Estamos caminando aceleradamente
a otro escenario similar al 2001, pero con un desenlace impredecible. Una vez
más la política nos esta fallado y el descredito sobre todos los políticos es
nítido y evidente. La mayoría de los dirigentes viven tan alejado de la
realidad, que no ven lo que se avecina. Si creen que un engendro como Milei, criado
dentro del poder económico (Eurnekián) y amamantado por el Estado, del que
reniega, puede contener, dentro de las reglas de juego, el descontento y la bronca,
se vuelven a equivocar. Falencia de la dirigencia de la izquierda que se dice
revolucionaria y del movimiento popular que no tuvo propuestas para contener,
principalmente a los jóvenes. La frustración, saturación y el cansancio pasaran
por encima de todos y lo que se cuestionara no es solo la política, sino la
democracia.
Seguramente, en estas elecciones,
será uno de los índices más elevados, de los que no irán a votar, votaran en
blanco o impugnará su voto. Rechazo liso y llano a los políticos y sus
propuestas.
Los pueblos, como las personas se
cansan de la miseria, la frustración y la falta de futuro, y no les queda más
remedio que defenderse y hacer visible, por cualquier medio, sus necesidades.
Los pueblos nunca eligen en la historia las formas de luchar, sino la que se
presentan según el momento.
Los candidatos siguen “en las
nubes de Úbeda” sin comprender la gravedad de lo que se viene gestando desde
abajo. Algunos piensan que con aumentar y sofisticar a las fuerzas de seguridad
y formarlas para la represión, van a contener a la gente que no tiene comida,
futuro ni esperanza. Donde la droga copta a muchos jóvenes, los margina y los
saca del sistema, sin que nadie haya
hecho nada por ellos, como si ignorándolos se soluciona el problema. Son los perdedores
de los perdedores. Esos son los que su vida no tiene ningún valor, por lo
tanto, mucho menos la de los demás. Parece que nadie se percata, al menos no
quienes deberían hacernos reflexionar. Creen que la experiencia de Jujuy o
CABA, será suficiente. Cuando esto estalle, habrá muertos y sangre. Muchos de
estos (memento) burócratas políticos, tienen y tendrán las manos manchadas de
sangre, son los estuvieron en el gobierno, caos y represión del 2001. Los
políticos que ordenen reprimir a las fuerzas de seguridad, luego, como lo
hicieron siempre y con la ayuda de los medios que los manejan, deslindaran su
responsabilidad. La culpa y la condena caerá sobre los policías, los de
infantería, gendarmería o prefectura, “cabezas de termo” que fueron educados y
preparados para apalear, reprimir y matar al pueblo al que ellos pertenecen y
en defensa de los intereses de los poderosos que los mandan y luego desprecian.
No se los forma con el criterio de defender a su pueblo.
Si hoy no habido un estallido
social es por el trabajo y la contención de las organizaciones sociales,
mayormente criticadas y estigmatizadas. Seguramente tienen muchas falencias,
pero hace años que el Estado no se ocupa de ese pueblo para cambiarles la vida.
Lo más triste que mucha de nuestra sociedad careta, empobrecida culturalmente y
humanamente, compra lo que el poder les vende, los usan como marionetas y son
incapaces de discernir entre la realidad y ficción que les venden. Critican y
descalifican a los pobres que luchan por sobrevivir a diario y no a los
poderosos empresarios, dueños de medios y sus empelados políticos que
enterraron casi a un 50% de la población en la pobreza, indigencia y la
decadencia social. Sociedad hipócrita y cínica, que opina y dice qué hacer con
los pobres, desde su casa, con una buen
plato de comida en su mesa, la heladera llena, con el aire acondicionado o la
calefacción encendida, su obra social y el futuro casi resuelto, sin hacerse
cargo que ellos también tienen parte de responsabilidad. La degradación social
y la violencia ya están instalada entre nosotros, se ve a diario y en todos los
niveles sociales. Esos seres humanos no eligieron vivir en la pobreza ni en la
marginación, tampoco fueron implantados de otro planeta, son generaciones iracundas
que rechazan su injusta situación y saben que solo reciben el desprecio y que son
desechados por una parte de la sociedad. Ya de chicos tienen el alma impregnada
de frustración, amargura y desprecio. Le hacemos tanto daño a esos niños que al
final no tienen otra forma de expresarse que la violencia. Es la peor derrota
de nuestra sociedad. Se puede elegir ver la verdad o no verla.
Sin ir muy lejos, a fines de los
60 e inicio de los 70, muchos jóvenes de clase media y pudiente, consideraron
injusta e inhumana la desigualdad que se vivía y decidieron revelarse contra
ella. Algunos incluso eligieron el camino el de la armas para cambiar este
sistema de explotación y miseria. Por entonces se decía que la violencia de
arriba engendra la violencia de abajo.
El desenlace pude ser peor que el
2001. Cuando el 50% de la población en situación de pobreza, indigencia y
marginación se canse de ver el festín de los ganadores de siempre, nadie podrá
contener nada, la violencia contra la propiedad privada se desatara y será una
pelea de pobres contra pobres, porque los que han provocado esto siempre
estarán protegidos o fuera del país. Ninguno estaremos a salvo, ni en los
barrios pobres, ni en los medios o cerrados. Sera una lucha por la
supervivencia. También los dirigentes gremiales, siempre cuidando su quinta,
los más poderosos sacando un tajada para sus afiliados que les permite seguir
viviendo regularmente, los otros peleando por un salario que apenas alcanza y
los informales rascando el fondo del tacho.
Por otro lado, los políticos
llamados del campo popular y nacional, ya no representan al pueblo y no han
sabido estar donde están los problemas y resolverles su situación. Le han
fallado al pueblo que confió en ellos y se siente defraudados. No se han
diferenciado de los otros, han sido más de lo mismo y por eso el descontento se
ha generalizado.
Presiento que si no hay cambios
inmediatos, se vienen tiempos muy aciagos y del cual será muy difícil salir. En
el horizonte no se ve un Néstor Kirchner
Daniel Fernández
Agosto 2023
2 comentarios:
Coincidência plena con la crônica cronológica de pasado y presente,el futuro predesible y la angustia de un pueblo que solo pide paz, pan y trabajo.
Gracias Daniel por colaborar y abrir, a través de sus escritos la mente de aquellos que sólo saben repetir como loros lo que los medios egemónicos saben hacer de maravillas, MENTIR !!!.
Coincidência plenamente con la crônica cronológica de pasado y presente,el futuro oredesible y la angustia de un pueblo que solo pide paz, pan y trabajo.
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