viernes, 19 de agosto de 2011

“Ni blindados ni condenados” de Ricardo Delgado

Referente a la crisis que se esta viviendo en Europa y EE.UU y los efectos que nos pude traer (que escribí en el anterior artículo), copio un artículo publicado en Clarín, si en Clarín, de Ricardo Delgado. A mi pobre entender de la economía, bastante equilibrado. Esta lejos de los agoreros que están deseosos de que todo se derrumbe, tan solo para justificar su posición y el encono con este proceso, o de aquellos que creen que todo estará bien, que nada nos afectara, de que estamos blindados.
Seguramente la recesión y el desempleo que hay y se profundizara en los países afectados por la crisis, repercutira y desacelerara nuestro crecimiento y el consumo. También no será extraño que cierta fracción de la sociedad argentina, crónicamente insatisfecha y demandante, comenzará a emplazar al estado y hacer escuchar sus reclamos (en los medios opositores), desconociendo lo que está pasando afuera.
La clave sigue siendo el trabajo, el sostenimiento del nivel de empleo y la inversión en obras públicas. Hay una realidad indiscutida, lo peor de la crisis (ver en el blog: Deuda y Crisis, Europa y EE.UU) es la falta de trabajo.
Debemos, en momentos difíciles, aprender a ser un poco más pobres, porque si miramos los resultados de las medidas alternativas radicalmente diferentes que se están aplicando en otros países, es mejor ser pobre que miserable.
La crisis existe y es de necios no reconocerla, vemos como países impensados se derrumban económicamente. En nuestro País, no es cuestión de pensar que de la noche a la mañana todo se va a solucionar, va a costar, pero debemos entender que el camino recorrido es el correcto, porque en el horizonte esta la justicia social como objetivo y la voluntad de poner la economía al servicio del pueblo. Es indudable que este proceso ha sido y seguirá siendo atacado por aquellos sectores económicos afectados y contrarios a estos ideales profundamente peronistas. Tampoco debemos sorprendernos por la multiplicación de esas voces que han venido prediciendo hace años un derrumbe catastrófico y lo seguirán haciendo, porque sus intereses o de los que representan se ven afectados y no dudan en desear, fomentar o colaborar en el fracaso de esta política, para el beneficio personal en perjuicio de las mayorías o simplemente desean el fracaso para satisfacer su ego, porque no los mueve el interés de una construcción colectiva solidaria, sino la simple destrucción. Son enemigos declarados de los popular y nacional, por ende de su mayor exponente, el peronismo.


Copio:
“Ni blindados ni condenados"


Una mirada simplista – la que cree que el crecimiento de los 2000 es apenas cuestión de soja y suerte – aventuraría, ante la tormenta financiera que preanuncia una probable nueva crisis en el mundo desarrollado, que la economía argentina avanza hacia una condena inexorable de estancamiento y desempleo. Del lado de los que creen, en cambio, que estamos “blindados” a los coletazos de la contracción global (de la cual poco puede decirse todavía en términos de profundidad y duración), a la Argentina le estaría llegando una enorme oportunidad, en una suerte de reedición del Ave Fénix.
La realidad queda a mitad de camino. Blindarse en la globalización es una intención política que peca de ingenuidad, claro. Porque la caída en la demanda interna de los países centrales afectará las cantidades y los precios de las exportaciones. Porque China – un jugador clave en los mercados de commodities - les venderá menos y como sus exportaciones equivalen a 35 puntos de su producto, también desacelerará su formidable tasa de crecimiento. Porque Brasil, cuyo gobierno había reducido su meta de crecimiento a 4% antes de la tormenta financiera (casi la mitad que en 2010), sufrirá con un menor ingreso de capitales, depreciando su moneda y velando armas para defenderse ante posibles episodios de guerras comerciales. Y la Argentina es un socio comercial relevante para la octava economía del mundo …
Pero aun así, la Argentina cuenta, a diferencia de otros tiempos, con más herramientas para enfrentar el complejo escenario global que se acerca. Por necesidad más que por virtud, está aislada de los mercados financieros globales: una ventaja inicial. No tiene vencimientos de deuda inmanejables este año ni el que viene. La situación fiscal, considerando el uso heterodoxo de algunos stocks (como el de la ANSES), tampoco luce demasiado incómoda.
Se podrá – se deberá- expandir el gasto público para equilibrar cualquier eventual desaceleración en el consumo privado. Las reservas del Central, castigadas estos días más de la cuenta, representan unos 15 puntos del PIB; no es poco. Y hay instrumentos flexibles para hacer política económica.
Es posible devaluar (como se hizo en 2008 y 2009) para moderar los impactos recesivos sobre la actividad y el empleo, a diferencia de los tiempos de la convertibilidad. Los instrumentos de defensa comercial (aranceles, cupos, etc) están disponibles.
La prioridad política deberá ser la protección del empleo. En este mundo post Gran Recesión 2008-09, éste es el principal déficit de una recuperación que hoy nuevamente está en duda. Los REPRO utilizados en la crisis pasada tendrán que reforzarse. Los programas para formalizar empleo, como los que lanzó Brasil la semana pasada para los textiles, el calzado y el software, entre otros, podrían ser imitados.
Es claro que se vienen tiempos de más política económica, no menos“.
No da para un “relato” épico. Pero creo que es posible convencer a nuestro pueblo que lo apoye, porque la alternativa es ”Un alto desempleo será la nueva normalidad“.
http://www.ieco.clarin.com/economia/blindados-condenados_0_533346704.html

jueves, 18 de agosto de 2011

DEUDA Y CRISIS: EUROPA Y ESTADOS UNIDOS

En mi escrito “la crisis económica la terminan pagando los trabajadores” (les recomiendo leer en http://lzrsocialypopular.blogspot.com/ Diciembre 2010 para no ser redundante en mis opiniones) hacía una apreciación de está crisis, que se prolonga en el tiempo. La crisis empezó en junio – julio de 2007 y tuvo un pico en el 2008 con Lehman Brothers, pero el golpe fuerte llegó a Europa en noviembre del 2008. Ya no es una crisis económica o financiera, sino se está transformando en una crisis del sistema, que los cultores del neoliberalismo no quieren ver lo complejo de la situación o se niegan a renunciar a sus privilegios. La crisis actual no pone en discusión – por ahora – el fin del capitalismo, aunque muestra el fracaso de las ideas neoliberales. Los acontecimientos vividos en los países árabes, los indignados españoles, los reclamos en Israel, los enfrentamientos en Londres (todos se ocupan de los disturbios y nadie de las causas que lo provocaron), similares a los que se vivieron en Francia, como así también las marchas en casi toda Europa en contra de las medidas económicas de ajuste y reclamo de trabajo, demuestran el fracaso de las políticas aplicadas, y en todos estos casos, hubo un común denominador “los jóvenes”. Esos jóvenes que han dicho basta, impulsados por un pensamiento propio, hoy reclaman por un futuro mejor, se rehúsan a ser marginados. Están reclamando vivir en un mundo más inclusivo, con mayores oportunidades para todos, con democracia en algunos casos y en otros más participativa.
La crisis de hoy es el empleo digno y los gobiernos deberían aplicar todo su esfuerzo y capacidad en la creación de empleo, antes que aplicar recetas recesivas, que solo crearan más desocupación y conflictos, además de la degradación en las condiciones de vida de la mayoría de la población. El economista Hyman Minsky – que predijo la crisis de los subprime. “El Gobierno“, escribió, “debe convertirse en el “empleador de última instancia” en caso de crisis, y ofrecer un trabajo a cualquier persona que quiera uno – para el cuidado de la salud, la limpieza de las calles, o la renovación de tugurios”. La creación de empleo, en estas circunstancia, genera dignidad y baja la inseguridad, por lo tanto no esta mal, en contra de lo que dice la fallida cultura neoliberal. Las actividades financieras no generan trabajo, solo especulación.
Por toda Europa se extiende ahora la “doctrina de la austeridad expansiva”, que sus protagonistas presentaron como un elixir económico universal cuando en realidad está causando un estrepitoso daño social. Peor aun, esas políticas de recortes agravan la crisis, asfixian a las empresas de todo tamaño al encarecer su financiación, y entierran la perspectiva de una pronta recuperación económica. Empujan a los Estados hacia la espiral de la autodestrucción: sus ingresos se reducen, el crecimiento no arranca, el desempleo aumenta, las cuestionadas “agencias de calificación” rebajan su nota de confianza, los intereses de la deuda soberana aumentan, la situación general empeora y los países vuelven a solicitar ayuda.
Desde la desaparición de Unión Soviética, como líder de un sistema alternativo, el comunismo, el capitalismo abandono su lado más bondadoso, el estado de bienestar con la aplicación de políticas Keynesianas, que se expandieron en Europa y EE.UU durante la guerra fría, para transformarse en un capitalismo salvaje, imponiéndolo en los países, en algunos casos, por medio de dictaduras, guerras o préstamos del FMI – BM. Este modelo económico basado en el individualismo y el mercado, como único regulador de todo, suplantó a una economía al servicio del hombre y de la sociedad. Se construyó un Estado ausente e insignificante, donde las grandes corporaciones o empresas son más poderosas que propio Estado, por lo tanto pueden imponer sus condiciones sin obstáculo. La baja de la calificación de EE.UU, hicieron que cuatro empresas tuvieran mejor calificación que ese país: Exxon, Johnson & Johnson, Microsoft y Automatic Data Processing. Igualmente el tema de las calificadoras merece un análisis aparte, ahora los gobiernos europeos y de EE.UU las cuestionan, como un elemento de especulación, pero cuando calificaban a los Países emergentes, como al nuestro, eran creíbles. “El mercado” se apropio de los recursos de las mayorías para distribuirlo en una selecta minoría.
Las políticas neoliberales aplicadas por los Gobiernos eligieron deliberadamente subordinar las políticas económicas a la disciplina de los mercados financieros. No han tenido ninguna preocupación social, ningún propósito de reducir el desempleo, ninguna voluntad de garantizar el crecimiento, y obviamente ningún empeño en defender el Estado de Bienestar.
Una vez más fueron y serán los trabajadores quienes deben resignar sus beneficios económicos, sociales y laborales. Ellos cargaran sobre sus hombros esta crisis, mientras que las minorías acrecientan sus ganancias. Igualmente intentaran trasladar esta crisis a los países emergentes para que estos paguen la aplicación de sus políticas ineficientes, como ha sido siempre.
Los países desarrollados discuten cómo salvar a los bancos, pero no cómo salvar a los hogares sobreendeudados, que necesitan más empleo y crecimiento de los ingresos para que sus pasivos no sean impagables.
Esta crisis mundial, seguramente tendrá algunas repercusiones en nuestro País, pero dependerá mucho su incidencia de quién sea elegido presidente. Este Gobierno llevó bastante bien la crisis 2007 – 2008, porque las condiciones económicas tomadas variaron de las recetas impuestas por el BM y FMI, por lo tanto su impacto no fue tan importante como lo fueron el efecto Caipirinha (1990), Tequila (1994/95), Vodka (1998), Samba (1998/99) y el que vivimos nosotros (2001/2002), donde hubo corridas bancarias, disparada del dólar, corralito y un alto nivel de desempleo, entre otros males. Según quién sea elegido para conducir los destinos de nuestro país en Octubre próximo, podremos revivir esos tristes acontecimientos del 2001. (ver en el blog “Análisis parcial de los candidatos a presidente para Octubre).
La mayoría de los economistas, coinciden en que las condiciones económicas alcanzadas en la actualidad, en casi todos los Países de América Latina, son beneficiosas para afrontar la actual crisis, aunque se admite que en algo afectara. Como una medida novedosa y positiva, es la reunión de todos los ministros de economía del UNASUR, algo impensado hace unos años, dispuestos a tomar medidas en conjunto para que la crisis no los afecte tanto. Pensemos que en el UNASUR conviven distintas ideologías, pero entre todos buscan una salida.

Héctor Daniel Fernández
Agosto de 2011

De las Veinte Verdades Peronistas
5.- En la Nueva Argentina, el trabajo es un derecho que crea la dignidad del hombre, y es un deber, porque es justo que cada uno produzca por lo menos lo que consume.-
16.- Como doctrina económica, el Justicialismo realiza la economía social, poniendo el capital al servicio de la economía y ésta, al servicio del bienestar social.-

A continuación voy a transcribir parte de un artículo de Le monde diplomatique de Junio de 2011

...Sólo se distinguen dos clases de población: el puñado de aquellos que sacan provecho del capitalismo contemporáneo y la gran mayoría que lo padece. Especialmente a través del mecanismo de la deuda.
Durante los últimos treinta años, los eslabones débiles de la economía mundial se encintraban en América Latina, Asia o en los llamados países “en transición” del ex bloque soviético. Desde 2008, la Unión Europea, a su vez, genera dudas. Mientras que al deuda externa total promedio de los países de América Latina alcanzaba el 23% del Producto Interno Bruto (PBI) a fines de 2009, se ubicaba en 155% en Alemania, 187% en España, 191% en Grecia, 205% en Francia, 245% en Portugal y 1.137% en Irlanda. Algo nunca visto.
El estatuto del Banco Central Europeo (BCE prohíbe el financiamiento directo de los Estados. Así, cuando entre 2007 y 2009 éstos se movilizaron con el fin de “salvar a los bancos” – por un total de 1,2 billones de euros de compromisos y garantías diversas – su financiamiento dependía de los inversores institucionales: esencialmente, los fondos de pensión, las compañías de seguros, y ... los bancos privados.
En la primavera boreal de 2010, mientras fuertes turbulencias sacudían la eurozona, el BCE prestaba a los bancos privados a tasa ventajosas del 1%. Éstos, en cambio, exigían a países como Grecia una tasa mucho mayor: entre 4% y 5% para préstamos a tres meses, aproximadamente el 12% para los títulos a diez años. ¿El motivo de tales exigencias? El “riesgo de cesación de pagos” que pesaba sobre los títulos de dicho país. Una amenaza tan apremiante que las tasas aumentaron considerablemente: en mayo de 2011, las tasas a diez años superaban el 16,5%. Por otra parte, con el fin de “dar fluidez” al mercado de la deuda soberana, el BCE garantiza actualmente los créditos en poder de los bancos privados comprándoles los títulos de los Estados... a los cuales, en principio, no pueden prestar directamente.
¿Vale realmente la pena que se empecinen en eternizar un andamiaje semejante?
Después de todo, si los bancos exigen una retribución que tenga en cuenta el “riesgo de cesación de pagos”, ¿No sería coherente acaso considerar la suspensión de los pagos, incluso la denuncia de las deudas consideradas ilegítimas?
Henry Kissinger, ex secretario de Estado estadounidense, afirmaba en 1999 sobre los planes de ajuste estructural impuestos a los países latinoamericanos: “Ningún gobierno democrático puede soportar la austeridad prolongada y las presiones presupuestarias de los servicios sociales exigidas por las instituciones internacionales” Y menos aun cuando, al cubrirse los antiguos préstamos parcialmente con nuevos prestamos, la deuda no deja de incrementarse a pesar de los rembolsos: en 2009, lo poderes públicos de los países en desarrollo habían pagado el equivalente a 98 vedes de los que debían en 1970. Mientras tanto, su deuda se había multiplicado por 32.
Sin embargo, existe una alternativa tanto en el Norte como en el Sur. En los últimos diez años, algunos países decidieron suspender el pago y anular una parte de su deuda: Argentina en 2001 (gracias a una suspensión de los pagos durante tres años, impuso a sus acreedores privados una reducción de más de la mitad de su deuda en 2005) o, más recientemente, Ecuador.
Entre 2003 y 2010, Argentina registró una tasa promedio de crecimiento anual de más del 8%. La suspensión de los pagos no generaría pues necesariamente el cataclismo anunciado por los Casandra de la deuda...
... En otros tiempos, los monarcas europeos obtenían préstamos de los dogos de Venecia, de los mercaderes florentinos, de los banqueros genoveses. Nadie podía obligarlos a devolver esos préstamos; a veces decidían eximirse de la obligación, lo que solucionaba el problema de la deuda pública... Mucho más tarde, el joven poder soviético hizo saber que no devolvería las sumas tomadas en préstamo y dilapidadas por los zares: generaciones de ahorristas franceses se encontraron con “préstamos rusos” sin valor en su desván.
Pero otros medios, más sutiles, permitían aflojar el garrote del crédito. Así, la deuda pública británica pasó entre 1945 y 1955 de 216% a 138% del Producto Interno Bruto (PBI); la de Estados Unidos de 116% a 66%. Sin planes de austeridad, al contrario. Ciertamente, el impetuoso desarrollo económico de la posguerra reabsorbió automáticamente la proporción de la deuda en la riqueza nacional. Pero no fue todo. Porque los Estados devolvían entonces un valor nominal cuyo valor real desminuía cada año con el nivel de la inflación. Cuando un préstamo suscripto a un interés anual del 5% se devuelve con una moneda cuyo valor disminuye cada año un 10%, la llamada “tasa de interés real” se vuelve negativa, y es el deudor el que gana. Justamente, de 1945 a 1980 la tasa de interés real fue negativa casi todos los años en la mayoría de los países occidentales. Resultado, “los ahorristas depositaban su dinero en bancos que prestaban a los Estados a tasas inferiores alas de la inflación”. La deuda pública se desinflaba entonces sin gran esfuerzo: en Estados Unidos, tasas de interés real negativas le aportaron al Tesoro estadounidense un monto equivalente al 6,3% del PBI por año durante toda la década 1945-1955. ¿Por qué los “ahorristas” aceptaban ser expoliados? Es que no tenían opción. Debido al control de capitales y también a la nacionalización de los bancos, no podían hacer otra cosa que prestarle al Estado, que así se financiaba. En ese entonces, resultaba imposible para ricos particulares comprar colocaciones especulativas brasileñas indexadas a la evolución de los precios de la soja en los tres años siguientes... Quedaban la fuga de capitales, las valijas con lingotes de oro que salían de Francia rumbo a Suiza en víspera de una devaluación o de una instancia electoral que podía ganar la izquierda. Pero los que hacían fraude se arriesgaban a terminar en la cárcel... (Le monde diplomatique Julio 2011)

Situación de algunos Países de Europa
En 2009, se impuso a Letonia una reducción del gasto público equivalente al 15% del PBI, una disminución del salario de los empleados públicos del 20%, una reducción del 10% en el monto de las jubilaciones (por otra parte, considerada inconstitucional unos meses más tarde) y el cierre de escuelas y hospitales.

Irlanda: Empleos públicos: Reducción de los salarios de hasta un 15% (especialmente de docentes y fuerzas policiales). Eliminación de 25.000 puestos de trabajo de 250.000. Suspensión de contrataciones. Recortes presupuestarios de 10.000 millones de euros, de aquí a 2014. En 2010, los ingresos del Estado se estiman en 31.000 millones de euros. Jubilaciones: Reducción del 4% de las pensiones del sector público superiores a 12.000 euros por año. Aumento de la edad jubilatoria de 65 a 66 años en 2010, y a 69 años en 2018. Protección Social: Reducción del 25% en los presupuestos de salud y servicios sociales, de aquí a 2014. Impuestos: Aumento del impuesto a la renta. Creación de impuestos al carbono, el agua y la propiedad. Aumento del IVA del 19,6% a 21% en 2013, y a 23% en 2014. Derechos laborales: Reducción del salario mínimo del 11,6%.

Portugal: Empleos públicos: Congelamiento de salarios. Reemplazo de uno de cada dos empleados que se jubilan. Reducción del 5% del salario de altos funcionarios y directores de empresas públicas. Eliminación del 1% de los puestos en la administración central, del 2% en las administraciones local y regional. Aumento de la edad legal de jubilación de 62 a 65 años. Reducción de las pensiones de más de 1.500 euros mensuales (por un total de 445 millones de euros). Protección Social: Reducción del ingreso mínimo de inserción. Reducción de la duración y el monto de los subsidios por desempleo. Servicio Públicos: Recorte presupuestarios en educación nacional y salud. Impuestos: Aumento del impuesto a la renta 1,5%. Aumento del IVA de 21% a 23%. Aumento del impuesto a las empresas con un volumen de negocios superior a 2 millones de euros (por un total de 300 millones de euros). Aumento del impuesto a los bienes inmuebles (300 millones de euros). Impuesto a las prestaciones sociales (300 millones de euros). Impuesto a los cigarrillos, automóviles y electricidad (400 millones de euros). Privatizaciones: Venta de varias empresas nacionales del sector energético, del transporte, la comunicación, los seguros, por un totla de 5.500 millones de euros.

Grecia: Medidas tomadas o anunciadas desde 2010. Empleos públicos: Congelamiento o reducción (hasta un 20%) de los salarios. Eliminación del aguinaldo. Eliminación de 150.000 puestos (de 700.000), de aquí a 2015. Jubilaciones: Recorte de las pensiones de un 7% en promedio. Aumento de la edad jubilatoria de 60 a 67 años, de aquí a 2014. Protección Social: Eliminación del subsidio solidario para desempleados de larga duración, empleados de bajos ingresos, jubilados, campesinos, etc. Reducción de los subsidios para discapacitados. Impuestos: Aumento del IVA del 13% (antes de la crisis) al 23%. Creación de un impuesto de emergencia a las grandes propiedades, yates y piscinas. Privatizaciones al 2012: Subasta de tierras públicas en zonas turísticas: venta del 10% de OTE, la empresa nacional de telefonía, a su principal accionista, Deutsche Telekem; cesión de la participación del Estado en el Banco Postal (35%), el Puerto del Piero (75%), el Puerto de Salónica (75%); privatización de una parte de los activos públicos en la Lotería Nacional, las empresas nacionales de gas, electricidad y explotación minera, autopistas, correo, etc.

España: Mayo de 2010, El presidente del Gobierno Español, José Luis Rodríguez Zapatero anunció que va a reducir el sueldo de los funcionarios públicos un 5% este año y que no lo subirá en 2011, congelará las pensiones, suprimirá la ayuda por nacimiento, eliminara el régimen transitorio para las jubilaciones. Reducirá el gasto farmacéutico. Recortes en la inversión pública y la ayuda al desarrollo, entre otras medidas para achicar el gasto.


Últimas noticias de vivir con lo nuestro
Por Aldo Ferrer

Los acontecimientos recientes en la economía mundial transmiten mensajes muy claros a los países emergentes como la Argentina. Es necesario tomar nota de los mismos para fortalecer la estrategia de desarrollo económico y social, que permita el despliegue del potencial del país, a niveles de creciente densidad científica y tecnológica, inclusión social y equidad distributiva.

Entre esos acontecimientos, conviene prestar atención preferente a los siguientes:

El apalancamiento incesante del gasto con incrementos de deuda privada y/o pública tiende a exceder la capacidad de pago de los deudores. Cuando los mercados registran el hecho, se interrumpe el refinanciamiento de la deuda y estalla la crisis de deuda soberana y privada.
La contracción consecuente del consumo y la inversión debilita la actividad económica y el empleo. La tentativa de recomponer la capacidad de pago y la “confianza de los mercados” con políticas de ajuste fiscal, deprime aún más la economía.
El desequilibrio fiscal aumenta porque la recaudación tiende a caer más que el gasto. En el marco de programas de ayuda externa a través de “prestamistas de última instancia”, la imposición de reformas estructurales y la rigurosidad del ajuste, implican la pérdida de gobernabilidad y una cesión extrema de soberanía a agentes externos.
El mensaje: es necesario apalancar el gasto con incrementos de los ingresos reales destinados al consumo y la inversión, movilizar plenamente el ahorro interno y mantener los niveles de deuda en límites manejables con la capacidad de pagos interna y externa.
El aumento de las exportaciones y el superávit del balance comercial pueden contribuir a la recuperación en el marco de políticas consistentes de equilibrio macroeconómico.

La flotación del tipo de cambio y la fijación de la paridad por el mercado, somete los pagos internacionales a los movimientos de capitales especulativos y, en el caso, de las economías que descansan principalmente en la exportación de commodities, a la apreciación persistente de la paridad, fenómeno conocido como la “enfermedad holandesa”.
El mensaje: es necesario mantener tipos de cambio administrados a una paridad competitiva para la totalidad de la producción sujeta a la competencia internacional y controlar el movimiento de capitales especulativos.
Asimismo, mantener niveles de reservas internacionales que permitan administrar los shocks externos, sin necesidad de recurrir a prestamistas de última instancia, cuyas condicionalidades agravan los problemas e implican severas cesiones de la capacidad de decidir la propia política económica.

La administración de la moneda por una autoridad independiente, desvinculada de la conducción de toda la política económica, genera una fractura en la administración de la economía y subordina la autoridad monetaria a los intereses de los mercados financieros.
Una de las expresiones de esta situación es la prioridad absoluta de la contención del aumento de precios (“metas de inflación”) dentro de la política monetaria, desatendiendo objetivos esenciales de la economía real y el empleo.
El mensaje: la política monetaria es un instrumento esencial de toda la política económica y debe ser administrada en coordinación con los otros instrumentos, en

Las inversiones privadas directas son un aporte importante para el desarrollo económico a través de la incorporación de ciencia y tecnología, apertura de nuevos mercados y participación en cadenas transnacionales de valor.
La utilidad de ese aporte no se logra con la apertura indiscriminada a todo tipo de inversión extranjera, sino con la orientación de la misma hacia los objetivos fundamentales del desarrollo económico y social. Ejemplos importantes de este tipo de política selectiva, no indiscriminada, de incorporación de inversión extranjera, se encuentran en la República de Corea y otras economías exitosas de Asia.
El mensaje: la presencia de la inversión extranjera es positiva cuando forma parte de un proceso profundo de industrialización, integración de las cadenas de valor, protagonismo del empresariado local y políticas públicas soberanas defensoras del desarrollo nacional.

El neoliberalismo promueve la desregulación y apertura indiscriminada de los mercados, la privatización también indiscriminada de empresas públicas y la reducción del Estado a simple garante de la seguridad y el libre funcionamiento de los mercados.
La experiencia argentina y en otros países de América latina y del resto del mundo, revela que esa visión es incompatible con el proceso de desarrollo y genera desequilibrios que culminan en crisis y grave deterioro de las condiciones sociales.
La crisis financiera global desatada en 2007/08, revela la inviabilidad de esta estrategia. Sin embargo, las políticas prevalecientes en el mundo desarrollado, el “centro” según la definición de Raúl Prebisch, siguen reflejando el predominio del enfoque neoliberal y, en definitiva, la influencia que conservan los mercados financieros.
El mensaje. Debemos observar la realidad desde nuestras propias perspectivas, no someternos al “pensamiento céntrico”, que es funcional a los intereses de los países dominantes del sistema.

El fundamentalismo neoliberal plantea que, en las condiciones contemporáneas de la globalización, los países periféricos, como la Argentina, no conservan poder suficiente para trazar su propio camino de desarrollo en el mundo tal cual es.
En consecuencia, la única política posible es “transmitir señales amistosas a los mercados” para seducirlos, atraer inversiones y crecer. En la Argentina, ésta fue la estrategia en el largo período de la hegemonía neoliberal. La experiencia de los países más exitosos de Asia y la nuestra después de la salida de la crisis del 2001/2, revela la falsedad de este supuesto.
Los países emergentes con suficiente “densidad nacional”, conservan poder para conducir su propio desarrollo e inserción internacional, manteniendo relaciones simétricas, no subordinadas, con el resto del mundo.
El mensaje: los países emergentes, como los de América latina, no tienen, al menos, todavía, capacidad suficiente para influir en la transformación de las relaciones económicas internacionales, pero conservan un poder decisivo para impulsar su desarrollo y decidir su propio camino en el orden global.
El cambio es posible. Este conjunto de mensajes está en línea con planteo de “vivir con lo nuestro”. Es decir, la concepción del desarrollo como un proceso de construcción en el espacio territorial de un país impulsado por la fortaleza de la densidad nacional.
Es decir, la cohesión e inclusión social con la participación de todos los actores sociales en los frutos del desarrollo, liderazgos que acumulan poder desplegando el potencial disponible abriendo cauces a la inclusión social y la incorporación de la ciencia y la tecnología, instituciones estables capaces de transar los conflictos en el marco de la estabilidad política y la construcción de un pensamiento crítico defensor de los intereses del país y su gente que exprese, como propuso Arturo Jauretche, “lo universal visto por nosotros mismos”.
En resumen, los mensajes que transmiten los acontecimientos recientes de la economía mundial confirman lo que sabemos, desde hace mucho tiempo.

SON MUY PELIGROSOS

    Mientras estos personajes fanfarrones, patéticos y cobardes se disfrazan para jugar a la guerra y a los soldaditos, creen que todo es co...