martes, 29 de octubre de 2019

SENSACIONES ENCONTRADAS


NOS QUIEREN ROBAR LA ALEGRÍA Y LA ESPERANZA
Primer análisis en caliente de las elecciones generales.
Mi deseo intimo era que perdiera Mauricio Macri, más que por él por lo que representa “neoliberalismo”, además del desastre económico y social que ha cometido, beneficiando a unos pocos (ricos) y perjudicando a la mayoría del pueblo, aunque hay muchos de los perjudicado que lo siguen defendiendo por una cuestión de odio y resentimiento a los que es Peronsimo o lo Popular, cuestión de piel.
Previo a las elecciones generales, me encontraba muy ansioso y ciertamente preocupado. Convengamos que las PASO dio un ambiente triunfalista y algunos ya creyeron que se había ganado (intendentes y gobernadores) y las generales demostraron lo contrario.
La noche del domingo 27, al escuchar los resultados experimente una sensación dual, mucha alegría por el triunfo y alivio, como si me hubiera sacado una pesada carga. Pero también una cierta preocupación por lo que viene, que no será fácil y que muchos reclamaran soluciones rápidamente. Pero más preocupado por esa oposición que vendrá, cargada de odio y rencor, que será intolerante y mucho más si es alimentada por dirigentes y periodistas que volverán a creer que esto es una guerra.
A pesar de que no están los datos definitivos, y se dice que podrían variar bastante, más para Alberto Fernández y menos para Mauricio Macri, convengamos que los derrotados “periodistas oficialistas y gobierno” han presentado un relato triunfalista, como que si hubiera habido un empate técnico, cuando la realidad que el triunfo fue demoledor. Algo se basa en los “errores” de las encuestas que se difundieron. Según las encuestas en las PASO había de uno a cinco puntos de diferencia cuando mucho y la realidad dio 16 puntos de diferencia a favor de Alberto Fernández. Para las generales se daba como mínimo entre 15 y 20 puntos de diferencia a favor del Frente de Todos y por ahora y sólo por ahora hay 8 puntos. Esto favoreció el discurso triunfalista de Macri y sus acólitos.
El fin de este relato, es quitarle la alegría y esperanza del triunfo a la gente e instalar un cierto grado de incertidumbre por lo que viene. No quieren que la gente sea feliz. Los sectores hegemónicos que representa este gobierno han invertido esfuerzos culturales y económicos en intentar colonizarnos culturalmente, tan sólo han sufrido una derrota en una batalla electoral, pero no renunciaran en sus objetivos, debemos prepararnos para reconstruir la Patria, pero también prepararnos para la contraofensiva que lanzarán, que será muy agresiva. No se rendirán sin luchar.
Por qué digo demoledor, porque es el primer presidente con el manejo de todo el poder, con los medios hegemónicos a su favor, con un sector de la justicia adicta, con el FMI y el “Mercado” apoyándolo y no logra la reelección, además pierde en primera vuelta. Podíamos decir que las PASO fueron como las “elecciones general” y las “generales” el Balotaje, por eso muchos votos de Esper, Centurion y algunos de Lavagna fueron para Macri.  Cuando Cámpora – Solano Lima ganan, sacan el 49, 56%, contra 36,19 (Balbin 21,29 y Manrique 14,90), Perón – Perón: 61,85% contra el 36,61% (Balbin 24,42 –Manrique 12,19), o sea el porcentaje de “oposición” anti sigue siendo más o menos la misma. 
Sobre algunos intendentes que ganaron en las PASO y ahora perdieron, deberán rever su actitud y hacer un análisis y autocritica profunda – interna - para no volver a equivocarse. Algunos se habrán confiado o no hicieron la campaña adecuada para el momento, otros arrastran alguna figura desgastada. Creo que un ejemplo ha sido Axel Kicillof, como hizo política y como entendió el mensaje de la gente. Modestamente, creo que la ciudadanía reclama una política de cercanía. Es necesario producir formas de organización de la sociedad mucho más personalizadas y visibles en todos aquellos procesos y decisiones que afectan a la mayoría. En nuestros días, se encuentra generalizada la percepción de que cuando los gobiernos deciden lo hacen desde niveles demasiado lejanos y poco visibles para el ciudadano común, decrece la legitimación o esta se convierte en una aceptación pasiva. La problemática existe entre la cercanía y distancia que mantiene el poder con aquellos a quienes demanda obediencia. Ha cambiado la relación del pueblo con los que dicen ser nuestros representantes y aquel que no entendió el mensaje puede “pagarlo muy caro”. Se hace necesario un cambio de actitud a los efectos de abrir al ciudadano la mayor cantidad de canales de participación real y control de gestión, de lo contrario los daños a la sociedad y credibilidad serán irreparables y traerán aparejados conflictos muchos más serios. Es necesario recrear una democracia mucho más participativa y directa, donde la voluntad popular sea consensuada y respetada.
Ante la alegría y esperanza, no dejare de lado mis principios ni bajare las banderas, como decía el General "para conocer a un rengo hay que verlo caminar". Apoyare y contribuiré desde mi humilde lugar en esta etapa que será muy difícil y condicionada, pero nunca di ni daré un cheque en blanco. Si fracasa el nuevo gobierno, el pueblo quedará tan derrotado que volverán con el voto popular los intereses de la minoría privilegiada, el imperialismo y sus cipayos nativos.
La gran labor será en esta nueva etapa, poner el País de pié y hacer al pueblo feliz. Habrá que trabajar en cerrar la grieta y terminar con el odio y rencor si se quiere unir a la mayoría del pueblo. Pero para lograr todo ello se hará necesario comenzar a construir una profunda y definitiva revolución cultural, para que realmente no vuelva nunca más el neoliberalismo.
Daniel Fernández
Octubre 2019


1 comentario:

Anónimo dijo...

Querido amigo y compañero: breve respuesta por que no siempre se puede uno dar el gusto de la charla extendida. Coincido totalmente con tu análisis, así como coincidimos la noche del 27 con cierto sabor extraño, no por el resultado sino por un condimento imposible de ignorar como es la magnitud del voto a Macri. Mi único aporte hoy es lo que publicó el padre Paco al día siguiente por si no lo leíste: además del sentimiento personal, incluye la frase de Frei Betto en su carta a Lula en la que le dice “que habíamos descuidado la alfabetización política de nuestro pueblo. Vaya siendo hora de retomarla no sea que en 4, 8 años volvamos a tropezar con la misma piedra. ”(https://www.pagina12.com.ar/227905-no-estoy-feliz).

Un abrazo, y sigamos adelante

Juan Carlos.

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