Durante las últimas elecciones a gobernador, en
distintas provincias donde ganó el oficialismo, se dio una particularidad, que
la oposición conducida por Macri, denuncia públicamente y por los medios,
fraude.
Considero que esta actitud asumida principalmente
por el PRO, responde a una maniobra para deslegitimar el posible triunfo del
FPV en las elecciones a presidente. En cada elección que perdieron dijeron, con
el apoyo de ciertos medios y periodistas opositores, que hubo fraude. En Salta
(voto electrónico - FPV), Santa Fe (boleta única - Socialismo) y Tucumán
(boleta sabana - FPV), en todos los casos dijeron FRAUDE. En la provincia de
Buenos Aires, insistieron con el robo de boletas, que nadie vio y las denuncias
se hicieron a los medios pero no en la justicia.
Las irregularidades que ocurrieron en Tucumán,
dicho por la justicia, no representan fraude, son irregularidades. Debemos
coincidir que no deben volver a ocurrir ni en Tucumán ni en cualquier otro
lugar, pero esas irregularidades tampoco llegan a cambiar las elecciones. En la
quema de urnas hubo una particularidad que casi nadie menciona, una es que en
cada uno de los distintos pueblos que ocurrió este hecho, gano por amplísimo margen
en las PASO el FPV y otra es que los detenidos por estos acontecimientos son de
la Alianza opositora. Queda claro que si ganas por tan amplio margen no te vas
a ocupar en quemar esas urnas, es evidente que fue la oposición. Ahora también
es para tener en cuenta, en las grandes ciudades de Tucumán ganó la oposición y
ahí no hubo fraude ni incidentes denunciados. Además está probado que en todas
las mesas hubo fiscales de la oposición que controlaron las votaciones y las
denuncias realizadas son mínimas y jamás pueden cambiar el escrutinio. Las
denuncias generalmente son mediáticas. Además la justicia reitero que no puede
haber fraude, este es otro punto, si la justica falla a favor de la oposición
es justicia y cuando falla en favor del oficialismo es mala. La doble vara con
que se valora todo.
El fin es crear un ambiente de desconfianza y así
de perder las elecciones presidenciales puede hacer lo mismo que se está
haciendo en Brasil, tratar de voltear al Gobierno recién electo. Estoy
convencido que aquí se está poniendo en juego la democracia y un hombre un
voto, las minorías quieren volver a gobernar y ante la imposibilidad de ganar
la voluntad popular, tratan de deslegitimizar las elecciones y así manejar a las masas desconformes que se
prestan a su juego, como está pasando en Tucumán, esto se puede replicar en
todo el País después de Octubre. La mesa con toda la oposición lo
demuestra, lamentable es la presencia de aquellos que se dicen
progresista, pero se subordinan lo que les manda el poder económico y le dan su
respaldo a su gerente: Macri.
En Tucumán, la maniobra de no reconocer el triunfo
o reconocer su derrota, persigue el objetivo de no darle legitimidad
al que ganó, fogoneado por algunos formadores de opinión pública, que
incluso están buscando sangre y si es posible un muerto, sólo basta con leer
algunas columnas de los diarios Clarín – La Nación.
Mientras ganan el sistema (voto tradicional) sirve
(en 2009 ganó De Narváez a Néstor
Kirchner- 2013 ganó Massa), cuando pierde no sirve. Tampoco hicieron
objeciones cuando se llamó a elecciones, todos aceptaron las reglas y
ahora las quieren cambiar y la cuestionan, pero no para mejorarlas sino para
crear ese ambiente de desconfianza. Desde que recuperamos la democracia y
antes también, no hubo fraude, ganó el que sacó más votos, nos guste o no. Pudo haber denuncias en algunas mesas o
urnas, pero no para modificar las elecciones, como es el caso de Tucumán.
Es incuestionable que se debe dar una modificación
en el sistema de elecciones, pero esto antes nadie lo reclamo hasta ahora y
todos la aceptaron. Lo que no se puede cuestionar es el sistema democrático de
elegir nuestros representantes que es el voto y lo que siempre han buscado las
minorías es el voto calificado y es ahí donde pierde la democracia.
El tema de irregularidades, trampa, fraude y
desconfianza ya está instalado y es el tema de discusión y no las políticas a desarrollar.
En una de las editoriales de Morales Solá tiene como titular “El peor final:
Violencia y Sangre” busca la profecía auto cumplida, dice “El problema de Manzur será, de todos modos, su
legitimidad. Formalmente la elección pudo ser legal, pero las trampas, el
fraude, la rebelión popular y la represión cuestionarán su legitimidad… El
escándalo de Tucumán, que no ha concluido todavía, podría ser un anticipo de
las elecciones nacionales de octubre. ¿O, acaso, no votará el mismo norte
argentino, con los mismos vicios que se vieron el domingo? ¿No votará también
el mismo conurbano bonaerense, donde el espectáculo preferido ahora por los
declinantes barones es el obsceno robo de boletas? Al final de sus años de
esplendor, el kirchnerismo se llevará hasta la única certeza política que había
entre los argentinos: que gobernaban los verdaderamente elegidos por una
mayoría social“. Creo que está claro que se busca?
También hubo una descarada campaña en las redes
sociales, donde el asesor de Cano
(candidato de la oposición) Nicolás Salvatore llamó a incendiar la casa de
Gobierno de Tucumán. Laura Alonso
diputada del PRO, publico en tweet pidiendo muertos en la plaza: “En Ucrania, estuvieron más de 100 noches en la plaza Maidan. Mataron e hirieron a muchos. La gente no se movió hasta que no logró su objetivo”. También se
publicaron en estas redes sociales fotos truchas de hechos violentos ocurridos
en otros países.
El tema es generar caos, tensión y conflictos,
tanto sociales como económicos, como para desgatar al oficialismo y crear un
clima de saturación, cansancio, bronca y decepción entre la gente, de ganar las
elecciones sea un gobierno débil y pueda ser manejado por el poder económico y
cumpla con todas sus demandas, que serán perjudiciales para los trabajadores e
incluso para aquellos que hoy están enojados y reniegan de este gobierno.
Está claro que no es cuestión de si la
elección fue legal o no, el tema es poner en duda las elecciones de octubre
y los que respetamos las elecciones no nos podemos quedar tranquilos, se
debe ganar la calle antes que lo hagan los anti democráticos, los que pretenden
que gobiernen las minorías. Esto no es un problema de Argentina, sino
de la zona, como antes eran los golpe militares, ahora son este tipo de golpes
“blandos”, caso Brasil, Ecuador, Chile, Bolivia, Venezuela y Uruguay están
teniendo distintos problemas y generando descredito de los gobernantes, el tema
es quebrar este bloque, separarlo para que sea dominado por las minorías. Lo
más positivo fue el último discurso de Lula, quien comprende la situación de
Brasil y nuestra zona y que propone luchar “Lula aseguró que Brasil vive una “lucha de clases” que
viene “de arriba abajo” y que responde a los “prejuicios” de la elite hacia los
pobres y que se ha traducido en el “odio” y en un proceso de “criminalización”
del Partido de los Trabajadores, formación de Lula y Rousseff.
Es cierto que se está teniendo y se tendrán problemas,
principalmente económicos, pero también hay que decir que la caída de los
precios de las materias primas (commodities) no es casualidad y a los que
más perjudica es a nuestros países. Como así también las crisis que se viene
dando desde 2008 y no se ha superado.
Sabe muy bien, el que me ha leído, que no confió en
Scioli, que veo en el futuro un panorama bastante complicado, pero hoy por hoy,
sospecho que Scioli es quien mal que mal puede respetar los derechos de los
trabajadores y de las clases más bajas. Los demás van por la quita de derechos,
devaluación o baja de salarios y ajuste, para sostener todo esto va hace falta
represión. Podría decir que es el mal menor. Macri es Menem modernizado.
No sé si yo estaré paranoico, pero veo detrás de
todo esto una confabulación y como que todos están en que es sólo una
discusión por unas elecciones un una provincia. Me parece bien que algunos
como en el Chaco que están tomando previsiones, pero no sé si es suficiente,
sigo pensando que hay que movilizar a la gente en "defensa de la
democracia, del voto y de la voluntad popular".
Héctor
Daniel Fernández
02
de Septiembre 2015