lunes, 13 de noviembre de 2023

A LOS JÓVENES Y NO TANTO

 




A los jóvenes y no tanto, que siguen a Javier Milei y a Victoria Villarruel, quiero recordarles someramente, por haberlo vivido, que fue la sangrienta Dictadura Militar y un Estado chico, que ellos reivindican.

Sólo tres individuos determinaban sobre el destino de todo un pueblo. El 24 de marzo de 1976 las Fuerzas Armadas protagonizaron en la Argentina un nuevo golpe de Estado. Interrumpieron el mandato constitucional de la entonces presidenta María Estela Martínez de Perón, quien había asumido en 1974 después del fallecimiento de Juan Domingo Perón. El gobierno de facto, Cívico -Militar, estaba constituido como Junta Militar, estaba formado por los comandantes de las tres armas: el general Jorge Rafael Videla (Ejército), el almirante Emilio Eduardo Massera (Marina) y el brigadier Orlando Ramón Agosti (Aeronáutica). Además contaron con el apoyo de sectores empresariales y políticos. La Junta Militar asumía la conducción del Estado. Las tres armas se repartieron para cada una el 33% del control de las distintas jurisdicciones e instituciones estatales (gobernaciones de provincias, intendencias municipales, ministerios, canales de TV y radios). El país fue dividido en Zonas, Sub-zonas y Áreas que coincidían con los comandos del Cuerpo del Ejército. De esta forma se organizó la tarea represiva sobre lo que la dictadura llamó el «accionar subversivo». Gran parte de la sociedad recibió el golpe de Estado en forma pasiva, otros lo apoyaron decididamente y algunos sectores lo resistieron. La dictadura buscó implementar una feroz represión para disciplinar a la sociedad en un contexto caracterizado por la creciente organización y movilización social, cultural y política. Como su propio nombre lo indica, el Proceso de Reorganización Nacional buscaba rediseñar la sociedad en su conjunto, transformarla en el plano político, económico, social y cultural. La dictadura se propuso así eliminar cualquier oposición a su proyecto refundacional, aniquilar toda acción que intentara disputar el poder.

Instaló el Estado de sitio; Consideró objetivos militares a todos los lugares de trabajo y producción;  Removió los poderes ejecutivos y legislativos, nacionales y provinciales; Cesó en sus funciones a todas las autoridades federales y provinciales como así también a las municipales y las Cortes de Justicia nacionales y provinciales; Declaró en comisión a todos los jueces; suspendió la actividad de los partidos políticos; intervino los sindicatos y las confederaciones obreras y empresarias; - Prohibió el derecho de huelga; anuló las convenciones colectivas de trabajo; Instaló la pena de muerte para delitos de orden público e impuso una férrea censura de prensa. Según Milei – Villarruel hicieron desaparecer a la CASTA. Solo eran ellos y sus elegidos, un Estado más chico no se consigue.

La Junta Militar contaba con la suma del Poder, contaba con todas las fuerzas del Estado y en lugar de detener y juzgar a los “subversivos”, los asesinaban, los torturaban, “los vuelos de la muerte” se les drogaba, se les ponía cemento en los pies, y luego se les lanzaba desde aviones que sobrevolaban Mar del Plata o el Rio de la Plata. Así se perdían eternamente. A otros los mataban y los desaparecían (enterraban en fosas comunes), simulaban enfrentamientos (eran fusilados), roban bebes y cientos de atrocidades que no se concibe en seres humanos. Un ejemplo digno de recordar, es que Italia logro terminar con las Brigadas Roja, deteniendo y enjuiciando a sus integrantes y no eliminándolos salvajemente como lo hizo aquí la Junta Militar.  

Cual fue el accionar de la Dictadura Militar: La violencia y el terror se utilizaron para la eliminación de los adversarios políticos y para causar miedo en la población. Miles de personas fueron encarceladas y otras tantas fueron perseguidas, censuradas, vigiladas, exiliadas, prohibidas. El terror se utilizó de forma regular y sistemática. El terror se ejerció de manera clandestina. El terrorismo de Estado deshumanizó al «enemigo político», le sustrajo su dignidad personal y lo identificó con alguna forma del mal. Una característica distintiva del Estado terrorista fue la desaparición sistemática de personas. El Estado terrorista no se limitó a eliminar físicamente a su enemigo político sino que, a la vez, pretendió sustraerle todo rasgo de humanidad, adueñándose de la vida de las víctimas y borrando todos los signos que dieran cuenta de su paso por el mundo: su nombre, su historia y hasta su propia muerte. La última dictadura dispuso de los complejos mecanismos del Estado moderno para ocasionar asesinatos masivos, por eso esto fueron de mayor alcance que los cometidos por los Estados durante el siglo XIX. El Estado terrorista resquebrajó los vínculos sociales y fomentó el individualismo. Ser joven, obrero, estudiante o estar agremiado o pertenecer a un grupo eran actividades «sospechosas».

“Las torturas físicas consistían en atar a cada secuestrado, desnudo y vendado, a una cama de hierro para aplicarle descargas eléctricas, golpes de palo en las articulaciones, puñetazos y vejaciones. También se los ahogaba en tachos de agua, o se les producía asfixia con bolsas plásticas. Entre todos estos tormentos, los torturadores alternaban sus preguntas, por ello llamaban cínicamente a estas prácticas como “interrogatorios”. En ocasiones, se hacía escuchar la tortura de otros prisioneros, o se llevaba a una persona que tenía una relación cercana con el torturado y se la amenazaba o torturaba en su presencia.”

En 1982 para perpetuarse en el poder nos llevan a una guerra. La armada argentina invade las Islas Malvinas y las reclama como territorio austral. Se desata, por ende, una guerra contra los ingleses. La Inglaterra de Margaret Thatcher, la admirada por Milei, fue severa y desplegó su poderosa armada que en pocos meses venció las ansias soberanas argentinas. Margaret Thatcher ordena hundir el ARA General Belgrano fuera del área de exclusión, el ataque causó la muerte de 323 argentinos.

El Ministro de Economía de la dictadura fue José Alfredo Martínez de Hoz, su política económica fue el mayor intento de transformar radicalmente la estructura económica y social de la Argentina, modificar sus relaciones sociales y terminar con las causas que provocaban las crisis y desorden, para así restablecer relaciones de dominación permanentes e irreversibles, por intermedio de la represión legal y clandestina. Consideraban que no podían neutralizar la conflictividad obrera industrial. Para ello, necesitaron ejercer el control irrestricto del Estado. La política económica fue romper la alianza distribucionista de la burguesía nacional con los obreros industriales. El endeudamiento externo fue otro de los ejes y sus consecuencias determinaron la estructura económica del país hasta 2003. Se instauró así un nuevo régimen de acumulación de capital, asentado en la valorización de la actividad financiera y el desplazamiento de la producción industrial del centro de la economía. Se modificó el bloque de poder y la Argentina quedó fuertemente vinculada con el mercado financiero internacional. El sistema económico del país quedó supeditado durante los gobiernos democráticos a los intereses de la oligarquía diversificada y sus socios externos.

Por lo tanto, si te sirve, Milei – Villarruel reivindican a los que asesinaron, torturaron, desaparecieron a personas y bebes, tiraron “seres humanos” vivos al mar y ríos, fusilaron, todo en nombre de liberar la Patria. Reivindican un gobierno que achico a más no poder el Estado, no hubo “casta política”, solo los que los apoyaron, pero así y todo destruyeron económicamente, cerraron empresas, aumentaron la desocupación, la pobreza y la indigencia, además nos dejaron condicionados al poder financiero internacional, todo a punta de fusil y muerte. Admiran a la asesina de soldados argentinos Margaret Thatcher. Ellos son todo eso. Ahora si vos los votas o lo acompañas, por bronca o descontento con la clase política, tenes muchos más medios, dentro de la democracia, para hacer conocer o escuchar tu descontento y no apoyando a personas muy peligrosas y falta de sentido humanitario como Milei - Villarruel. Ahora, si así y todo los seguís apoyando, es estar del lado de la muerte y la violencia, y sos tan cómplice como lo fueron quienes aplaudían y apoyaban las atrocidades de esos militares y civiles.

El propio Ejército argentino admitía en documentación interna un número de 22 000 entre muertos y desaparecidos. Eduardo Luis Duhalde (secretario de Derechos Humanos de la Nación), Aseguraba que "la cifra de 30 000 no es ni arbitraria ni caprichosa, aunque es lamentable reducir la dimensión de la tragedia argentina a un problema contable" ya que "el carácter masivo, criminal y abyecto no se mide por un resultado aritmético, al menos para los que creemos que cuando se asesina un hombre se está asesinando a la humanidad".

Daniel Fernández

13 de Noviembre 2023

 


1 comentario:

Anónimo dijo...

Nunca va a ser poco repasar las tragedias y luchas que pasamos. La Memoria de ellas tiene el valor de poder relacionarlas con principios que siguen vigentes. La Comunidad Organizada no es una utopía, pero aún no concretada sera una forma social de avanzar hasta lograr revivir los anticuerpos para no pasar estas penurias. Un abrazo, gracias por estar siempre en la trinchera.Padin

SON MUY PELIGROSOS

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