jueves, 28 de enero de 2016

LA INFLACION NO ES UNA SENSACIÓN

Prat-Gay ““Lo que estamos haciendo hasta ahora está teniendo un resultado visible. Capaz no es la sensación que tiene uno cuando va al almacén, pero nosotros estamos viendo que el salto de la inflación por la salida del cepo ya lo hemos superado y estamos aterrizando en la primera quincena de enero hacia niveles similares a los que teníamos en septiembre y octubre últimos”.
“Me parece que cada sindicato sabrá dónde le aprieta el zapato y hasta qué punto puede arriesgar salario a cambio de empleo”

Los trabajadores se ven sorprendidos ante una serie de medidas tomadas por el gobierno nacional, que afectan seriamente nuestro poder adquisitivo y los puestos de trabajo.
Algunos trabajadores supusieron que el cambio de gobierno sería como cambiar de un capítulo a otro de un mismo libro, pero no ha sido así, ahora se dan cuenta lo que les cambiaron directamente es el libro y que no entienden nada de esta historia.
El gobierno prometió, entre otras cosas, proteger el trabajo, salarios, las industrias y pobreza cero, pero vemos con preocupación que las medidas que se han tomado hasta ahora fueron en sentido inverso a las promesas de campaña.
Comenzaron con una fuerte devaluación y quitas de retenciones, seguidamente aumentaron los combustibles, además de un conjunto de medidas económicas que produjeron un desenfrenado aumento de precios en general y principalmente en alimentos y medicamentos, que además no se detienen, afectando seriamente el poder adquisitivo de nuestros salarios. Además anunciaron la quita de subsidios y aumento de las tarifas de los servicios esenciales como luz, gas y agua al consumo residencial y empresas, como así también un nuevo aumento de combustibles y servicios.
El Ministro de Hacienda nos quiere hacer creer que los aumentos son una “sensación”, pero cada uno de nosotros cuando vamos a los comercios a comprar los productos de primera necesidad nos damos cuenta que no es una “sensación”, sino que los aumentos son una realidad palpable y que no dejan de aumentar. 
En la actualidad y por un tiempo no vamos a saber los cálculos oficiales de la inflación, dado que el INDEC que esta intervenido ha producido un apagón informativo. Entonces, para tener una idea de cómo se disparó la inflación, nos vamos a remitir a lo que informaban los que hoy nos gobiernan o sea al índice de inflación “Congreso”, que a partir de noviembre mágicamente dejaron de medir, eran de un 1,92% para septiembre y 1,52% para octubre. Ahora otras importantes consultoras informan que la inflación de noviembre estaría en el 2,9% y 3,8% para diciembre y para enero se estima que la inflación rodará entre el 3% y 4%. La inflación de Enero para la Ciudad de Buenos Aires es del 3,9% y para San Luis 6,5%, antes de que el nuevo gobierno dijera que iba a tomar de referencia estas dos mediciones, hasta que normalicen el INDEC, median igual y ahora la Ciudad mide menos, que casualidad???. Igualmente las mediciones particulares y de Bancos calculan una inflación entre el 35 y 38 por ciento. A todo esto le debemos agregar que se estima que la suba del 300% para las facturas de gas, luz y agua en el Área Metropolitana de Buenos Aires, significará 2 o 3 puntos porcentuales de inflación por ahora”. Entre el aumento de noviembre y diciembre de 2015, más lo que se calcula para 2016, más los aumentos previstos estamos muy lejos de los que pretende o nos quiere hacer creer el gobierno. No era que ellos no nos iban a mentir!!! Antes decíamos que las mediciones del INDEC eran dibujadas, ahora directamente no tenemos y esto es perjudicial para las paritarias y para calcular el aumento a los jubilados.    
Por otro lado anunciaron la liberación de las importaciones, es por esto que muchas empresas multinacionales que compraban a pymes locales, bajaron sus pedidos a la mitad o directamente no han comprado, esperando un nuevo escenario que les permita importar la mayoría de los productos que antes compraban a proveedores nacionales. Se entiende que no solo se importan productos, sino que también se importa trabajo de otros países y generando cierre de empresas y desocupación.
Las medidas tomadas y anunciadas en su conjunto perjudican seriamente a quienes vivimos de nuestro trabajo y como lo demuestra la experiencia histórica cada vez que se impone esas transferencias de recursos a favor de los que más tienen el resultado es el aumento de la desocupación (que el mismo gobierno propicia con el despido generalizado en el sector público), el descenso de los salarios reales y del nivel de vida de la mayoría de la población y con ellos el hundimiento del mercado interno y la caída drástica del PIB. La depreciación de nuestra moneda y la baja del costo laboral que se pretende, no se reflejara en un aumento importante de las exportaciones que sirva para reemplazar como motor del crecimiento al consumo interno, dado el contexto internacional muy desfavorable.  En el mundo hay sobre stock de productos, además por la crisis mundial nadie compra y lo que podemos ofrecer al mundo son los commodities y estos están en baja y no dan ocupación. La inversión extranjera que alientan, si se cumple, no podrá cubrir los despidos que se producen y que vendrán por la recesión, La política es tener un alto porcentaje de desocupados para bajar salarios, perder derechos, imponer la flexibilización salarial e infundir miedo entre los trabajadores ante los reclamos.
Es evidente que el empleo público y privado, no parece ser una cuestión central en la estrategia de gestión de la económica. Ese desinterés lo dejó expuesto el Ministro de Hacienda al desentenderse de los despidos en empresas privadas y al advertir acerca de la posibilidad de la pérdida de puestos de trabajo si la demanda en paritarias es más elevada que la tasa de inflación que él estima para el 2016.
Esta advertencia es un claro mensaje para los trabajadores, sindicatos y empresarios, pretende atemorizarnos ante nuestra justa demanda de recuperación salarial en paritarias luego del shock inflacionario, pero a los empresarios no se les exige con la misma contundencia que retrotraigan los aumentos a los primero días de noviembre, para tener una justa negociación. El Ministro de Hacienda, expreso que esperaba que la tasa de inflación fuera entre el 20 o 25 por ciento, pretendiendo poner un techo a las negociaciones salariales y advirtiendo que si no lo hacemos y defendemos un aumento salarial más elevado que esos porcentajes ambos correrán riesgos. A las empresas les dijo que venderán menos y a los trabajadores los amenazó con que habrá menos empleo.
No estamos muy lejos de la rebaja de salarios del 13% que aplico de la Rúa (ayer y hoy Cavallo, Sturzenegger, Patricia Bullrich, Lombardi entre otros), para “bajar” el déficit sacan subsidios, echan empleados, achican el estado, recortan obras, toman deuda externa y no te dan el aumento que corresponde por inflación a empleados del estado y jubilados. El mismo resultado.   
Debemos defender nuestros intereses como trabajadores, recuperar el poder adquisitivo de los salarios y defender los puestos de trabajo, como así también el crecimiento de la industria, no atar el País a los intereses financieros nacionales y externos ni de las potencias. Debemos defender y luchar por la Justicia Social, la Soberanía Política y la Independencia Económica. La unidad entre trabajadores y los sectores nacionales y populares, nos permitirá afrontar con mayor éxito aquellos inconvenientes que se nos presente de aquí en más y tener la esperanza puesta en el futuro.

Héctor Daniel Fernández

Enero 2016

lunes, 25 de enero de 2016

DESIGUALDAD

La riqueza del 1% más rico equivale a la del restante 99%. El 1% más rico del mundo ya posee tanta riqueza como el resto de los habitantes del planeta, advirtió este lunes la organización sin fines de lucro Oxfam.
La organización informa que las 62 personas más ricas del mundo tienen tanta riqueza como la mitad de la población más pobre de la Tierra. Así mismo Oxfam indicó que el hecho de que 62 de las personas más ricas del mundo tengan tanta riqueza como el 50% más pobre de la población es una clara demostración de la concentración de riqueza en pocas manos, especialmente si se toma en cuenta que en 2010 eran necesarias 388 personas para igualar la riqueza del 50% más pobre. “En lugar de tener una economía que trabaja para la prosperidad de todos, para las generaciones futuras y para el planeta, hemos creado una economía para el 1%”, dice la ONG en su reporte.
Oxfam ha hecho llamados para que los gobiernos emprendan acciones para revertir esa tendencia y pide que a los trabajadores se les paguen un salario digno y que la brecha creada por las recompensas a los ejecutivos se estreche.
Ha hecho un llamado para que se termine la brecha salarial de género y el cuidado de personas no remunerado y para que se promuevan los derechos igualitarios de posesión y herencia de tierras para mujeres.
También exhorta a los gobiernos para que implementen medidas que reduzcan la influencia del cabildeo en la toma de decisiones y para que disminuyan los precios de las medicinas, para que se impongan impuestos a la riqueza y no al consumo y para que se use el gasto público para frenar la desigualdad.

Este informe deja en claro que la riqueza extrema es un serio problema para el desarrollo económico y que es necesario detener el manejo del mundo que hacen las élites para defender sus propios intereses. Parte importante de la riqueza se transmite de generación en generación y las élites dedican enormes recursos y esfuerzos para que los estándares globales se diseñen a su favor. Existen cada vez más evidencias, de que la desigualdad extrema no sólo perjudica a los más pobres, sino que también erosiona el crecimiento económico, el empleo y genera inestabilidad social.
La crisis de hoy es el empleo digno y los gobiernos deberían aplicar todo su esfuerzo y capacidad en la creación de empleo, antes que aplicar recetas recesivas, que solo crearan más desocupación y conflictos, además de la degradación en las condiciones de vida de la mayoría de la población. La creación de empleo genera dignidad y baja la inseguridad. Las actividades financieras no generan trabajo, solo especulación.
Las políticas neoliberales aplicadas por los Gobiernos eligieron deliberadamente subordinar las políticas económicas a la disciplina de los mercados financieros. No han tenido ninguna preocupación social, ningún propósito de reducir el desempleo, ninguna voluntad de garantizar el crecimiento, y obviamente ningún empeño en defender el Estado de Bienestar.
Una vez más fueron y serán los trabajadores quienes deben resignar sus beneficios económicos, sociales y laborales. Ellos cargaran sobre sus hombros esta crisis, mientras que las minorías acrecientan sus ganancias.

Héctor Daniel Fernández
Enero 2016


viernes, 8 de enero de 2016

NO HAY NADA DE QUE SORPRENDERSE

Veo a compañeros que por las redes y en algún que otro medio que aún quedan sin ser oficialista expresar su indignación a la forma y a las medidas que está tomando el nuevo gobierno a poco días de haber asumido, donde el presidente ha emitido una inusitada cantidad de decretos y decretos de “necesidad y urgencia” (la mayoría no tan necesarios y menos urgentes) como si no existiera el parlamento. No se deben indignar ni sorprender, lo que hace es tomar el poder y ejercerlo a como dé lugar. Su objetivo es desmantelar todo lo construido política, económica y socialmente por el kirchnerismo, porque ideológicamente piensa totalmente distinto y cumple con el mandato de su electorado (PRO) y de quienes lo financiaron, esto está muy claro. También Macri eligió a Cristina para confrontar, como en su momento Cristina eligió a Macri para confrontarlo. Ahora el fantasma de Fernando de la Rúa lo desvela al presidente Macri, se ha propuesto exhibir desde un primer momento mano firme en el ejercicio del poder (el convencido convence, los inseguros golpean). La diferencia está en los métodos que eligió, especialmente cuando su campaña se basó en la exaltación del dialogo democrático, en restablecer la calidad democrática, la unión nacional y en declamar la necesidad de respeto a las instituciones de la república y a la constitución, en honor a su palabra hubiera llamado al congreso a sesiones extraordinarias para tratar las modificaciones propuestas. Aquí está la clave de las críticas, las cosas que dijo como candidato y lo que hace como Presidente. Macri, cuando se presentó a elecciones sabía que de ganar debería lidiar con un congreso desfavorable, debía prepararse para ello y subordinarse al juego de la democracia y no gobernar por medio de Decretos y DNU como lo hicieron los gobiernos de factos. Todos los presidentes desde Alfonsín hasta Cristina Fernández llamaron a extraordinarias. Es indudable que tienen todo el derecho a gobernar, pero en la manera que lo está haciendo yendo en contra de sus dichos. El haber tildado de dictadura o autoritario al anterior gobierno con lo que está haciendo este, es quedar – al menos - en ridículo. Igualmente a nadie le debe sorprender la metodología y el objetivo, lo que no quiere decir que uno no deje de estar en desacuerdo. El camino elegido por Macri no repara en los costos políticos dado que goza de un crédito mediático que parece interminable. “Conducir, no es como muchos creen, mandar. Conducir es distinto a mandar. Mandar es obligar; conducir es persuadir, y al hombre siempre es mejor persuadirlo que obligarlo” (Juan Domingo Perón).
Lo que si sorprende, son aquellos que lo votaron y que no son Macristas (el caudal de votos de Macri es sólo del 24,28% al 51, 34% que saco) y avalan todo lo que está haciendo. Esos que antes eran oposición y se desgarraban las vestiduras reclamando por el republicanismo, las instituciones, el respeto por la constitución, la independencia de poderes, por la libertad de prensa (aunque podían decir y publicar las cosas más terribles – TN ni el 13 desaparecieron en 12 años y 6,7,8 en sólo 15 lo sacaron del aire), que no había libertad, que era una dictadura (estos no sufrieron en carne propia lo que fue la dictadura asesina o les fue indiferente lo que pasaba), reclamaban la renuncia del Boudou y algunos funcionarios procesados, pero votaron a un presidente que cuenta con 24 procesos, al igual que algunos de sus funcionarios (más que antecedentes tienen prontuario), pero ahora no dicen nada cuando se está violentando la constitución, incluso lo justifican porque hay que “eliminar” todo vestigio de kirchnerismo y sobre los procesos, no los tienen en cuenta, como así también la trayectoria de algunos funcionarios que perjudicaron al País (en el megacanje). El consenso, el dialogo, la revolución de la alegría, la dejan sólo para los que piensan igual, a los demás, el 49% de la población que piensa distinto lo borran del mapa. Son los mismos que aceptan indiferentes que las leyes votadas por el Congreso Nacional sean modificadas, suspendidas o cambiadas por decretos, literalmente pasadas por arriba como si tal cosa. En lo económico queda demodé decir que es por la herencia, los propios dichos del Ministro de Hacienda Prat Gay dan por tierra ese argumento: “La Argentina está en buenas condiciones; nos dejan una herencia complicada, pero no se puede comparar con ningún otro momento de la historia”. Tampoco reaccionan cuando se pretende imponer jueces de la corte suprema por decreto para que avalen todos los decretos firmados (Ni pensar el escándalo si lo hubiera hecho Cristina). Dicen no querer una justicia o una corte Macrista, pero no la necesitan dado que en la justicia los jueces en su gran mayoría son conservadores, que respondieron históricamente a las poderosas corporaciones que hoy cogobiernan, se hace evidente con sus últimos fallos a favor de Macri y su gobierno. Igualmente la justicia en este País siempre fue complaciente del “poder” de turno, ahora cuando lo pierden los persiguen. Hacen silencio cuando intentan, por medio de cualquier artilugio, hacer renunciar o sacar a funcionarios que cuentan con estabilidad establecida por leyes, cuando nombran a una persona de su partido en el Banco Central sin ningún reparo, cuando antes demandaban enérgicamente que ese cargo debía ser independiente del gobierno. Nombran como Secretaria de Ética Pública, Transparencia y Lucha contra la Corrupción a “Laura Alonso” de fuerte relación con los Fondos Buitres, modificando por decreto la reglamentación de dicho organismo, dado que necesitaba ser abogada para ocupar ese cargo y ella no lo es, de ética poco y nada. Intentan arreglar como sea con los fondos Buitres y volver a endeudarnos.  
No reaccionan de igual forma que antes ahora que tienen el monopolio de la información (privada y pública). Macri dijo que no usara la cadena nacional, porque sabe que no la necesita dado que tiene a todos los medios a su favor y los que faltan son cohesionados para que lo hagan por medio de la pauta publicitaria. Les parece bien que se le entregue a Clarín el manejo de los medios de comunicación del Estado en recompensa de la cobertura mediática y que se le allane el camino (modificando la Ley de Medios) para que amplíen su condición dominante. Ocultan las noticias de la oposición o perjudiciales al gobierno. Noticia que no se publica, noticia que no existe. Además es evidente la alianza justicia-clarín–monopolios-derecha, el sueño de Joseph Goebbels hecho realidad. Pensar que antes decían que se querían quedar con todos los medios de comunicación. Que disparidad de criterio para evaluar los hechos.
Les parece coherente que se transfiera 120.000 millones de pesos a unos pocos privilegiados (exportadores y “campo” - SRA) y que se les niegue darles un bono de fin de año a los empleados estatales después de la pérdida de los salarios tras las medidas de devaluación que tomaron. Que se les dé una suma de $ 400 por única vez (tan sólo $3.300 millones) sólo a las jubilaciones mínimas, AUH por el “deslizamiento de precios”, más que deslizamiento fue un alud de aumentos, comúnmente llamado inflación, esta suma fue para tener calmados a los estamentos más pobres para las fiestas. Les pasa inadvertido que no se tomen medidas para retrotraer los aumentos tras el abuso de los formadores de precios después del anuncio de que iban a devaluar. Ni los aumentos ni la devaluación terminan aquí, se vienen más. Ven bien que se reprima al que pide trabajo, más allá si está bien o no la forma de hacerlo y que se le de prioridad a la libertad de transitar. Justifican que se confeccione un protocolo para reprimir las protestas. Se pretende hacer un pacto social para anular o condicionar las paritarias y no dar el aumento necesario para recuperar el poder adquisitivo de los salarios. Les da igual que se extorsione a los trabajadores para que opten entre el achatamiento de los salarios o despidos. Los usuarios volveremos a financiar las obras de las empresas privadas de servicios públicos con aumentos y quita de subsidios en lugar que estas inviertan en obras y cuando den un servicio eficiente cobren por él. La realidad es que están transfiriendo el manejo del Estado al “mercado”, beneficiando a unos pocos, ricos y mezquinos.
En política exterior se busca ingresar al ALCA y a la Alianza del Pacifico, lo que significa ponerse bajo los designios de los Estados Unidos y darle la espalda al MERCOSUR. En cultura la apuesta es diametralmente opuesta a lo que venía siendo y se busca bajar la inversión, o sea para ellos “el gasto”. De igual forma se pretende hacer en Educación. En fin: el republicanismo, la constitucionalidad, la defensa de las instituciones, independencia de poderes, la independencia de la justicia, la independencia del Banco Central, que tanto exigían antes, quedo relegado y pisoteado. Hablan con todos sus aliados y algunos opositores, en muestra de buscar el diálogo y consenso, pero después hacen lo que ellos quieren y sin consultarlo. Ya muchos de sus aliados comenzaron a criticar sus medidas y no encuentran como defendedlo. Incluso estas acciones dejan al anterior gobierno como más democrático y defensor de las instituciones que este nuevo gobierno – ex republicano - con viejas reminiscencias. Pero el fin justifica los medios.
Respeto, aunque no comparto, aquellos que defienden este modelo desde una concepción ideológica, que se manifiestan de derecha o neo liberales, pero no a ese sector social que se tilda de progre, pero tiene este doble estándar o discurso para evaluar los hechos, que tiene una visión interesada o parcial de las cosas según su conveniencia, siempre posan su mirada sobre lo que ellos suponen que es malo de los otros, pero nunca sobre sus propias miserias. Ese sector que antes no toleraba nada y hoy tolera todo, hay que darle tiempo. Es evidente que tienen una cuestión de piel con lo que representa el peronismo y el movimiento popular. Esto es interponer los intereses personales a los de una Nación.  
Antes que asumieran pensaba que iban a ir de apoco aplicando estas medidas hasta consolidar el poder y el apoyo “popular”, pero no me sorprende para nada esta toma del poder avasallante de la derecha conservadora, neo liberal y modernizada de este País, son lo de siempre y “van por todo”, cosa que no han hecho o no han podido los gobiernos “progresistas”. Lo más lamentable es que el pueblo trabajador lo sabía, no fue como con la primera elección de Menem, dijeron lo que iban hacer y una fracción del pueblo compro, creyendo que se liberaban del “yugo” de Cristina. Otros ilusos apostaron a un cambio de forma y no de fondo, pero todo es al revés, no cambio la forma y si el fondo. En 1995 intentaron liberarse de Perón y del peronismo, incluso llegaron a prohibir nombrarlo por decreto, pero siguió volviendo cada vez con más fuerza, como decía el general Perón, “No es que nosotros hayamos sido buenos. Sino que los que vinieron después fueron tan malos que nos dejaron como buenos a nosotros”.
Por mi forma de pensar estoy a las antípodas de este proyecto de País que tiene este gobierno, de lo que pretende hacer en los social, económico, político y cultural y no veo mal que marquemos las diferencias, que critiquemos las medidas, que protestemos, que activemos la militancia, ganemos la calle en defensa de una justa distribución de las riquezas y de los intereses nacionales y populares, como ha sido tradición en nuestro movimiento, porque es el juego democrático y sabemos cómo defender la democracia, dado que los peronistas fuimos los perseguidos, censurados, prohibidos, encarcelados, torturados, asesinados, exiliados y proscriptos. Pero sorpresa ninguna, son lo que son y hacen lo que vinieron hacer.
Antes, cuando uno era joven, sostenía – como un eslogan - que el pueblo nunca se equivocaba, pasado los años creo contundentemente que el pueblo se equivoca y en ocasiones hasta se suicida. No sólo en nuestro País, sino en distintos puntos del mundo vemos que poblaciones votan opciones impresentables, opciones de derecha conservadoras que no tienen otro objetivo que afianzar la dependencia y las riquezas de unos pocos en desmedro de la mayoría. Pueblos emergentes o pobres (el viejo tercer mundo) los vemos votando a poderosos terratenientes, empresarios o emisarios de potencias creyendo en el discurso de que ellos les van a dar trabajo y bienestar, traerán inversiones y van a crecer, además como tienen plata no van a robar, pero no hacen otra cosa que hundirlos más en la pobreza y la explotación, ampliar más las diferencias de las clases sociales, ordenan la economía para unos pocos, desocupación y trabajo mal remunerado para la mayoría. Pero a pesar de todo ello igual los votan. Rara cosa de la mente humana, prefieren vender su libertar y estima a la seguridad del sometimiento.
La historia latinoamericana nos marca que nuestros países estuvieron el mayor tiempo gobernados por una elite conservadora oligárquica o por “gerentes” puestos por empresas o grupos multinacionales, siempre apoyados y custodiados por las potencias imperialistas (EE.UU o Inglaterra). En raras excepciones llegaron al gobierno los sectores populares, que por lo general eran derrocados por violentos y sangrientos golpes militares, se reprimían a las masas populares y se les arrebataban las conquistas. Después de los años 80, dejaron de usar a los militares para dominar a los países por medio del dinero (préstamos y deudas), administrados por los organismos financieros internacionales (FMI – BM – Organización Mundial de Comercio y la frutilla del postre los “Fondos Buitres”). Tras el desprestigio de estos, asumieron el control directo las multinacionales imponiendo condiciones a los países, eso sí siempre con el aval de los gobiernos de las potencias del cual forman parte. Esta realidad es insoslayable, cualquiera que se haya interesado en leer un poco de historia puede corroborar esto. Como así también es insoslayable el atraso social y económico en que sumergieron a nuestros países, la injusta distribución de las riquezas, las diferencias obscenas entre ricos y pobres, el deterioro de las condiciones de trabajo y el mal cuidado del medio ambiente en beneficio de ganancias de las empresas. Históricamente la lucha fue dependencia y liberación. La liberación fue la excepción y la dependencia la constante.
Últimamente había escrito que para cambiar la matriz de este país hacía falta una revolución (democratizar la justicia, reforma agro-ganadera, ley anti monopolios, reforma financieras y reforma fiscal, entre otras) y hoy, con este panorama, sigo más convencido.

Héctor Daniel Fernández

Enero 2016

SON MUY PELIGROSOS

    Mientras estos personajes fanfarrones, patéticos y cobardes se disfrazan para jugar a la guerra y a los soldaditos, creen que todo es co...