En su momento fue la “CGT de los Argentinos”, la “Comisión de los 25” o el “MTA”, enfrentando las políticas anti obreras, anti nacionales y entreguistas del poder económico autóctono y foráneo, y sus brazos ejecutor: primero fueron los militares llevando adelante el terrorismo de Estado. Una vez desprestigiado los militares, el mismo poder económico los sustituyó por políticos y economistas cipayos, empleados de los monopolios y FMI. “Onganía-Adalbert Krieger Vasena”, “Videla-Martinez de Hoz”, “Menem-Cavallo”, “De la Rua-Cavallo”, “Macri-Caputo” y “Milei-Caputo”.
Estamos ante un momento crítico,
quizás como nunca desde que se recuperó la democracia. El gobierno nacional
conducido por el presidente Javier Milei sigue ampliando la escalada de
desestabilización institucional de la democracia, atacando el funcionamiento
republicano de gobierno y las normas básicas de la democracia. Es evidente que
está es una democracia fallida, estamos ante un gobierno autoritario, que utiliza
la violencia y el terror para imponer sus políticas e intenta gobernar sin el
parlamento y con una justicia cómplice.
Es el momento que el movimiento
obrero –en general- que postura va a tomar, negociar con el Gobierno
arbitrariedades, acrecentando su desprestigio o dar un cambio definitivo en
defensa de todos los trabajadores y los intereses del País, cómo lo fue la CGT
de Perón y de la resistencia.
Los gremios -en general- deben
definir si “individualmente” quieren seguir “negociando miseria” con las
empresas, haciendo movilizaciones y protestas desgastantes e invisibilizadas, o
si se “unen” y “todos juntos” hacen acciones contra el avasallamiento de los
derechos, salarios miserables, convenios colectivos regulados, apertura de
importaciones, despidos generalizados, cierre de empresas, flexibilización
laboral de hecho y creciente informalidad. Asumir como dirigentes nacionales la responsabilidad que se les delego y actuar con inteligencia y osadía. Todo está llevando al creciente debilitamiento
de los gremios.
Es hora de unirse entre aquellos
gremios que tienen vocación de lucha y buscan que sus trabajadores ser realicen
en un País se realiza. Imiten el ejemplo de la CGT Argentinos, los 25 o el MTA,
que son los que quedaron en la historia grande del Movimiento Obrero (quizás hoy
sea el Frente de Lucha por la Soberanía, el Trabajo Digno y los Salarios
Justos), o resignarse a acompañar aquellos “gordos” de ego que quieren seguir
"engordando" en el “Consejo de Mayo”, negociando con un gobierno
insensible e inflexible, que su única política es la motosierra.
Es el momento de formar sentido
común entre los compañeros trabajadores y pertenencia de clase, este no deja de
ser un problema político y se debe afrontar como tal. No puede ser que los “trabajadores”
convencionales o informales crean que la mejora se la va a dar su propio
verdugo, eso es falta de auténtica representatividad y concientización, además
de la decepción y frustración ante quienes no cumplen con su palabra. No puede
ser que un trabajador informal porque no tiene derechos, pretenda que se lo quieten
a todos, en lugar de exigir que le den los mismos derechos. Hay que ir por más
y no resignarse a ser un perdedor. No se puede votar o apoyar a quienes te
quitan derechos, te hambrean, despiden y te sumen en la miseria.
Reconfiguración del sindicalismo
como actor político y volver hacer sentir el “Poder Sindical” que es lo que
aterra al poder económico.
De qué lado estás?... De los que
quieren cambiar esta realidad infame o de aquellos que negocian la claudicación
y la entrega.
“¿Qué debemos hacer? Hay que reconstruirlo todo. Comenzar desde abajo,
abrir paso a los jóvenes militantes gremiales, reestructurar a nivel de fábrica
y barrio la organizaciones gremiales, que, de ahora en más, no podrán ser
separadas ni concebidas sino como vanguardias de organizaciones más vastas en
las que estén y en las que confíen los sectores populares; organizar y promover
a los trabajadores y al pueblo del interior argentino; organizar y promover la
organización de los desocupados y de los sectores marginados de las villas
miserias, organizándolo todo pero descentralizando y multiplicando los centros
de organización. [...] No hay legalidad sino para algunos y para sus amos
extranjeros. Volverá a haber legalidad para la Patria y para el pueblo cuando consigamos
implantarla, pero ni un minuto antes.” CGTA
Daniel Fernández
Julio 2025