jueves, 24 de enero de 2013

SER CRITICO

Es importante cuando opinamos o hacemos alguna reflexión sobre distintas situaciones políticas, primero tratar de ser objetivos y fundamentalmente ser más cuidadosos y críticos de todo lo que escuchamos y leemos, tanto de un lado como lo del otro. Desde hace un buen tiempo, en casi todo el mundo, se acabaron los periodistas impolutos, imparciales o independientes, todos y la gente ya lo asumió, representan – en algunos casos - al que les paga y en otros, opinan según su ideología. Está bien que cada uno tenga una posición política de acuerdo a su formación ideológica, lo que no se puede ser es absolutamente negativo. Tener en cuenta cuando pretendemos informarnos – por medio de los medios de comunicación - que cada sector opina según los intereses que representan y con los cuales se siente identificado. Para algunos el País es Disney y para otros el Inframundo, cuando en realidad no es ni una cosa ni la otra. Hay algunos que hace años que vienen vaticinando la hecatombe y hacen lo posible para que ello ocurra, pero por el bien de la mayoría del pueblo sus vaticinios nefastos no ocurren y esperemos que no ocurran. Cuando estos sectores lograran triunfar, hemos tenido tristes recuerdos, los finales de los gobiernos de Alfonsín, Menem y De la Rua.
Los medios de comunicación solo representan la realidad que les interesa a los sectores que representan, las corporaciones o aquellos que los sostienen con sus publicidades. Es así que debemos tener el buen tino y la voluntad de leer o escuchar sabiendo desde que lugar opinan. Lo mismo ocurre con los políticos, ellos están permanentemente de campaña, por lo tanto sus comentarios hay que tomarlos como tales, de campaña. Lo que si sería correcto es evaluar sus opiniones para saber que piensan en cada tema como para saber qué rumbo tomarían de ser electos y que postura adoptan en los distintos temas estratégicos para el País. El tema es cumplir con las políticas que se proponen, no ser oportunista y decir una cosa y para luego hacer otra. Al igual que aquellos que buscan forzar alianzas, sin importar las diferencias ideológicas, con el único objetivo de derrotar al gobierno y no para construir una alternativa.
No concuerdo con aquellos que dice que todo está bien o que todo está mal, porque se deja de ser amplio y criterioso, para transformarse en una persona cerrada, que sólo defiende sus intereses sobre los de los demás y que poco construye para la sociedad. Tienen una visión sesgada de los acontecimientos, por más que quieran mostrar cierta neutralidad, ven el mundo desde su óptica y opinan según su interés.
No concibo ni mantendría una discusión con aquellos que son "anti" o manifiestan explícita o veladamente su “odio” a un gobierno, que tienen una repulsión exacerbada a tal punto que desean fervientemente el fracaso de la gestión de gobierno y su caída estrepitosa, poniendo de manifiesto una actitud individualista llena de vanidad y egoísmo, como hemos visto en nuestra historia donde las minorías actúan en perjuicio de las mayorías. Por lo general estos pertenecen a un sector que se encuentran en una situación económica más acomodada u holgada, incluso muchos se benefician con algunas de las políticas de gobierno, pero su ambición y “odio” es más fuerte y fomentan o pregonan el deterioro institucional, sin respetar la voluntad expresada en las urnas por la mayoría. Estos son elementos negativos que no sirven para la construcción de una sociedad más igualitaria y solidaria, dado que privilegian sus intereses personales sobre los del conjunto.
Por lo general, aquellos que están en contra de todas las acciones de gobierno y las critican, enfocan las políticas con una visión sectorial, en lugar de hacer un análisis mucho más amplio y que exceda sus propios intereses. Se expresan u opinan según la agenda impuesta por los medios opositores, que son los de más leídos, escuchados o vistos, que por lógica simbolizan a ese sector. Hay que evaluar las decisiones desde la complejidad que ellas representan, de los intereses que están en juego y las presiones económicas de actores muy poderosos que inciden en la política, en algunos casos, con más poder que el propio gobierno. Sobre las decisiones políticas que actúan sobre determinada coyuntura, intervienen múltiples causales, que están más allá de las personas, inciden otros factores de poder como son los grupos económicos, financieros, empresarios, la iglesia, partidos políticos, como así también intereses internacionales expresados por sus organizaciones financieras (FMI –BM), o la situación internacional y su evolución, no sólo forman parte de la realidad que cambia y que obliga a reevaluar la situación, sino que ella misma influye en las definiciones de la realidad interna. Desde el 2008 los países centrales, principalmente de la Unión Europea y Estados Unidos, vienen padeciendo una profunda crisis económica, con continuos ajustes, pérdida de beneficios sociales y laborales y altos niveles de desocupación. Esto países centrales tratan por todos los medios de trasladar su propia crisis a los países emergentes. Intentan colocar sus excedentes en nuestros países a cualquier costo, con presiones internacionales del “libre comercio”, “apertura de la economía”, “disminución de las barreras arancelarias”.
Por lo tanto, debemos mirar un poco más lo macro y lo que pasa en el mundo, para poder analizar con mayor certeza nuestro rumbo. No se puede criticar con liviandad ciertas situaciones sin analizar el contexto general, no se pude discutir hechos de relativa superficialidad o entrar en simples chicanas, es importante discutir el fondo ideológico de las políticas que se aplican o se pretenden aplicar, como ser, que incidencia o intervención debe tener el Estado en el manejo de la economía, que políticas aplicaría para reducir la desigualdad y realizar una mejor distribución de la riqueza. Si las políticas neoliberales o la del derrame es una opción válida, si la apertura de los mercados y el libre comercio es lo más conveniente para la industria nacional y los trabajadores. Si es positivo el desendeudamiento y vivir con lo que producimos o debemos pedir préstamos a los organismos internacionales, como para “integrarnos al mundo”. Si es necesaria la independencia económica y la soberanía política. Si las riquezas naturales deben estar en manos del Estado o en multinacionales extranjeras. Si la información debe estar monopolizada en ciertos sectores o debe haber diversidad de opiniones. Aplicaría la reforma agraria y financiera. Aplicaría severas sanciones a los que evaden. Aumentaría el pago de impuestos a los que más ganan o a la especulación financiera. Invertiría mayor presupuesto en la educación y salud pública gratuita. Eliminaría el trabajo en negro, sin aplicar la flexibilización laboral y generar mayor desocupación. Continuaría con las negociaciones de las convenciones colectivas de trabajo libres. Qué medidas tomaría contra la fuga de capitales.
Creo que estos son algunos de los temas fundamentales que se debería tomar posición y a partir de ellos discutir y definir cuál es el partido o político que lo representa, porque es muy cómodo criticar a quien tiene una postura, sin que uno se identifique con alguna en concreto.
Daniel Fernández
Enero 2013

No hay comentarios:

SON MUY PELIGROSOS

    Mientras estos personajes fanfarrones, patéticos y cobardes se disfrazan para jugar a la guerra y a los soldaditos, creen que todo es co...