Se perdió las elecciones, pero no es momento de llorar
sobre la leche derramada. El 38,67 % (PASO) o el 48,66% que votamos a Scioli,
convencido o no, debemos hacer una profunda autocritica, reconocer aciertos y
errores, como así también a los traidores internos que ayudaron a que se
perdiera la elección nacional y principalmente en la provincia de Buenos Aires,
esos que privilegiaron sus proyectos personales al del movimiento (Randazo),
los que antepusieron sus intereses personales al del conjunto (Domínguez).
También habrá que tener en cuenta aquellos que ahora querrán armar un peronista
similar al PRO, para captar el electorado yendo en contra de los principios del
peronismo, transaran con el gobierno, entre ellos algunos gobernadores,
senadores, diputados (Urtubey). Como también aquellos que se dicen peronistas
pero apoyaron explícitamente a un gobierno neo-liberal (De la Sota – Massa –
Moyano - Venegas).
Es un problema que debemos dilucidar los peronistas, sin
injerencia externa, pero quiero dejarles una párrafo de una nota de Mempo
Giardinelli, que expresa muy claramente esto de la autocrítica, igualmente les
recomiendo leer toda la nota porque es muy interesante y sirve como disparador
para analizar y evaluar lo que pasó y como avanzar hacia el futuro.
“Pero lo importante ahora es no sólo la denuncia, que es
irrenunciable, sino también la autocrítica que está faltando y que siempre se
pide y tanto cuesta practicar. Sólo así se podrá entender que el nuevo gobierno
no llegó al poder por puros aciertos publicitarios. También por errores
propios, que es menester identificar. Si se deja por un momento la mirada
melancólica sobre todo lo plausible que se hizo en los últimos 12 años, se verá
que tanto el kirchnerismo, el FpV y lo mejor del peronismo, como la ex
presidenta como máxima figura, también tomaron decisiones que, aciertos aparte,
fueron gruesos errores. Señalarlos puede y debe ser una oportunidad de
superación.” http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-288716-2015-12-21.html
Como podrán apreciar muy sintéticamente, cosa que no
se hacer, dice muchas cosas que comparto.
Igualmente tampoco es cuestión de flagelarse o sumirse
en el derrotismo, sino que la autocrítica sirva para reafirmar nuestra
convicción y fortalecernos para lo que viene, que será un duro golpe para los
sectores nacionales y populares. Igualmente, nadie puede hacerse el sorprendido
porque el gobierno de Macri está haciendo lo que se esperaba y en algunos casos
lo que dijo. Esperemos que sus votantes sepan hacer su autocritica, no los
poderosos que se benefician, sino los trabajadores en general.
Igualmente, ante cualquier
disyuntiva prefiero perder elecciones que bajar o traicionar nuestra doctrina y
principios, resumidas en nuestra tres banderas: Soberanía Política, Independencia Económica y
Justicia Social. No quiero otro Menem.
Héctor Daniel Fernández
23 de diciembre de 2015
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