jueves, 17 de noviembre de 2016

HISTORIA REPETIDA

El actual Gobierno actuó con premura en aquellos temas que consideraba necesarios para aplicar su plan de gobierno. Despidos masivos para generar una masa importante de desocupados que abaratara el costo laboral. Una importante devaluación y quita de las retenciones para favorecer a los sectores más concentrados de la economía. Un aumento desmedido de los servicios, transfiriendo una importante suma de dinero de la población a las empresas. Aumento sin control de los productos de la canasta básica y medicamentos. Apertura indiscriminada de las exportaciones, afectando a las pequeñas y medianas empresas. Salarios y jubilaciones a la baja. Recesión y menor actividad industrial, para generar despidos y mayor desocupación. Inflación descontrolada en los primeros meses. Cierre de empresas y comercios. Endeudamiento externo para pagar a los Buitres. Bloqueo de capitales, atado a la reparación histórica de los jubilados.
Todas estas medidas tienden a un cambio de rumbo de 180 grados en lo económico, lo social y laboral. Aquí queda atrás lo dejar lo bueno y corregir lo malo. Queda atrás las promesas de campaña de “no vamos a devaluar”, “no vamos a sacar los subsidios”, “no tenemos previsto tarifazos”, “no vamos a echar a nadie de su trabajo”, “sacar el impuesto a las ganancias a los sueldo de los trabajadores”, “otorga el 82% móvil a los jubilados”. También no se puede tomar en serio la herencia recibida, es tan sólo como un relato M, como hubo un relato K, porque los mismos dichos del Ministro de Hacienda Prat Gay lo desmiente “La Argentina está en buenas condiciones; nos dejan una herencia complicada, pero no se puede comparar con ningún otro momento de la historia” o lo que mostraron en Estados Unidos para atraer inversiones “La Argentina es un país con una desocupación del 6 por ciento, con la menor desigualdad social en toda la región y la mayor clase media, con unas instituciones sólidas y una infraestructura bien desarrollada” http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-297167-2016-04-17.html. Lo que ocurre que como en el Gobierno de Menem, mienten antes para ganar y después hacen lo que el mercado (el poder detrás del poder) les ordena. En resumen aquí hay un definido cambio de modelo, de un gobierno social, protector y de bienestar al de libre comercio donde todo queda librado a la regulación del propio mercado.
La ideología está presente en cada medida que toma el Gobierno y en cada medida que no toma. Como así también cuando un medio de prensa o un periodista las defiende y justifica o las confronta frente a la sociedad, lo hace desde una posición ideológica. Lo honesto es asumirlo y reivindicarlo y no esconderse detrás del fin de las ideologías.

Algo similar paso en los 90 con Cavallo para los más jóvenes o a partir de 1976 con Martínez de Hoz, primero se tomaron todas las medidas para acomodar el País a lo que determinaba el mercado, hubo apertura de importaciones, por consiguiente cierre de empresas, despidos y recesión. Las empresas del Estado fueron abandonadas por lo tanto funcionaban mal, así justificaron los despidos y la posterior privatización. Había inflación por devaluación y aumento de precios, por ende pérdida del poder adquisitivo. Después de todos estos cambios nos convencieron que había que privatizar las empresas porque funcionaban mal, que había que flexibilizar el trabajo para bajar el “costo laboral” para que ingresaran inversiones y generaran más empleo, que había que endeudarse para crecer. Había que abrirse al mundo para que vinieran las inversiones. Todo el desorden lo crearon ellos para justificar las medidas que iban aplicar.

Con recesión y desocupación la economía se achico, la inflación se aplacó y una porción de la población que se salvó del cataclismo, vivió bien con el uno a uno, viajaba a exterior a comprar de todo (el famoso dame dos argentino), y aquí podía comprar cualquier producto importado. Se privatizo (AFJP) las jubilaciones porque el Estado no tenía fondos, se vendió YPF, Aerolíneas y todas las empresas que eran del Estado (las joyas de la abuela). Recodemos el famoso acto fallido de Dromi “Nada de lo que deba ser estatal, permanecerá en manos del estado", pero la realidad fue así.

Pero luego del primer cimbronazo, la gente se acostumbró o resigno a vivir en estas condiciones, la flexibilización se transformó en algo normal, la pérdida de benéficos le pareció lógica, trabajar 12 horas era lo habitual por un salario mediocre, que le pagaran parte del salario con ticket canasta, trabajar contratado por años, hacer largas colas para conseguir un trabajo, para los jóvenes ser un pasante sin benéficos era lo normal. El trabajo precario o en negro fue el común denominador para aquellos que tenían la suerte de conseguir un trabajo, tanto para jóvenes como para los mayores. En fin, una serie de anormalidades que ahora o antes no eran normales, pero que en esos tiempos lo fueron, asumiendo este destino con resignación. Después de tratar de analizar lo que ocurrió, uno comprende lo que pasa con los pueblos oprimidos, la resignación al destino que les toca, como su fuera una orden divina. A pesar de todo Menem gano la reelección, pero dejo sembrado el terreno para lo que paso en el 2001. En el 2003 vuelve a ganar, pero no se presenta a la segunda vuelta con Néstor Kirchner. La base económica de Menem fue la UCDE de Álvaro Alsogaray e IDEA de Cavallo, hoy muchos funcionarios del PRO.

Con este gobierno pasará lo mismo, castigara tanto este año, aumentara todo, generar temor a la pérdida del trabajo, no habrá trabajo y aquel que lo tiene se callara la boca ante cualquier arbitrariedad por el miedo a perderlo, podrá haber poca inflación pero no tendrás plata para comprar todo lo que necesitas o no te podrás dar un gusto. Cabe como ejemplo el tarifazo, al principio fue en algunos sitios más del 1.000%, la gente salió a la calle en todo el País a protestar, luego lo bajaron a un 400% y algunos se quedaron conformes y pagaron. El 400% de una sola vez es igual un tarifazo. Este gobierno es el de si pasa, pasa, y si no se verá como sigue. Ellos están convencido que vivimos en una fantasía, aquellos que creyeron que cambiar un celular, el auto, la moto, o viajar al exterior, formaba parte de un ascenso al que tuviera derecho. Lo mismo con los servicios, usar el gas para calefaccionarse, el aire acondicionado es sólo para los que pueden pagar y no hablamos de derroche, sino lo necesario para vivir mejor.  
Pero el año que viene cuando aflojen un poco la presión, bajen la inflación porque bajara producto de la recesión y falta de trabajo, además si no la bajan el País estallara, la gente se conformará e incluso es muy probable que los vuelva a votar, creyendo que está mejor.
La contra que podrán tener los que aplican esta política de concentrar la riqueza en unos pocos en perjuicio de las mayorías, es que esa mayoría no se resigne, que los trabajadores no renuncien a perder sus derechos y pasen por arriba a las dirigencias gremiales que negocian por debajo con el gobierno, las organizaciones sociales nacidas en el 2001 que no desaparecieron, por el contrario crecieron, y no quieren volver a caer en la marginalidad.
Mucho dependerá del pueblo para no terminar como en el 2001.

Héctor Daniel Fernández
Septiembre 2016


1 comentario:

Carlos Parrella dijo...

EXCELENTE REFLEXIÓN....CONCEPTOS Y PUNTUACIONES FUERA DE TODA DISCUSIÓN...UN VERDADERO DOCUMENTO DE SITUACIÓN ....

SON MUY PELIGROSOS

    Mientras estos personajes fanfarrones, patéticos y cobardes se disfrazan para jugar a la guerra y a los soldaditos, creen que todo es co...