El primer satélite
argentino en el espacio
ARSAT 1
Es evidente, para que se pueda
logar esto, debe haber una decisión política para desarrollar este tipo de
investigaciones y desarrollos, pero sobre todo, para lograrlo, hay que tener
profesionales de excelencia. Más allá de la decisión del Gobierno y la
convicción del Ministerio de Ciencia a cargo de Lino Barañao, quiero
reivindicar a los CIENTIFICOS ARGENTINOS, no solo los que participaron y
lograron hacer realidad este proyecto, sino a otros muchos que están trabajando
en muchas otras áreas. Principalmente porque en algunos momentos se los
subestimó, sólo eran importantes o eran noticias aquellos que lograban éxitos o
participaban en algún equipo del campo científico en país desarrollado.
Recordemos que en Julio de 2011,
se puso en órbita del
SAC-D/Aquarius, el satélite nacional, por entonces, el más avanzado construido
por el país. El proyecto fue realizado a la par de la Nasa, lo cual demuestra
la capacidad de los científicos e ingenieros locales.
El ARSAT1, es un primer paso de
muchos otros que se darán, es la primera experiencia para otros proyectos más
complejos e importantes. Sólo esperemos que en el futuro nadie coarte este
desarrollo y en lugar de caminar firmes hacia un futuro promisorio, volvamos a
tener que postrarnos en la dependencia. Este desarrollo evitara el sometimiento
a las directivas de empresas privadas o países poderosos que te alquilan el
servicio e imponen condiciones y precios. Con
la puesta en el espacio del ARSAT 1, la Argentina mantuvo una posición orbital
a la que aspiraba el Reino Unido y evitará
el alquiler de satélites con un costo de 25 millones de dólares anuales.
Debemos recordar que en los
noventa Menem y Cavallo, en sus relaciones carnales y las presiones de EE.UU. e
Israel, accedieron a desmantelar el Proyecto Cóndor I y II, eliminaron todos
los planos y piezas construidas, además de firmar un acuerdo de no desarrollar
cohetes con combustibles sólidos, con los inconvenientes que ello conlleva. Esta
decisión produjo un retroceso de años en el desarrollo aeroespacial. Tampoco podemos olvidar que Cavallo mando a
lavar los platos a los científicos, quienes se educaron y formaron en nuestras
universidades públicas, se vieron obligados a bridar sus conocimientos al
exterior, cuando el País financió sus estudios. Ahora uno de los sucesores de
los años 90, Mauricio Macri, volvió a menoscabar a los científicos argentinos,
diciendo que estaban mandando un lavarropa al espacio, seguramente pensará que
es mejor “negocio” alquilar el servicio a una empresa privada, que desarrollar
estos satélites. Lamentablemente hay mucha mezquindad política, en lugar de ver
lo positivo se procura denostar al otro. Seguramente que pueden cuestionar la
inversión y lo que falta por hacer en el País, pero no se puede hacer un
análisis tan acotado, porque esto es desarrollo y futuros negocios para el
País, además de una demostración contundente de capacidad. No nos
menospreciemos como pueblo.
Ahora que todos los políticos
están de campaña, no olvidemos lo que dijo Menen: “Si decía lo que iba a hacer
no me votaba nadie”, así que debemos ser críticos de lo que nos dicen y
centrarnos en sus antecedentes y principalmente, que sectores económicos y
financieros los apoyan, porque muchas de sus declaraciones se guían por las
encuestas y no por lo que piensan realmente.