En un reportaje que le hizo Gustavo Silvestre
al Presidente Alberto Fernández, este dijo que “debemos exigirle a los productores
- empresarios (agro alimentarios y supermercadistas tengan un compromiso ético
con la sociedad argentina”.
Posteriormente el presidente Alberto
Fernández pidió que los consumidores denuncien «a quiénes aumentan los precios
y rompen los acuerdos» de Precios Cuidados para que el Gobierno pueda preservar
«el bolsillo de los que trabajan y viven del salario».
Esto me hace acordar a lo que dijo Juan
Carlos Pugliese (Ministro de Economía durante el gobierno Dr. Raúl Alfonsín) Les hablé con el
corazón y me respondieron con el bolsillo".
A pesar de los
Precios Cuidados, los alimentos y bebidas suben por encima de la inflación en
enero. Con la implementación del nuevo Precios Cuidados, los productos que
están fuera del programa tuvieron aumentos de hasta el 40%. Aseguran que los
artículos a los que se les había quitado el IVA los recuperaron e incluso
subieron de precio.
Esto demuestra
que a los empresarios no se atan a ningún compromiso ético ni social, su único compromiso
es con sus ganancias. El Estado o el Gobierno debe tomar medidas de fondo tendientes
a terminar con este abuso y la militancia política, las organizaciones
sociales, sindicatos, trabajadores y ciudadanos deben defender las medidas
tendientes a controlar las arbitrariedades en los precios.
Nahuel Levaggi, coordinador general de la UTT
propone: Lo que hay que lograr es democratizar la matriz productiva, ir al fondo
de la cuestión. También sería necesario generar mercados integrales de
proximidad, es decir, como si fuesen mercados concentradores pero que
garanticen la distribución de alimentos mediante la compra a los pequeños
productores, las pymes y la agricultura familiar. Si vos tenés varios de estos
mercados testigos, por llamarlos así, podés hacer un acuerdo de precios que
beneficie a los productores y también a los consumidores. ¿Qué hace falta para
eso? Primero, salir del dólar, quitar la dolarización de la cadena productiva.
Sergio
Arelovich: Lo que produce Argentina, principalmente, son alimentos para
chanchos y biocombustibles”, explica. Desde su perspectiva económica, ningún
plan de gobierno puede desarrollarse si no se revisa la legislación vigente:
“Hacen falta políticas de largo plazo y normas que regulen el funcionamiento de
las empresas y el rol de la banca y el capital extranjero”. Y agrega: “Los
pilares jurídicos de la Argentina vienen de años de dictadura y neoliberalismo.
No se puede seguir sosteniendo ese marco regulatorio, que propicia la situación
actual de alta concentración y extranjerización de la economía”.
En treinta
años desapareció el 41 por ciento de las explotaciones agropecuarias y se
acentuó la concentración de tierras en pocas manos, el 1 por ciento de las
explotaciones controla el 36 por ciento de la tierra, mientras que el 55 por
ciento de las chacras (las más pequeñas) tiene solo el dos por ciento de la
tierra.
Un estudio
realizado por la consultora Focus Market en 515 puntos de venta de todo el país
vía Scanntech (lector de código de punta de venta), dio cuenta de un alto nivel
de concentración de las empresas de alimentos en el mercado local, con 18
compañías hegemonizando el 60% de la producción. El oligopolio permite que el manejo
de precios sea discrecional, mientras que las empresas le reclaman al Estado
que les garantice condiciones de total libertad de mercado.
En la
Argentina hay siete grandes cadenas de supermercados (seis de ellas de origen
extranjero) que controlan el grueso de la venta de alimentos.
Daniel Fernández
Enero 2020
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