miércoles, 7 de noviembre de 2012

8N

Una nueva y masiva protesta de ciudadanos se concretara el día 8 de noviembre, los reclamos son diversos e incluso algunos son contradictorios entre sí, pero todos están unidos por un solo motivo, su oposición al gobierno. No importa cómo piensan, el asunto es sumar y protestar. Parecería ser que la consigna es: el enemigo de mi enemigo es mi amigo.
Por ello convocan y motorizan a la marcha Carrio, Pinedo, Macri, Patricia Bulrrich, Barrionuevo, Momo Venegas, Moyano, De Narváez, Bergman, De la Sota, Pando, Sociedad Rural, Amadeo, Radicales del Pro entre otros y los poderosos medios de comunicación enfrentados al Gobierno Clarín, TN, Perfil, La Nación, el Cronista Comercial, entre muchos otros, además de las redes sociales, fundaciones y ONG ligadas a ciertos partidos políticos de la oposición, principalmente de derecha. Como se puede apreciar, en un momento unos estaban en contra de otros y se descalificaban brutalmente, ahora están todos juntos, esto es falta de coherencia ideológica, esto es tan sólo oportunismo.
Está por demás demostrado que esto ya no es espontaneo, anónimo ni apolítico, está perfectamente organizado y tiene objetivos precisos, aquello que los políticos no supieron construir dentro de sus espacios partidistas, buscan sumarse a esta movilización para usarla como oposición a las políticas del Gobierno, tras una fachada que dice ser independiente. Seguramente habrá mucha gente que vaya por propia convicción y sola, pero sin duda estará siendo utilizada – una vez más - para provecho de algunos sectores políticos y gremiales que movilizan su gente. Vea quienes están detrás de este movimiento (www.documentosmilitantes.blogspot.com.ar).
Creo que es bueno que la gente se manifieste, que se interese en la política, reafirmando que la democracia existe, no importa que haya un conglomerado de consigas disimiles y algunas no puedan cohabitar entre sí, hay absoluta libertad para expresarse, lo que no debería coexistir son las expresiones destituyentes y anti democráticas, con los reclamos legítimos.
Por supuesto que yo no concurriría a estas marchas, porque estoy ideológicamente en las antípodas del pensamiento de quienes lo promueven y de lo que la mayoría de los manifestantes pretenden. No sólo no comparto las posturas ideológicas con la mayoría de los que convocan, sino que es evidente que entre ellos no coinciden más allá del oportunismo del momento y el odio al Gobierno. Creo ser coherente, por ello no creo en que el enemigo de mi enemigo es mi amigo, a cada uno lo evaluó por separado, si no comparto nada con una persona en lo ideológico, en lo ético y la conducta, jamás podré estar a su lado. También estoy convencido que todos los que se movilizan no han votado a este Gobierno, es más son anti, cosa por la cual jamás cambiaran su forma de pensar o tener una mirada objetiva.
Rechazo las políticas neoliberales, que han producido desocupación, destrucción de la empresa nacional y cierre de empresas, vaciamiento del Estado, extranjerización y flexibilización laboral. Estoy en contra de la apertura indiscriminada de las importaciones y el innecesario endeudamiento externo. No creo en la teoría del derrame ni considero que el mercado pueda regular nada, solo profundiza las desigualdades. No quiero la tutela de los entes internacionales de financiación como el FMI o BM, que no previeron lo ocurrido en nuestro País en el 2001 o con lo que está ocurriendo en Europa. No creo en las relaciones carnales con EE.UU, rechazo el ALCA y los tratados de libre comercio, si creo en una alianza con Brasil y todos los Países de América del Sur. Creo en la intervención del Estado en la distribución de las riquezas, en el manejo de los recursos naturales y de los servicios esenciales para la población.
Considero aceptable que se hagan este tipo de manifestaciones – si sienten afectados sus intereses personales – pero también sirve para saber dónde está cada uno parado ideológicamente, que piensa y que tipo de País quieren. Lo que no comparto es el odio expresado en muchos de los manifestantes, el pedido de quiebre institucional, en el deseo fervoroso de la muerte de la presidenta, de los insultos y agravios expresados públicamente y a boca de jarro por los manifestantes. Eso no es democracia, sospecho que algunos viven añorando la época de los militares y retrotraer el país a décadas atrás. Yo no descalifico estas manifestaciones ni las minimizo, solo que me planto distante ideológicamente, aunque estos planteos no es una postura ideológica sino son intereses personales afectados. Esta manifestación es tan válida como los que reclaman por trabajo, vivienda o alguna otra cuestión social o laboral, pero esos son piquetes que no nos permite ejercer el derecho de transitar libremente con nuestros autos. Ahora seguramente quienes se concentraran consideraran que su reclamo es justo, aunque corten las calles y perjudiquen a otros en sus derechos como los piquetes. Hay ciudadanos con más derechos que otros?
Ciertos sectores reeditan el odio que se le tenía a Perón y Evita, aquellos gritos y pintadas diciendo “viva el cáncer” a la muerte de Evita, los comandos civiles poniendo bombas y los bombardeos a la Plaza de Mayo, los fusilamientos de José León Suárez, las proscripciones y persecuciones.
Se reclama mayor institucionalización y prácticas democráticas, pero por otro lado desean que este Gobierno termine como el de la Rúa o Alfonsín y se le desea la muerte a la presidenta como un método rápido de liberarse de ella. Detrás de este movimiento hay mucho deseo disimulado para que termine como con el gobierno de la Rua, con la excepción que este Gobierno sigue teniendo un amplio apoyo popular, aunque sea de sectores que son menospreciado y discriminado por estos manifestantes.
Por otro lado se reclama por un País serio, cuando estoy convencido que nadie quiere un País serio. Todos y cada uno trata de que la ley se aplique al otro y no a ellos. Cada uno que puede encontrar un atajo para no pagar algún impuesto o transgredir alguna ley, lo hace. Podemos observar que muchos propietarios de casas en Country no pagan los impuestos o directamente los hacen figurar como baldíos, propietarios de autos de alta gama que los registran en pueblos del interior para pagar menos impuestos y seguro. El transito es una muestra de nuestro comportamiento, agresividad, violencia, atropello, violación a las leyes, cada uno hace lo que le parece y encima quiere tener razón. Este es nuestro comportamiento, sin una autocrítica sincera.
Uno de los reclamos es la corrupción, la cual hubo desde siempre, no podemos olvidar el más reciente de la Banelco. Los políticos son el espejo de nuestra sociedad, como el País es un espejo de los partidos políticos. Si pretendemos mejores políticos o mejores partidos, deberíamos ir pensado también, en cambiar nosotros. Es muy sencillo echarles la culpa a los demás sin asumir nuestras propias responsabilidades. Para que exista corrupción deben existir dos.
Otro de los reclamos, con mayor fundamento, es la inseguridad, pero considero que para que haya más seguridad es necesario una mayor y mejor distribución de la riqueza, ahora cuantos están dispuestos de ceder parte de sus ganancias para que otros vivan mejor y tengan mayor igualdad de oportunidades. Cuántos están dispuestos a reinvertir sus ganancias en la creación de trabajo digno, para miles de ciudadanos que han perdido la cultura del trabajo por las políticas neoliberales. Muchos de los que marcharan se quejan de la presión fiscal, pero olvidan que en aquellos países que se consideran desarrollados y lo tienen de ejemplo, el pago de los impuestos es prioritario, basta con recordar que Al Capone fue preso por no pagar los impuestos y no por mafioso.
Considero por las expresiones y el tipo de reclamo de los manifestantes que se necesitaría un País a la medida de cada uno, ya que se privilegia el individualismo a lo colectivo.
Procuro ser crítico de todo lo que escucho y leo, de un lado y del otro, cosa que no ocurre con la mayoría. Se quedan enfrascados en sus pensamientos y absorben sin filtro todo lo que los medios les dicen, sin buscar la contrapartida y sin reflexionar que cada uno está defendiendo intereses particulares. Hay que convencerse que no existe la prensa independiente, que muchos reclaman la libertad de prensa pero en realidad lo que quieren es la libertad de empresa. La mayoría de los periodistas responden a intereses económicos, políticos o corporativos, por lo tanto sus opiniones no son independientes. Está bien que cada uno de su opinión dentro de su concepción ideológica, pero que no engañen a la gente diciendo que son independientes. Nadie opina en contra del que le paga. Ls medios de comunicación sólo representan la realidad que les interesa a las corporaciones. 
Se le reclama al Gobierno gobernar con consenso. El consenso se lleva adelante cuando no contradice tus principios ideológicos y programáticos por los cuales fuiste elegido por la mayoría. En un País presidencialista por excelencia, donde las mayorías gobiernan, el consenso es relativo, no se puede consensuar con quien está en las antípodas ideológicamente. Macri – con el cual no comparto nada ideológicamente - fue votado por su forma de pensar y actuar, por lo tanto cumple con ese mandato y ha vetado 107 leyes consensuadas en la legislatura de la Ciudad porque contradice su pensamiento. Y está bien, si van en contra de su política y para lo que fue votado, ejerce su derecho. Entonces no reclamemos consenso, cada uno gobierna con los principios por el que ha sido elegido. El consenso existe cuando un gobierno está debilitado o no cuenta con la suficiente mayoría para aplicar sus políticas.
En este recorrido de conceptos e ideas, se desprende mi postura, pero puedo decir que no soy oficialista ni opositor de este Gobierno, trato de ser coherente con mis pensamientos que traigo desde muy joven y puedo decir que dentro de mi construcción ideológica y formación política, hay muchas cosas que este Gobierno ha hecho que estoy de acuerdo, quizás se podrían haber ejecutar distintas, se podría mejorar, pero se hicieron y habrá que insistir para que se perfeccionen. También hay cosas que faltan y en las que han fallado (transporte, energía, mejor distribución riqueza), pero de haberse ejecutado políticas, que creo en mi modesto entender, más profundas, seguramente esas medidas irritaría mucho más a los que se convocaran para protestar. También para ejecutar ciertas políticas hay que evaluar la composición de fuerzas, los momentos políticos y la situación internacional en general. (En mi blog: http://lzrsocialypopular.blogspot.com.ar/ pueden constatar mi postura ideológica).
Estoy convencido que con aciertos y fallas, este Gobierno ha hecho mucho más que lo hubiera hecho cualquiera de sus opositores, es más, de haber conseguido la presidencia alguno de los candidatos que fueron o los que hoy se postulan, con la crisis mundial que se desato en el mundo, estaríamos reviviendo un nuevo 2001. Es una realidad evidente que la oposición no tiene agenda ni programas propios, no plantean políticas alternativas de gobierno en cada área, sólo se limitan a actuar en reacción de las cosas que hace o dice el Gobierno.
En estos meses seguramente ocurrirán una serie de hechos desafortunados, que procuraran cambiar el humor de la sociedad. Ya algunos hechos ocurridos estos días son sospechosos, los paros sorpresivos, como el del CEAMSE, acumulándose toneladas de basura en las calle, el paro de los delegados del Sarmiento sin motivos valederos y ahora el anuncio de la falta de agua. Quizás esto sea ver bajo el agua, pero al menos sospechoso.
 
Héctor Daniel Fernández
7 de noviembre de 2012

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