La nueva conformación de la UIA plantea una fuerte disputa por la distribución de la riqueza y busca decisivamente influir políticamente. Su objetivo explícito es debilitar política y electoralmente la coalición de Gobierno.
Después de meses de desgaste
interno, Acevedo – considerado un tibio (dialoguista) por el sector más duro - decidió
dar un paso al costado y Techint (Paolo Rocca) impulsó como titular de la UIA a
Daniel Funes de Rioja, abogado y titular de la Coordinadora de Productores de
Alimentos (Copal), cámara que reúne a todas las grandes firmas fabricantes de
alimentos (quienes impulsan para arriba la inflación y más ganaron en pandemia).
El hecho de que pongan a un
abogado laboralista como Funes de Rioja de claro sesgo anti estado y obrero,
más conocido como un lobista de la flexibilización laboral y la apertura
económica, muestra a las claras de enfrentar al gobierno. Desde el retorno de
la democracia, en 1983, es la primera vez que un industrial no está al frente
de la UIA.
Mientras el Gobierno trata de tomar
medidas, con aciertos y desaciertos, para controlar la inflación (sin éxito) y pone
plata en el bolsillo de las clases más desprotegidas – en plena pandemia -, los
alimentos crecen el doble haciendo insignificante los aumentos de las
jubilaciones mínimas y no tan mínimas, de la AUH, tarjeta alimentar, etc. Es
objetivo del gobierno que los salarios le ganen a la inflación, pero esto es
desafiado por la acción de los productores de alimentos concentrados en pocas y
poderosas manos. El aumento constante de los precios de los alimentos genera
una fuerte pérdida del poder adquisitivo, principalmente de los que menos
tienen y los trabajadores formales e informales. Esta pérdida del poder adquisitivo
puede influir negativamente en las elecciones de medio término (2021), lo que debilitaría
aún más el poder del gobierno ante el poder económico, representado por un
sector de la UIA y la Sociedad Rural (El nuevo presidente de la Sociedad Rural está
alineado con el ex ministro de Agricultura de Mauricio Macri, Luis Miguel Etchevehere,
y de David Lacroze. Dirigentes de derecha que convocan a la rebelión contra el
Gobierno), todos ultra opositores al Gobierno. Las nuevas conducciones de la
Unión Industrial Argentina y de la Sociedad Rural Argentina no son solamente
cambio de nombres, sino que expresan la unificación del bloque opositor del
poder económico, político, mediático y judicial al gobierno nacional.
Esto es un modesto análisis o
descripción del escenario político. El gobierno, propenso al dialogo debe
cuidar que no le pase lo que a Juan Carlos Pugliese «les hablé con el corazón y
me contestaron con el bolsillo». De actuar con firmeza, además de fortalecer y ampliar
las alianzas con los actores sociales para hacerle frente a este “monstruo
grande y que pisa fuerte”. Se hace necesario crear y estimular nuevos sistemas
de producción y comercialización más cercanos a la gente para abaratar costos. Que
las organizaciones sindicales CGT, CTA o cualquier otra representación obrera,
asuman un papel trascendental en defensa de sus trabajadores y de los desclasados,
que vuelvan a jugar un papel central en la política del país. Que las Pymes,
pequeños y medianos productores regionales de todo el País puedan llegar
directa y fácilmente a los consumidores. Es unir a todos los pequeños y
medianos productores para hacer frente a los poderosos que solo le interesa
hacer un país con pocos privilegiados y muchos desamparados.
El Peronismo busco como sostén de
sus políticas la construcción de una alianza político-institucional basado en tres
hitos: el liderazgo estatal como pilar central, cobijó al pequeño/mediano
empresariado regional y a los trabajadores organizados (los sindicatos). Esta
alianza popular entre el Estado, la burguesía local y los trabajadores
organizados, desafió el poder de los dos actores centrales del gran capital: la
burguesía agro-exportadora (nucleada en la SRA) y la gran burguesía urbana
(burguesía industrial compuesta por empresas transnacionales y la capa superior
de las empresas de capital local, nucleada en la UIA). El Peronismo como un
movimiento cuyos tres sectores estructuraban al “campo popular” en base a los
trabajadores y al pequeño y mediano empresariado y confrontaban, aunque de
diversa manera y en distintos momentos, con las diferentes fracciones del gran
capital, constituyó una pieza central del proceso político-económico argentino
desde la segunda mitad del siglo veinte.
Junio 2021
Daniel Fernández
No hay comentarios:
Publicar un comentario