Dentro del descontento y la
incertidumbre que vive la clase trabajadora, por los despidos y el aumento
desmedido de los precios de los productos de primera necesidad, manifestado en
la multitudinaria marcha del 29 de abril organizada por las distintas
organizaciones gremiales, el gobierno de Cambiemos intenta bridar buenas
noticias para frenar este clima adverso.
Está claro que a los masivos
despidos en el sector público, se están sumando, a diario, los despidos en el
sector privado, más allá de la discusión de cuantos son entre el gobierno que
pretende desconocerlos o minimizarlos y los gremios que lo viven en carne
propia, esta discusión pasaría a ser irrelevante, porque pocos o muchos sean los
despedidos, aquellos que deben afrontar esta situación angustiosa, ven en su
horizonte un futuro incierto y la dificultad de conseguir el sustento para su
familia. Aclaremos que se está contabilizando despedidos de trabajadores registrados,
nadie habla de los primeros despedidos, que son aquellos que trabajan en negro
o informales. Cada despedido en blanco, significa cuatro despedidos informales,
porque aquel que estaba en blanco deja de generar trabajo para otros. Los
informales hacen por lo general changas, jardinería, albañilería, pintura, comercio,
etc., este gana el plato de comida a diario, al no trabajar no lleva nada a la
casa y este sí que no pude esperar seis meses para ver si cambia la economía y
viene el famoso derrame que anuncia el gobierno con tanto optimismo.
Entre las buenas noticias que
trata de generar el gobierno es el proyecto de ley para crear un Régimen de
Promoción de Primer Empleo Joven. El fin es estimular la creación de empleo
formal con la reducción del costo laboral. Este proyecto será para jóvenes de
entre 18 y 24 años durante los primeros tres años de trabajo formal. El plan
retoma la política de exención a las contribuciones patronales que tienen las
empresas y además el Estado les transferirá directamente un subsidio
proporcional al salario del trabajador. Los montos de los beneficios varían también
según el tamaño de la empresa a partir de una segmentación entre las empresas
de menos y más de 200 trabajadores.
Una vez más se vuelve a probar
con políticas de este tipo, Martínez de Hoz y Domingo Cavallo lo había
experimentado con la exención de las contribuciones patronales. En este caso,
una vez más el gobierno transfiere recursos del Estado al sector empresario,
las cargas sociales que debía recibir el Estado las transfiere a los privados,
como lo ha hecho con los subsidios a los servicios públicos, aumento de tarifas
del transporte, la quita de las retenciones y la reducción del salario real con
el aumento desmedido de los precios. También se desfinancia la seguridad social
(ANSES), esta pérdida de recursos se podrá compensar, con endeudamiento
externo, reducción de beneficios (que ya se están viendo), ventas de las
acciones de las empresas más poderosos o ajuste del gasto público.
Una vez más las políticas
neoliberales limitan y simplifican la problemática del empleo a una cuestión de
costo laboral. No entienden al salario como un dinamizador de la economía y del
crecimiento del mercado interno, sino como un costo. Suponen que la solo
reducción del “costo laboral” genera empleo y se puede competir en el exterior,
cuando la realidad nos muestra un mundo en recesión, con enorme cantidad de
stock de productos y que están dispuestos a introducirlos en cualquier mercado
a precios regalados. Con el cambio de gobierno y la aplicación de distintas
políticas económicas para bajar la inflación (devaluación, altas tasas, quita
de subsidios, etc.) se desestimó el consumo interno, produciéndose un
enfriamiento de la economía producto de despidos y recesión o recesión y
despidos. El gobierno tiene todas las expectativas puestas al ingreso de
capitales para la reactivación económica y la generación de empleo.
Ahora en nuestro País, las PYMES
generan alrededor del 70% del empleo, por lo tanto no se puede esperar mucho de
la instalación de empresas extranjeras, sino del sostenimiento de las PYMES,
las cuales han sido seriamente castigadas: mega devaluación, tarifazo, apertura
de las importaciones, altas tasas de interés. Es necesario una política
industrial, protección ante los productos importados, facilidad en el
financiamiento y recomposición del salario de los trabajadores para reactivar
la demanda interna, de lo contrario se producirán cierres y pérdida del empleo.
Además las empresas extranjeras, al menor inconveniente de rentabilidad o
perspectiva adversa se van y dejan el tendal.
Con el Plan del Primer Empleo, se
verán beneficiadas las grandes empresas nacionales o extranjeras, porque serán
ellas quienes podrán tomar la mayor cantidad de trabajadores “baratos” por su
bajo costo y con trasferencia de dinero del Estado a las empresas. Así mismo,
con este Plan, las empresas podrán incorporar a sus planteles estos
trabajadores “baratos” en lugar de algún otro con mayor carga. Una vez más se beneficiaran los grandes
ganadores de este Gobierno. Es una realidad que todas las medidas tomadas desde
el Gobierno que han beneficiado a los sectores más poderosos, han sido
implementadas de inmediato a su asunción por decreto, en cambio las que
deberían compensar esa pérdida ocasionada por la transferencia de recursos de
los más pobres a los más ricos, es lenta, insuficiente o es ignorada.
Una pregunta que nos hacemos, si
es tan exitoso el plan económico y son tan optimistas como el Sr. Presidente
manifiesta, de que en el segundo semestre será como una catarata la llegada de
inversiones extranjeras, lo que permitirá reactivar la economía y se crearan
miles de puestos de trabajo de calidad, para qué hace falta este Proyecto si las
empresas se verán necesitadas de tomar trabajadores, por qué darles este
beneficio, con el riesgo de una caída de ingresos en las arcas del Estado y de
desfinanciar la Seguridad Social.
Por último la OIT, en su informe
del 2015 ha manifestado que estas políticas no han tenido resultado en
Latinoámerica desde que comenzaron a implementarse en 1990 hasta la
actualidad.
Héctor Daniel Fernández
Mayo 2016
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