viernes, 23 de agosto de 2024
DESENSILLAR HASTA QUE ACLARE
miércoles, 14 de agosto de 2024
DÍA DE LA NIÑEZ
Celebremos el Día de la Niñez con
la certeza de que “Los únicos privilegiados son los niños”. Esta afirmación no fue retórica, fue realidad
en la Argentina de Perón y Evita, y que el "peronismo" reciente ha
abandonado.
Entre todos los que en este país
esperan aún la ayuda y el cariño que la vida les negó, el niño es el más digno
de recibirlos. Porque es el más sensible y el menos responsable de la
situación.
En estos días se conoció el
informe de Unicef en la campaña “El hambre no tiene final feliz”, alertó acerca
de las situaciones que atraviesan las infancias en el país donde 1,5 millón de
niños se saltea alguna comida durante el día porque sus padres y madres no
tienen dinero para comprar alimentos. En la Argentina, 7 de cada 10 niños,
niñas y adolescentes (NNyA) son pobres. En lo que va de 2024, el 70 por ciento
de los niños vive en situación de pobreza y el 30 bajo la pobreza extrema,
según sus datos. La UCA, ya había dicho que el 54,9 por ciento de la población
es pobre y el 20,3 indigente. Creo que abundar en más datos es doloroso y cruel
para aquellos que tienen algo de sensibilidad y empatía.
Convengamos que esto no es
reciente, sólo que este Gobierno satánico, cruel e inhumano agravo la situación
y de él no se puede esperar nada más que destrucción y dolor. Lo único para imitar de los gobiernos de Macri y Milei, es como
se ejerce el poder.
Mi crítica es para la dirigencia
“peronista” en general, de los más encumbrados a los más rasos. Me duele ver
el abandono que el “Justicialismo” ha
hecho de los valores humanistas, en la protección de la familia y en el valor
de la solidaridad. Si hubieran cumplido con los preceptos de Perón, Evita y
nuestra doctrina, no hubiéramos llegado a esta calamidad social y tener este
gobierno decadente y empobrecedor. Después de Perón y Evita, sólo los gobiernos
de Nestor Kirchner y Cristina Fernández tuvieron la misma vocación e inquietud.
MI HUMILDE MENSAJE: Me gustaría que “todos” nuestros dirigentes
desde el primero al último, reflexionen sobre la centralidad que la revolución
justicialista otorgó a la niñez. Que organicen una gran campaña para que no
haya un chico con hambre, desnutrido y triste. Que se abran fundaciones,
hogares, jardines, casas en cada barrio, pueblo, ciudad y provincia, para
albergar a todos esos niños, que viven en la calle, que deben acompañar a sus
padres a cartonear, desnutridos, descalzos, sin acceso a una buena educación y
atención de su salud, empobrecidos y humillados. Sitios que sirvan para educar,
jugar y ser felices, será algo que jamás olvidaran, como aquellos que jamás
olvidaron a Perón y Evita, y sobre todo a la Fundación Eva Perón. Ese amor y
contención, y sus obras, sirvió para mantener viva la fe y la esperanza en Perón
y el peronismo, en las noches más oscuras y terribles de nuestro País. Ya son
muchas las generaciones que el liberalismo y el poder empobrecedor nos han
arrebatado, no permitamos perder ni una más. Devolvámosle la alegría, la
esperanza y la fe a esta niñez. Quienes
abrazamos y creemos fervientemente en la Doctrina Justicialista sabemos que
tiene como centro la plenitud de la familia trabajadora y la calidad de vida de
los niños. Perón y Evitas dignificaron la vida de cada uno de los niños de esta
tierra, por favor – dirigentes de hoy - imiten su ejemplo. Reitero convencido
en lo que Perón y Evita decían que
“olvidar a los niños, es renunciar al porvenir”. El futuro del País y del
peronismo está en manos de esos niños, si los dirigentes de hoy no hacen algo rápido
y determinante, todo será una base libertaria individualista, violenta y cruel.
No dudo que “si toda” la dirigencia “nacional y popular”, es capaz de abandonar sus mezquinos e intereses sectoriales y convoca a una “revolución social”, clara y trasparente, en pos de rescatar a los niños del hambre y la miseria, y ofrecerles una oportunidad para que puedan vivir su infancia y niñez con felicidad, la militancia se encolumnara y pondrá toda su capacidad para aportar lo mejor que tiene.
Quisiera que hoy celebramos el
Día del Niño comprometiendo todo nuestro esfuerzo y voluntad en que no haya un
niño con hambre y triste, cualquiera sea su condición o el lugar de nuestro
país en el que vivan.
Daniel Fernández
Agosto 2024
Hay un niño en la calle (poema) - Armando Tejada Gómez:
https://www.youtube.com/watch?v=2uPBYXJGADo
“Los niños, que constituyen la
comunidad del porvenir, vale decir, la Patria del futuro, son los únicos
privilegiados, sus derechos deben ser protegidos, consolidados y desarrollados
por el gobierno, el Estado y las Organizaciones libres del pueblo” - General
Juan D. Perón
“Hay que cuidar a la niñez
argentina, para que la Patria del futuro sea una Nación de hombres sanos,
fuertes, optimistas y trabajadores. Para ello es necesario educarlos en un
clima de paz y de trabajo, con la protección permanente del amor a Dios, al
hogar y a la Patria” - Eva Perón
“Un pueblo que no cuida a sus
jóvenes y ancianos no tiene futuro” - Papa Francisco
Argentina de Perón como
portadores de la felicidad infantil por décadas ausente en el país. En palabras
de Evita que lamentablemente parecen describir nuestro presente: “Hay
provincias argentinas donde la mortalidad infantil llega a las cifras de 300
por mil. Verifiqué que había centenas de miles de niños nuestros que casi no
conocían ni la carne ni el pan, aunque habían nacido en un país exportador por
excelencia de esos elementos básicos alimenticios. Vi a millares y millares de
criaturas sin educación, sin higiene, sin calor familiar, viviendo en sórdidos
rancheríos, siendo pasto de todas las enfermedades y consumiendo en una
desesperación callada todo lo que en otros, más felices, son sueños de la
niñez. El porvenir de esos niños era tan incierto como el porvenir de los
parias. Y me dije a mí misma que aunque pareciera mentira, eso pasaba aquí,
entre nosotros, en un país lleno de riquezas, en un país de hombres que se
llenaban la boca con las palabras más sonoras, barajando los conceptos de
justicia, solidaridad, patriotismo, fraternidad y ayuda. Pero allí estaban los
necesitados, olvidados y encarnecidos, esperando inútilmente que los señores de
la política quisieran preocuparse por los que tenían que fundamentar el
porvenir de la Nación. Allí estaban los niños, que no figuraban en la
preocupación de nadie porque no podían votar, ni podían prestar sus nombres
inocentes para las sucesivas farsas electorales con que se pretendía demorar el
despertar de nuestro pueblo. Allí agonizaban, enfermos, los hijos de los mismos
que creaban la riqueza y que no tenían ante ellos otro futuro que el hospital,
la miseria y la desesperación o el delito”.
En la época de Perón la infancia
no se desperdiciaba”. La revolución peronista pasa por la alegría. Es hermosa y
alegre, como era Evita. No es una revolución de ceño fruncido. Es alegre, es
vital, como era yo cuando era joven. Donde veas gente triste, ancianos tristes,
niñez desguarnecida, donde veas sangre, por ahí no pasó el peronismo. Donde
veas al trabajador -sea del músculo o del intelecto- aterrado por su mañana,
ahí no pasó el peronismo. Aunque enarbolen la bandera del peronismo, ahí no hay
peronismo, porque uno es lo que hace y hace lo que es”. Fabio
martes, 6 de agosto de 2024
FRUSTRADO Y DESANIMADO
Desde los años 70, de una u otra
forma he sido un militante político raso, y hoy a mis 75 años de edad debo
reconocer que siento una profunda y sentida frustración y me ha invadido un
total desánimo y abatimiento. Pensar que hemos militado a pesar de gobiernos
dictatoriales y autoritarios como los de Ongania, Levingston y Lanusse.
Seguimos militando hasta la vuelta de Perón del exilio y hacerlo Presidente por
tercera vez. No renunciamos a la militancia a pesar de las Triple AAA y López
Rega. Seguimos a pesar de la profunda tristeza que nos causó la muerte de
nuestro conductor y guía. Continuamos militando a pesar de la más sangrienta y
genocida de las dictaduras que tuvimos que soportar como fue la de Videla,
Viola y Bignone. Ahí estuvimos tras la contundente e inesperada derrota ante
Alfonsín. Siempre tuvimos un norte, un faro que nos guiaba y en que
referenciarnos, una era nuestra profunda convicción ideológica y doctrinaria.
La otra, fue nuestro conductor, Juan Domingo Perón. Seguramente discutido por
algunos y odiado por otros, pero fue el único que interpreto el sentimiento y
las necesidades del Pueblo. A pesar de las persecuciones, proscripciones,
asesinatos, fusilamientos, bombardeos y muchas otras adversidades seguimos
militando, con fe y esperanza en nuestras fuerzas y en nuestra doctrina.
Pero hoy no encuentro en aquella
dirigencia con la que me identifique ideológicamente: Nacional y Popular,
(Peronista) la respuesta necesaria al doloroso momento que se está viviendo.
Noto que nuestra dirigencia juega al Don Pirulero y nadie se ocupa del “PUEBLO”,
del subsuelo de la Patria, como ese que se sublevo el 17 de octubre de 1945 y
hoy no tiene quien lo represente. Están ocupados en dirimir sus egos y sus
apetitos personales, viven alejados de la realidad. Ninguno habla con sus
palabras e interpreta sus necesidades y angustias, nadie está en el barro con
ellos. Por lo general se ocupan de temas que hoy no les interesan, porque se
deben ocupar todo su tiempo en intentar sobrevivir – tristemente-. Nuestra
dirigencia política, dispone de tiempo, ahora los indigentes, los pobres, los
jubilados, los trabajadores informales y formales, no existe ese tiempo. Se
siguen arruinando generaciones. No es solo la pobreza el problema, el problema
son los millones de marginados, aquellos que se cayeron o fueron expulsados por
el sistema. Cuando una persona pasa a ser un paria, un marginal, un lumpen, que
nota que su vida no le importa a nadie, que no saben que es el futuro, llega a
un punto que se da cuenta que su vida no vale nada, para esa persona mucho
menos va a valer la vida de los otros. Se ha creado un ejército de
insatisfechos y frustrados por los continuos fracasos y promesas incumplidas,
de los cuales nadie se ocupa.
Esa importante parte del pueblo
esta hastiados y alienados de una política, están aburridos de todo,
auto-expulsados, irritados, anarquistas sin banderas, buscadores de su
libertad. Desesperados y desesperanzados en busca de una solución, tangible o
intangible, tan sólo para sobrevivir como sea. Se cosecho, al final, la
desconfianza y la frustración.
Mi frustración y desencanto, es
porque veo que este gobierno está destruyendo todo lo que por años construimos,
mal o bien y no hay una respuesta a la medida, ni una dirigencia que este a la
altura para confrontar. Es un gobierno deshumanizado, violento, represivo y
autoritario. Esta expulsando a millones de personas a la pobreza y marginación,
festeja el aumento de la desocupación y el cierre de empresa, empobrece a
trabajadores y jubilados, avasalla los derechos de los ciudadanos, e impone un
fascismo democrático. Lo más doloroso es que están rematando el País en
beneficio de unos pocos y se sabía que lo iban hacer - Macri fue el alerta - y
si lo hacen, es porque nuestros dirigentes del gobierno anterior “Alberto” no
hicieron nada en defensa de los intereses nacionales. Solo nos quedaran ruinas
y no se vislumbra una salida. Este es el resultado del fracaso del gobierno de
Macri (para algunos) y sobre todo el de Alberto Fernández, acabaron con la
esperanza y la fe que se depositó en ellos y permitió la llegada de este
gobierno “Satanico”.
Seguramente muchos dirigentes
están esperando que se subleve el pueblo, hartos de pasarla mal y ellos subirse
a la ola, pero solo se lograra un nuevo “Que se vayan todos”. Para hacer otro
17 de octubre tiene que haber un Perón y una Evita, hoy no los hay. Un 2001,
ellos ya aprendieron la experiencia y están preparados.
Que se puede hacer no sé, solo sé
que la única dirigente relevante que tiene el campo popular y nacional, guste o
no, es Cristina Fernández de Kirchner. Los demás pueden tener aspiraciones,
pero ninguno ha demostrado estar a la altura de ella, en capacidad, conducción
y lucidez. Son dirigentes de cabotaje, que pueden tener buenas intenciones,
pero les falta mucho. No supieron y no saben escuchar la voz del pueblo, solo
escuchan su propia voz. No niego que las designaciones (dedo) que ha tenido
Cristina no me gustaron Scioli, Alberto y Massa. Tampoco concuerdo poner todos
adentro, no quiero a los Bossio, Pichetto, Randazzo y muchos otros panqueques
que andan pululando por ahí. Si tenemos que perder, perdamos con las nuestras.
Quizás algunos se puedan contemplar que estén en una alianza electoral, pero no
en un gobierno. Necesitamos volver a creer y a confiar, que nos devuelvan la paz,
la fe, la esperanza y la alegría, el trabajo y la dignidad.
Supongo que hoy es prioridad
conformar un frente nacional y popular, que organice la resistencia, con
propuestas e ideas claras que confronte abierta y decididamente con este
gobierno. Alguien que represente a todos los millones de trabajadores formales
e informales, a los jubilados, a los desclasados, a toda la Argentina profunda
y que deje en claro – para los inversores y demás - que va revertir todo los
que está rematando y destruyendo este Gobierno. Reafirmar nuestras convicciones
ideológicas, Justicia Social, Independencia Económica y Independencia Política.
Ir por una Democracia más directa y participativa, y una justicia
popular.
Daniel Fernández
Agosto 2024
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