la movilidad social, lucharon por su sobrevivencia del día a día, no como quisieron sino como pudieron, aún en el delito. Fácil es la condena desde el adentro, desde “nosotros” que sólo reconocemos en los “otros” todos los males sociales, desde un afuera que no nos compromete como actores sino con mirada simplemente de testigos de la historia. Juzgamos y estigmatizamos la pobreza asociada al delito, no entendemos los códigos sociales de los sectores marginales a nuestra sociedad, ni sus conductas, ni sus prioridades, aún sus propios mecanismos de relacionamiento social, con sus pautas de conducta, diferentes a la nuestras, por necesidad y también por incomprensión.

Lo vivimos diariamente frente al dolor del abandono y la pobreza, juzgamos y marcamos como forma de alejar de nosotros la responsabilidad de situaciones que lastiman y duelen. Lo vemos con los niños en situación de calle, con los migrantes hermanos latinoamericanos, con quienes duermen en las veredas transitadas, con quienes no hablamos, no cruzamos palabras ni miradas, queriendo no ver la peor cara de nuestra sociedad. Lo primero que hacemos es clamar por el gobierno y su solución como si ésta fuese mágica, o por exigir la expulsión de los migrantes, en una suerte de discriminación que nunca debió anidar en la sociedad argentina, mayoritariamente alineada con la Patria Grande Latinoamericana.

Define la UNESCO desde Naciones Unidas, que los tiempos de recuperación económica después de una crisis lleva una década, la social y la cultural de arrasamiento de los valores identitarios como el trabajo, la solidaridad, el compromiso, rehacer el destino común en el país, lleva 30 años. Es mucho mas rápido destruir que construir un sistema social solidario, integrar al imaginario común de los argentinos que existe un camino a recorrer, que incluso la propiedad privada tiene que tener un compromiso social que hasta la Iglesia promueve, que sólo el amor y la comprensión pueden construir la felicidad del pueblo, nunca el rencor social ni el desprecio por el “otro”.

Debe ser duro para muchos sectores, vecinos, de nuestra comunidad, convivir con sectores, también vecinos nuestros, con culturas propias construídas por años de marginación e injusticia, que cuando se expresan lo hacen desde sus necesidades, desde sus conceptos y de su forma de vida, producto sobreviviente de un mundo hostil. En especial los jóvenes que han convivido y crecido con padres sin trabajo, que han debido sobrevivir en medio de la basura y sin esperanzas ni proyecto de vida, después de haber sido sus mayores, obreros calificados, con sueños para sus hijos, anhelos para su familia, apostando a la movilidad social ascendente, con la historia cultural que dejó el peronismo en el país, destruída en un instante por una lógica socialmente criminal como el neoliberalismo. Esa fue la invasión cultural en nuestro país, que no necesitó ejército invasor, ni bandera ni banda, como no lo necesitaron los ingleses después de las experiencias militares de invasión, abortadas en el siglo XlX, pero pudieron sin embargo después, dominar nuestro país a través de testaferros domesticados por décadas, hasta los procesos populares de Rosas, Yrigoyen y Perón.

La penetración cultural y económica determinó los procesos políticos y sociales que llevaron a la indigencia y a la pobreza a millones de argentinos. No fue la vagancia ni el desánimo, ni la falat de capacidad del hombre argentino, no fueron los sinverguenzas los que se expulsó del cuerpo social, fueron trabajadores, los cabecitas negras de Evita que fueron a engrosar las villas miserias llamadas eufemísticamente “asentamientos”. Es mas, los sinverguenzas siguieron gobernando hasta el 2001 y desencadenaron una crisis de la cual tenemos poca memoria aún por haber descendido al infierno tan temido de la disolución nacional, cuyas secuelas aún estamos reparando.

Recordar estos temas para reflexionar es un ejercicio doloroso por la realidad cotidiana que nos toca vivir, en un país en crecimiento, con ampliación del mercado del trabajo como pocas veces en la historia, con una dinámica económica envidiable y con mejoramiento de los indicadores sociales reconocidos en el país y en el ámbito internacional. Sin embargo la realidad nos golpea desde lo que nos falta avanzar, que es mucho aún por delante, con hipotecas sociales a levantar en el tiempo y sin prestarse a los juegos del poder económico, que siempre está dispuesto a ofrecer soluciones simples y rápidas, casi mágicas que solemos comprar acelerada e improvisadamente. No hay soluciones desde un Estado represor ni desde un Mercado liberal como ordenadores sociales. Si las hay desde una reflexión profunda en lo estratégico que permita definir un mecanismo de reinserción social de justicia para todos los argentinos y los hombres de buena voluntad que quieran habitar el suelo patrio.

Una reflexión final, quien no se siente parte, no está obligado, quien ha sido marginado, desplazado, humillado, empujado junto a sus hijos, termina en manos de los lúmpenes que hacen de la violencia un ejercicio entre pares, atacan a los mas débiles, los explotan y los estafan, aprovechando que son parte de ellos ejerciendo una violencia horizontal, como la descripta por Fannon, hasta que logran canalizar sus aspiraciones socialmente, con objetivos superiores al de la simple subsistencia del día a día, en un proyecto de país que los contenga. El gobierno solo no puede garantizar ese camino sino es un camino del conjunto del pueblo argentino, con conciencia social y solidaridad activa y militante que selle la reinserción social, repare el abismo socialmente siniestro dejado por los casi treinta años de sometimiento cultural, económico y social, desde 1976 hasta el 2003.


JORGE RACHID
CABA, 20/12/10

viernes, 11 de febrero de 2011

DICIEMBRE 2010 – SUCESOS SUGESTIVOS

A fines del mes de diciembre de 2010 sucedieron simultáneamente una serie de disturbios y acontecimientos que no dejaron de sorprender y que merecen una reflexión, eso si, todos ellos en Capital Federal y Gran Buenos Aires. Estos hechos enrarecieron y enturbiaron el clima festivo de fin de año. Ciertos sectores y algunos medios de comunicación reprodujeron permanentemente estos hechos, pretendiendo hacer sentir a la sociedad en general que estábamos viviendo circunstancias similares a lo ocurrido en diciembre el 2001. En alguno casos se vieron favorecidas estas especulaciones por la acción retardada del gobierno en la toma de medidas para desarticular estos hechos.
Recordemos esos días previos a las fiestas; días agobiantes, altas temperaturas, la gente masivamente haciendo las compras para las fiestas de navidad y fin de año, cobro de sueldos, aguinaldo, plus para jubilados, planes sociales y preparativos de vacaciones. Este conjunto circunstancias hicieron que hubiera mucha expectativa y efervescencia positiva en la calle. Pero algunos de los acontecimientos vividos por esos días enturbiaron ese ánimo e hizo irritar a miles de ciudadanos, quizás ese era el objetivo que tenían algunos.
- Apagones interminables de luz, en algunos casos duraron hasta tres días, cosa inconcebible. Pude ser factible que con las altas temperaturas que tuvimos y el alto y descontrolado consumo de energía eléctrica se produzcan algunos cortes puntuales en las horas picos. Pero parecía que los cortes estaban programados y no que eran producidos por desperfectos técnicos, cortaban primero unas 10 o 12 horas en una zona, después en otra y así sucesivamente barrios por barrio. Lo más sospechoso es que en varios lugares estos cortes duraron días, si ya 10 o 12 horas es una barbaridad, 24, 48 o 72 horas es una provocación. Estos cortes generaron perjuicios e inconvenientes a negocios que perdieron toda la mercadería, personas enfermas que no tienen con que refrescarse, el no funcionamiento de ascensores, falta de agua, etc. La falta de solución y respuesta adecuada de los prestadores del servicio, hizo que la gente saliera a la calle a manifestar su bronca e impotencia. Posteriormente el gobierno impuso controles y tomo medidas contra las empresas eléctricas, cuando esto debería haberse hecho de inmediato y si hubo fallas en la prestación tomar las medidas necesarias para revertir esta situación.
- Falta de efectivo, en pleno auge de consumo por las fiestas y los preparativos para las vacaciones, comenzó a faltar efectivo en los bancos y cajeros automáticos, produciéndose largas colas para poder hacerse de esos pesos que cada uno tenía depositado en el banco. Era recorrer varios bancos y cajeros, como así también perder varias horas para poder hacerse del dinero. La supuesta causa era la falta de billetes, dado que el Gobierno otorgo una suma adicional para los jubilados y planes sociales, la demanda por parte de la gente fue mayor que el circulante, eso explicaron. Mandaron hacer billetes a Brasil, pero estos nunca llegaban y a medida que se acercaba la fecha de las fiestas la falta se hacía más ostensible. Se llego a decir que era un corralito encubierto para enfriar la economía. Lo que si era cierto la irritación y el cansancio de la gente por todo este manoseo que el Gobierno podía haber evitado con mayor prevención.
- También volvió resurgir el tema de la falta de monedas, un problema que ya hace tiempo que se viene teniendo y que cada tanto aflora. En su momento se dijo que se iba a poner en funcionamiento en unos pocos meses una tarjeta magnética “sube” que serviría para todos los medios de transporte e eliminaría el uso de monedas. El caso es que muy pocos medios tienen esa tarjeta y el problema de las monedas aún persiste y complica – como todo – al trabajador que todos los días tiene que tomar uno o más colectivos o tren, es el que más lo padece. Esto es otro factor de que genera malestar y que ya se tenía que haber solucionado.
- Luego ocurrieron otros casos llamativos y es la acción de ciertos sectores sindicales y políticos que para hacer escuchar su reclamo, tomaron medidas que solo perjudicaron a jubilados y trabajadores en general, además de acrecentar esa sensación de caos y descontrol que se quiso imponer por esos días.
- Falta de combustible, este hecho sumó un elementos más de presión sobre los ciudadanos en esos días claves. Se dice que la falta de combustible se debió a una medida de acción de un sector de jerarquizados de los petroleros. Pero realmente pareció más a una maniobra de presión para lograr un aumento en los combustible que otra cosa. Al expandirse como reguero de pólvora la noticia de la posible falta de combustible y ocupar la primera plana de algunos medio de comunicación, los automovilistas se abalanzaron sobre las estaciones de servicios para llenar sus tanques, haciendo la escasez más notoria. El negocio de muchas estaciones de servicios fue “no tener” nafta súper, entonces vender la llamada “premium”, que nunca faltó y que es mucho más cara. Los automovilistas por temor de quedarse sin combustible para las fiestas o las vacaciones, hacía largas colas en las estaciones de servicios para llenar sus tanques aunque en algunos casos le cobraran algo más. Esto me recuerda la época de los “enfrentamientos” entre militares Azules y Colorados por el poder. Cada vez que se corría el rumor de un “golpe militar” la gente salía despavorida a las almacenes a acopiar toda la mercadería que podía, vaciando las estantería de la almacenes como si viniera el fin del mundo. Es indudable que la falta de combustible existió y lo sufrieron los automovilistas, pero tampoco fue tan grave, no se escucho quejarse a nadie que no pudo viajar por la falta de combustible. Quizás si se podían haber tomado algún tipo de medida severa para evitarlo.
- Un sector gremial de los empleados del Banco Nación reclamaba un plus para fin de año, como medida de acción en defensa de su petición impidió la salida de los camiones de caudales destinado a los bancos, dinero en parte que iba al pago de sueldos y jubilaciones. En algunas sucursales del Banco Nación los abuelos hicieron cola por horas esperando que llegara el dinero de sus haberes, cosa que en algunos caso llegaron tarde o no llegaron. Esta medida al menos “desconsiderada”, provocó que ciertos abuelos cortaran calles o avenidas para reclamar para que se les solucione el problema. Qué genero esto?, un estado de bronca entre los jubilados y los automovilistas que se vieron perjudicados por los cortes. En definitiva, como en muchos otros casos, el perjudicado es un tercero y no a quien se le está reclamando.
- También – en esos días - un reducido grupo de tercerizados de la empresa Telefónica que solicitaba su incorporación a planta permanente, cruzaron autos y camionetas cortando la avenida 9 de Julio, generando un total caos de tránsito y enardeciendo a los sorprendidos automovilistas.
- Otros de los hechos que se vienen dando con cierta asiduidad, principalmente con ciertos partidos de izquierda, especialmente el PO. Sus militantes asumen como propio los reclamos de ciertos trabajadores y se suman a la realización de acciones reivindicativas, en algunos casos provocativas, que en definitiva terminan perjudicado solo a otros trabajadores. Caso subtes y ferrocarriles. Por lo general toman a miles de trabajadores de rehenes en defensa exclusivamente de sus intereses y sin un aviso previo de las medidas a tomar. Esta dirigencia sindical ejerce una acción sectaria. A pesar que se presentan como abanderados de los derechos de los trabajadores - descalificando a otros - y se dicen ser clasistas, pero por sus acciones son elitistas ( son ellos y nada más que ellos). Nadie les quita el derecho a reclamar y defender sus conquistas, pero deberían pensar – como servicio público - que están transportando a miles de “otros compañeros” trabajadores y no se los puede dejar de a pie así porque así y sin – por lo menos - un previo aviso. Su filosofía es genera caos, cuanto más caos suponen más adeptos a su causa.
Esto ocurrió con los cortes de vías del ferrocarril Roca. Desde todo punto de vista es repudiable y condenable la acción de la patota ferroviaria que agredió y persiguió a los militantes del PO y termino matando a Mariano Ferreyra. Para los asesinos todo el peso de la ley.
Pero es criticable la metodología que aplican en sus reclamos. Fueron varias las veces que cortaron y dejaron a los trabajadores usuarios del Roca a pie. No son ejecutivos, empresarios, ni influyentes funcionarios los que viajan en el Roca, son humildes y simples trabajadores que vienen cansados de cumplir largas jornadas de trabajo deseosos de llegar a sus casas. Son a eso a quienes perjudican y no a otros. No se pretende poner en tela de juicio la legitimidad del reclamo, ni el reclamo en si, sino la metodología aplicada.
A consecuencia de que un grupo aproximado de 20 manifestantes sumara un nuevo corte de vías, provocó serios disturbios en Constitución en las vísperas de navidad. En principio los pasajeros indignados comenzaron a reclamar, cansados del continuo mal trato por la deficiente calidad del servicio y por los continuos cortes. Indudablemente que era esto el objetivo que buscaban los activistas que cortaron las vías. Pero no fueron los usuarios quienes llevaban mochilas cargadas de piedras que arrojaron contra la policía, ni quines saquearon los negocios o iniciaron incendios en la estación. A nadie bien intencionado y objetivo se le puede ocurrir que estos hechos violentos se sucedieron espontáneamente. Fue el correlato de secuencias que fueron ocurriendo durante el día y que desencadenaron estos acontecimientos violentos.
A pesar de las criticas de algunos medios y políticos, que reclamaban represión para poner orden, menos mal que la policía actuó sin armas, porque de haberlas tenido, seguramente hubiéramos lamentado alguna víctima fatal y entonces algunos se regodearían con el hecho y les serviría como bandera.
Las cadenas noticiosas trasmitían continuamente los acontecimientos y repitiendo una y otra vez los enfrentamientos más violentos, no siempre diciendo que eran repeticiones, entonces el televidente sentía que los hechos violentos se multiplicaban, generando un estado de angustia general. Por otro lado mostraban a cientos de pasajeros – a pocos metros de donde se desarrollaran los acontecimientos - pugnando por tomar un colectivo que los pudiera acercar a sus casas, pero mirando como simples espectadores como ese grupo violento enfrentaba a la policía y mantenía vivo los disturbios. El pasajero de tren indignado, ya se había retirado de la estación y buscó cuanto antes algún medio de transporte que lo acercara a su destino, no se quedo horas provocando “caos”. Es evidente que fue preparado y el fin era mostrar descontrol, falta de autoridad y sobre todas las cosas “CAOS”.
Estos incidentes forman parte de una sospechosa secuencia de “días de descontrol”, como también las tomas de los predios.
- No deja de ser llamativo – también – la toma simultanea de predios. Decía el diario Miradas al Sur: “Pensar que semejante sincronización fue fruto de la casualidad es ingenuo. Basta rascar apenas la superficie de los hechos para descubrir la siniestra trama que motorizó los hechos y que apunta, cuando faltan días para el inicio de un año electoral, a poner en crisis el modelo de no represión de la protesta social que es una de las banderas del Gobierno Nacional, a limar la imagen positiva de la Presidenta – la más alta desde que asumió, hace exactamente tres años – y a la derechización del electorado, apelando a los recursos siempre fértiles de la xenofobia, la discriminación social y étnica, y la criminalización de la pobreza.”...
Estos hechos de las tomas – también - fueron extensamente cubiertos por la mayoría de los medios de comunicación, logrando lo que buscaban, generar una profunda incertidumbre y temor en mucha gente, rememorando la imagen de los saqueos y las tomas de diciembre de 2001.
- Como cierre de toda esta serie extraña de acontecimientos que nos agobiaron a fines de Diciembre, reapareció la Mesa de Enlace, precisamente en un nuevo año electoral, anunciando medidas de acción, “lock out patronal”, cese de comercialización, todo ello ante el aumento internacional del precio de los cereales. Algo sospechoso para el que no quiere ser ingenuo.
Como contraste, ante todo este “descontrol y caos” y el bombardeo mediático y político anunciando la acelerada descomposición social y crispación, resulta que fue el año récord en la ventas para las fiestas, récord de patentamiento de autos y motos, y récord de turistas en costa atlántica, en fin, al parecer este no es el País que algunos nos quisieron vender a fines de diciembre, faltan muchas cosas para hacer y otras que se pueden corregir, pero para nada este País es el del 2001, ni parecido por más que algunos se esfuercen en mostrarlo así.
Hemos comenzado un año electoral y nada menos que con la elección de presidente, los intereses económicos y políticos van a jugar muy fuertes, tendremos que estar muy atentos y analizar muy bien cada acontecimientos y como repercutirán en los medios, porque cada uno defenderá el sector que representa, no hay periodismo o periodistas independientes u objetivos, cada uno tiene una posición según su ideología o sector con el que se siente identificado.

Héctor Daniel Fernández
Febrero 2011

SON MUY PELIGROSOS

    Mientras estos personajes fanfarrones, patéticos y cobardes se disfrazan para jugar a la guerra y a los soldaditos, creen que todo es co...