En democracia todos tenemos derecho de expresarnos libremente
y demostrar, si así lo sienten, su descontento o satisfacción. Lo que cruza
todo límite es colocar decena de bolsas mortuorias, rellenadas de modo que
simulaban contener cadáveres, las cuales estaban etiquetadas con nombres de
dirigentes y agrupaciones oficialistas. Estas fueron puestas por manifestantes,
en la Plaza de Mayo, durante una protesta convocada por la oposición el sábado 27 de febrero. Esto es la oposición de Juntos x el Cambio. Ningún dirigente de
ese espacio repudio este acto de intolerancia. Queda claro que son los herederos
de Videla y Cia, de los bombardeos a la Plaza de Mayo, de los comandos civiles y de
los que pintaron “Viva el Cáncer” tras la muerte de Evita. Estos son los profetas
del odio que nos quieren trasladar a la peor época de la historia de los
desencuentros entre los argentinos. Lo único que faltaba que los tirarán desde un
avión.
La República y el País que defienden es el que ellos quieren,
sin lugar para nadie más. Su objetivo es aniquilar al que piensa distinto. Lamentable,
repudiable y siniestro. Cualquier persona de bien debería repudiar estas prácticas.
Está claro de dónde vienen y a donde van. Estos hechos me hacen afianzar mis
convicciones, con aciertos y desaciertos, que estoy del lado de la vida y el amor. El odio y el rencor son
los que oscurecer el País y la República.
No estaremos entrando a una nueva etapa pre fascista?
Daniel
Fernández
Febrero
2021
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