lunes, 18 de mayo de 2009

EL TIEMPO PASA, YA ES HORA DEL CASTIGO.

Diciembre de 2002
I.- INFORME SOBRE NAUFRAGOS SOBREVIVIENTES.

En los últimos meses he tenido un fructífero intercambio de comunicaciones con distintos compañeros, hermanos y compatriotas. La mayoría desconocidos que, acuciados por la necesidad de reunirse y encontrar un intercambio de ideas vivificante ante este presente agónico , nos volcamos a esta asamblea virtual de sobrevivientes.
Así pude asistir a la presencia combativa, revolucionaria y permanente de los que no pudieron aún cerrar las heridas de los últimos 25 años.
Otros, que con el mismo brío pretenden volver al 45 o al 55. También me he sorprendido al recibir mensajes cargados de racismo y macartismo. Fuera de los casos personales, he tomado conocimiento de grupos sociales que buscan caminos autónomos y originales concepciones de democratizar la participación popular para despegarla de la corporatividad política.
La mayoría se autotitulan peronistas. Otros ya no se preocupan en autocalificarse de algún modo.
Asisto, junto con todos ellos al papelón de las internas – externas que es un acto mas de la tragicomedia del PJ y lo mas alejado del peronismo auténtico como opina que la enorme mayoría de los consultados.
En esa asombrosa variedad que somos, están también los que pretenden “refundar” algo contando con algún personaje (o varios) de los que refundieron al movimiento mas revolucionario, antiimperialista y antioligárquico que dió la política argentina.

En fin: por un lado nostálgicos de la alianza de clases (o sectores de clases) que en el 45 llevaron a Perón al Gobierno y a la clase trabajadora a gozar de la cercanía del poder, que pretenden reeditarla, tal vez sin advertirlo, con las mismas divisiones y fobias, con los mismos intereses sectoriales enfrentados, y sin capitalizar la experiencia ni las enseñanzas que esa experiencia dejó no sólo en la clase trabajadora sino también en el propio Lider y que el se encargó de esclarecer.
Sin haber aprendido tampoco nada de los distintos fracasos a que llevó la concepción burocrática de los políticos en un principio y la resignación de los sindicalistas luego. Eso sí, conservando muchos el mismo anticomunismo, nacionalismo racista o sectarismo religioso que impidió que el peronismo pudiera hoy representar el pensamiento revolucionario nacional y social y por el contrario fragilizara su resistencia, para cobijar la entrega y la traición mas cruel a su misión histórica.

Por otro, los que siguieron el camino de Evita, criticaron y lucharon contra los militares, la iglesia y la burocratización, apostaron a un camino revolucionario que no descartó la lucha armada, y fueron derrotados y arrastraron con su insensibilidad aparatista y militarista el desarrollo y las soluciones políticas que el movimiento y el Pueblo pedían.

No hablo ni me hablan la burocracia partidaria ni los menemistas y sus enamorados. No se escuchan, salvo en los medios y a través de los burócratas enquistados en esa estructura vacía que es el PJ.

Pero ha llegado la hora de decidir. Peronismo para el recuerdo o peronismo para el futuro o en el futuro.

II.- CONOCERNOS PARA SABER SI PODEMOS

No podemos repetir viejos errores. Sabemos los peronistas sobrevivientes del vaciamiento, que hace muchos años que no nos representa ningún político del elenco estable del partido justicialista. Que, salvo por verticalismo mal aprendido y fomentado por los mismos burócratas retrógrados y traidores, el justicialismo no tendría ni un gobernador electo, si el precio para llegar al cargo fue estar con Menem, admitir el robo de los ideales y la proscripción del pensamiento revolucionario. Hemos votado de todo en los últimos diez años o no hemos votado. Pero en todos los casos no sentimos que, no votando al PJ, traicionabamos ni a Perón, ni a Evita ni mucho menos a los miles de muertos ilustres y desconocidos que se cobró la historia del movimiento. Y digo movimiento y pienso en el Movimiento de Liberación Nacional, de base multiclasista e ideología obrera, antiimperialista y antioligárquica que debió ser o al que debió confluir el Peronismo auténtico recorriendo desde sus orígenes hasta el presente, de no haber sido traicionado o abandonado.

Estar parado hoy en la historia es ver que sólo un sueño o una equivocación pueden pretender que el peronismo pueda juntar al padre Castellani, Borlenghi, Cipriano Reyes, Dickman, Figuerola, Scalabrini, Farías Gómez, Manzi, Puigross, Miranda, y tantos otros disímiles integrantes de la alianza del 45, en sus reproducciones de hoy.

Qué militares, qué nacionalistas, qué conservadores “populares”, o liberales progresistas, o que católicos de hoy comprenden lo que significó la clase trabajadora para el peronismo y el peronismo para los obreros?. No seguramente los que pretenden restaurar un orden corporativo en la sociedad o en los sindicatos, ni los que descartan la incorporación de la izquierda mas comprometida con la revolución nacional aún de origen marxista, ni los que desprecian al populismo como expresión de la idiosincrasia política latinoamericana y lo confunden con demagogia, ni los que desprecian o aceptan a desgano a los hermanos de los países limítrofes como integrantes de la misma comunidad, ni los que pretenden que existe una ideología que sintetiza a las distintas clases sociales, siendo que ello contradice no sólo la historia y la lógica del peronismo, sino su vocación de imponer una ideología obrera impulsada por todas las clases sociales.

No serán precisamente los que olvidan las enseñanzas de Scalabrini, Jauretche, Hernández Arregui, Cooke, y la experiencia de resistencia y creación ideológica nacida de la comunidad de intereses y objetivos con las revoluciones latinoamericanas como la Cubana, la Peruana de 1968, la Sandinista, las luchas en el Salvador del Frente Farabundo Marti, de las FARC en Colombia, las insurrecciones populares que respaldaron la elección de Lucio Gutierrez en Ecuador y Chavez en Venezuela , los ensayos democrático de revolución en paz de Salvador Allende ayer o de Lula en Brasil hoy, la lucha silenciosa del Ejercito Zapatista en Méjico, por sólo nombrar algunas de un panorama que no se detiene, salvo en Argentina por obra y gracia de la fachada de “peronismo” de Menem y la burocracia que sucedió al General y entregó el movimiento al enemigo.

Entiendo que son demasiadas píldoras para tragar. Pero a esta altura de la historia, no saber que no podemos completar la revolución burguesa inconclusa porque ya ni tenemos ni burguesía (y menos nacional), sería una aguda distracción además de una falta absoluta de conocimiento de la política, aquello a lo que nos empujó justamente el ser peronistas.

Para revisar una hipotética alianza de clases debemos reconocer que vivimos una sociedad desprovista de valores solidarios. Los industriales nacionales no existen y ahora que empiezan a existir (por una coyuntura) se convierten en “emprendedores” que ya sueñan con sembrar una o dos hectáreas de caracoles u hongos para exportar a exóticos países. Tenemos varios millones de hambrientos y cada industrial que puede salvarse piensa en hacerlo solo. Solamente aceptan reducir sus ganancias, no van a realizar ningún sacrificio que no se les imponga. No tenemos una burguesía industrial ni un Estado que se de cuenta que hay que fabricar casas, ropa y comida y si no lo hacen los particulares educados en el individualismo de los últimos 30 años, lo tienen que hacer la comunidad, los interesados, promovida y financiada por el Estado.

Esa organización requiere del previo autoconocimiento de lo que somos. Si no lo tenemos como alternativa promovida y no nos organizamos en pequeños o medianos conglomerados productivos que tiendan a satisfacer esas necesidades y no tenemos paralelamente la representación política que garantice el acceso a esa “propiedad” (que no es la “propiedad privada” que defiende Nito Artaza aún con su coraje cívico, el Consenso de Washington o la constitución nacional) , sino una propiedad comunitaria o colectiva para la subsistencia, no salimos del hambre. Pero el paso previo es conocer si estamos en condiciones de ser “esa” sociedad (que requerirá de una reforma constitucional y de una revolución política y social). Y de eso se trata el nuevo pacto solidario de crecimiento al que tienen que contribuir los que se sientan peronistas sin el complejo de que en los hechos eso sea una forma de socialismo o neosocialismo al decir de Hans Dietrich (cuya descripción es tan parecida a nuestro sueño justicialista y al socialismo nacional que nos enseño Perón), como forma de oposición superadora del neoliberalismo. Es sólo que si no aprendimos nada los peronistas, en lugar de terminar sirviendo al Pueblo vamos a terminar en lo que estamos: siendo una herramienta privilegiada de la oligarquía, los poderes transnacionales y la destrucción del tejido social solidario.
No podemos volver a sentirnos culpables por no haber aprendido la lección que dejó Perón y que otros no recogieron aún cuando eran los elegidos en el momento del quiebre mas grave que sufrió el movimiento. No está demás que en esta rendición de cuentas al futuro señalemos una vez mas de donde provienen las defecciones.

III.- UN APORTE AL ANÁLISIS – HECHOS OCURRIDOS DESDE MAYO DE 1974

Para demostrar algunos elementos de esa traición y señalar a quiénes fueron protagonistas (por asalto o por omisión) vamos a tomar uno de los mas duros y fuertes discursos de Perón, el del 13 de mayo de 1974, días después de haber contemplado como el grueso de la fuerza juvenil y combativa dejaba la plaza de mayo, retada por el Gran Padre.
Con la mente y el corazón caliente todavía el viejo guerrero enfrentó el 13 de mayo a los dirigentes sindicales presentes. En los que había homenajeado el 1º de ese mes a toda una historia de luchas sindicales y a quienes, en una arriesgada y creemos impensada jugada, había impulsado al escarmiento.

Perón habló del presente, del conflicto cotidiano, pero se reservó un muy breve momento para instruir , para “bajar línea” sobre cómo entender la actualidad y cómo debería ser el futuro del movimiento.

Tal vez el pasaje mas fuerte y el mas visionario y abarcativo fué cuando dijo:

“Por eso todo este infantilismo revolucionario que estamos sufriendo, también lo sufre el resto del mundo. Por qué? Porque estamos en la transición, estamos en el cambio. Nos están provocando para que tomemos una acción violenta y lleguemos a la guerra civil, pero ahí no nos van a llevar. Tenemos los ejemplos cercanos de la guerra civiles y qué es lo que ha pasado?.………………………..¿Todo esto para qué, si ahora están igual que antes?
Lo mismo nos puede ocurrir a nosotros, que tengamos que matar un millón de argentinos porque se ha llegado a una situación de absoluto enfrentamiento irremediable, y entonces uno de los dos bandos tiene que desaparecer.
¿No es mejor como estamos haciendo nosotros? Una revolución en paz, porque lo que hay que cambiar en el fondo son los modelos y el sistema debe irse cambiando por acuerdo de las partes. Yo se que habrá mucha gente que no está conforme, pero esos, poco a poco irán recibiendo la conformidad que la organización, el trabajo y el progreso va a poder dar.

Nadie puede solucionar un problema social, si antes no soluciona un problema económico, y nadie soluciona un problema económico sin antes solucionar un problema político.” (el resaltado me pertenece)

Perón murió a los pocos meses. No todos los destinatarios directos del mensaje lo entendieron. Nadie lo entendió en el gobierno. Esto tiene estrecha relación con que tampoco entendieron cuando el 12 de junio dijo : “A todo ello se suma la fiebre de la sucesión, de los que no comprenden que el único sucesor de Perón será el Pueblo Argentino que, en última análisis, será quien deba decidir.”

Era claro el mensaje: para evitar la masacre hay que decidirse por el cambio: y el cambio de fondo debe ser de los modelos y el cambio de sistema debe hacerse por acuerdo de partes. Ninguno de los usurpadores lo hicieron. Sólo trataron de continuar con la imposición del modelo de dependencia. Y mucho menos consensuaron con las partes (no lo hicieron con la clase trabajadora, por supuesto, ni los mismos escuchas del mensaje que se supone la representaban) para, en cambio, imponerles el sistema que hoy nos hambrea.

Pero no sólo Perón fijó en ese breve párrafo los objetivos (por demás ya explicitados antes, pero el gran valor de recordarlos es la situación que se vivía en ese momento) , sinó también la escala jerárquica de que primero había que encontrar la solución política, luego la económica para llegar a solucionar la cuestión social.

La solución política era tomar el poder o sustentarse en el .

La económica era mantener lo conseguido y desarrollarlo a toda costa en términos claros de liberación económica, por propia imposición popular. (“Compañeros: con este agradecimiento quiero hacer llegar a todo el pueblo de la República nuestro deseo de seguir trabajando para reconstruir nuestro país y para liberarlo. Esas consignas, que más que mías son del pueblo argentino, las defenderemos hasta el último aliento”, discurso del 12 de junio de 1974 en la Plaza de Mayo, subrayado propio) .

La solución social era la revolución pendiente que el peronismo planteaba como objetivo estratégico y tenía como motor a la clase trabajadora, por ser el mas importante componente del avance revolucionario en el mundo. ( “La integración social del hombre en la tierra será un proceso paralelo, para lo cual es necesaria una firme y efectiva unión de todos los trabajadores del mundo, dada por el hecho de serlo y por lo que ellos representan en la vida de los pueblos.”; Discurso 1/5/74. Sobre el Proyecto Nacional.)

Ni los escuchas, ni los “amigos”, mucho menos los pretendidos sucesores cumplieron con Perón, y para eso, para no hacerlo y no ser molestados ni tener que rendir cuentas revolucionarias, aceptaron a las tras AAA primero y a la Dictadura Militar después, a los que finalmente protegieron con indultos. Menem, fue el epítome de todo esto y todos los que lo sostuvieron, sabían lo que hacían (si no lo hubieran sabido por su cercanía y pactos políticos, debieron darse cuenta , como muchos peronistas atentos, luego del primer mes de gobierno) . Habían tenido la larga experiencia del 74 en adelante.

En fin: lo que ocurrió y aún perdura es la masacre anunciada que Perón quería evitar. Apartada totalmente de la conducción del proceso partidario y político en general una de las partes que pugnaba por imponer su visión del peronismo, no quedan dudas sobre a quiénes impuso Perón el deber y sobre quienes debe caer la responsabilidad de no haber oído, no haber aprendido, no haber sido leales, no haber contribuido en mínima forma al objetivo revolucionario común, objetivo que por sobre todo explica la existencia del peronismo, que si no fué o no es revolucionario, no será, dolorosamente, nada.


IV.- EL HOY DE ESTA HISTORIA. LA HORA DEL CASTIGO.

Como si poco hubiera ocurrido después de casi 30 años de modelo neoliberal impulsado por la burocracia política y sindical claudicante que hemos señalado, la dictadura militar mas sangrienta de nuestra historia, y los posteriores gobiernos formalmente democráticos condicionados a permanecer dentro del modelo o decididamente convencidos de sostener esta nueva reacción oligárquica e imperialista, la Argentina asiste al caos que representan estas ficciones donde nada hay para elegir. Toda la sangre derramada desde antes de diciembre de 2001 pero especialmente el 19 , 20 y después, que conmovió a sectores que habitualmente no respondían a la movilización y la lucha callejera por defender o recuperar conquistas cercenadas, toda esa sangre y todos los reclamos fueron nuevamente traicionados.
De aquí no se van todos los que deberían irse. Por el contrario, vuelven a acechar los fantasmas que nos impusieron la pesadilla neoliberal. Y, como ya se ha hecho costumbre política, el mayor acecho viene del cascarón vacío y maloliente del partido justicialista.
Son sus principales personajes, la mas lamentable cohorte de los milagros.
Menem predica la violencia y la represión contra los luchadores sociales.
Por fin se revelan las cifras del hambre y la mortalidad infantil por desnutrición en las provincias que gobernaron o manejan feudalmente Menem, Rodríguez Saa, Romero, De la Sota, Juárez, etc.
Duhalde pulsea para que no haya elecciones, mientras sostiene al genocida de niños de Tucuman. A unos los siguen, como a los que quieren lo contrario, legisladores de todo pelaje.
La patota del candidato nefasto faja a quienes se acerquen a sus actos a reprocharle lo que fue. Si es periodista mejor, como para demostrar el nivel de disminución mental a que se ha llegado frente a la opinión pública.
Las caras se crispan. Ya no se regalan sonrisas ante las cámaras. Ha llegado el momento en que los que vienen a liquidar los restos del peronismo deberán enfrentarse con el juicio de la verdad. Es inexorable.

Cuál es esa Verdad, cuál es ese juicio final?. Qué se está cocinando que no podemos ignorar?.

Vamos a ver un ejemplo práctico: un domingo cualquiera (días atrás) una jueza ordena desalojar la fábrica Brukman ocupada hace rato por los trabajadores que la hacen funcionar muy bien. Desalojo con gran despliegue policial. La valentía represiva consigue meter presa a una piba que acompañaba a su viejo durante la noche en la guardia. ¿ Es que no ha cambiado nada?. Si: algo ha cambiado. Al rato comienza a aparecer gente por todos lados. Vecinos, militantes, estudiantes, pibes del barrio que no duermen esa mañana porque algo les ha cambiado el sueño y no es la birra. Resultado: la fábrica vuelve a poder de sus verdaderos dueños: los trabajadores. Y a esperar que vengan a sacarlos . La próxima vez serán mas los defensores. ¿Qué paso, además?. La jueza decidió que no era conveniente provocar un enfrentamiento que se hacía inevitable. Es que a la fuerza del poder para sostener lo injusto le había aparecido un contradictor para respaldar la justicia.

Veamos otra caso mas groso. Diez mil piqueteros esperan siete horas sin dejarse palpar de armas por una “task force”que les impedía así el paso para peticionar. También una jueza de conocida historia había ordenado el inconstitucional, discriminatorio, vejatorio “cacheo”. Una comisión va a la casa de Gobierno y les explica a los funcionarios que ellos (los piqueteros) no son delincuentes. El Gobierno cede. Final: la jueza flexibiliza el control y los piqueteros pasan sin que se los palpe de armas. Marcha a la plaza y “que se vayan todos” y el cabezón primero. Nuevamente ante la irracionalidad del poder que avanza sobre los derechos del ciudadano débil de estomago pero no de convicciones, predomina el contradictor justo.

Esto se repite todos los días frente a los supermercados donde ya no se saquea; se pide y se hace pesar el número y el sentido común de justicia. Quién tiene mas interés, después del hambriento, de que no haya violencia?

Ahora hagamos un ejercicio de imaginación, ya que lo antedicho es duramente real: imaginemos a Menem, Rodríguez Saa, De la Sota, Kirshner, etc., presuntamente nacidos en el riñón del peronismo, al frente de alguna de estas situaciones. Ni en pedo uno puede imaginarlos sino es rodeados de guardaespaldas o acólitos patoteando gente, mirados con odio por los propios actores de la historia que, sino es con odio, por lo menos los mirarán con desprecio y en el mejor de los casos con desconfianza, bah, para hacerles precio.

Cualquier dirigente de la base de estos movimientos, espontáneos o casi algunos, perfectamente organizados los otros, tiene mas poder hoy que cualquiera de estos candidatos. Permítaseme la licencia de describir (no pretendo definir) el poder desde el lugar que a la gente mas le importa, como aptitud para conseguir adhesión interpretando las necesidades de la gente y junto con ella, pudiendo dar la cara, promover y presionar para obtener cambios favorables a los oprimidos, a los que realmente necesitan.

Y ellos, los candidatos, los saben. No trepidan en intentar contagiar su virus incurable y terminal o envolver con su baba a los lideres sociales. Baste recordar la pulseada casi femenil entre dos de ellos para quedarse con Castells. Y desde otro lado lo quieren seducir a De Lía. O la movida constante en los barrios para incitar al saqueo. Menos mal que habló Alderete y despacho el exabrupto que mas de uno tenía entre los dientes. “Hay que fusilarlo”. Es jodido. No estamos de acuerdo, claro, pero sólo porque estamos contra la pena de muerte. Pero qué esperaba provocar con su alegato facista? O es lo que está buscando?. En todo caso el aviso que pasó menem vale para todos los pocos pobres que aún creen en el: su próxima “conquista” será esa: la represión ante el reclamo.

Todo esta bastante claro. Parece que, finalmente, la Historia se va a encargar del juicio y el castigo. Debemos los que aún sentimos la pertenencia al peronismo como ese río idéntico siempre en su origen pero dispuesto a no ser nunca igual en su marcha gracias a la incorporación de las experiencias de los que luchan por la liberación nacional y social, ser partícipes de esa nueva oportunidad, pero hacerlo desde una perspectiva revolucionaria, que en estas circunstancias sólo puede contener como un elemento principal, tal vez no el único, tal vez no el mas eficaz (en realidad es una visión dolorosa y personal que pretende contribuir a redefinir ese papel ) el rechazo explícito al continuismo burocrático y la expulsión por aislamiento (aún, o con mas razón, en términos electorales) de todos los que participaron en el vaciamiento ideológico, en el retraso de la marcha insurgente y en la división con y entre los luchadores sociales, en la claudicación del futuro de la revolución social, en la banalización de la utopía y en la entrega al enemigo del poder que no le pertenecía, porque el único heredero era, es y será (aún cuando nada le quede) el Pueblo Argentino.

A nosotros ya no nos interesan las elecciones sino como un medio mas para el logro de nuestros objetivos. Debemos estar decididos y preparados minuciosamente para una nueva acción: la revolución social. Será a corto plazo si todos se unen detrás de las banderas justicialistas y cumplen con el deber de la hora. Si no, será a largo plazo. Pero de todas maneras, será.
(Directivas generales para todos los peronistas. Juan D. Perón. Enero de 1956. I. Objetivos. )

Juan Carlos Padín

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