viernes, 12 de octubre de 2018

PACIENCIA


¨Cuando los pueblos agotan su paciencia,
hacen tronar el escarmiento¨:
Juan Domingo Perón
Mauricio Macri "hay que ajustarse para llegar a fin de mes".
Nicolás Dujovne "Yo le pido a la gente que tenga paciencia, nos espera un momento difícil y duro pero luego saldremos adelante", planteó el ministro de Hacienda tras reconocer que se vienen varios meses de ajuste y recesión.

Que paciencia o como se ajustan los que tan solo pueden comer una vez por día, que paciencia pueden tener los que trabajando no pueden llegan a fin de mes, los que perdieron el trabajo y no consiguen otro. Que paciencia o como se puede ajustar una madre y un padre que no comen para que sus hijos coman algo. Que paciencia o como se ajustan los que ya asisten a cientos de comedores comunitarios, que no dan abasto. Como hacen los jubilados o pensionados para tener paciencia o ajustarse si ya no saben si pagar los servicios, comer o comprar remedios, como ajustarse si ya toman sus remedios día por medio o los parten para que les dure más, como hacen para ajustarse si se tienen que endeudar para pagar los servicios, se van a dormir a las 19 hs., para no cenar, ya les han quitado el derechos a calefaccionarse en invierno, no prender el aire acondicionado o el ventilador, deben abstenerse a encender más de una luz o la televisión.  Como pueden tener paciencia o ajustarse los indigentes o los que viven en situación de calle, que cada día se multiplican exponencialmente, como pueden tener paciencia o ajustarse aquellos que revuelven la basura para encontrar algo para comer. Demasiada paciencia están teniendo.
7.581.118 argentinos se encuentran hoy por debajo de la línea de pobreza y 1.357.923 de esos argentinos son indigentes. Esto para que nos quede claro, son personas, son seres humanos que la están pasando muy mal, que tienen que recurrir a comedores para poder alimentarse o a la caridad de nuestras iglesias, o a la solidaridad de muchos argentinos comprometidos con el sufrimiento del prójimo. Son nuestros hermanos de carne y hueso, son como nosotros, nacen, crecen, se enamoran, sufren, se equivocan y aciertan como cualquiera de nosotros, tienen la misma dignidad y los mismos derechos. Pero, más grave aún es el hecho que el 48,1% de los niños son pobres. Esos niños, están en una etapa de la vida en la que su única preocupación debería ser jugar, estudiar y preparase para un futuro feliz, una vida digna.
Del informe de UCA sólo a Agosto 2018, lo peor está por venir: Las consecuencias del proceso neoliberal que experimenta argentina desde la asunción de Mauricio Macri, ya se materializan en el nuevo informe publicado el pasado jueves por la Universidad Católica Argentina (UCA): “La pobreza ya trepa al 33 por ciento y uno de cada 10 argentinos es indigente”.
La devaluación, los tarifazos y los despidos son los causantes del empeoramiento de las condiciones sociales de millones de argentinos. Un cuarto de la población argentina se encuentra en situación de postergación económica, y la indigencia afecta a uno de cada diez argentinos. El informe de la UCA reveló además que el 62% de los hogares del país sufre al menos una carencia, mientras que el 38,5% dos o más.
En estos hogares las principales carencias pasan por el déficit en accesos educativos  (34,7 por ciento), por el acceso a servicios básicos (34,1 por ciento) y a recursos de información (27,1 por ciento). Luego siguen los hogares sin afiliación al empleo registrado y al sistema de seguridad social (26,7 por ciento), y los déficit en el acceso a una vivienda digna (21,4 por ciento) y sin acceso a cobertura de salud (18,9 por ciento). La inseguridad alimentaria severa alcanza al 4,3 por ciento y esto despertó las luces de alarma entre los investigadores que realizaron el informe.
Sólo pueden pedir paciencia estos individuos desalmados e insensibles que nunca han pasado hambre o necesidades, que nacieron en cunas de oro, que conocen la pobreza por foto o en películas, que tienen millones de dólares en paraísos fiscales y jamás les ha faltado nada en su mesa o en su vida y se pueden dar todos los gustos que se les antoje. Es muy fácil pedir paciencia o ajustarse desde esa posición de privilegio.
Estos que les piden paciencia o ajustarse, son los que han creado estas condiciones económicas y sociales que perjudica a los que menos tienen y que benefician a los que más tienen. Les piden sacrificios y los castigan con tarifazos, devaluación, inflación, no dan aumento de salarios acorde a la inflación, rebajaron las jubilaciones y pensiones, y tratan de esquilmar al pobre por todos lados, pero si protegen a las grandes empresas, financieras y sus aliados.  Además ratifican el rumbo, aseguran que es el único camino y te dicen, necesitamos 4 años más, sabiendo que millones no llegaran a sobrevivir, un verdadero plan siniestro muy parecido al genocidio o el Aktion T4 de los nazis. Son los mayores fabricantes de pobres.
En una carta difundida por los sacerdotes católicos reunidos en el Grupo de Curas en la Opción por los Pobres (COPP) dicen: "en nuestra Patria vivimos una hora oscura" porque "nuestros pobres han sido abandonados, condenados a sumirse más en la pobreza, al hambre, a la falta de atención sanitaria, a la pérdida del derecho a la educación". Denuncian "entrega" al Fondo Monetario Internacional y a "los intereses de las corporaciones y la especulación financiera". En el mismo texto los Curas piden a los dirigentes políticos que "dejen de lado la discusión mezquina, los cálculos electorales, los pequeños intereses sectoriales y se unan para pensar un país grande, una nación de hermanas y hermanos, solidaria con los que ven su futuro e, incluso, su vida en riesgo". En otra parte de la carta se sostiene que "nuestras familias están en 'default' porque ya no pueden pagar sus deudas: o se come o se pagan los servicios públicos". En directa referencia a la reciente decisión del gobierno sobre las tarifas de gas, los sacerdotes que trabajan en medios populares denuncian que "incluso (las familias) deben hacerse cargo de las deudas de empresas que no se hacen responsables de los riesgos que asumieron y por decreto son subvencionadas con dineros, no ya del Estado (que provocó esa situación con las corridas cambiarias que destruyeron nuestra moneda), sino salidos directamente de nuestros bolsillos".
Aunque pasaron ya muchos años, hoy tengo muy presente un dicho de Juan Carlos Pugliese, Ministro de Economía del Dr. Raúl Alfonsín, en una reunión con empresarios, "les hable con el corazón y me respondieron con el bolsillo".
Estoy convencido que esos empresarios son los que nos gobiernan, quizás no exactamente las mismas personas, pero si su filosofía o ideología.
Pero nos es únicamente una ideología o filosofía de empresarios, sino que es también de una parte de nuestra sociedad, que piensa y actúa según los mandatos de su bolsillo. Veneran al Dios dinero sobre todas las cosas. Se podría decir que desde la última dictadura militar a estos tiempos, esta actitud ha ido creciendo y aumentando considerablemente la grieta entre los solidarios y los individualista, los humanistas y los materialistas y ahora los que defienden la igualdad de oportunidades y los que sostienen la meritocracia. Pero en estos últimos años, esa grieta se ha transformado en abismo.
Ese sector de la sociedad, que no siempre es la más adinerada, le han conformado su pensamiento, donde lo único que le importa es su círculo y se rige únicamente por su situación individual. Conforman ese sector de la sociedad donde subyace esa idea individualista, xenofóbica y racista que estigmatiza y generaliza a distintos grupos y sectores: repiten muy sueltos de cuerpo: los pobres son pobres porque quieren serlo, no salen de las villas porque no pagan nada, que todos los empleados públicos son vagos, tanto maestros, médicos, enfermeros, asistentes, científicos, profesores, investigadores como empleados de Anses, Pami, nacionales, provinciales o municipales. Que los inmigrantes latinos vienen a quitarnos el trabajo, a usar los hospitales y las escuelas. Que los que protestan en las calles son vagos que no quieren ir a trabajar, cuando especialmente están defendiendo su fuente de trabajo o reclaman por trabajo. Se les escucha expresiones como “ negros de mierda”, “esos ignorantes pobres”, “bolitas, vuelvan a su país”, “paguas vagos”, “colombianos traficantes”, peruanos delincuentes”, es permanente la hostilidad, rechazo u odio al extranjero, con manifestaciones que van desde el rechazo más o menos manifiesto, el desprecio y las amenazas, hasta las agresiones, lo más grave que esto se está extendiendo en nuestra sociedad y adquiere ribete preocupantes y resulta imposible concebir que todos no sean como ellos, de su color y de su prestigiosa ascendencia “aria”.
Es notable la falta de sensibilidad que demuestra este sector social por los problemas socioeconómicos que afectan a millones de argentinos. En su concepción, los pobres no han sabido adaptarse al sistema. Además molestan y afean las ciudades. Así como en siglos pasados al defectuoso de la familia se lo ocultaba para que nadie lo viera, las clases medias urbanas pretenden hacer lo mismo con los pobres, esconderlos, ocultarlos en las villas y que invadan sus lugares. Y que allí se las arreglen como puedan. Y esto corre también para los extranjeros pobres –los peores entre los peores-. Para ellos la tolerancia es cero. Representan una indeseada invasión de feos, sucios y malos.
A diario vemos y oímos en la calle, en declaraciones en los medios muestras de intolerancia, racismo, xenofobia y violencia que están más presentes en la sociedad argentina de lo que podría sospecharse. En función de esa sociedad que ha liberado de su interior ese fascismo reprimido, cada día hay más declaraciones de funcionarios (Ejp.Ministra de Seguridad) de tono autoritario propio de los regímenes fascistas. Es que hoy en día lo facho no tiene mala prensa, aunque alguno lo disimulen, siempre está. Como hubo en la inquisición una sociedad que festejaba la quema de ¨herejes y brujas¨ y como hubo quienes votaron y apoyaron a Hitler, hoy se ve el resurgir en el mundo globalizado (Brasil, Italia, Francia, Hungria, Alemania entre otros) un creciente apoyo social a estas prácticas inhumanas.
El escritor Santiago Alba Rico, autor, entre otros volúmenes, de Islamofobia (Icaria editorial) demuestra una ceguera voluntaria: «La cobardía y el interés se naturalizan. Las mayorías sociales, en ciertas épocas, consienten, cierran los ojos, dicen no ver... Porque saber demasiado te obliga a tomar decisiones que, en ciertos contextos, pueden llevarte a la cárcel o a la muerte, de modo que la ignorancia se acomoda a los principios morales. Aceptamos con naturalidad las muertes en el Mediterráneo, los CIES, que son pequeños campos de concentración... Sí, está volviendo a ocurrir, la extrema derecha crece en Europa y los votantes no son criminales, sino gente que quiere estar bien y por eso no se adentran, porque saber más choca con su comodidad; quieren seguir sintiéndose buenos y saber más te obliga a escoger».
Como final les dejo unas preguntas de un amigo (Francisco Loccisano) y por lógica muchos nos preguntamos: que pasa con las sociedades??? Porque votan en contra de sus propios intereses?? Porque hacen propio un discurso que no es propio?? Somos los progresistas, en parte, responsables de lo que está pasando?? Pueden los medios y el poder real doblegar las voluntades de los pueblos sin violencia física? Trump gano en contra de todos los medios hegemónicos del mundo!!! ..... Estoy llegando a la conclusión que debe haber un algún tipo de fenómeno psico-sociológico que no comprendemos?? Lo de Brasil es un ejemplo.... "la tristeza no ten fin". Aunque triunfara el peronismo en argentina.... qué carajo puede hacer frente a una Latinoamérica tomada ?.
Seguramente el humanismo y la justicia social terminaran triunfando en el mundo.... solo que va a tardar más de lo que suponíamos!!!


Daniel Fernández
Septiembre 2018

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