Por estos días, donde el Gobierno Nacional
está tratando de negociar con los “Fondos Buitres” por imposición de un Juez de
primera instancia de Estados Unidos que fallo en contra de un País soberano,
aparecen las mezquindades políticas de algunos sectores y medios de
comunicación que vienen llevando un enfrentamiento ideológico con el gobierno,
junto a otros que solo reparan en sostener sus intereses económicos, aunque sea
en perjuicio de la mayoría del pueblo, del cual ellos no se sienten parte.
Estos sectores de la política, empresariado,
economistas y los medios de comunicación se regocijan esperando un revés del
gobierno, para generarle desprestigio, lo que favorecería su estrategia de
instalar un candidato financiado y engordado publicitariamente que responda a
sus órdenes e intereses.
Está muy bueno escuchar y leer los comentarios
de economistas, empresarios, políticos y periodistas, y analizar sus posturas,
para saber que nos va a pasar en el futuro y principalmente aquellos que
quieren ser candidatos en el 2015. Están aquellos que sin más quieren que se
respete la voluntad del Juez Griessa y se pague a los “fondos buitres”, que se
pague algo, que se negocie para no caer en el default. Para mencionar algunos que sostienen esto:
Macri: “Aunque nos disguste hay que cumplir el fallo judicial”. Ernesto Sanz:
quien dijera que quería que fuera mal la economía para tener posibilidades en
las próximas elecciones, ahora dijo “Hay que cumplir con la sentencia de
Griesa”. Cobos: “La voluntad de pago del Gobierno Nacional tiene que
manifestarse en el cumplimiento de la sentencia” y en la misma sintonía se
encuentra Elisa Carrio, la mayoría habla pero no da alternativas, no se
comprometen y van variando su postura según los acontecimientos.
Para clarificar algo sobre el fallo de Griesa:
Del 7% que quedo sin reestructurar, que representa
U$S 7.000 millones a valores del 2001, una parte, por unos U$S1.330 millones
son los que concurrieron a la justicia de Nueva York ante el juzgado del Juez
Thomas Griesa a plantear la demanda para cobrar el 100%. El Juez les dio una
sentencia favorable, obviamente rechazada por Argentina, se elevó a una segunda
instancia, a una Cámara de Apelaciones, que dio el visto bueno a la decisión
del Juez y Argentina reclamó a la Corte Suprema de Justicia estadounidense que
se negó a tomar el caso. Esto da validez a los fallos de 1ª y 2ª instancia. De
ese modo la sentencia de Griesa dice páguense los U$S 1.330 millones más
intereses que suman U$S 1.500 millones. Recordemos que quedaban en cesación de
pago U$S 7.000 millones y litigaron por U$S 1.330 millones que se transformaron
en U$S 1.500 millones sumados los intereses, esos otros tenedores que no
entraron en el canje y que todavía no se presentaron en la justicia pueden
hacerlo y llegar a U$S 15.000 millones.
Ahora sería imposible
avanzar de una manera justa, equitativa y sustentable en una solución a los
reclamos de buitres, si no se brindan garantías para la preservación de la
reestructuración alcanzada con el 92,4 por ciento de los acreedores. Por eso,
en ausencia de un instrumento que provea seguridad al país de que no deberá
afrontar la carga financiera de que se gatille la cláusula RUFO, una medida
cautelar hasta fin de año sigue siendo necesaria y adecuada para que Argentina
pueda proceder hacia la resolución global del asunto sin afectar el pago de los
vencimientos de deuda reestructurada o como también se pidió, que los buitres
tomen un seguro ante la eventualidad que se aplique esta cláusula. Pero no lo
aceptaron porque no hay nadie que se arriesgue a otorgar un seguro que deberá
pagar seguramente.
En principio la Argentina no debería declarar
el default ni debería convalidar el default técnico, como algunos mencionan.
Los dólares fueron girados de las reservas del Banco Central y depositados en
el Bank of New York y si no les llegan a las cuentas de los bonistas del canje,
antes del 30 de julio, la historia mundial de las crisis financieras deberá
incorporar una nueva categoría: “default Griesa”. De última, quizás, sería lo menos
dañino un default Griesa transitorio (hasta Enero) que hacer lo que el Juez
Griesa pretende. Igualmente Argentina viene cumpliendo su deuda y expreso su
voluntad de pagar, sólo pidió garantías y hacerlas en condiciones equitativas,
justas y legales, es más, ya se anunció que el 30 de Julio pagará los 650
millones de dólares al Club de Paris.
También es rescatable aquellos que a pesar de
no estar a favor del Gobierno (Lavagna, Lousteau, Remes Lenicov, Moreau, entre
otros) sostienen que no se pude pagar en las condiciones impuestas por este
Juez de EE.UU., que se debe negociar pero que la prioridad la tiene el 92,4 %
de los bonistas que entraron al canje. Si estos fondos especulativos quieren
cobrar lo deben hacer en las mismas condiciones, dado que sino los demás
bonistas tendrían el derecho de reclamar el cobro del 100% de las acciones,
como lo dispuso el Juez Griesa. Hace unos días, ni más ni menos que el The New
York Times le dedico una durísima página al magistrado de 84 años, en la que se
puede leer “la audiencia de esta semana dejo totalmente en claro que no terminó
de entender las transacciones de bonos sobre las que decidió durante años”,
además el artículo del New York Times sentenció que lo que sucedió el martes en
dicha audiencia “no era teatro barato, pero difícilmente pudo inspirar
confianza en el sistema legal estadounidense”, como vemos en que manos quedo
nuestro futuro.
La decisión de Griesa, avalada por todas las
instancias judiciales de su país, puso al Estado argentino entre la espada y la
pared. Si se cumple, pagando a los Fondos Buitres, se cae la reestructuración
de la deuda con el 92,4 % de los bonistas que aceptaron el canje con quita en
el 2005 y 2010, el solo negociar cara a cara con los fondos buitres o llegar a
un acuerdo, haría caer la cláusula Rufo. RUFO es la sigla de Rights Upon Future
Offers. Se trata de una cláusula que se incluyó en los canjes
de deuda de 2005 y 2010 por la cual se prohíbe
pagarles más a los holdouts, por lo que se crea una igualdad de
condiciones para aquellos que entraron o no a los canjes. Esta cláusula se
debió poner para que entrara la mayor cantidad posible de bonistas, que de
hecho es lo que ocurrió. Por lo tanto, si se negocia con los fondos buitre
antes del 31 de diciembre, fecha en que vence esa cláusula, y se les ofrece un
monto mayor que a los bonistas reestructurados, estos últimos podrían demandar y exigir un pago igualitario, lo que haría que
podamos llegar a deber desde un piso de 120 mil millones de dólares a 500 mil millones
de dólares, cosa que hipotecaría el futuro de generaciones y una mochila muy
pesada que deberán cargar las próximas administraciones. Argentina siempre mencionó que se encuentra sometida a la
Ley Nacional, por lo que una eventual solución del conflicto legal con los
“fondos buitres” debe estar enmarcada en el sistema de leyes nacional. Esto es
fundamental de comprender porque muchos especialistas indican que si se les
paga a los “fondos buitres”, los funcionarios argentinos pueden ir presos: Lo
que el mercado no está tomando en cuenta es que si se activa la cláusula RUFO,
cualquier funcionario del gobierno que haya trabajado en este acuerdo,
enfrentarán años de juicios penales.
El ex diputado Mario Cafiero, pidió la “habilitación de
la feria judicial” para el dictado de una medida cautelar que “ordene al Poder
Ejecutivo Nacional abstenerse de cumplir las sentencias dictadas por tribunales
extranjeros” en relación con el pago a los denominados “fondos buitre”.
Lo hizo en el marco de una acción de amparo apuntada a
“declarar la nulidad absoluta e insanable, por manifiesta inconstitucionalidad,
de la prórroga de jurisdicción a tribunales extranjeros en materia de deuda
pública del Estado Nacional”, que posibilitan la intervención del juez
estadounidense Thomas Griesa. La Jueza desecho habilitar la feria para tratar
este tema.
Por todo esto, el regodeo de algunos políticos y
periodistas con el revés judicial es tan estúpido como sorprendente.
Más allá de los errores cometidos por el gobierno
durante el proceso judicial, la resolución de los tribunales de Nueva York
revela hasta qué punto el capital especulativo se impone a la política dentro
de los Estados Unidos y se permite avasallar los derechos soberanos en el resto
del mundo. Quedando demostrado que la Justicia del País más poderos del mundo,
es independiente del poder político, pero no del poder financiero.
Desde el fallo del juez Griesa a favor de los
fondos buitres la posición argentina reunió un amplio universo de respaldos,
expresados en el ámbito judicial como en el terreno de la política
internacional (FMI, BM, OEA, G77 más China, UNASUR, CEPAL, administración
Obama, diarios (The New York Times y Financial Times) y columnistas de
extranjeros (Martin Wolf). Podemos decir, que estos contundentes y variados
apoyos que recibió la Argentina, no todos son por simpatía al rumbo económico
del país, o su ortodoxia en materia comercial y financiera, sino por prevención
del accionar de los fondos buitres. El interés del mundo financiero y de
Estados Unidos en respaldar la posición argentina se encuentra en garantizar
futuras reestructuraciones de deuda soberana, en especial la de Grecia y las
probables de otros países periféricos europeos. Esto también habla de que no estamos tan
aislados del mundo como algunos quieren hacernos creer, y por otro, el poder que
tienen estos capitales financieros sobre la política. Otro punto para aclarar,
es que Argentina hace años que no es “cliente” del circuito financiero, por lo
tanto algunos la quieren castigar y pretenden hacernos volver a su dependencia.
Estos fondos buitres no son inversores, sino
especuladores, no han invertido ni un peso en el País, en el 2001-2002, en el
contexto de crisis que vivía en País y el default declarado por el gobierno de
ese momento (Rodriguez Saa), estos buitres compraron los bonos de deuda de los
años 90 por debajo del precio nominal y esperaron el momento preciso para
actuar. La apertura del canje durante los años 2004-2005 les dio esta
oportunidad, llevando a la Argentina ante los tribunales internacionales. Luego, en
1993, el ex ministro de Economía, Domingo Cavallo redactó fraudulentamente un
artículo de la ley Complementaria Permanente de Presupuesto Nº 11.672 para
permitir la prórroga a tribunales extranjeros. Toda la deuda externa que se
emitió desde 1993 se hizo invocando ese artículo fraudulento. En ningún momento les intereso entrar en los canjes, ni negociar,
porque su negocio es el juicio y cobrar el 100% de la deuda, por la que pagaron
migajas. Estos fondos que cuentan con apenas un poco más del 7% de los bonos,
llevan gastados más de 3 millones de dólares en su campaña de deterioro contra
la Argentina e intentado una importante cantidad de acciones legales y pedidos
de incautaciones y embargos a capitales del nacionales.
Entre los fondos más famosos figuran NML
Capital, controlado por Paul Singer, fundador de la American Task Force
Argentina, una entidad que hace poco estuvo reunido con algunos “lobbystas”
argentinos. Otro es EM Ltd. Cuyo propietario es Kenneth Dart. Estos grupos en
2010 pretendieron la incautación de las reservas del Banco Central, lo que
provocó la salida de Martin Redrado del Banco Central.
Los buitres, no sólo atacan a una presa
suculenta como la Argentina, con muchos y variados recursos naturales para
exprimir, sino que también han estado atacando países pobres de África. Las
victimas de sus estrategias judiciales fueron la República Democrática del
Congo, el Congo Braseville, Liberia, Zambia, entre otras, compraron deuda
pública de esos países a precio muy bajos esperando que organismos
internacionales de ayuda para combatir la pobreza o potencias económicas
cancelaran la deuda o concedieran financiamiento para el desarrollo para exigir
el cobro de esos bonos ante la Justicia. Así, dinero de países muy pobres
terminaron en las cuentas de fondos buitres.
Está claro que están los buitres extranjeros,
pero no me cabe ninguna duda que hay nacionales (políticos ambiciosos, financistas,
economistas y empresarios inescrupulosos y operadores mediáticos), que no son
otros que los que están haciendo lobby junto con el Grupo de Tareas
Estadounidenses para la Argentina, “Grupo de Tareas” como había en la época
nefasta de los militares (1976 – 1983). Esos que no tienen nacionalidad y sólo
les interesa sus intereses corporativos y sueñan con la caída del Gobierno y la
vuelta a la aplicación de políticas neo liberales, que sirvan a las grandes corporaciones,
a los señores feudales de la Sociedad Rural, entregar nuevamente de las
empresas del estado (YPF) y los recursos naturales, la aplicación de la
flexibilización laboral, la no intervención del Estado y la regulación de la
economía por medio del mercado, en síntesis la entrega de lo que podría ser la
independencia económica, la soberanía política y justicia social. Se vio cuando
este “grupo de tareas” publico las solicitadas, salieron editoriales,
columnistas, economistas y políticos justificando sus dichos por un lado y los
medios permitiendo que se publicaran, porque no pasaba por una cuestión de
libertad de prensa, sino porque sirve a sus intereses. Son los mismos que hundieron
a Alfonsin, cuando Dr. Pugliese dijo en uno de los momentos más crítico del
País “Les hable con el corazón y me contestaron con el bolsillo”.
Ante esta amenaza, los buitres locales, buscan
usando los medios de comunicación dominates, instalar el derrotismo entre la
población, presagiando una catástrofe y buscando crear conciencia de que no hay
más remedio que aceptar las condiciones impuestas, renunciar a nuestra
aspiración de independencia económica y volver a los mercados financieros para aliviar
las actuales presiones cambiarias, aceptando lo que exigen los buitres.
Conozcamos algunos Buitres Locales: un artículo de
Adrián Murano y Andrea Recúpero apunta “El becario de derecho Tomás Pérez Alati,
se puso al frente de la protesta organizada contra la Presidenta en Harvard.
Incluso añadió –en tono de denuncia y apuntando al llamado cepo cambiario– que
“se mantiene con su tarjeta de crédito porque no lo dejaron comprar dólares”.
El becario es hijo de José Pérez Alati, socio de José Alfredo Martínez de Hoz
Jr. y Mariano Grondona (h.) en el estudio que representó a empresas argentinas
que litigan contra la Argentina en el CIADI. Las conexiones rozan a varios
estudios jurídicos locales que representaron a tenedores de bonos. Entre ellos
Liendo & Asociados, que intervino en las negociaciones para la creación del
Mercobank a fines de los ’90 presidido por el cavallista Horacio Tomás Liendo
(h). Su padre, el general Horacio Tomás Liendo, fue ministro del Interior y de
Trabajo durante la dictadura y quien le abrió las puertas de la función pública
al ex ministro de Economía Domingo Cavallo.
La otra consultora con amplio poder de lobby es el
Estudio Jurídico Zang, Bergel y Viñes, integrado por Saúl Zang, Salvador
Bergel, Ernesto Viñes y Juan Quintana. Como asesores externos o desde los
directorios de distintas empresas, estos abogados ponen a disposición de sus
clientes una sofisticada ingeniería jurídica con poder de lobby para garantizar
éxito en la resolución de conflictos. El estudio Zang, Bergel y Viñes intervino
en el pasado en las privatizaciones de la Caja de Ahorro y Seguro, de Aguas de
Córdoba y de YPF. Poco después, el titular del estudio, Ernesto Viñes, fue
nombrado director de YPF cuando se vencieron las acciones clase C que
pertenecían a los ex trabajadores de la petrolera estatal, sin reconocerles
ningún pago. El 21 de julio de 2007, Griesa trabó un embargo en Nueva York
sobre unos 86 millones de dólares del Gobierno pertenecientes a un fondo
fiduciario integrado con acciones que el Estado mantenía en el Banco
Hipotecario. Un fiduciario que era resabio del menemismo. Entonces, fuentes
ligadas al caso, citadas por el diario La Nación de ese día, informaron que “el
asesor legal de ese grupo (al que se lo asociaba con un gran fondo buitre) es el
abogado Martín Paolantonio, ex socio del Estudio Zang, Bergel & Viñes y
especialista en obligaciones negociables del país”.
Otro que estuvo involucrado con los fondos buitres
es Mariano Mera Figueroa, abogado, hijo del ex Ministro del Interior de Carlos Menem,
todo va cerrando.
La deuda que hoy se está pagando y la que está en
litigio, no la contrajo este gobierno, por el contrario, la reestructuro y la
comenzó a pagar. Se pude cuestionar que se metió toda en un bolso, legítima e
ilegítima y se paga, no sé si le quedaba otra por hacer en ese momento, como
también se vio obligado a aceptar la cláusula Rufo, en su condición de
debilidad.
Ahora el problema que cuando se contrajo la deuda
original, se cedió la soberanía jurídica que implica aceptar que las querellas
con los acreedores se diriman en New York y no en los tribunales locales. Hay
que tener en cuenta que la que se está
litigando hoy en New York no es la reestructurada, dado que al no entrar en el
canje los buitres, les corresponde esos tribunales.
Bajo las administraciones de Ronald Reagan primero
y George Bush (padre) después, se diseñó el “Plan Brady”. Lo que permitió que
los títulos emitidos por los países se podían cotizar en las principales plazas
financieras y cualquier fondo de inversión podría adquirirlo. Uno de los
cambios operados bajo este contexto fue el de que al ser los bonos emitidos
bajo legislación extranjera, cualquier litigio se desarrollaría bajo las normas
que imperaran en dicho lugar, o sea que cedían soberanía. Pero a pesar de esto
Brasil nunca cedió su soberanía jurídica, aquí se pudo hacer por Cavallo, como
decimos más arriba.
Sigo sosteniendo, más allá de los errores que pudo
cometer este gobierno, este problema no es una cuestión de estar a favor o en
contra de este gobierno, ni desear un desenlace negativo para posesionarse
mejor políticamente o verse favorecido económicamente, este un problema de
soberanía y que todos debemos defenderla. Hay muchos que hoy opinan y dicen que
hacer con cierta liviandad, cuando estuvieron en uno u otro lado de la mesa de
negociaciones de la deuda desde mediados de la década del setenta hasta el
colapso de 2001 y algunos de ellos proponían pagar para levantar el embargo de
la Fragata Libertad, cosa que hubiera traído serias consecuencias.
Aquí hay una cuestión clara, hay que saber dónde
pararse ante este conflicto, más allá de estar de acuerdo con el gobierno o no,
se está con los “buitres o en contra”, no hay grises, es lo mismo que Semana
Santa de 1987, más allá que estuvieras con Alfonsín o no, o estabas con la
“democracia o con los militares”, y gracias a Dios y a pesar de algunos
errores, el pueblo mayoritariamente eligió la democracia y desde entonces la
misma se afianzó, con defectos y virtudes, por ahora es el mejor sistema que
tenemos.
Se positivamente que al hombre de a pie, el que
sale todos los días a trabajar a una fábrica, al que le cuesta llegar a fin de
mes, al que en este momento difícil le preocupa conservar su trabajo, al que ve
que la inflación le está comiendo su sueldo, no le interesa mucho esta
cuestión, pero hay que pensar y evaluar muy bien que opinión concreta nos dan los
políticos, sus asesores y economistas, y sobre todo que postura toman los
medios de comunicación y a quien apoyan. Tengamos en cuenta que opinan para
saber que nos puede pasar después del 2015.
Particularmente pienso que se va a derechizar el
rumbo y los que van a pagar el mayor costo- como siempre - son los trabajadores,
porque las grandes corporaciones, los que fugaron millonarias sumas de dinero
al exterior, los feudales SRA, las corporaciones mediáticas, a ellos nunca les
toca ninguna crisis, pueden ganar más o menos, pero están más allá de cualquier
crisis.
Seguramente, de no llegarse ahora a un acuerdo con
los fondos buitres, nos plantearan que
se avecina el caos, caeremos al precipicio, nos meterán miedo y comenzaran con
acciones especulativas contra el dólar y los precios. Seguramente no será
sencillo salir, se puede encarecer los créditos que pida la Argentina al
exterior, pero hace años que Argentina no está en el mercado de capitales, las consultoras al servicio de los capitales
especulativos aumentaran el riesgo país, pero tampoco afecta a la gente común.
A nosotros nos afecta la inflación, el poder adquisitivo del salario y el tener
trabajo digno y bien remunerado. Muchos y buenos especialistas, no
influenciados por intereses especulativos, advierten que puede haber problemas,
pero nunca como el 2001, porque el País no está en las mismas condiciones de
debilidad, las deudas contraídas se pueden pagar sin pedir préstamos al
exterior y los bancos están solidos.
Por lo tanto, hay que ser crítico de todo lo que
escuchemos y leamos, razonemos que intereses tienen cada uno y quienes tienen
detrás, quienes lo apoyan, lo asesoran y cuantas páginas y minutos le dan en
los diarios y televisión.
Héctor D. Fernández
Julio 2014