A los compañeros trabajadores
papeleros: en su 59° Congreso Ordinario y 26° Congreso Extraordinario.
Ante la situación compleja que
estamos viendo en el País, me tomo el atrevimiento de acércales unas humildes
reflexiones.
Compañero Secretario General:
José Ramón Luque
COMPAÑEROS:
“Cada vez que quieran tocar un derecho de los trabajadores, estaremos
en la calle”
El Gobierno de Javier Gerardo
Milei es el símbolo evidente de la decadencia, mediocridad y vulgaridad. Nos
convertimos en una sociedad individualista, intolerante, hipócrita y violenta.
Se ha perdido el respeto por el otro, por las leyes, las normas y el bien
común. Sólo impera la ley del más fuerte y el sálvese quien pueda. La ética y
el valor de la palabra son cosas del pasado. La política de Milei certifica la
naturaleza profunda de la extrema derecha, un peligro mortal para el mundo del
trabajo, para los servicios públicos y para el medio ambiente, y un desprecio
por los principios democráticos más elementales. No hay más tiempo, sólo queda saber de qué lado estamos. Si
apoyamos la decadencia, o salimos a luchar por una sociedad más justa y
equitativa. Milei y el poder económico vienen por todo, y cada día es un paso
más hacia la destrucción. La derecha nunca hizo una revolución para el pueblo,
por el contrario, lo empobreció, esclavizo e hizo del País una colonia.
Vinieron a latino-americanizar la Argentina.
Nuestro País está viviendo
momentos trascendentales, donde el ser humano pasó a ser una parte secundaria o
descartable de la política que lleva adelante el Presidente Javier Milei. Su
ego es tan grande que solo le importa imponer su idea, sin importarle que para
ello destruya todos los derechos y hambreé a millones de argentinos, niños,
adultos y jubilados. El fin justifica los medios. Estamos ante un gobierno que
privilegia y beneficia a los bonistas extranjeros, al FMI y los sectores
económicos y financieros más poderosos de este País. Mientras le inflige un
cruel ajuste a los sectores más desprotegidos de nuestra sociedad: niños,
pobres, indigentes, enfermos terminales, discapacitados y jubilados. También
avanza sobre los trabajadores y las organizaciones sindicales y sociales:
médicos, profesores, maestros, empleados estatales, científicos, estudiantes,
etc. El presidente y sus acólitos, instalaron en la sociedad el relato falaz de
la imperiosa obligación del “déficit cero” como la única solución a todos los
problemas de la Argentina, mientras hunde en la miseria y el hambre a millones
de seres humanos. Por un lado reduce considerablemente el poder adquisitivo de
los salarios y jubilaciones, por otro otorga exenciones y beneficios a los
ricos y poderosos. Libera precios y controles a los empresarios y controla
salarios y jubilaciones. Convengamos que nada de esto puede ocurrir sin el
apoyo del poder económico concentrado, los medios de comunicación hegemónicos y
la justicia, además del respaldo político de un sector de la “oposición”
cómplice y complaciente, y de los traidores del campo nacional y popular, que
son los únicos beneficiados por estas políticas. Cuando los “mercados festejan”
porque suben las acciones y baja el riesgo País, el “pueblo” lo sufre. Hoy
somos una colonia del Mercado Financiero. Se le paga a los “Bonistas” y FMI con
nuestro sacrificio y no con los que contrajeron la deuda y la fugaron (Macri –
Caputo).
No solamente disfrutan de la
crueldad, además, se la celebra en forma oficial. Es una categoría superior
dentro de la barbarie.
Los trabajadores en particular,
también les acecha un oscuro panorama, una vez más la derecha desembozada – no
sólo en Argentina, sino en el mundo - ya nos dice sin tapujos que el “problema
del trabajo son los trabajadores”. Lo serio y grave de todo esto es que no es
una situación temporal o que se pueda revertir rápidamente, esto es una gran
operación que abarca a importantes sectores empresariales nacionales y
extranjeros, económicos, financieros, medios de comunicación, un sector
importante del poder judicial y políticos que los representan, con el claro
objetivo de imponer un rápido proceso de ajuste estructural y sinceramiento
neo-liberal-conservador, exponiéndolo como la única alternativa. Los ricos se
encuentran estructurando su revolución, de la cual excluyen a los sectores
medios, pobres e indigentes. La toma de la deuda con el FMI por parte de Macri,
no ha sido inocente, fue deliberada para aplicar el ajuste que pagara el 80% de
la población. Por lo tanto vuelven sobre viejas recetas – ya anunciadas – sólo
maquilladas de modernas. La reforma laboral y la flexibilización laboral, entre
otras cosas buscan la discusión por empresa debilitando a los trabajadores. Los
mismos argumentos de Martínez de Hoz, Menem, Macri y ahora Milei. Además ya
plantearon la vigencia de los convenios colectivos específicos que realicen en
asociación libre los trabajadores de una empresa, o grupo de empresas, primará
por sobre los convenios colectivos del sector. "Vamos a terminar con esa
locura de imponerle a la gente condiciones laborales que define un señor atrás
de un escritorio que no trabaja hace 30 años", lanzó Milei.
Sabemos que muchos jóvenes
trabajadores votaron a Javier G. Milei, por frustración o cansancio, hastiados
y alienados de políticos que no atendieron su problemática, aburridos de todo,
autoexpulsados, buscadores de su libertad. Desesperados y desesperanzados
buscaron una solución, tangible o intangible, para una existencia que se les
hacía mierda entre las manos, o de íntima explote todo. A esos jóvenes les digo:
que hay millones de desilusionado y cansado con la mayoría de los políticos y
su forma actual de hacer política, pero no son tan necios y obtusos como para
elegir para un cambio a un personaje que propone violencia y odio, destrucción
y crueldad, insultos y agravios, un verdadero proto-nazi. La política de Javier
Milei es símbolo de desprecio. Su contenido es el insulto y la agresividad; su
forma, la verborragia y el fanatismo. Y siempre niega y denigra al otro.
Queremos demasiado al país y a su pueblo como para hacerle tamaño daño e
infligirle tremendo castigo.
Dentro de la problemática social actual
de los adolescentes y jóvenes, esta la ludopatía. Esto se da porque se perdió
la confianza en progresar y prosperar con un trabajo o invertir en la
producción. Actualmente, la modalidad de
juego virtual impulsó un cambio del perfil del jugador hacia jóvenes de 15 a 35
años, muchos de ellos estudiantes secundarios o universitarios, que pasan
largas horas en plataformas online.
Seguramente aquellos compañeros
que lo votaron, no votaron lo que están padeciendo. Lo hicieron con la
esperanza de estar mejor y castigar a los que ellos suponen que son la “casta”.
Bueno, ya es hora que se den cuenta que la “casta” son ellos, los trabajadores,
además de los jubilados, los maestros, empresarios pymes y sigue la lista.
Ellos te pidieron tiempo y sacrificio para estar mejor, pero está visto que el
sacrificio será permanente y ese bienestar no llegara nunca. El tiempo que te
piden es para terminar la brutal trasferencia de recursos de los trabajadores a
los gobernantes y empresarios.
El fin, de toda la política
laboral del Gobierno es que la informalidad se extienda a todos los
trabajadores. Para ello se les hace necesario estigmatizar a los dirigentes
sindicales y terminar con los sindicatos. Hoy aquellos que están formalizados y
cuentan con un convenio colectivo que los regula, pasaran a ser informales.
Todos pasaran a ser como los empleados de las aplicaciones o monotributistas.
Los trabajadores de las plataformas
están en una situación de mucha vulnerabilidad, a merced de los términos y
condiciones de cada plataforma (patrón), los cuales, además, “cambian sin
previo aviso según la voluntad del empresario”. Para las empresas no hay
relación de dependencia, no cuentan con ningún tipo de seguro, no tienen la
cobertura de un seguro de salud, la protección en materia previsional, el
derecho a descanso, a un salario mínimo, indemnización, vacaciones pagas, obra
social, aportes Jubilatorios, ART, días por enfermedad, licencias por
nacimiento o embarazo, casamiento, aguinaldo, etc. Además, serán los propios
trabajadores los que tendrán que pagar el costo mensual del monotributo, es
decir que pagan sus propios aportes mientras la patronal se los ahorra. También
correrán con el costo de los materiales de trabajo, ropa de trabajo y de
material de seguridad, algo que debería estar provisto por la patronal. Todo
aquello que el Convenio de Colectivo de Trabajo hoy contempla se perderá. Toda
tu vida será precaria.
Mientras tanto, insistirán con la
mentira de que la informalidad será la nueva forma de crear más trabajo, irán
contra toda forma de agremiación para debilitar a los gremios y buscaran la
reducción de los costos laborales, que “para ellos” los costos laborales siguen
siendo los trabajadores. Como ya estamos viendo que van contra el sistema de
jubilación solidario, la salud y la educación pública. Además, los compañeros
trabajadores, deberán tener en cuenta que perderán su obra social o algunos no
podrán pagar la pre paga que otrora se cambiaron, por lo tanto, deberán
recurrir a los hospitales públicos, los cuales son desfinanciados y vaciados.
Para aquellos que tenemos unos
cuantos años, las políticas de que aplica Milei – Caputo – Sturzenegger, son
las mismas que aplicaron Videla – Martínez de Hoz, Menem – Cavallo, Macri –
Caputo – Sturzenegger. Devaluación, apertura de importaciones,
desindustrialización, cierre de pequeñas y medianas empresas, desocupación,
aumento de la productividad y reducción de costos, flexibilización de laboral,
o sea mano de obra barata. Todo esto da como resultado el deterioro de las
condiciones de trabajo: informalidad, precarización, desempleo crónico e
inseguridad. Además del aumento desmedido de los servicios esenciales,
transporte, alquileres, medicamentos y alimentos. Desfinanciar las empresas del
Estado o Nacionales para generar ineficiencia y poder privatizarlas con bajo costo,
desfinanciar el ANSES y PAMI para crear fondos privados, desfinanciar la salud
y la educación pública para favorecer a entidades privadas. Frente a la
imperiosa necesidad trabajar, de incrementar sus ingresos para sobrevivir o de
compensar la pérdida de trabajo, existirá un ejército de desocupados que se
volcaran a la calle en busca de trabajo, en las peores condiciones laborales y
por salarios miserables. A esto vinieron y esto es lo que están haciendo. Nada
nuevo, por más que te haya prometido cobrar en dólares.
Este Gobierno Libertario viene a
terminar con los derechos laborales y sociales, y borrar el poder sindical y
restablecer la “disciplina laboral”, tal como son los proyectos presentados en
el Congreso y el protocolo anti piquete. La huelga dejara de ser un derecho
para convertirse en un delito, como así también, en consonancia con la Ley
Bases, la Resolución 901/2024 da carta blanca a las fuerzas federales para
reprimir a los manifestantes que realicen “bloqueos” en las entradas o salidas
de lugares de trabajo. La persecución a quienes participen de las protestas y
una línea de teléfono para iniciar a la denuncia.
Ante tantos ataques a la clase
trabajadora y a los sectores más vulnerables de la sociedad, se hace necesario
que los dirigentes gremiales estén a la altura de la circunstancias, poniéndose
al frente de los reclamos y en defensa de los derechos adquiridos, deben
terminar los cabildeos y negociaciones con el gobierno en defensa de los
mezquinos intereses personales o sectoriales. Se cuida la quinta o se va por la
dignidad y los principios de la clase trabajadora en la disputa del poder. Hoy
las bases están sintiendo los efectos de las medidas del Gobierno, se
encuentran desorientados y esperando una conducción firme y segura que los
conduzca. Están esperando que sus dirigentes muestren rebeldía y se pongan a la
cabeza de esos reclamos, confronten y tengan un rol protagónico. “Cada vez que quieran tocar un derecho de
los trabajadores, estaremos en la calle”. Si no cumplen con las demandas
otros ocuparan su lugar.
Sabemos que algunas de las
críticas más difundidas en la opinión pública sobre el sindicalismo se vinculan
con cuestionar su representación, por la falta de renovación en sus liderazgos
y por el menor peso que tiene el trabajo formal en nuestra estructura
productiva actual. También, por un acumulado de prejuicios y la estigmatización
que algunos medios de comunicación y sectores políticos intentan reforzar. La
única forma de revertir estas críticas es salir a confrontar y defender los intereses
de los trabajadores y los jubilados. La CGT como en otros momentos históricos,
hay un sector minoritario, de peso, negociando con el gobierno. Si se
profundiza la postura del sector que promueve la negociación se va a una
ruptura. Cuando enfrente hay un proyecto enemigo en el gobierno no hay nada que
negociar, las migajas que te puedan dar terminan destruyéndote.
Se debe revalorizar al trabajador
como ser humano y no como simple herramienta de trabajo. Recuperar y defender
su identidad de clase.
La formación de cuadros
políticos-sindical es la llave para la consolidación gremial y salida a la
actual situación, es necesario estar preparado para poder rebatir el poderoso
relato oficial y resolver los inconvenientes que se presenten en la aplicación
de cada estrategia sobre las distintas políticas económicas y laborales.
Definir qué modelo de desarrollo se quiere para el País. Organización – Formación – Acción.
Los gremios deben acentuar su
participación en las fábricas junto a los trabajadores. Construir las políticas
y programas de acción, de abajo hacia arriba. Organizar asambleas, plenarios de
delegados y plan de lucha, la mayor participación de la base genera un mayor
compromiso en la acción, además de afianzar la representatividad y credibilidad
de los dirigentes. Interactuar con otros gremios hermanos de la zona, conformar
cuadros para debatir situaciones diarias, insertarse en el barrio junto a
organizaciones sociales para hacer frente a las necesidades en común. Hay que
aggiornarse en la participación en las redes, a los fines de no quedar atada a
una modalidad en la cual se esta perdiendo la posibilidad de ese contacto
directo entre los trabajadores y las entidades que los representan.
Es necesario concebir ideas
comunes, crear una plataforma sindical con las demandas y a partir de ellas
desarrollar políticas y tácticas conjuntas para captar y movilizar a los
trabajadores con reivindicaciones específicas. Se deben plantear consignas
puntualmente que afectan fuertemente a la vida concreta de los trabajadores.
Esa es la forma de llegarle a los que no están politizados o que tal vez
votaron a Milei, de interpelarlos directamente en lo que los afecta en su vida
cotidiana. Es necesario impedir que los trabajadores se dividan entre los
incluidos y los excluidos del modelo de ajuste, el sindicalismo debe cubrir las
demandas de todos los trabajadores, trabajadores desempleados, auto
gestionados, subempleados o precarios y jubilados, para ello es necesario
elaborar políticas puntuales para cada situación concreta, buscando mejorar los
salarios, las condiciones de trabajo y empleo. El sindicato no podrá superar la
actual situación si actúa en forma defensiva, sino ofensivamente.
Les envió un afectuoso abrazo y
les hago llegar mis más fervientes deseos de éxito en las deliberaciones y que
las resoluciones que se tomen en el seno de los Congresos sean la viva
expresión de las necesidades de los trabajadores papeleros, para que ellos la
sientan como propias a la hora defenderlas.
Con el afecto de siempre y el recuerdo
y compromiso permanente.
Daniel Fernández
Octubre del 2024
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