lunes, 18 de mayo de 2009

ANTES DE QUE SEA DEMASIADO TARDE

Mayo de 2003
ANTES DE QUE SEA DEMASIADO TARDE, JUICIO Y CASTIGO A LOS TRAIDORES.

El postperonismo perdió la oportunidad de resucitar a un partido ya decrépito juzgando y castigando a los traidores. Ahora sólo queda el juicio del Pueblo, quien finalmente va a realizar lo que no supimos hacer los que teníamos que hacerlo. Seamos lo suficientemente humildes para reconocer que este es un signo del presente, y darle al conjunto, ligado a nuestro dolor y frustración, la esperanza y la experiencia para confluir en el movimiento recuperador del camino revolucionario e independiente. Me parece que, de cualquier manera, y hacia adentro no debemos olvidar lo que fue objeto de preocupación el año pasado, y humildemente divulgué como reflexión propia en Julio pasado, que creo sigue vigente en esta especial semana de Memoria y Compromiso. Por eso me permito recordarla, y ruego no olvidemos, ni ahora ni en un futuro que, seguramente, deberemos vivir críticamente.

“Antes de que sea demasiado tarde, antes de que nuestro silencio vuelva a ser cómplice, esta vez, del regreso del destructor del peronismo y traidor al Pueblo, debemos revelar lo que muchos corazones peronistas saben y hasta ahora sólo ha sido dicho en sordina. Tenemos que hacer todo lo posible para que no quede oculto en la historia lo que ha ocurrido con el movimiento popular mas auténtico y revolucionario de América Latina.

Por la memoria de:
Juan Domingo Perón
María Eva Duarte de Perón
Mártires del bombardeo a la Plaza de Mayo
Mártires de la llamada “revolución libertadora”.
Caídos en la Resistencia.
Fusilados de Junio de 1956
Proscriptos y luchadores desde 1955 a 1973
Mártires de la Triple A
Desaparecidos por el “proceso”
Víctimas de la restauración oligárquica y conservadora, las privatizaciones, la desnacionalización y el desempleo.

Por ellos y por todos los defraudados y engañados aún vivos, debemos marcar a fuego a los traidores.

Porque:
Siguiendo el camino iniciado por la burocracia partidaria y los militares que se dijeron peronistas, Carlos Saúl Menem concluyó el trabajo sucio que durante toda la existencia del movimiento se vino gestando para impedirle ser la herramienta de la Liberación Nacional y Social del Pueblo Argentino.

Los militares que se dijeron peronistas combatieron a Eva Perón, impidiendo con su postergación política asegurar la subsistencia de los principios revolucionarios del peronismo. Entregaron al movimiento inerme frente a la acción y a los intereses extranjeros que defendían sus camaradas de armas. Pensaron y actuaron antes como militares y como cipayos que como compañeros o argentinos.

La burocracia peronista (política y sindical) transformó un partido político revolucionario en un negocio personal. Produjo la oligarquización del peronismo. Socavó su poder cada vez que fué gobierno y negoció sus banderas cuando estuvo fuera de el.

El supuesto retorno del peronismo al gobierno se encarnó en Carlos Saúl Menem, culpable también de traición:
Mintió al Pueblo, mintió a los peronistas y dirigió la restauración conservadora.
Transformó la burocracia partidaria (ya culpable por actuar como tal) en burocracia familiar y mafiosa.
Vendió al capital las empresas que el peronismo había dispuesto que fueran propiedad del Pueblo, ya que este las había adquirido con su esfuerzo y eran su patrimonio.
Derogó la legislación peronista protectoria de los trabajadores, de las empresas nacionales y la industria.
Pactó con los golpistas del 55, con los fusiladores, se abrazó con Isaac Rojas y con Alzogaray, y pactó con los ideólogos contrarevolucionarios para destruir el peronismo de Perón y Evita.
Indultó a los asesinos del Pueblo y de los peronistas, lo que facilitó la realización del proyecto de restauración oligárquica y conservadora.
Legalizó la impunidad de la subversión económica.
Incorporó al poder a Domingo Cavallo (nacido a la luz pública en la dictadura genocida), y a todos los enemigos históricos del peronismo y del Pueblo.
Incentivó el egoísmo, la falta de solidaridad, el individualismo económico, y el recelo entre el Pueblo.
Abandonó la alianza con Latinoamérica, se humilló ante el Imperialismo Yankee, ofendió al Pueblo de Cuba y consolidó los lazos del coloniaje.
Hizo mas ricos a los poderosos y triplicó la desocupación y la exclusión social.
Desmovilizó al peronismo; defraudó al Pueblo.

Todos los acusados y sus cómplices en cada período:
Trabajaron para el empobrecimiento y la división del Pueblo Argentino, el enfrentamiento por intereses sectoriales y el debilitamiento de los sectores mas desposeídos.
Hacia adentro del peronismo, además de los agravios causados al Pueblo en general, generaron el desinterés por la política, la militancia, la movilización, la construcción de sueños, la lucha por los demás, la creencia en una sociedad mas justa, en fin, terminaron con la solidaridad y el sacrificio.
Usaron el nombre de “Peronismo” y se calificaron de “peronistas” para implantar encubiertamente una ideología contraria, enemiga, destructora del Peronismo y lograron desmerecer su nombre, que hoy es utilizado como sinónimo de esos intereses que ellos impusieron.

Hoy vuelven con los mismos o parecidos pelajes para terminar de desangrar a la sociedad; vienen por lo poco que nos queda. No importa que vengan ni lo que quieran hacer; no van a poder. Pero no podemos guardar silencio cuando invocan a Perón y a Evita, ni a la historia del Movimiento Peronista al que destrozaron. Pueden haber destruido al peronismo, pero no han podido con la Memoria de los peronistas que aún quedamos.
Ahora debemos desnudarlos y derrotarlos definitivamente. Pero no debe ser una derrota del peronismo, sino de los traidores. Aunque en esto se nos vaya lo poco que nos queda de esperanza de tener un peronismo que perdure. No podemos atar la vida a una ficción perversa. Aunque mas no sea para la Historia debemos lavar el nombre del Peronismo para que jamás se lo relacione con los claudicantes que lo traicionaron.
Claudicantes si, porque tampoco nos van a engañar con la exhibición de persecuciones y cárceles que usan para hacer gala de su peronismo, cuando la realidad muestra como, dolorosamente, esas cárceles y persecuciones (en el mejor caso para ellos) consiguieron su objetivo de doblegarlos o comprarlos. Porque no importa la cárcel que padecieron sino cómo actuaron después de ella. Y eso quedó muy claro, así como que muchos no tuvieron la opción de salvar su vida, tal vez por ser los mejores y mas leales.
Sabemos que todo se usó para destruir al movimiento, pero no hubiera sido posible de no contar con los malos peronistas.
Ninguno de nosotros es inocente. No nos portamos como los únicos herederos de Perón ni llevamos el nombre de Eva como bandera a la victoria. Pero esto dicho así, es la mas clara forma de entender que nosotros quisimos y no pudimos, pero a la vez es la mas expresiva manera de demostrar que esa gente que hoy se llama “peronista” nunca lo quiso. Cómo podrían actuar así los herederos de Perón?, cómo podrían quienes así actuaron querer la victoria de Evita?.
Por eso, esta vez, NUNCA MAS. “

Juan Carlos Padín.

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