miércoles, 15 de junio de 2016

JUBILADO, QUE MAL SE TE VE

El titular del ANSES, anunció que en septiembre finaliza la moratoria previsional. Este sistema de moratoria fue instaurado en 2005 y alcanzó casi a un 97% de cobertura jubilatoria.
Esta medida anunciada por el Gobierno tendrá un impacto negativo en miles de personas que estén en edad de jubilarse y que no puedan alcanzar los aportes requeridos.
Esto afecta a trabajadores que durante cierto lapso trabajaron en forma registrada y que luego, por distintos motivos no pudieron conseguir otro trabajo en blanco y lo debieron hacer en negro o informalmente para lograrse su sustento.
Según el gobierno considera injusto “que la gente que contribuye reciba lo mismo que la gente que no contribuye” y “queremos que haya una jubilación universal y que tenga una parte contributiva que premie a la gente que puso dinero en el sistema”. La dirección del ANSES viene a sugerir la posibilidad de jubilarse (Subsidio a la vejez) a través del sistema público con haberes básicos a aquellos trabajadores de menores recursos o que no reúnan la cantidad de aportes necesarios, mientras que al mismo tiempo habilitan un sistema de capitalización paralelo para los estratos de mayores ingresos. Algo similar a lo que fueron las AFJP.  Seguramente muchos que lo escuchan superficialmente y por los medios, afirmaran que está bien lo que dice el Gobierno, porque le van a pagar una jubilación igual a que no tiene todos los aportes. Primero que nadie que ha tenido todos los aportes en regla gana la mínima y segundo una vez más se pone en marcha un sistema insolidario, egoísta e individualista, que castiga aquellos que menos tienen o que fueron perjudicados por deficiencias de un Estado que no puedo o no quiso generar más trabajo en blanco o controlar debidamente que no existiera trabajo informal. La victima pasa a ser el victimario y la sociedad en vez de solidarizase lo condena.
Cuantas madres han recibido su justa retribución por medio de la jubilación de Amas de Casa, cuántas mujeres que han trabajado haciendo tareas de limpieza o cocina en casas de familias, las que cuidaban enfermos, hacían de niñeras o aquellas que trabajaron largas jornadas en el campo, junto a su esposo e hijos, todas ellas sin el reconocimiento justo y el aporte correspondiente, se han podido jubilar. El Estado no puede ignorar sus falencias y muchos de los que se beneficiaron con tener trabajando personas en negro, justifican estas medidas poniendo en evidencia la insolidaridad de un sector de la sociedad.
Los trabajadores debemos estar alertas a estas medidas, porque todo lleva a la vuelta de los 90, a un sistema de seguridad social más pequeño y con menos capacidad para cubrir las jubilaciones, entonces volverán las ideas de privatizarlas para tener un mejor gerenciamiento de las cajas. En el actual contexto que estamos viviendo con despidos, suspensiones, caída de salarios, aumento de informalidad, evasión, fuga de capitales (empresas Offshore), plan de Primer Empleo, falta de aportes patronales, producirá la caída significativa en la recaudación del sistema de seguridad social y es por ello que están tratando de implementar estos cambios que afectara a miles de trabajadores. El gobierno debería estar preocupado por otorgar un haber mínimo que no puede ser menor al salario mínimo, vital y móvil y que tiene que cubrir la canasta básica del adulto, en lugar de hacer modificaciones al actual sistema.  No nos debemos equivocar, estas medidas no se enmarcan en una pesada herencia, sino estrictamente en una política económica neoliberal encarada por este gobierno. Si ante pudieron llevar adelante, con defectos y virtudes, este sistema jubilatorio, donde beneficio a miles de personas, ellos también podrían administrarlo con las correcciones del caso y no con un cambio insolidarios.
Otro tema que se ha ido incorporando en la agenda y a la espera de ver la reacción de la gente, es la aprobación de una ley que le permita a la ANSES, sin trabas, desprenderse de las acciones que tiene en las principales empresas del País. En principio la excusa sería pagar los juicios a los jubilados, al igual que lo están haciendo con el “blanqueo” de capitales. En el año 2015 se aprobó por amplio consenso en ambas cámaras la ley 27.181, donde se necesita el acuerdo de los dos tercios del Congreso para desprenderse de estos activos. Este gobierno la quiere modificar con el supuesto fin de venderlas y hacer de los dólares (una solución a corto plazo). Pero este no sería el único fin, sino también, ha pedido de los empresarios, sacarse los directores que le corresponde al gobierno por las acciones que tiene el Estado de las empresas y así no ser controladas, además de rehacerse de esas rentables acciones. Esas acciones forman el núcleo del sistema de Fondo de Garantía de Sustentabilidad, la caja donde además se depositan los aportes jubilatorios de los trabajadores en actividad y sus patrones, además de otros ingresos, y por otro, salen los fondos destinados a pagar las jubilaciones y pensiones. Si venden estas acciones, que otorga altos dividendos, además de su valor nominal, mucho más si se produce la tan anunciada reactivación, la ANSES se encontraría muy debilitada en sus ingresos y los jubilados verían estratégicamente comprometidos sus futuros haberes.     
Otra cosa que no podemos olvidar es que el Presidente Mauricio Macri, en campaña anuncio que iba a otorgar el 82% móvil del salario del trabajador activo a los jubilados, como prometió que iba a sacar las retenciones al campo, esto último lo cumplió al asumir y lo que beneficiaría a los jubilados no se habla más, por el contrario se toman medidas que los perjudican.
Otra señal que se está largando a rodar, para ver la reacción de los trabajadores, es aumentar la edad jubilatoria, las mujeres de 60 llevarla a 65 años y los hombres de 65 a 70 años. Todo esto envuelto en un halo de conveniencia dado la creciente expectativa de vida y el beneficio de mantenerse activo. Esto no es más que una nueva apuesta de las políticas neoliberales, que se están aplicando en un mundo en recesión y endeudado a exigencias de los organismos de crédito. Esto puede ser uno de los requerimientos que le hagan al Gobierno al pretendido interés de endeudarse. Una vez más vemos como los trabajadores debemos pagar las incursiones de un gobierno que no afecta a los grandes intereses como ser: bancos, exportadores, comercio exterior, etc.
Por último, digamos que el Gobierno tomo más de 500 millones de dólares de la ANSES para financiarse. El gobierno de Mauricio Macri emitió bonos que fueron tomados directamente por el Fondo de Garantía de Sustentabilidad, volviendo a usar la plata de los jubilados, método que fue durísimamente criticado en el pasado y es utilizado ahora por estos funcionarios para financiar gastos corrientes. El interés que abonará el gobierno a la caja de los jubilados, es equivalente al 4,5% anual, muy por debajo del interés que pagaran al tomar deuda para abonarle a los fondos buitres. Si bien el Estado aplico un durísimo recorte de gastos, con quita de subsidios, despidos y cierre de programas sociales, también dejo de percibir ingreso importantes de las retenciones, afectando sus arcas y que ahora trata de cubrir afectando a los que menos tienen.

Héctor Daniel Fernández


Mayo 2016

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