A pesar de la multitudinaria
marcha del 20 de abril convocada por las cinco centrales obreras en la cual se
le pidió, entre otras cosas, al poder legislativo una ley que declare la
Emergencia Ocupacional y que por lo menos mengue los despidos, que a diario se
producen en todos los ámbitos, la misma se demora.
Tras este pedido, la Cámara de
Senadores mayoritariamente aprobó un proyecto de Ley donde establece la doble
indemnización para aquellos trabajadores despedidos por el término de 180 días,
pero no es retroactiva ni se aplica para aquellos nuevos puestos.
Este proyecto de Ley es rechazado
por el Gobierno desconociendo que haya una Emergencia Ocupacional, pero por
otro lado convoca de urgencia a los empresarios a la Casa de Gobierno para
firmar un documento en el cual dicen, tan sólo, que no van a despedir. Como ya
conocemos a los empresarios, al momento de firmar ese documento ya estaban
despidiendo trabajadores. Además el Estado, quien fue el que más trabajadores
despidió no firmó ese compromiso, lo que quiere decir que seguirá despidiendo,
achicando el estado, reduciendo o eliminado planes sociales y de inclusión. El
Gobierno califica la ley como de anti empleo, cosa que no se condice con la verdad,
porque no aplicaría para los nuevos empleos y al ser por 180 días, cuando
lluevan las inversiones esta Ley dejara de tener vigencia.
El proyecto pasó a la Cámara de
Diputados y un sector del Parlamento (FPV, Justicialistas y otros bloques
minoritarios) pretendió darle inmediato tratamiento a pesar de las falencias de
proyecto. Pero estos no pudieron alcanzar el quorum para tratarlo porque el
Frente Renovador excepto Héctor Daer, no bajaron a tratar el proyecto. Se
privilegió los intereses políticos partidistas. Es de destacar que el Bloque
del Frente Renovador cuenta con dos Diputados que pertenecen al Gremio de
Camioneros y está también el hijo de Hugo Moyano, Facundo. Por ende se perdió
una semana.
Según el Frente Renovador de
Massa, pretende una ley superadora y que incluya un tratamiento especial para
las Pymes. Pero de aprobarse esta propuesta, la ley debería volver al Senado
para ser tratada y seguramente por la fuerte presión que está haciendo el
Gobierno (hoy en la reunión de Córdoba) con los gobernadores por la plata de la
coparticipación que les debe pagar, el resultado será muy incierto.
A horas de tratarse los distintos
proyectos de ley en la Cámara de Diputados y de arduas negociaciones entre
bloques, lo evidente es que prima los intereses personales y partidistas, y no
los intereses de los trabajadores que viven la angustia de ser despedidos. El
Frente Renovador el cual cuenta con varios diputados Sindicalistas Héctor Daer
(Sanidad), Facundo Moyano (Peajes), Enrique Castro Molina y Jorge Taboada
(Camioneros), Horacio Alonso (Judiciales), Carla Pitiot (Organismos de Control)
y Claudia Rucci (hija de José Ignacio Rucci), pretende ganar la pulseada al Frente para la Victoria
imponiendo su proyecto, que como dijimos antes demoraría e incluso pondría en
duda su aprobación el Senadores. La movida de Massa, como todas las que viene
haciendo, está más orientada en mostrarse más como el futuro candidato a
presidente del Peronismo, “confiable” y “conciliador” – pero para mí “colaboracionista”.
El Frente para la Victoria, Justicialistas y otros bloques más pequeños
pretenden aprobarlo ahora tal como vino del Senado porque después no se sabrá
que puede pasar (más vale pájaro en mano que cientos volando) ofreciendo
elaborar una ley para contemplar la crítica situación de las Pymes. Luego
también hay proyectos presentados por el bloque de la Izquierda, de Cambiemos y
Socialistas.
Como vemos cada uno atiende su juego político y los
trabajadores y los despedidos pasaron a un segundo plano. Incluso los mismos
Sindicalistas que hoy tendrían que haber convocado a una manifestación en la
Plaza del Congreso para exigir la Ley, como lo hicieron el 29 de abril,
mantienen su reserva. Hugo Moyano, parece más ocupado con lo que pasa en la AFA
que en lo que ocurre en Diputados, porque si les interesara tanto el tema
hubiera influenciado a los diputados camioneros del Frente Renovador.
Al final de cuenta, pareciera que a nadie le interesa
demasiado que salga esta Ley, todos hablan de ella, se llenan grandes espacios
en los medios, pero en el fondo todo es para la tribuna y nada en concreto. Por
la actitud de los principales actores: diputados, senadores y sindicalista,
terminaremos justificando al Gobierno, que dice que no existe tal emergencia y
que la desocupación es una sensación.
Por lo expuesto soy escéptico, no sé si habrá Ley y si
servirá para algo, porque los poderosos no tienen problema en pagar los que sea
y los trabajadores informales no tienen ningún tipo de contención. Igualmente el
problema es el modelo y todo esto son simples paliativos.
Al margen de esto, pero relacionado, cada día me
cuestiono más este tipo de democracia y creo menos en la representatividad de
aquellos que elegimos en cada elección para que nos representen en el parlamento, cuando estos toman
decisiones que van en contra a las ideas y programáticamente de aquellos que
los votamos. Es necesario un cambio, ahora escapa a mí entender cuál sería el
cambio.
Héctor Daniel Fernández
1 comentario:
Daniel, como siempre diste en la matadura, como dicen en el campo con minúscula, porque el otro es ajeno. Hoy tengo el estómago revuelto por lo de la ley. Y tengo también claro que el fondo de la cuestión es el modelo económico y no las herramientas que sirven sólo para moderarlo. Pero hoy, que no podemos ir al fondo de la cuestión porque otros gobiernan legalmente, los representantes del pueblo y los trabajadores deberían aferrarse a esa herramienta de la democracia representantiva y dictar una ley conforme al primitivo proyecto de Diputados, ni siquiera el que ahora está a consideración y que no va a salir, creo. Porque en nuestra comprensión de esta democracia burguesa y deficiente el Parlamento debiera ser la expresión de la voluntad popular. Y ahí está la cuestión que esquivamos por vergüenza y que nos costó el gobierno: es necesaria, imprescindible una reforma constitucional, y la representación entre otras cuestiones deberá estar ejercida por partidos, movimientos sociales, sindicatos, asambleas populares, y las propias personas directamente en algunas cuestiones, o contener la posibilidad de las consultas públicas y afirmativas y revocatorias de lo legislado, o de los designados, es decir todo lo que se acerque lo más posible a una democracia directa. Por supuesto eso no va a cambiar a la gente que se considera ajena a “lo público”, pero será una expresión más fiel de lo que somos los que luchamos por ello.
Sin abandonar la esperanza (la leyenda dice que fue Tupac Amaru justamente el de la frase que se le atribuía a Eva referida a que Volveremos y Seremos Millones) hoy el parlamento nos va a dar un día muy triste. Ojalá me equivoque.
JP
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