La Ley salió y Macri
la veto, como había dicho, dando una clara señal al mercado. O sea para el
Señor Pablo Moyano a Macri le dieron los huevos para vetarla y él metió violín
en bolsa. O sea, con la negativa de las CGT de avanzar en medidas contra el
veto y en defensa de los despedidos, fortalecieron a Macri de cara al sector
que representa.
Ahora me pregunto,
para que convocaron a la movilización las CGT el 29 de abril.
Cuando comenzaron con
los despidos, había una exigencia de las bases para que se hiciera algo. Fueron
las tres CGT y las dos CTA a pedirles a los legisladores que sacaran una Ley
que parara los despidos.
Los senadores hicieron
su proyecto, muy escueto. En diputados cada bloque hizo el suyo, mucho más
completo. Senadores le dio tratamiento inmediato, lo aprobó y remitió a
diputados.
Las cinco organizaciones sindicales
organizaron una multitudinaria marcha, no en Plaza de Mayo, lugar histórico
para reclamos y festejos, sino en Paseo Colon. Pero se hizo y los trabajadores
respondieron. Los discursos fueron entre duros a tenues, pero ninguno dejo de
reclamarle al gobierno y decirle si vetaba la Ley iba a ver reacción y se iban
a tomar medidas.
El titular de camioneros
Pablo Moyano, hijo del Secretario General de la CGT - Azopardo Hugo Moyano, en
alarde de poder vociferó "Hay
que ver si Macri tiene huevos para vetar la ley antidespidos" y Macri le
respondió con un veto total de la Ley, demostrando que detrás de él hay un “poder”
y no lo corren con paradas patoteriles. De igual modo, la otra cabeza de la CGT
– Alsina, Antonio Caló, que está teniendo despidos en su gremio y negoció baja
de salarios por puestos de trabajo, fue el primero en negarse en realizar una
medida de acción. Sobre la tercera CGT – Azul y Blanca de Luis Barrionuevo, que
apoya al gobierno, así que están de más los comentarios. Ahora se dice que
tanto a Hugo y Pablo Moyano como Antonio Caló los amenazaron con activarles las
causas judiciales que tienen y por otro lado que están negociando la plata de
las Obras Sociales. Si fuera así, lo mejor que podrían hacer por el bien de los
trabajadores, dar un paso al costado en sus gremios y la CGT. Por ahora los
únicos que intentan hacer algo son las dos CTA, pero sabemos que no mueven el
amperímetro políticamente.
Según mi modesto entender, es
que las tres CGT presionadas por la preocupación de las bases, fueron a
senadores y diputados a pedir una ley e hicieron la multitudinaria marcha para
reforzar ese pedido y probar el poder de movilización. Los gremialistas
supusieron que las peleas de egos dentro de la legislatura, no iban a poder
congeniar una sola ley y el gobierno iba a salir airoso. En definitiva los legisladores aprobaron la
Ley (como para recordarle al gobierno quién maneja el Congreso), sabiendo que
Macri la iba a vetar y así patearon la pelota para el lado de los
sindicalistas, quienes probaron que solo actuaron para la tribuna. Con el veto
el Presidente dejo en claro cuál era su proyecto y salió fortalecido ante el
mercado y le dio la espalda a miles de despedidos y le ofrecieron vía libre a
las empresas para que sigan despidiendo.
Evidentemente a nadie le
interesaba que esta Ley se aplicara.
Igualmente hay un movimiento subyacente
de sectores sociales, políticos y gremiales, que siguen trabajando por debajo
de las estructuras y que llegado el momento sobrepasaran a las mismas.
27 de mayo de 2016
2 comentarios:
Tu descripción de los hechos es exacta. Y la conclusión es justa. Amplia y nacida de la bronca. Pero creo que algunos matices no debemos olvidar. En principio creo que hubo y hay quienes quieren una legislación protectoria. Vos mismo nombras a las bases que generaron la protesta y empujaron a la movilización. Antes, hubo diputados que tenían un proyecto más amplio como vos recordás también. Me parece que aunque no se hayan reunido nunca, esas bases y muchos más descontentos no encuadrados en sindicatos, tuvieron su expresión legislativa en esos diputados. Y eso es una noticia para tomar en cuenta. Los representantes de esos amplios sectores son o políticos o sindicalistas elegidos por sus bases. Y cada uno sigue un camino diverso. Por ej: sin dejar de ser un opositor claro y lúcido, Axel colaboró con el proyecto de ley de devolución del iva, en realidad lo llenó de modificaciones que no pudieron rechazarse porque era una cosa inaplicable e inútil y allí el diputado aporta para que lo malo, pero inevitabe (ellos solos saben la temperatura interior del Congreso) sea por lo menos aplicable y aprovechable dentro de lo parche que es. Algo parecido pasa ahora con el proyecto (prácticamente apropiado por el FpV), que a través de la ayuda a las Pymes repone por ej. un objetivo y garantía de mantenimiento del plantel laboral por un lapso similar a la ley frustrada. Es otra forma de darle (con menor certeza claro) a los que tienen problemas comunes (las pymes y los trabajadores) una herramienta de defensa, aunque sea indirecta, y sabemos que transitoria , porque el problema es el modelo económico que los une la desgracia. También se trabaja en un proyecto de nueva emergencia laboral para insistir.
Ahora veamos como vino la otra ley, la vetada. Tomó la iniciativa el Senado y sacó un proyecto que no era el deseado por diputados pero que era más potable de ser aprobado (de hecho lo fue). Allí logró reunirse a los díscolos y el que tambaleo fue Massa que es un fraude que tiene que desgajarse. El perdió, no los impulsores de la ley. Y el veto no es un triunfo de Macri, sino una confesión más de su proyecto destructivo de los sectores bajos y medios para dar garantías a los poderosos y certeza al capital extranjero, que no se sabe aún si no tiene otro interés que la timba.(Si, nosotros lo sabemos, Macri no se si lo entiende o lo acepta aún en la intimidad, porque es un cubo, y un cínico). Por eso la aceptación que puede haber generado el veto no es nueva, ya estaba en la ciega aprobación de los que aplauden todo lo que huela a antiperonismo gorila. El Rey con cada acto de estos queda más expuesto en su desnudez. En fin, creo que la defección en el sector político, respecto a lo que puedan ser proyectos de ley protectorios o defensivos o de mera resistencia (no tenemos otra cosa en que “confiar” que el Parlamento dentro del poder formal), está más allá de unos cuantos diputados, y sí tiene un grave peso en los ámbitos relacionados con los jefes de gobierno varios (varios gobernadores, muchos intendentes) y en los senadores que los siguen por vocación o por necesidad. Allí (ese viejo conservadorismo “popular”) está la mayor fragilidad de esta oposición que somos, no hay que olvidarse. Otra historia es la representación sindical (otra historia, pero nada nueva). En fin, que nuevamente es en los ámbitos burocratizados de la política y del sindicalismo donde se expresa la defección de nuestro movimiento. Es largo desarrollar algunos de los porqué, pero los que tenemos algunos años dentro de este sueño sabemos que no se ha podido nunca tener el poder necesario para llegar hasta el hueso, y los anticuerpos como decía el General , nos mantienen vivos, pero por momentos en estado reservado. Fuera de esas estructuras siempre viciadas, ser oposición no es fácil, pero muchos legisladores, muchos dirigentes nuevos aparecidos en los ámbitos sindicales, poderosos movimientos sociales, mucha gente desvinculada del peronismo pero coincidente en los objetivos emancipatorios e igualitarios, son la materia prima del Frente Ciudadano, que no es un sueño de CFK , sino una etapa más que necesariamente deberemos transitar. La nueva oleada, como diría algún viejo marxista que conozco, y que nos haga llegar a la playa con más fuerza. También en esta última oleada que vivimos, podemos encontrar esos elementos que te enumero, que son el fruto de este tiempo que pasó. Creo, espero, que no veremos en los próximos meses a los mismos dirigentes gremiales que hoy aburren e indignan con sus defecciones. Y tal vez de ese modo podamos ver que lo vivido en esta discusión por una ley que no conformaba a nadie, también ha dado su resultado.
Un abrazo
Juan Carlos.
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