El titular del ANSES, anunció que
en septiembre finaliza la moratoria previsional. Este sistema de moratoria fue
instaurado en 2005 y alcanzó casi a un 97% de cobertura jubilatoria.
Esta medida anunciada por el
Gobierno tendrá un impacto negativo en miles de personas que estén en edad de
jubilarse y que no puedan alcanzar los aportes requeridos.
Esto afecta a trabajadores que
durante cierto lapso trabajaron en forma registrada y que luego, por distintos
motivos no pudieron conseguir otro trabajo en blanco y lo debieron hacer en
negro o informalmente para lograrse su sustento.
Según el gobierno considera
injusto “que la gente que contribuye reciba lo mismo que la gente que no
contribuye” y “queremos que haya una jubilación universal y que tenga una parte
contributiva que premie a la gente que puso dinero en el sistema”. La dirección
del ANSES viene a sugerir la posibilidad de jubilarse (Subsidio a la vejez) a
través del sistema público con haberes básicos a aquellos trabajadores de
menores recursos o que no reúnan la cantidad de aportes necesarios, mientras
que al mismo tiempo habilitan un sistema de capitalización paralelo para los
estratos de mayores ingresos. Algo similar a lo que fueron las AFJP. Seguramente muchos que lo escuchan
superficialmente y por los medios, afirmaran que está bien lo que dice el
Gobierno, porque le van a pagar una jubilación igual a que no tiene todos los
aportes. Primero que nadie que ha tenido todos los aportes en regla gana la
mínima y segundo una vez más se pone en marcha un sistema insolidario, egoísta
e individualista, que castiga aquellos que menos tienen o que fueron
perjudicados por deficiencias de un Estado que no puedo o no quiso generar más
trabajo en blanco o controlar debidamente que no existiera trabajo informal. La
victima pasa a ser el victimario y la sociedad en vez de solidarizase lo
condena.
Cuantas madres han recibido su
justa retribución por medio de la jubilación de Amas de Casa, cuántas mujeres
que han trabajado haciendo tareas de limpieza o cocina en casas de familias,
las que cuidaban enfermos, hacían de niñeras o aquellas que trabajaron largas
jornadas en el campo, junto a su esposo e hijos, todas ellas sin el
reconocimiento justo y el aporte correspondiente, se han podido jubilar. El
Estado no puede ignorar sus falencias y muchos de los que se beneficiaron con
tener trabajando personas en negro, justifican estas medidas poniendo en
evidencia la insolidaridad de un sector de la sociedad.
Los trabajadores debemos estar
alertas a estas medidas, porque todo lleva a la vuelta de los 90, a un sistema
de seguridad social más pequeño y con menos capacidad para cubrir las
jubilaciones, entonces volverán las ideas de privatizarlas para tener un mejor
gerenciamiento de las cajas. En el actual contexto que estamos viviendo con
despidos, suspensiones, caída de salarios, aumento de informalidad, evasión, fuga
de capitales (empresas Offshore), plan de Primer Empleo, falta de aportes
patronales, producirá la caída significativa en la recaudación del sistema de
seguridad social y es por ello que están tratando de implementar estos cambios
que afectara a miles de trabajadores. El gobierno debería estar preocupado por
otorgar un haber mínimo que no puede ser menor al salario mínimo, vital y móvil
y que tiene que cubrir la canasta básica del adulto, en lugar de hacer
modificaciones al actual sistema. No nos
debemos equivocar, estas medidas no se enmarcan en una pesada herencia, sino
estrictamente en una política económica neoliberal encarada por este gobierno.
Si ante pudieron llevar adelante, con defectos y virtudes, este sistema
jubilatorio, donde beneficio a miles de personas, ellos también podrían administrarlo
con las correcciones del caso y no con un cambio insolidarios.
Otro tema que se ha ido
incorporando en la agenda y a la espera de ver la reacción de la gente, es la
aprobación de una ley que le permita a la ANSES, sin trabas, desprenderse de
las acciones que tiene en las principales empresas del País. En principio la
excusa sería pagar los juicios a los jubilados, al igual que lo están haciendo
con el “blanqueo” de capitales. En el año 2015 se aprobó por amplio consenso en
ambas cámaras la ley 27.181, donde se necesita el acuerdo de los dos tercios
del Congreso para desprenderse de estos activos. Este gobierno la quiere
modificar con el supuesto fin de venderlas y hacer de los dólares (una solución
a corto plazo). Pero este no sería el único fin, sino también, ha pedido de los
empresarios, sacarse los directores que le corresponde al gobierno por las
acciones que tiene el Estado de las empresas y así no ser controladas, además
de rehacerse de esas rentables acciones. Esas acciones forman el núcleo del
sistema de Fondo de Garantía de Sustentabilidad, la caja donde además se
depositan los aportes jubilatorios de los trabajadores en actividad y sus
patrones, además de otros ingresos, y por otro, salen los fondos destinados a
pagar las jubilaciones y pensiones. Si venden estas acciones, que otorga altos dividendos,
además de su valor nominal, mucho más si se produce la tan anunciada
reactivación, la ANSES se encontraría muy debilitada en sus ingresos y los
jubilados verían estratégicamente comprometidos sus futuros haberes.
Otra cosa que no podemos olvidar
es que el Presidente Mauricio Macri, en campaña anuncio que iba a otorgar el
82% móvil del salario del trabajador activo a los jubilados, como prometió que
iba a sacar las retenciones al campo, esto último lo cumplió al asumir y lo que
beneficiaría a los jubilados no se habla más, por el contrario se toman medidas
que los perjudican.
Otra señal que se está largando a
rodar, para ver la reacción de los trabajadores, es aumentar la edad
jubilatoria, las mujeres de 60 llevarla a 65 años y los hombres de 65 a 70
años. Todo esto envuelto en un halo de conveniencia dado la creciente
expectativa de vida y el beneficio de mantenerse activo. Esto no es más que una
nueva apuesta de las políticas neoliberales, que se están aplicando en un mundo
en recesión y endeudado a exigencias de los organismos de crédito. Esto puede
ser uno de los requerimientos que le hagan al Gobierno al pretendido interés de
endeudarse. Una vez más vemos como los trabajadores debemos pagar las
incursiones de un gobierno que no afecta a los grandes intereses como ser: bancos,
exportadores, comercio exterior, etc.
Por último, digamos que el
Gobierno tomo más de 500 millones de dólares de la ANSES para financiarse. El
gobierno de Mauricio Macri emitió bonos que fueron tomados directamente por el
Fondo de Garantía de Sustentabilidad, volviendo a usar la plata de los
jubilados, método que fue durísimamente criticado en el pasado y es utilizado
ahora por estos funcionarios para financiar gastos corrientes. El interés que
abonará el gobierno a la caja de los jubilados, es equivalente al 4,5% anual,
muy por debajo del interés que pagaran al tomar deuda para abonarle a los
fondos buitres. Si bien el Estado aplico un durísimo recorte de gastos, con
quita de subsidios, despidos y cierre de programas sociales, también dejo de
percibir ingreso importantes de las retenciones, afectando sus arcas y que
ahora trata de cubrir afectando a los que menos tienen.
Héctor Daniel Fernández
Mayo 2016
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