La riqueza del 1% más rico equivale a la del restante
99%. El 1% más rico del mundo ya posee tanta riqueza como el resto de los
habitantes del planeta, advirtió este lunes la organización sin fines de lucro
Oxfam.
La organización informa que las 62 personas más ricas del mundo
tienen tanta riqueza como la mitad de la población más pobre de la Tierra. Así
mismo Oxfam indicó que el hecho de que 62 de las personas más ricas del mundo
tengan tanta riqueza como el 50% más pobre de la población es una clara
demostración de la concentración de riqueza en pocas manos, especialmente si se
toma en cuenta que en 2010 eran necesarias 388 personas para igualar la riqueza
del 50% más pobre. “En lugar de tener una economía que trabaja para la
prosperidad de todos, para las generaciones futuras y para el planeta, hemos
creado una economía para el 1%”, dice la ONG en su reporte.
Oxfam ha hecho llamados para que los gobiernos emprendan acciones
para revertir esa tendencia y pide que a los trabajadores se les paguen un
salario digno y que la brecha creada por las recompensas a los ejecutivos se
estreche.
Ha hecho un llamado para que se termine la brecha salarial de
género y el cuidado de personas no remunerado y para que se promuevan los
derechos igualitarios de posesión y herencia de tierras para mujeres.
También exhorta a los gobiernos para que implementen medidas que
reduzcan la influencia del cabildeo en la toma de decisiones y para que
disminuyan los precios de las medicinas, para que se impongan impuestos a la
riqueza y no al consumo y para que se use el gasto público para frenar la
desigualdad.
Este informe deja en claro que la riqueza extrema es un serio problema
para el desarrollo económico y que es necesario detener el manejo del mundo que
hacen las élites para defender sus propios intereses. Parte importante de la
riqueza se transmite de generación en generación y las élites dedican enormes
recursos y esfuerzos para que los estándares globales se diseñen a su favor.
Existen cada vez más evidencias, de que la desigualdad extrema no sólo
perjudica a los más pobres, sino que también erosiona el crecimiento económico,
el empleo y genera inestabilidad social.
La crisis de hoy es el empleo digno y los gobiernos
deberían aplicar todo su esfuerzo y capacidad en la creación de empleo, antes
que aplicar recetas recesivas, que solo crearan más desocupación y conflictos,
además de la degradación en las condiciones de vida de la mayoría de la
población. La creación de empleo genera dignidad y baja la inseguridad. Las actividades
financieras no generan trabajo, solo especulación.
Las políticas neoliberales aplicadas por los
Gobiernos eligieron deliberadamente subordinar las políticas económicas a la
disciplina de los mercados financieros. No han tenido ninguna preocupación
social, ningún propósito de reducir el desempleo, ninguna voluntad de
garantizar el crecimiento, y obviamente ningún empeño en defender el Estado de
Bienestar.
Una vez más fueron y serán los trabajadores quienes
deben resignar sus beneficios económicos, sociales y laborales. Ellos cargaran
sobre sus hombros esta crisis, mientras que las minorías acrecientan sus
ganancias.
Héctor Daniel Fernández
Enero 2016
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