GUERRA UCRANIA – RUSIA

 

Toda guerra es mala, no es un partido de fútbol, del que se está a favor de uno u otro, apoyemos y eduquemos sólo para la paz. Todos tienen intereses. En toda guerra la primera víctima es la verdad.

Desde mi profunda ignorancia y de la provocada desinformación existente sobre la guerra entre Rusia y Ucrania, a mí el presidente de Ucrania; Zelenski me da un Galtieri, llevándonos a una guerra para salvar su desprestigiado gobierno e imposible de ganar, por una causa más que justa de recuperar las Malvinas. Galtieri y demás, especulaban en la no intervención de la OTAN y que Gran Bretaña no iba a venir con todo su poderío de guerra. Por supuesto que el conflicto de Ucrania hay muchos intereses y más jugadores en medio. Ahora el Ucraniano esperaba el apoyo militar de la OTAN, pero le falló igual que a Galtieri, le envían armas y plata, para que se maten entre ellos, pero no intervienen. Lo envalentonaron y se jugó todo, entonces le dijeron, anda y pelea, nosotros te tenemos el saco, tenes nuestro apoyo moral. Le dan todo el apoyo de los medios de Occidente, pero los que mueren es su pueblo, que tiene que pelear por lo que pretenden otros, por lo que decidan o quieran otros, los que fuerzan la historia. En definitiva, el pueblo, termina siendo un peón movido por intereses, en un juego por el poder, tan altos como capaces de superar todas sus impresiones. La peor expresión de la condición humana. Que David triunfe ante Goliat, no se seguido. Además es evidente que EE.UU e Inglaterra estimularon este conflicto para aplicar sanciones económicas a Rusia y eliminar su competencia, además Rusia entro en este juego que le propuso EE.UU. También buscaron poner a China – el otro competidor - en una posición incómoda. En Ucrania, se nota que hay un reservorio nazi peligroso, alimentado por la guerra y el nacionalismo del pueblo que genera la guerra. Incluso se dice que muchos militantes de la extrema derecha europea están yendo a pelear. Hablan de violación a los derechos humanos y genocidio por parte de Rusia, ahora EE.UU en Irak o Vietnam – por nombrar tan solo alguno, como se comportó, son imperios que no escatiman nada para alcanzar su objetivo. Rusia es un actor con una experiencia internacional de centurias, experiencia que no pocas veces había implicado afrontar desafíos que pusieron en peligro la propia supervivencia de la nación, además es un actor turbulento en aquello relativo a la defensa de sus intereses nacionales y a una necesaria visión realista del mundo. Zelenski tenso demasiado la cuerda y “provoco” este conflicto, habrá pensado que los rusos se iban a comportar como caballeros. Pregúntenle a Margaret Tacher que pensó sobre los derechos humanos cuando hundió el ARA General Belgrano fuera de la zona de exclusión. Pregúntenle a los EE.UU que pensaba de los derechos humanos cuando tiraban bombas napalm sobre la población en Vietnam. El 16 de marzo de 1968, una patrulla del ejército de EE.UU. entro en la aldea vietnamita de My Lai y masacro a la población civil. Pero claro como condenar a EE.UU, los que morían eran vietnamitas, seres humanos de segunda, no son altos y rubios, como ellos. El 1 de mayo de 1970, el ejército norteamericano bombardeo el norte de Camboya y cerca de 40.000 marines ocuparon el País. El presidente Richard Nixon de EE.UU., dijo “que se trataba de una operación limitada, destinada a proteger la vida de los soldados norteamericanos y sus aliados.” No muy distinto a lo que dice Putin. No tengamos doble vara para juzgar a unos y a otros, condenemos por igual toda invasión o agresión, a Irak, Afganistán, Libia, Yemen, Vietnam, Camboya, Siria, Palestina, Granada o Malvinas. No hay muertos de primera o de segunda, según donde vivan, Occidente u Oriente, África, Asia, Norte América, América del Sur, etc, todos son seres humanos y los más pobres son los que peor la pasan.

 Está todo muy complicado. Todo es muy confuso o lo hacen confuso. Lo lamentable es el sacrificio y la muerte que han expuesto a sus pueblos, mientras sus dirigentes están protegidos y alejados del peligro, no sé si ellos estuvieran en el frente de batalla, si provocarían un enfrentamiento tan terrible.

Daniel Fernández

Marzo 2022