martes, 11 de mayo de 2010

A 36 AÑOS DE LA MUERTE DEL PADRE CARLOS MUJICA - 11/05/74

"...Hoy celebramos un día más de memoria por el martirio de Carlos, y al mirar su vida y la consecuencia en la muerte, miramos a uno que supo aprender del pueblo hasta último momento. Uno que se dejó enseñar por el pueblo, uno que todavía hoy nos sigue enseñando.
Mientras es el pueblo el que tiene hambre, el que es víctima de la violencia y la desocupación; es el pueblo el que hace colas en los hospitales, el que es sospechado por las “fuerzas de seguridad” (más lo primero que lo segundo); es el pueblo el que padece la muerte siempre cercana de los suyos; el que tiene la droga, prostitución y juego a su alcance siempre que sea ciego a los uniformes, o sordo a las voces de “mano dura”... Es el pueblo el que las padece, no los “iluminados” que desde afuera siempre corremos el riesgo de “enseñar” a los que tienen hambre lo que es el hambre, o a los que padecen la explotación lo que esta es. ¡Y sin haberla sufrido jamás!
Carlos nos enseñó lo que es estar del lado del pueblo. Y al dejarnos enseñar por él, aprender a respetar los tiempos del pueblo, los valores del pueblo, los símbolos del pueblo, sus opciones, sus pasiones, su fe...
En estos momentos de confusión, de voces que se levantan desde la represión o desde la “iluminación”, la memoria y el testimonio de los mártires nos recuerdan caminos. Carlos Mugica nos enseña y sigue enseñando a escuchar al pueblo, a dejar que sea el mismo pueblo el que nos marque el camino y los tiempos (al fin y al cabo él -no nosotros- es el que padece o goza existencialmente las consecuencias). En estos tiempos difíciles, Carlos nos enseña a dejarnos enseñar y a no escuchar las voces del resentimiento y la violencia, de la iluminación y la vanguardia. Carlos nos enseña a aprender a escuchar al pueblo. Y no es poco aprender de uno que ha dado la vida por ello."
(Mons. Eduardo de la Serna,11 de mayo 2001, Misa en la parroquia "San Francisco Solano")

SON MUY PELIGROSOS

    Mientras estos personajes fanfarrones, patéticos y cobardes se disfrazan para jugar a la guerra y a los soldaditos, creen que todo es co...