viernes, 19 de agosto de 2011

“Ni blindados ni condenados” de Ricardo Delgado

Referente a la crisis que se esta viviendo en Europa y EE.UU y los efectos que nos pude traer (que escribí en el anterior artículo), copio un artículo publicado en Clarín, si en Clarín, de Ricardo Delgado. A mi pobre entender de la economía, bastante equilibrado. Esta lejos de los agoreros que están deseosos de que todo se derrumbe, tan solo para justificar su posición y el encono con este proceso, o de aquellos que creen que todo estará bien, que nada nos afectara, de que estamos blindados.
Seguramente la recesión y el desempleo que hay y se profundizara en los países afectados por la crisis, repercutira y desacelerara nuestro crecimiento y el consumo. También no será extraño que cierta fracción de la sociedad argentina, crónicamente insatisfecha y demandante, comenzará a emplazar al estado y hacer escuchar sus reclamos (en los medios opositores), desconociendo lo que está pasando afuera.
La clave sigue siendo el trabajo, el sostenimiento del nivel de empleo y la inversión en obras públicas. Hay una realidad indiscutida, lo peor de la crisis (ver en el blog: Deuda y Crisis, Europa y EE.UU) es la falta de trabajo.
Debemos, en momentos difíciles, aprender a ser un poco más pobres, porque si miramos los resultados de las medidas alternativas radicalmente diferentes que se están aplicando en otros países, es mejor ser pobre que miserable.
La crisis existe y es de necios no reconocerla, vemos como países impensados se derrumban económicamente. En nuestro País, no es cuestión de pensar que de la noche a la mañana todo se va a solucionar, va a costar, pero debemos entender que el camino recorrido es el correcto, porque en el horizonte esta la justicia social como objetivo y la voluntad de poner la economía al servicio del pueblo. Es indudable que este proceso ha sido y seguirá siendo atacado por aquellos sectores económicos afectados y contrarios a estos ideales profundamente peronistas. Tampoco debemos sorprendernos por la multiplicación de esas voces que han venido prediciendo hace años un derrumbe catastrófico y lo seguirán haciendo, porque sus intereses o de los que representan se ven afectados y no dudan en desear, fomentar o colaborar en el fracaso de esta política, para el beneficio personal en perjuicio de las mayorías o simplemente desean el fracaso para satisfacer su ego, porque no los mueve el interés de una construcción colectiva solidaria, sino la simple destrucción. Son enemigos declarados de los popular y nacional, por ende de su mayor exponente, el peronismo.


Copio:
“Ni blindados ni condenados"


Una mirada simplista – la que cree que el crecimiento de los 2000 es apenas cuestión de soja y suerte – aventuraría, ante la tormenta financiera que preanuncia una probable nueva crisis en el mundo desarrollado, que la economía argentina avanza hacia una condena inexorable de estancamiento y desempleo. Del lado de los que creen, en cambio, que estamos “blindados” a los coletazos de la contracción global (de la cual poco puede decirse todavía en términos de profundidad y duración), a la Argentina le estaría llegando una enorme oportunidad, en una suerte de reedición del Ave Fénix.
La realidad queda a mitad de camino. Blindarse en la globalización es una intención política que peca de ingenuidad, claro. Porque la caída en la demanda interna de los países centrales afectará las cantidades y los precios de las exportaciones. Porque China – un jugador clave en los mercados de commodities - les venderá menos y como sus exportaciones equivalen a 35 puntos de su producto, también desacelerará su formidable tasa de crecimiento. Porque Brasil, cuyo gobierno había reducido su meta de crecimiento a 4% antes de la tormenta financiera (casi la mitad que en 2010), sufrirá con un menor ingreso de capitales, depreciando su moneda y velando armas para defenderse ante posibles episodios de guerras comerciales. Y la Argentina es un socio comercial relevante para la octava economía del mundo …
Pero aun así, la Argentina cuenta, a diferencia de otros tiempos, con más herramientas para enfrentar el complejo escenario global que se acerca. Por necesidad más que por virtud, está aislada de los mercados financieros globales: una ventaja inicial. No tiene vencimientos de deuda inmanejables este año ni el que viene. La situación fiscal, considerando el uso heterodoxo de algunos stocks (como el de la ANSES), tampoco luce demasiado incómoda.
Se podrá – se deberá- expandir el gasto público para equilibrar cualquier eventual desaceleración en el consumo privado. Las reservas del Central, castigadas estos días más de la cuenta, representan unos 15 puntos del PIB; no es poco. Y hay instrumentos flexibles para hacer política económica.
Es posible devaluar (como se hizo en 2008 y 2009) para moderar los impactos recesivos sobre la actividad y el empleo, a diferencia de los tiempos de la convertibilidad. Los instrumentos de defensa comercial (aranceles, cupos, etc) están disponibles.
La prioridad política deberá ser la protección del empleo. En este mundo post Gran Recesión 2008-09, éste es el principal déficit de una recuperación que hoy nuevamente está en duda. Los REPRO utilizados en la crisis pasada tendrán que reforzarse. Los programas para formalizar empleo, como los que lanzó Brasil la semana pasada para los textiles, el calzado y el software, entre otros, podrían ser imitados.
Es claro que se vienen tiempos de más política económica, no menos“.
No da para un “relato” épico. Pero creo que es posible convencer a nuestro pueblo que lo apoye, porque la alternativa es ”Un alto desempleo será la nueva normalidad“.
http://www.ieco.clarin.com/economia/blindados-condenados_0_533346704.html

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