El gobierno de Mauricio Macri
vino a “ajustar” la distribución del ingreso que históricamente los gobiernos “populares”
trataron de equilibrar “, el famoso “fifty-fifty de Perón”. Este gobierno llevó a cabo un reparto de
riquezas desigual, que cada vez es mayor la brecha entre individuos ricos y
pobres, y las oportunidades de unos y otros. El proceso de reducción de la
desigualdad que se registró de 2003 a 2015, en sólo un año de gobierno del
macrismo el país retrocedió a los niveles de desigualdad de 2010.
Mientras los ricos se llevan el
fruto de nuestro trabajo, los que estamos por debajo de ellos nos seguimos
peleando y sacándonos los ojos entre nosotros. Eso es colonización cultural.
Nos fijamos y discutimos cuantos planes o asignación familiar cobra un pobre,
mientras que no nos escandalizamos por los dólares que se llevan en cada
negocio financiero o transacción empresaria.
El retroceso en materia de
redistribución de la renta nacional, aquella producida por todos y cada uno de
los argentinos, es eje central del modelo político que Macri que lleva adelante
desde sus asunción. Donde el epicentro está sobre la destrucción de las fuentes
de trabajo y la caída del salario. El gobierno ha privilegiado los negocios
financieros, que son la vedette en una economía reprimarizada, mientras el
resto de la sociedad ve pasar lo que alguna vez fue una vida digna.
El INDEC dio a conocer este
miércoles 25 de septiembre el informe de “Distribución del Ingreso” en el que
se observa que el 60% de la población gana menos de $ 20.000 al segundo
trimestre del año y en medio de la
crisis económica, devaluación, recesión, inflación, desempleo y el deterioro de
los ingresos de la población trabajadora y de los jubilados.
La población más pobre percibe
apenas el 1,3% de los ingresos mientras el sector más rico concentra el 30,9%,
según datos del segundo trimestre del año difundidos por el Instituto Nacional
de Estadística y Censos (INDEC).
El 10% más rico de la población
tiene un ingreso promedio de 66.781 pesos, 23 veces más grande que el del
sector más pobre, que llega a los 2.872 pesos.
Así, en los últimos 12 meses,
aumentó de 18 a 20 veces la brecha de ingresos familiar por persona entre el
10% más rico -que de recibir el 31,2% un año atrás aumentó al 31,9% de la
“torta”-- y el 10% más pobre, que descendió del 1,7 al 1,6%.
Informe del INDEC marca que en
promedio, el ingreso fue de $ 21.899, un 35,2% más que los $ 16.192 de un año
atrás, frente a una inflación interanual a junio del 55.8% anual. Equivale a
una pérdida del poder adquisitivo del 13,2%.
A su vez, se acentuó la brecha
entre los ingresos de los varones y las mujeres. El ingreso medio de los
varones fue de $ 25.088 frente a $ 18.257 de las mujeres. En promedio las
mujeres percibieron un 28% menos que los varones, cuando un año atrás era
diferencia era del 26,2%.
Este dato genera preocupación ya
que, según la Canasta Básica Total (CBT) del Indec, una familia tipo
necesita $ 33.000 para no ser pobre.
MACRI LO HIZO
Daniel Fernández
Septiembre 2019
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