lunes, 21 de febrero de 2011

LOS MEDIOS EN TIEMPOS ELECTORALES

1) De medio a protagonista
Ya hemos hablado en no pocas oportunidades acerca de la influencia indudable que suelen ejercer los medios de comunicación en la vida cotidiana de cualquier sociedad, y de la herramienta que representa estos medios a la hora de decidir una toma de posición frente a cualquier situación que nos plantea la realidad, tanto en nuestras vidas individuales como comunitarias.
Pero cuando de tiempos electorales se trata, los ciudadanos en general y los trabajadores en particular, debemos tener mucho cuidado, si no queremos caer en las garras de discursos “perfectamente libretados” que – tanto del oficialismo, como desde distintos sectores de la oposición – intentan vender a cualquier candidato, cual si fuera un jabón bueno...
En realidad quieren que el potencial votante se transforme de ciudadano en consumidor, y finalmente le de lo mismo cambiar de jabón como hacerlo de potencial presidente de la Nación.
En medio de todo esta lamentable historia estamos todos nosotros: los trabajadores; los intelectuales; los profesionales; las amas de casa; los desocupados...los, los, los.
Será bueno que lo tengamos en cuenta, pues de lo contrario, nos convertiremos en presas fáciles de “medios” que se convierten en instrumentos funcionales y distorsivos de la realidad.

2) La presión de los poderosos.
Sería ocioso remarcar nuevamente que los tenedores del poder – tanto económico como político – o bien son dueños de los medios de comunicación social, o tienen el poder necesario como para “condicionar” la voz de los denominados “medios independientes”; sencillamente porque ni aquí, ni en ningún lugar del planeta existen esos medios que, con más o menos altura profesional, pueden hoy prescindir del dinero proveniente de la pauta publicitaria que los condiciona, pero les permite vivir con holgura. De la dignidad y la profesión periodística ya hablaremos en otro momento...
¿ Es posible oponerse a estos poderes que se transforman en monopolios?, difícilmente, y no por casualidad, sencillamente porque no se avizora la intencionalidad corporativa de expresar la verdad de cara al pueblo, aunque quienes lo hagan se leven $ 50.000.- por mes menos a sus bolsillos.
Detrás de las grandes mentiras, siempre parecen grandes ganancias económicas que – a costa de mentirnos a todos – provocan el enriquecimiento de unos cuantos cipayos sin escrúpulos ni reparos algunos.

3) Votar no es sinónimo de comprar
En definitiva, solo se trata de autovalorizarnos y comprender acabadamente que nuestro voto no es uno más, puede convertirse en todos los votos argentinos...
No tenemos derecho a convertirnos en marionetas humanas, manejadas por los medios de comunicación. Es menester asumir nuestro rol de protagonistas, dentro de una democracia que nos tiene como principales hacedores, pero no suele tener en cuenta a la hora de tomar las grandes decisiones, de esas que nos involucran a todos.
Los medios no están permitiendo el libre albedrío, y se atreven a pensar por todos nosotros: ¡No le regalemos a los medios oligopólicos, hasta el derecho a equivocarnos...!


Lic. Fabián Patiño

No hay comentarios:

SON MUY PELIGROSOS

    Mientras estos personajes fanfarrones, patéticos y cobardes se disfrazan para jugar a la guerra y a los soldaditos, creen que todo es co...