jueves, 7 de mayo de 2015

Las PASO en Capital

Una vez pasado los primeros días y escuchar varios análisis, se pueden sacar algunas conclusiones.
Ante todo las PASO son una tendencia de lo que puede pasar, pero no es lo definitivo. Lo ocurrido en la Capital no es transportable a todo el País, aunque puede tener similitud en grandes ciudades de las provincias.
Si el Frente para la Victoria tiene aspiraciones de ganar las elecciones nacionales, no puede confiarse y creer que con sólo enumerar lo que se hizo o la posible imagen positiva de la Presidenta le pueda dar los votos necesarios.
Las elecciones de Capital demuestran, en mi parecer, un error en la táctica y el trabajo del Frente para la Victoria. Nadie puede desconocer el componente ideológico de los ciudadanos de Capital, pero asumir esta derrota como una adversidad natural, producto de que la mayoría de los ciudadanos son de derecha, gorilas, insolidarios, individualistas y proclives a la antipolítica, puede ser fatal y es acentuar la incapacidad para generar políticas que podrían cambiar este estado de cosas.
Es indudable que la Capital, generalmente le ha sido adversa al Peronismo, pero los votos alcanzados en esta oportunidad son muy malos (tercero), mucho más si analizamos como se dieron esos votos. El triunfo macrista (primero) fue homogéneo en todas las comunas, si a esto le sumamos los votos de ECO de Martín Lousteau (segundo), que confluye con el Pro, por su similitud ideológica, podemos decir que casi un 70% de los votantes eligieron esta orientación política. Martín Lousteau, pertenece a la Coalición Cívica, y que ésta va aliada al macrismo y a un sector de radicales, o sea todos tributan a Macri.
Si uno se detiene a analizar los votos, ve que en sectores de clase media baja, pobres y hasta olvidados (Comuna 5 – Villa Soldati, Riachuelo y Lugano) el Pro ganó con el 47%. Esto nos demuestra la incapacidad del Frente para la Victoria para articular políticas dirigidas a conquistar a esos sectores que las políticas nacionales ha contemplado y tratado de beneficiar, como así también a sectores progresistas o sociales más afines. Pero es evidente que el mensaje de los candidatos no ha llegado o no convenció a estos sectores y tampoco supieron construir mayorías en torno a ellos.
Es la política la que puede cambiar este estado de cosas, pero para ello hay que buscar propuestas adecuadas, que lleguen a ese electorado, más localistas que generales, responder a las necesidades de cada lugar, estar en permanente contacto y trabajo con la gente en los barrios. Hay que ganar la calle y esto significa mucho más que las meras caminatas, es el trabajo militante de estar donde hay una necesidad o una inquietud, escuchar y sumar propuestas.
Conquistar el electorado no quiere decir que se debe cambiar ideológicamente o renunciar a las banderas que se vienen sosteniendo, pero con estos principios hay que buscar ampliar la base electoral y no quedarse con el núcleo duro del Frente para la Victoria.
Se sabe que hay un amplio sector que es “anti” y que por nada va a cambiar, por más que se beneficien con las políticas que se apliquen, ya es una cuestión de piel.
No se puede hacer campaña exclusivamente criticando al macrismo y su propuesta de modelo de ciudad, está visto que a la gente no le importó lo que paso en el Indoamericano, el horror de los talleres clandestinos, la represión en el Borda, el espionaje telefónico, el excesivo endeudamiento de la Ciudad, la disminución del presupuesto educativo, falta de vacantes en las escuelas, la no inversión en nuevos centros de salud o la construcción de vivienda social. Tampoco afecto la muerte de 12 bomberos por el incendio intencional de Iron Mountain, del derrumbe del boliche Beara o el gimnasio Orion, con la desidia y complicidad de ciertos funcionarios e inspectores, que ignoraron denuncias. El ejemplo más claro es en la comuna 4 – la Boca, donde murieron los 12 bomberos, el macrismo ganó 46,6%.
También hay que aclarar y tener en cuenta que se calcula cercar de un 30 por ciento no votó, una cifra verdaderamente importante y a conquistar.
El macrismo centro su acción en lo público y desestimo lo estatal, remodelo plazas, bicisendas,  metrobús, veredas, paseos, playas, etc., pero la presencia estatal como en la construcción de escuelas, viviendas, hospitales, etc., fue nula, como toda política neoliberal.
Supongo que estas PASO sirvan como experiencia y que la soberbia de algunos, que piensan que se puede ganar desde el discurso y sin hacer política en los barrios y en la calle, no se generalice y sea el motor de una frustración.
Mayo 2015
Héctor Daniel Fernández

 

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